Veintinueveavo Capítulo.

29.


Hoseok aferró sus manos alrededor de la cintura de Taehyung, acercando más sus cuerpos si era posible, mientras que el omega no dejaba de besarlo febrilmente y enredar sus dígitos en las hebras de su cabello jalando vehemente como si quisiera calmar todo su organismo a través del agarre. Poco le importaba a Hoseok que lo hiciera, realmente le gustaba que Taehyung se comportara como si su cuerpo perdiera todos los estribos cuando lo deseaba. Eso le encantaba.

El alfa bajó sus manos intrépidas a las posaderas del omega para comenzar a apretujarlas a su antojo, de forma tan demandante que Taehyung empezó a moverse sobre su regazo para crear una fricción que logró sacar gemidos de ambas partes. Sin embargo, Hoseok con la poca consciencia y razón que le quedaba, detuvo sus movimientos y se levantó con Taehyung sostenido en sus hombros y caderas para comenzar a subir las escaleras.

Taehyung seguía -literalmente- saltando sobre las caderas de Hoseok para demostrarle cuánto lo necesitaba allí, ahora mismo. Hoseok gruñó por los bruscos movimientos sobre su hombría porque lo más probable es que podría tomarlo allí mismo sobre las escaleras, sabía que el omega estaba más que efusivo por su celo, sin embargo, debían pensar que Baek estaba durmiendo en su habitación y lo menos que querían era que los viera en una situación demasiado comprometedora.

—Calma, Tae —murmuró Hoseok entre el beso y Taehyung lo calló uniendo de nuevo fogosamente sus labios como si no hubiera un mañana—. Vamos a mi habitación, Baek puede vernos...

Taehyung se alejó solo unos cuantos centímetros y Hoseok observó los ojos del lobo del omega apoderándose del color de su iris, Hoseok pasó saliva fuertemente cuando el omega se inclinó y lamió su boca provocativamente. Conteniendo su lobo, Hoseok aseguró el agarre bajo las posaderas de Taehyung para caminar de forma rápida a su habitación, la cual agradecía que estuviera ubicada realmente lejos de la de su hijo y siendo cuidadosos no los llegaría a escuchar.

Abrió la puerta de su habitación para luego cerrarla con seguro a sus espaldas mientras Taehyung lamía su cuello. Finalmente, cuando ya se encontraban en la obscuridad, Hoseok presionó el cuerpo del omega contra la pared más cercana, logrando como resultado un profundo jadeo lleno de excitación por parte de Taehyung, quien mordiendo su labio provocativamente comenzó a desgarrar la camisa de Hoseok.

El alfa se dejó arrancar la ropa de su anatomía, sabía que el omega estaba demasiado desesperado, sin embargo, él quería probar algo diferente. Tomando el cuerpo de Taehyung lo posicionó sobre la cama suavemente y se retiró observando hasta el último rincón del cuerpo ajeno, el cual yacía acostado aferrándose a las sábanas a sus costados para calmar un poco el calor que lo consumía.

—A-Alfa... —musitó en un gemido lastimero Taehyung, al ver que no recibía ningún toque por parte de Hoseok.

El alfa se deshizo de la última prenda que cubría su cuerpo, quedando completamente desnudo, analizando cómo los ojos de Taehyung se volvían más brillosos al contemplar el cuerpo que yacía parado frente a él. Hoseok se inclinó sobre Taehyung para comenzar a besarlo, pero esta vez con demasiada ternura.

Mientras lo besaba suavemente, iba retirando la ropa que usaba Taehyung, dejándolo completamente expuesto a su merced. Hoseok dejó de besarlo para contemplar el rostro sonrojado y bastante agitado de Taehyung, luego comenzando a apartar las hebras de cabello rebeldes que cubrían el rostro del omega por causa del sudor, y posicionar estas detrás de sus orejas antes de inclinarse nuevamente para dejar un suave beso en la punta de la nariz del omega. Taehyung de inmediato se removió bajo aquella caricia.

