Veintisieteavo Capítulo.

27.


Hoseok estaba a la mitad de cerrar un negocio bastante importante para la compañía, todo estaba yendo tal como lo planeaba y nada lo satisfacía más que tener todo en completo orden. Hasta que un leve pinchazo en su pecho lo hizo remover de su asiento, sin embargo, fue más que suficiente para que su lobo comenzara a aullar y gruñir de forma desgarradora. Jimin quien estaba sentado a su lado en la mesa de juntas lo observó detenidamente, ya que Hoseok gruñó de forma inconsciente acaparando la atención de todos los presentes.

—¿Se encuentra bien, señor Jung? —le preguntó el beta en un susurro, puesto que dejó desconcertados a todos.

—No, Jimin, siento algo... mi lobo me está advirtiendo algo —respondió en un murmuró Hoseok. Por lo tanto, Jimin asintió—. Creo que tengo que irme.

—Lo comprendo señor, seguiremos con la reunión mañana si así lo desea —respondió Jimin.

Hoseok se excusó con los presentes antes de retirarse rápidamente de la sala de juntas y dirigirse al estacionamiento para tomar su camioneta e ir directamente a su hogar. Cuando su chófer prendió el auto, fue cuando el alfa sintió de nuevo esa opresión en su pecho de forma más aguda y asfixiante, de repente, lo comprendió, su lobo le avisó y su vista se nublo.

Su omega estaba en peligro.

Su pobre chófer tuvo que aguantar sus regaños y gruñidos para que este manejara de la forma más rápida posible. Finalmente logró llegar cuando las patrullas de la policía y ambulancias yacían estacionadas frente a su hogar. Todo parecía transcurrir en cámara lenta cuando empujó a más de un operador público para entrar a la mansión, y al observar la imagen que tenía al frente, la ansiedad de no poder comprender lo comenzó a atormentar.

Taehyung estaba sentado mirando a la pared fijamente mientras abrazaba fuertemente a Baek. Un paramédico estaba a su lado, tomando sus signos vitales y poniendo una pequeña venda en el lado superior derecho de su frente. Por otro lado, observó cómo los paramédicos levantaban un cuerpo inconsciente en una camilla, y al detallar que era Namjoon, sus instintos de inmediato se pusieron en alerta.

Hoseok se acercó de inmediato a Taehyung y Baek, y el omega levantó su vista para encontrar la del alfa. Su lobo aulló de inmediato al detallar la tristeza y vergüenza que reflejaban los ojos irritados y llorosos por parte del omega, y sin importar cualquier barrera que existiera entre ellos, se agachó frente a Taehyung y lo abrazó fuertemente. El omega devolvió su abrazo al instante, apoyando su rostro sobre el hombro de Hoseok mientras sollozaba.

El lobo de Hoseok estaba aullando por el desconsuelo que estaba sobrellevando el de Taehyung. Mientras trataba de contener las lágrimas del omega, su alfa se sentía inservible. No sabía con exactitud qué había ocurrido, sin embargo, de lo que sí estaba seguro es que Taehyung le había llamado por auxilio, para que lo protegiera y él no llegó a tiempo. ¿Qué clase de alfa no podía proteger a su propio omega? Eso era algo que nunca iba a perdonarse Hoseok.

Al siguiente día, después de que Taehyung declarara ante la policía y el Equipo de Protección de Omegas, llegó directamente a encerrarse en la habitación de huéspedes. Hoseok estaba preparando la cena para Taehyung y Baek, sin embargo, el omega no quiso comer nada. Así que, preparó a Baek para que se acostara a dormir y decidió irse a su cuarto, hasta que escuchó en el pasillo suaves sollozos, lo cual acaparó su atención deteniéndose frente a la puerta del baño auxiliar. Golpeó la puerta, esperando alguna respuesta que al parecer no llegaría, solo seguía escuchando los lamentos suaves por parte de Taehyung.

