Veintitresavo Capítulo.

23.


Hoseok gruñó al sentir como las garras del omega rasgaban la piel de su pecho, y aunque quisiera defenderse no podría hacerlo, no estaba en la potestad de siquiera considerarlo. Si llegase a defenderse podría lastimar al omega y eso era lo único que no quería hacer. Esperó que Taehyung descargara toda su furia por más tiempo, hasta que por inercia dejó de golpearlo. El omega ahora lucía despeinado, sudado y completamente ruborizado por el coraje, Hoseok ni quería imaginarse como lucía él en ese momento, debía tener varias heridas sobre su torso y rostro, sin embargo, dejó de lado sus pensamientos para acercarse con incertidumbre en dirección al omega.

—¿Crees...? —le preguntó el omega agitado— ¿crees que por ser un omega no merezco que un alfa se enfrente a mí? ¡Pelea maldito cobarde! —empujó el pecho de Hoseok, ni siquiera logrando desestabilizarlo un poco.

—No quiero hacerte daño, Taehyung. Ya te he herido bastante —respondió con sinceridad—. Fui un idiota y lo sigo siendo, he cometido muchos errores a lo largo de mi vida, pero de lo que más me he arrepentido es de no haberte valorado, quisiera pedirte perdón.

En respuesta Taehyung lo golpeó sobre su mejilla derecha, haciendo que el alfa se desestabilizará y se recargara contra la cama de la habitación. Hoseok se recompuso segundos después, comenzando a palpar su mandíbula tratando de apaciguar el dolor. El alfa luego soltó una carcajada, sin atisbo de felicidad.

—Me lo merezco, sé que lo hago —dijo Hoseok, observando a Taehyung, quien ahora comenzaba a llorar de frustración—. Sé que fui un completo imbécil, pero ¿por qué no me dijiste que estabas esperando un cachorro? ¿Acaso querías castigarme apartándome de mi hijo? Eso es muy bajo, trato de pensar que no serías capaz de hacer algo así, Taehyung —siguió hablando, manteniendo el metro de distancia del cuerpo del omega y dejó que un largo suspiro saliera de sus labios—. Siete meses después de que te fuiste... yo... comencé a tener problemas del corazón —confesó emitiendo una risa llena de impotencia—. El médico dijo que podría ser causa de que mi lobo está muriendo lentamente, yo... yo no lo comprendía, hasta que leí el expediente de investigación que me dio mi nuevo asistente. En ese tiempo nació Baek, mi cachorro. Mi lobo no pudo estar con él ese día y estoy pagando factura por ello.

Hoseok se sentó sobre la cama, inhalando y exhalando profundamente. El dolor de los golpes dados por Taehyung no se igualaban al dolor de su pecho. Era la primera vez que confesaba su verdadero problema, al parecer también por la aflicción de su lobo tampoco podía engendrar un nuevo cachorro. Por eso Akira no logró quedar en cinta de nuevo, ni con los mejores recursos médicos pudieron lograrlo. Sabía que al haber visto a aquel cachorro significaba lo que realmente necesitaba, y la conexión que tuvieron ambos le dio una ilusión que no pensó tener en un largo tiempo.

Ser padre.

—Yo... —murmuró Taehyung tratando de calmar la adrenalina que recorría su torrente sanguíneo. Se encontraba tan agitado que no encontraba la fuente de respiración necesaria para poder hablar de forma fluida—. Yo... lo intenté —un sollozo salió de sus labios y decidió sentarse a un lado de Hoseok, guardando una distancia prudente—. Fui al otro día después del baile de máscaras a tu edificio... ¡hiciste que me echaran de allí! Yo-yo estaba tan solo, tan perdido no sabía qué hacer.

Hoseok frunció su entrecejo recordando el día nombrado por Taehyung, trataba de poder responder aquella acusación. Estaba seguro de que no había dado alguna orden de que sacaran al omega del edificio, aquel tiempo en sus subconsciente era bastante borroso e incierto. Aun así, sabía que no sería capaz de ordenar sacar a Taehyung a la calle, hubiera hecho todo lo contrario. Sin importar que Akira estuviera en su apartamento esa noche.