—Sé que quieres que te tome ahora, Taehyung —dijo en un murmuró Hoseok, acariciando los muslos sedosos de su omega, los cuales se enredaban alrededor de sus caderas—. Pero tengo que ser delicado, la marca que tienes en el cuello se resentirá cuando se dé cuenta que te va a tomar un alfa que no es dueño de ella. No quiero lastimarte.

—Uhm... ah... —respondió Taehyung en un lastimero gemido removiéndose para ser mimado y saciado.

Hoseok pasó saliva fuertemente al darse cuenta de que el omega ya estaba lo bastante ido como para poder articular una frase coherente. Así que, comenzó acariciando suavemente los pezones de Taehyung, apretándolos suavemente, viendo como resultado como este gemía, para luego reclinarse y succionar su pezón derecho, suavemente.

Las manos del omega se apoderaron de nuevo de su cabello, estrujándolo a su antojo mientras Hoseok seguía lamiendo aquel pequeño punto de placer, al mismo tiempo que masajeaba con frecuencia el otro pezón.

Hoseok siguió dejando un camino de besos y leves mordiscos sobre la piel de Taehyung, comenzando a bajar peligrosamente al vientre del omega, en donde se retiró para no llegar a profanar aquella parte tan sensible de Taehyung. Sin embargo, el omega hizo presión sobre su cabeza para que Hoseok se acercara a su vientre.

—No, Taehyung... yo sé que es una zona muy delicada —murmuró Hoseok.

—Alfa... por favor... —respondió entre jadeos Taehyung, ejerciendo mayor presión sobre el cabello del alfa, incitándolo a acariciarlo en aquella zona tan delicada de su cuerpo.

Aquella zona que solo un omega dejaría que el alfa que lo marco pudiera tocarlo, y allí estaba Taehyung implorándole que lo hiciera, que lo besara suavemente, demostrándole la confianza que tenía en él. Y Hoseok aunque no estaba demasiado seguro de hacerlo por respeto a Taehyung, su lobo por su parte estaba más que embelesado en que aquello ocurriera. Así que con cuidado dejo un beso sobre el vientre de Taehyung, logrando que este se removiera bajo su toque, segundos después comenzó a lamer toda aquella zona, deteniéndose en la parte baja al encontrar la notoria cicatriz de cesárea que tuvo Taehyung y unas cuantas estrías.

Hoseok se encargó de besar cada una de estas para luego acariciarlas con su propia lengua, su lobo le imploraba que lamiera cada rincón de Taehyung si era posible y eso mismo quería hacer.

Taehyung alejó sus dedos de su cabello para comenzar a aferrarse a las sábanas de la cama de Hoseok. Las sensaciones que surcaban su cuerpo al ser tocado en su parte más receptiva lo estaban enloqueciendo, por un lado, se sentía completamente vulnerable y por el otro experimentaba el fuego consumidor apoderándose de cada uno de sus sentidos.

—Mi hermoso omega —musitó Hoseok antes de dejar un último beso sobre su cicatriz para comenzar a bajar hacia su órgano viril.

Taehyung gimió fuertemente cuando Hoseok lo tomó por completo en su boca, y el calor de las emociones lo estaban abrazando, logrando experimentar el placer en todo su esplendor. Su lobo siempre había sentido mayor satisfacción cuando estaba con el de Hoseok, aunque había tratado de negarlo varias veces estando con Namjoon.

Oh, extrañaba tanto ser tocado de esa manera por Hoseok, y aquella nueva faceta suave y tierna en aumentar el juego previo lo hacía gozar mucho más que simplemente ser follado duramente. Poco le importaba que la marca temporal comenzara a escocer sobre su piel al ser tocado por otro alfa.

Su alfa.

Su hermoso alfa lo estaba consumiendo, paulatinamente como si no quisiera quebrantarlo. Minutos después, Taehyung dejó escapar un largo y sonoro gemido cuando llegó a su punto máximo. Hoseok dejó un beso sobre su cadera antes de volver a juntar sus labios con los belfos de Taehyung, tratando de acaparar y acallar los gemidos que él seguía pronunciando durante su orgasmo.