Hoseok sabía que estaba tratando de que nadie lo escuchara y pensar que Taehyung quería lidiar solo con el dolor de lo que había ocurrido, hacía que su lobo lo rasgara internamente queriendo derribar la puerta y sostener al omega entre sus brazos. Y así fue, poco le importo Hoseok romper la puerta para entrar al baño y agacharse a sostener entre sus brazos a un omega que trataba de retener las fuertes lágrimas que bajaban a lo largo de sus mejillas.

—Shhh... calma, Taehyung —le arrulló Hoseok, acogiendo la cabeza del omega sobre su pecho e inclinando su propia cabeza para mantenerlo en un lugar cálido—. No va a pasarte nada, cuidaré de ti...

Taehyung aferró sus manos a la camisa de Hoseok, comenzando a frotar su rostro en el hueco del cuello y la clavícula del alfa para poder calmarse con el aroma. Hoseok acariciaba las hebras del cabello del omega con suavidad y lo apretó más a su cuerpo cuando se dio cuenta que el aroma de Namjoon seguía -levemente- impregnado en el cuerpo de Taehyung.

—Estúpido alfa, la puerta no estaba cerrada con seguro... —fue lo único que le dijo Taehyung en un susurro y Hoseok besó la sien de este.

Cuando Taehyung dejó de sollozar, Hoseok lo cargó entre sus brazos y lo llevó a la habitación en donde se estaba hospedando el omega, él quería llevarlo a su recámara, sin embargo, Taehyung estaba demasiado sensible, por lo tanto, estaba seguro de que no sería una buena idea.

Arropó al omega y se quedó con él hasta que escuchó su respiración moderarse y sus ojos se cerraron. Hoseok observó directamente a Taehyung, sintiéndose devastado por no haber podido ayudarlo cuando lo había necesitado.

Quizás sí lo era, era un mal alfa y no se merecía a Kim Taehyung.

Cerró la puerta de la habitación y sacó el celular de su bolsillo, dispuesto a tratar de calmar a su lobo, el cuál tanto como su lado humano estaban más que decididos a hacer pagar a Kim Namjoon por lo que le había hecho a Taehyung. Aunque el omega solo le contó que Namjoon trató de sobrepasarse con él, sabía que habían ocurrido más cosas. Por algo Jungkook había desgarrado parte de la garganta de Namjoon, el cual había sobrevivido por situaciones que no comprendía Hoseok.

—Jimin —dijo Hoseok apenas el teléfono ajeno contestó—. Necesito que me averigües en qué clínica está hospitalizado Kim Namjoon.

—Por supuesto, señor Jung. Discúlpeme el atrevimiento, ¿pero se encuentra bien? Durante todo el día traté de contactarme con usted, pero no obtuve respuesta —le respondió Jimin y Hoseok bufó, sabía que tenía que decirle gran parte de lo sucedido a Jimin para que se encargara de sus compromisos en su ausencia.

—Namjoon ha irrumpido en mi casa y ha lastimado a Taehyung y Jungkook, Jimin. Ocúpate de mi agenda estos próximos días y espero la información de donde se encuentra Kim —le contestó Hoseok—. Adiós.

—¿J-jungkook? —le balbuceó Jimin—. ¿Qué... qué le ha hecho, señor Jung?

Hoseok dejó que un profundo suspiro saliera de sus labios y respondió: —Jungkook estará bien. Me encargaré personalmente de Kim. Necesito esa información en diez minutos, ¿de acuerdo? —le indicó y colgó de una vez por todas.

Tomó una chaqueta y condujo su carro al momento de recibir en que hospital se encontraba Kim Namjoon. Probablemente el alfa ya se encontraba bajo vigilancia de la policía, sin embargo, su furia contenida le estaba haciendo pensar en actos que probablemente lo dejarían también bajo la custodia de la comisaría.

Dado que ya era bastante tarde, el hospital se encontraba bastante vacío, así que con mayor seguridad se acercó a la encargada de información. Era una omega bastante joven que lucía exhausta, pero le sonrió de inmediato cuando lo observó arribar a la instancia.