—Yo no ordené que te sacaran... —respondió en un murmuró Hoseok. Dejando de lado aquella voz tan precisa y demandante que lo caracterizaba. Parecía bastante perdido en sus pensamientos—. Ese día yo... yo fui a buscarte a casa. Tu madre me dijo que no estabas, así que decidí esperarte hasta más de media noche en mi auto. Pero nunca llegaste.

Taehyung no pudo creerle, simplemente soltó una carcajada llena de amargura. El silencio se apoderó de aquellas cuatro paredes de la habitación del hotel.

Por un lado, Taehyung estaba realmente desconcertado por la conversación, no comprendía porqué el lobo de Hoseok sufría tanto por no tener a Baek, cuando tenía entendido que Akira estaba también embarazada cuando él descubrió que estaba en cinta. Hoseok debía tener otro cachorro, y no iba a dejar que por solo unas cuantas palabras llenas de disculpas pensara que tenía derecho a estar con Baek, cuando él era su hijo, no del alfa.

—Lamento escuchar que sufras del corazón. Aun así, Baek es mi hijo, lo tuve y crié solo —respondió el omega con bastante convicción—. Hace años no solo me rechazaste a mí, sino a ambos, ¿crees que dejaré que entres a nuestra vida tan fácil?

—Se que probablemente nunca me perdonarás, Taehyung. Pero es mi hijo también, perdí todo este tiempo de su vida, no quiero perder más años —musitó, inclinándose y apoyando los codos sobre sus piernas—. No solo le causas daño a mi lobo, también le causas dolor a Baek. Sabes muy bien que tenemos que formar el lazo para poder sanar. Quizás ahora lo que Baek sufra solo será un leve problema al articular palabras, pero quizás en el futuro será peor. Y creo que estás consciente de ello.

El omega quería golpearlo de nuevo por tener razón. Su cachorro sufría y aunque él tratara de negarlo y ser positivo en que en el futuro la situación mejoraría, sabía que podría empeorar. Los lobos son muy apegados a su familia, si el alfa y el omega no llegaban a formar un enlace de parentesco con sus cachorros, tanto los padres como sus hijos podrían sufrir las consecuencias. Taehyung quería decirle que estaría bien, sin embargo, la salud del lobo de su hijo estaba en juego por las decisiones que llegase a tomar.

—Pensé que tenías un cachorro en casa en el cual tu lobo se podría apoyar —dijo Taehyung, no dejando pasar desapercibido como el cuerpo del alfa se tensaba al instante.

—Akira... ella tuvo un aborto espontáneo —respondió Hoseok con tristeza surcándola sus expresiones faciales—. Aún si tuviera otro cachorro, mi lobo y yo añoramos por estar junto a Baek. No impidas que eso pase, Taehyung.

El omega no sabía qué responder o cómo actuar, se encontraba en un gran dilema. No quería estar cerca de Hoseok pero tampoco podría dejar que su hijo sufriera, era verdad lo que decía el alfa, quizás en el futuro su hijo podría tener algún otro problema sin el lazo de padre alfa-hijo. Taehyung, cubrió su rostro con sus manos, tratando de disipar la impotencia que lo consumía.

—Te detesto, Hoseok, no sabes cuánto —musitó Taehyung, ignorando cómo revoloteaba su lobo para acercarse al alfa y llenarse de su esencia—. Pero lo comprendo, y por la salud de mi hijo estaré dispuesto que entres en su vida.

Hoseok volteó para observar al omega con una sonrisa en agradecimiento, por otro lado Taehyung yacía con una expresión de amargura. El alfa estaba un poco herido por escuchar los verdaderos sentimientos del omega hacia él, lo comprendía, aun así aceptó poder tomar el rol de padre que tanto necesitaba. Aunque decidió omitir una de las causas de su problema de corazón; Taehyung. Sabía que lo mejor era mantener la distancia en ese aspecto con el omega antes de que este decidiera desgarrarle el cuello o peor, cambiar de opinión respecto a Baek.

—Gracias, Taehyung —le respondió—. Bien, ¿en dónde está Baek? Quiero hablar con él.