Hoseok al ver que unas cuantas lágrimas rodaron sobre las mejillas de Taehyung, las limpió con sus labios para luego besarlo nuevamente. Su lobo estaba aullando de impotencia al saber que su omega podría estar sufriendo, sin embargo, necesitaba proceder, necesitaba hacerlo para que aquella reciente marca pudiera desvanecerse con rapidez. Por tal motivo, sin deshacer el beso, levantó aún más la pierna derecha de Taehyung para poder tener mayor acceso.

Al momento en que se introdujo en el cuerpo de Taehyung, ambos se vieron a los ojos y abrieron sus labios dejando salir un profundo y sereno gemido. El estar de nuevo conectados físicamente, les hizo sentir un placer inmenso. Hoseok comenzó un vaivén paulatino, con temor de dañar al omega, el cual aunque trataba de no demostrar cuánto le estaba doliendo la unión, el alfa podía observarlo en sus ojos.

Taehyung gritó varias veces al sentir como la marca temporal le quemaba, dando paso a varias lágrimas, las cuales Hoseok limpiaba entre beso y beso. Tratando de consolar el dolor que debía estar sufriendo su omega.

—Eres tan precioso —musitó Hoseok cuando lo penetró profundamente—. Eres el omega más hermoso que existe.

El cuerpo de Taehyung tembló y un jadeó incoherente salió de los labios de este al escuchar esas palabras. Dirigiendo sus manos a la espalda de Hoseok para poder sostenerse de los vaivenes consistentes dentro de su cuerpo, giró levemente su cuello dejando a la merced del alfa el lugar en donde yacía aquella marca superficial, en una clara invitación a que reemplazara esta por la suya.

Hoseok, sin dejar de moverse en el interior del omega se acercó a su cuello y lamió aquella marca, logrando que Taehyung hincará sus uñas en la piel de su espalda y rasguñara esta a su antojo. Aunque su lobo estaba sacando sus colmillos para reclamar al omega, Hoseok con mucha fuerza de voluntad le negó la oportunidad que eso llegase a ocurrir.

No ahora, no todavía. Taehyung debía estar completamente consciente cuando este lo marcara, no quería aprovecharse del lívido incandescente del omega para marcarlo.

En cambio, compensó al omega penetrándolo profundamente golpeando su punto máximo de placer paulatinamente, al mismo tiempo que acariciaba el rostro de Taehyung. Segundos después, sintió como el omega volvía a llegar al clímax para luego acompañarlo él. Con la respiración agitada iba a retirarse del interior de su compañero antes de que el nudo se llegase a formar, sin embargo, el aullido del omega lo detuvo.

—Nudo... alfa —murmuró jadeante Taehyung, aprisionando con sus piernas el trasero de Hoseok para impulsarlo contra su cuerpo.

Gatito... puedo herirte —le respondió Hoseok, tratando de recobrar la respiración.

El nudo de un alfa no dueño de la marca fuese temporal o no, realmente podría ser un detonador de un profundo dolor, no solo sobre la mordida sino podría herir al lobo del omega, sin embargo, Taehyung pareciese no querer dejar ir al alfa y aunque Hoseok trató de zafarse, ya era demasiado tarde cuando su miembro comenzó a hincharse y adherirse en las paredes de Taehyung.

Cuando el nudo se deshizo, Taehyung dejó de morder el hombro ajeno e hincar fuertemente sus uñas en la espalda de Hoseok, acciones que había hecho para poder soportar el agudo dolor que recorrió cada rincón de su cuerpo. Taehyung lamió suavemente la sangre que salió de la herida dejada sobre el alfa y comenzó a ronronear cuando Hoseok salió de su interior y se acostó a un lado de él, apresándolo entre sus brazos y tapando sus cuerpos desnudos con la sábana.

Taehyung no dudó en ningún momento en dejar su rostro contra la clavícula del alfa, inhalando profundamente el aroma y calidez que desprendía el cuerpo ajeno. Y Hoseok tampoco dudó, en comenzar a acariciar las hebras de los cabellos mojados por el sudor de Taehyung, tratando de consolar el bajo sollozo del omega.

—Perdón por haberte lastimado, Taehyung —dijo Hoseok, sin dejar de acariciar el cuerpo del omega—. Soy el peor alfa.