—Buenas noches, señor, ¿en qué podría ayudarlo? —le saludó con una sonrisa bastante coqueta y Hoseok pensó usarlo a su favor.

—Buenas noches, bella señorita. Necesito saber en qué habitación está el señor Kim Namjoon —le respondió con una sonrisa cautivadora, logrando que la recepcionista se ruborizara al instante y buscara en el sistema la identidad dada.

—Disculpe señor, pero el horario de visitas ya ha caducado —respondió la omega—. Le recomiendo llegar mañana temprano. Además, creo que habría problemas ya que el paciente mencionado está bajo estricta vigilancia por la policía.

—¿Y qué tal una excepción? Es mi hermano y necesito visitarlo, saber cómo está... —siguió hablando Hoseok con una sonrisa y actitud demasiado encantadora que la omega juraba estar soñando despierta—. Por favor...

—Oh, señor, voy a meterme en un grave problema si alguien lo llega a encontrar allí... es la habitación 305. El último vigilante ha terminado su ronda y por lo que tengo entendido el siguiente llegará en una media hora. Así que yo de usted, me apresuraría —respondió la omega con una sonrisa tan grande que Hoseok la imitó antes de retirarse.

—Gracias, hermosa —finalizó Hoseok caminando a través del pasillo para comenzar a subir las escaleras y estaba seguro de que escuchó un suspiro melodramático a sus espaldas.

Al llegar a la habitación se cercioró que ningún personal médico estuviera presente y se adentró a la habitación. Namjoon estaba conectado a equipos médicos y no lucía bastante bien. Aunque sí estaba despierto y su ritmo cardiaco aumentó precipitadamente al reconocer a Hoseok sentándose en una banca cerca de la camilla.

—Te ves cómo la mierda, Kim. Jungkook es un omega muy fuerte... me alegro de que así sea —comenzó a hablar Hoseok con el semblante serio—. Aunque debió haber hecho una mordida más profunda, para evitarnos más inconvenientes a todos.

Pasaron los segundos y Namjoon no respondía nada, alterando a Hoseok, quien se levantó y comenzó a caminar alrededor del cuarto.

—Escuché que la mordida fue tan profunda que está en peligro tu lobo, Namjoon. Ser mordido por un omega de esa forma lo ha avergonzado tanto que te quiere dejar... qué irónico. Al parecer todos te abandonan —dijo Hoseok sin pizca de remordimiento en cada una de sus palabras.

El lobo de Namjoon estaba en grave estado, eso le había comunicado Jimin también en el mensaje. Un alfa al ser mordido por un omega u otro alfa, es señal de sumisión y un lobo de ese linaje no lograría soportar tal humillación.

—Y todavía creo que ni siquiera es pago suficiente por lo que le hiciste a Taehyung y a Jungkook —sentenció Hoseok, chasqueando su lengua contra el paladar. Para luego trazar una sonrisa sin atisbo de alegría, el alfa estaba bastante colérico—. No quiero matarte, Namjoon. Pero juro que te destruiré. Ahora mírate, un alfa entre la vida y la muerte, completamente solo.

—Taehyung es mío —bramó con voz afónica Namjoon, tratando de recomponerse en la camilla—. Y él siempre estará conectado a mí.

Hoseok gruñó y sin pensarlo dos veces le propinó un fuerte golpe en el rostro a Namjoon, quien jadeó al instante.

—Te dije que te emparejaría el otro lado de la cara, hijo de puta. Aléjate de Taehyung y Baek o juro por la luna que te termino de desgarrar el cuello —decretó antes de salir del cuarto.


Hoseok al entrar a su casa, un fuerte aroma a flores de cerezo lo golpeó y su lobo de inmediato se despertó para comenzar a percibir esa esencia que tanto lo hipnotizaba. Taehyung había entrado en celo.