—Eh, calma. Que haya aceptado que comiences una relación de padre-hijo con Baek, no significa que llegues a apurar las cosas. No puedes decirle de un momento a otro que eres su padre alfa. Necesita tiempo para que te acepte. Además, ¿qué me asegura que al momento en que se encariñe contigo no lo abandonaras? —Bramó Taehyung levantándose de la cama, mientras cruzaba los brazos y observaba a Hoseok con el entrecejo fruncido—. ¿Qué me asegura que no te avergonzarás de él por no ser tu hijo legítimo de matrimonio?

Como te avergonzaste de mí. Pensó Taehyung.

—Es mi cachorro, no lo voy a abandonar nunca. Baek es mi primogénito y cuidaré de él. Lo prometo —respondió con toda la convicción Hoseok.

Taehyung chasqueó la lengua en desaprobación. Sabía cuánto valían las promesas de Hoseok; nada. Así que lo más probable era tratar de confiar en él.

—No creo que tarde en llegar. Está en el parque de diversiones.

Esta vez el que chasqueó la lengua fue Hoseok, sabía muy bien con quién debía estar su cachorro en este momento. Se levantó de la cama y metió las manos en los bolsillos de su pantalón, observando fijamente al omega, de forma tan directa que este desvió la mirada por su escrutinio.

—¿Está con Kim Namjoon? —le preguntó. Taehyung ni siquiera supo si responder a la pregunta, estaba un poco sorprendido que Hoseok haya investigado lo suficiente como para saber todo. Incluso acerca de su pareja actual—. Necesito que te contactes con él, quisiera poder pasar más tiempo con Baek antes de que se vayan a Rotterdam.

Estaba más que claro que Hoseok debía saber todo relacionado a él, así que simplemente salió del cuarto del hotel para llamar a Namjoon y decirle que volvieran al hotel. Sabía que era una mala idea dejar entrar a su vida tan rápido a Hoseok, sin embargo, lo hacía solo por Baek. No por nadie más.

Mientras esperaba que Namjoon y Baek volvieran al hotel, Taehyung decidió quedarse fuera del cuarto, no sabría cómo su lobo llegase a reaccionar, por causa de su celo y al estar abrumado por el aroma del lobo de Hoseok, esencia que su omega no pasaba desapercibida por completo. Su lobo le gruñó y le suplicaba que entrara para conversar con el alfa, no obstante, Taehyung sabía que su lobo solo estaba pensando en solo una forma de conversación.

Minutos después percibió el aroma de su hijo y su pareja a través del pasillo del hotel, y en segundos sintió como su hijo corría en dirección a sus brazos y Taehyung no dudó en alzarlo y darle un fuerte abrazo. Baek se acercó a su oído y le susurró: —m-mejórate papi... n-no qui-quiero estar con el a-alfa Kim.

Taehyung negó y dejó un beso sobre la mejilla de su hijo antes de volver a dejarlo sobre el suelo. Por otra parte, Namjoon lucía una radiante sonrisa de autosuficiencia antes de saludar con rápido beso sobre los labios del omega.

—Creo que Baek ya me acepta, ¡estoy tan feliz! —dijo con tanta emoción, que la sonrisa que surcaba sus labios le aseguraba que podría ser la más grande que le haya visto alguna vez—. Por cierto, ¿qué haces aquí afuera del cuarto? ¡Cualquier alfa podría haberse aprovechado de ti! Espera... —se detuvo al percatarse del fuerte olor a otro alfa dentro de la habitación y Namjoon gruñó de inmediato—. ¿Qué...?

Taehyung lo calló de inmediato con un beso sobre sus labios. Quizás quería solo calmar al alfa, o simplemente quería convencerse a sí mismo que Namjoon todavía estaba surcando sus más profundos anhelos.

—El padre de Baek está aquí. Estuvimos conversando y hemos llegado al acuerdo de que puede conocer a Baek... ya sabes, intentar ser su padre —informó Taehyung, tratando de calmar al alfa, mientras acariciaba el pecho sobre el jersey color melocotón y comenzaba a ronronear para apaciguar el aroma lleno de furia por parte de Namjoon—. Calma, no me tocó o algo parecido.