Taehyung besó el pecho de Hoseok, antes de levantar su mirada. Sus ojos ahora estaban de un tono obscuro, demostrándole al alfa que ya se encontraba más consiente después de haber sido consolado en su lívido.

—Aunque me dolió, lo disfruté mucho, Hoseok. Era lo que necesitaba —respondió Taehyung, de inmediato el alfa lo acercó aún más a su cuerpo, enredando sus brazos alrededor de la cintura del omega.

—No solo me refiero haberte lastimado ahora, sino en el pasado también, Taehyung. Fui un cobarde y te dejé ir —admitió Hoseok, para luego acariciar con el dorso de su mano la mejilla derecha de Taehyung—. Lo tenía todo y no me di cuenta.

—Yo también lo lamento, Hoseok. No debí haber tomado decisiones precipitadas, tuve que haber insistido en que supieras de mi embarazo... también soy culpable en todo esto —respondió Taehyung, cerrando sus ojos mientras se inclinaba aún más sobre el suave toque de su alfa.

—Actuaste de esa manera porque sabías que mi reacción no hubiera sido la mejor... no soy santo de tu devoción y mi comportamiento nunca demostró apoyo —dijo Hoseok, esta vez abrazando a Taehyung—. Ni siquiera pude protegerte cuando él vino... lo siento tanto.

—Nunca sabremos qué hubiera pasado si las cosas hubiesen sido diferentes, Hoseok. El pasado no se puede cambiar, pero el futuro puede mejorar con las decisiones que lleguemos a tomar —le respondió Taehyung, hundiendo su nariz aún más en el cuello del alfa, aspirando aquel fuerte aroma para tranquilizar todas las emociones que el hablar del pasado le causaban—. Y no tienes la culpa de lo que pasó con Namjoon. De hecho, fue mía. No pensé que fuera a reaccionar de esa manera... yo pensé que era diferente. Además, tampoco podías saber que estaba en una situación como esa.

—Escúchame, Taehyung. No tienes la culpa de nada de lo que ocurrió. Namjoon fue quien comenzó esto y tiene que pagar por el daño que te hizo... —musitó Hoseok—. Yo... yo recibí levemente tu llamado cuando estuviste en peligro, pero no llegué a tiempo. Sabes la conexión que tenemos, sé que estabas consciente que me llamabas a mí para rescatarte. Y no lo hice. Es verdad que no se puede cambiar el pasado, pero ¿y si sigo fallando una y otra vez? ¿Qué clase de alfa sería si no puedo proteger a mi omega y a mi cachorro?

Taehyung trató de acallar un pequeño grito de emoción al escuchar que lo consideraba como su omega. Nunca Hoseok se lo había dicho o si llegó a hacerlo, siempre fue en un momento cegado por la fogosidad del lívido de ambos, no ahora cuando mantenían al margen sus feromonas. El lobo de Taehyung estaba más que emocionado, meneando su cola de lado a lado por la felicidad que lo consumía.

—Eres el omega que eligió mi lobo, y me di cuenta muy tarde —siguió hablando Hoseok, bastante nervioso al declararse por primera vez—. Espero que me permitas demostrarte que puedo ser el alfa que necesitas, que te apoye, te adore y te proteja de todo... Demostrarte que mis sentimientos no son solo por parte de mi lobo, sino del lado humano también.

Taehyung mordió su labio, cuando sintió sus ojos llorosos por las palabras de Hoseok. Aunque todavía tenía dudas de aquel alfa, Taehyung estaba seguro de que podían ambos enmendar las decisiones incorrectas que tomaron en el pasado, dando paso a un posible futuro en donde podían estar juntos. Aceptándose y apoyándose mutuamente.

—Oh, no hagas que me arrepienta, alfa —respondió Taehyung antes de buscar el rostro del alfa para dejarle un profundo beso—. Tomemos juntos mejores decisiones.

Y Hoseok no puso mayor resistencia cuando el omega se sentó sobre su regazo para unir sus cuerpos una vez más esa noche. Esperando que la fogosidad de la ocasión no llegase a extinguirse.

**

Me siento como un puerco decente después de haber escrito esto. Nunca suelo ser tan romántica, ah.

Besos.

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