Sin perder mayor tiempo se dirigió a su despacho para buscar los supresores que Akira debió haber dejado y se dispuso a entrar a la habitación de Taehyung junto con la caja de medicina y un vaso de agua.

Al abrir la puerta su lobo gruñó de inmediato, la esencia era tan fuerte que estaba seguro Hoseok no poder contenerse y eso le hacía temblar.

Al observar que el omega estaba acostado en posición fetal mientras Baek consentía la cabeza de su padre omega, le hizo sentir una opresión en el pecho. Su hijo lucía bastante preocupado por la situación de su padre.

—¡Papá! —exclamó Baek sin alejarse de Taehyung—. A mi papi le duele... duele mucho el estó-tómago, está en-fermito —hipó Baek, inclinándose para dejar besos sobre el cabello de Taehyung.

—Cariño... ve a tu cuarto, yo cuidaré de papá Taehyung, ¿de acuerdo? —le respondió Hoseok, acercándose a la cama y dejando los objetos que traía en sus manos sobre la mesa de noche.

Su hijo pareciese no querer cooperar, pero luego de un tiempo asintió y salió del cuarto para irse al propio. Hoseok se sentó a un lado de la cama de Taehyung y le retiró mechones de cabello que caían sobre sus ojos. Sus ojos reflejaban a su lobo en todo su esplendor y Hoseok pasó saliva fuertemente. Sacó una pastilla y se la ofreció a Taehyung, quien a regañadientes aceptó y consumió.

—Gracias —murmuró Taehyung, tratando de detener sus sollozos. Hoseok asintió y decidió que debía irse hasta que el lívido disminuyera en el cuerpo apoderado por el calor del celo—. No... —murmuró Taehyung, tomándolo de la mano.

—Tae... estás en celo. No te dejaré solo pero ahora mi lobo no podrá soportar tu aroma. Vendré cuando la pastilla haya hecho efecto, lo prometo —le respondió Hoseok, con toda la fuerza de voluntad que poco lo caracterizaba cuando se trataba de Kim Taehyung.

—No pasará nada... solo no me dejes solo. No quiero estar solo —hipó Taehyung y Hoseok asintió acostándose a un lado de Taehyung y acogiendo el menudo cuerpo contra el suyo.

Decir que Hoseok pudo contenerse en su totalidad sería una completa mentira, durante quince minutos mientras esperaba que el aroma del lívido del omega se apaciguara, y al sentir que Taehyung inconscientemente se restregaba contra él lo hizo sentirse en la peor de las torturas. Sabía que no podía tocar a Taehyung no ahora y menos en su situación, el contenerse era un completo castigo. Su lobo lo rasgaba por dentro suplicándole tomar a su omega y Hoseok lo que hacía era pensar en inversiones para poder acaparar sus pensamientos y engañar sus emociones en otra cosa. En más de una vez, tuvo que posar sus manos sobre las caderas del omega para que detuviera la fricción entre sus cuerpos, asimismo, en varias ocasiones sentía la lengua rasposa de Taehyung recorrer todo su cuello en busca de atención.

Cuando el supresor finalmente tuvo efecto, Taehyung le dio la espalda y cayó en un profundo sueño. Hoseok dejó salir un profundo suspiro al poder recobrar de nuevo sus sentidos y observó la silueta resaltada bajo la luz de la luna que entraba a través de la ventana.

Entonces en ese momento, fue cuando se dio cuenta de una herida en el cuello de Taehyung y se acercó lentamente para no despertarlo. Su lobo de inmediato gruñó y aulló de dolor al darse cuenta de que su omega tenía una marca de emparejamiento y no era de él.

"Taehyung es mío. Siempre estará conectado a mí." Las palabras dichas por Namjoon traspasaron sus pensamientos. Y de inmediato sintió las lágrimas acumularse en sus ojos. La impotencia de no haber protegido a Taehyung lo estaba carcomiendo por completo.

Su omega había sido marcado a la fuerza y él no había estado allí para detener que eso ocurriera.

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