—Lo hubieras echado apenas llegó acá, ¿por qué no me llamaste de inmediato o a la seguridad del hotel? ¡Estás en celo, por la luna! Pudo haberse sobrepasado contigo... —el alfa ahora lucía el rostro de un tono carmesí, su aroma estaba aún más fuerte y el omega de Taehyung comenzó a sentirse incómodo.

—Necesito que te calmes, Joonie. O de lo contrario tendría que pedirte el favor que vayas a tu habitación —dijo Taehyung—. Tal vez es lo mejor, entraré con Baek a mi habitación y hablaremos con su padre. Estaremos bien.

Namjoon lo tomó del brazo cuando Taehyung se giró en dirección a la puerta de la habitación. El omega se detuvo cuando ejerció bastante fuerza y tratando de alejarse, jaló su brazo agresivamente. Sabía que el lobo de Namjoon debía sentirse amenazado, sin embargo, él podía tomar sus propias decisiones.

—Espera en tu habitación. Baek y yo entraremos —Taehyung dijo tajante, y tomó de la mano a un inquieto cachorro que trataba de abrir la puerta del cuarto, ya que sin la tarjeta de acceso era imposible. El omega presentía que su hijo estaba más que intrigado por el aroma del lobo que yacía adentro esperándolos.

Taehyung abrió la puerta y entró junto a Baek, cerrando está a sus espaldas al observar cómo un malhumorado alfa se dirigía a su propia habitación. No transcurrió siquiera más de dos segundos cuando Baek se liberó del agarre de manos y entró corriendo a la habitación.

—¡S-señor al-alfa! —exclamó el cachorro corriendo y observando a Hoseok, quien se encontraba sentado en una de las sillas de la habitación.

Taehyung observó cómo tanto los ojos de su cachorro y Hoseok se iluminaban al reconocerse el uno al otro. Y realmente sintió una opresión en su pecho.

¿Y si Hoseok decía la verdad? ¿Si no fue él quien lo echó del edificio? Si llegase a ser así se sentiría bastante culpable. Quizás las cosas entre Hoseok y él nunca hubieran funcionado, no obstante, la relación entre los lobos con sus cachorros es algo sumamente importante, si son separados pueden sufrir de salud o perder a su lobo. He allí una muestra de la tartamudez de su hijo y el problema de corazón que el alfa le había comentado.

Hoseok por su lado cayó sobre sus rodillas para observar al pequeño cachorro con mayor detenimiento. Sus rasgos eran una mezcla indudable de los genes de Taehyung y de él, pero podría decir egoístamente que Baek tenía mayor parecido a él. Su lobo comenzó a removerse emocionado como lo había hecho la primera vez que había visto al pequeño, y su corazón palpitaba de manera desenfrenada.

—Hola Baek, ¿cómo estás, pequeño alfa? —le preguntó sonriente y el niño soltó una pequeña risa, acción que logró deteriorar por completo a Hoseok.

Allí estaba, su pequeño cachorro. El hijo que tanto había anhelado y que no sabía que había tenido.

—Pequeño alfa, ¿podrías darme un abrazo? —le preguntó tratando de ser cuidadoso. Sabía que era un gesto de confianza demasiado alto y aunque el cachorro se llegase a negar, no lo culparía. Era un completo desconocido para Baek.

No obstante, el cachorro se abalanzó hacia él y lo abrazó alrededor de su cuello con sus cortos brazos. Y Hoseok no dudó en devolver el gesto igual de efusivo a su hijo.

Taehyung sintió las lágrimas asomarse en sus ojos al observar la escena y más al observar cómo Hoseok lloraba mientras abrazaba al hijo que no sabía que tenía. Sintiéndose causante de la situación, consideró que quizás no debió precipitarse en huir aquel día, tal vez la historia entre Hoseok y él hubiera sido diferente si él le hubiera dicho acerca de su estado de embarazo, sin embargo, las decisiones ya habían sido efectuadas y ahora solo las consecuencias darían paso a lo que podría determinar un futuro bastante incierto.

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Quisiera también decirles que por el coronavirus espero que tanto ustedes como sus familiares y seres queridos estén a salvo 🌸 recuerden cuidarse 🥰

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