Veinticuatroavo Capítulo.
24.
Tres meses habían transcurrido desde que Hoseok entró a la vida de su hijo. Eventualmente lo visitaba cada vez que podía viajar a Holanda, y en definitiva su hijo había mejorado considerablemente su trastorno de comunicación. Por su parte, Taehyung trataba de no pasar tiempo a solas con Hoseok, el alfa venía específicamente a visitar al cachorro y esperaba que así siguiera.
Namjoon y él habían tenido una fuerte discusión meses atrás cuando Taehyung le comentó la decisión de que Hoseok comenzara a pasar tiempo con Baek. Eventualmente el alfa se opuso argumentando que no sería un buen padre para los esquemas necesarios para un cachorro como Baek, sin embargo, Taehyung le aclaró que no era de su incumbencia. Simplemente le aclaró que la relación era entre ellos dos; Namjoon y Taehyung, por su parte Baek debía conocer y crear el lazo con su padre alfa como era debido. Namjoon se alejó durante unas semanas después de la decisión, sin embargo, volvió un día lluvioso con un ramo de rosas aceptando que la decisión de su hijo no era de su jurisdicción.
El clima estaba cambiando gradualmente, el sol cada vez era más radiante y la temperatura más caliente, iniciando una nueva estación. Taehyung yacía alistando su maleta al igual que la de su hijo, el día siguiente tenían vuelo a Seúl, ya que su hermano Choi iba a casarse con una bella omega. Aprovechando pidió su época de vacaciones y sabía que ya era tiempo que Baek conociera su país natal, puesto que era solo un bebé cuando estuvieron allí.
Baek por su lado estaba hablando con Hoseok en el celular que este le había regalado. No comprendía cómo Hoseok pudo comprarle un celular (más caro que el suyo, por supuesto) a un niño de cuatro años. Al principio Taehyung le dijo que era algo descabellado e innecesario, por otro lado, Hoseok insistió que quería conversar seguido con su hijo, ya que por motivos de reuniones y negocios podrían pasar semanas sin reunirse.
—Papi... Papi está... a-alistando maletas —escuchó decir a su hijo, quien yacía sentado al otro lado de la cama mientras conversaba por celular. Taehyung encontraba cómica la situación, el celular era bastante grande para la mano de su pequeño, sin embargo, encontraba la manera en no dejarlo caer y lucir bastante interesado en la conversación—. Yo... le diré —siguió balbuceando de forma leve mientras asentía—. A- adiós, papá —dijo retirando el celular de su oreja y tirándolo sobre la montaña de ropa doblada por Taehyung.
Taehyung sonrió levemente a su hijo. Aún recuerda aquel día cuando Baek le llamó "papá" a Hoseok. Fue la última vez que el alfa había podido venir durante la época, y aún recuerda las lágrimas y la sonrisa de emoción por parte del alfa.
Lo único que no hizo sentir cómodo a Taehyung en ese momento, fue que Namjoon estaba con ellos. Inclusive recuerda la expresión de vacío surcar los ojos del alfa alto, pudo ver cómo sus manos se empuñaban y decidió darle una suave caricia a lo largo de la espalda para poder calmarlo. Por ello trataba de que los dos alfas no estuvieran en la misma habitación, sin embargo, antes de que Hoseok se fuera ese día de su apartamento, Namjoon llegó de imprevisto a visitarlo.
Finalmente, cuando terminó de alistar las maletas de ambos, decidió irse a dormir con su cachorro, ya que debían despertarse en la madrugada para ir directamente al aeropuerto a tomar el vuelo a Corea. Al momento en que ya el sueño lo estaba consumiendo, su hijo comenzó a hablar y Taehyung quiso callarlo de inmediato.
—Papá d-dice que... espera ver-nos en C-corea—murmuró Baek—. Nos.... re-recogerá en el aero... —Baek chasqueó su lengua contra el paladar en forma de frustración y estrés por no hablar sin balbucear— aeropuerto.
Taehyung ya lo sabía, Hoseok le había escrito un mensaje durante la mañana diciéndole que los recogería en el aeropuerto. No obstante, Taehyung ignoró sus mensajes. No era los únicos mensajes o llamadas que ignoraba de Hoseok, a veces solo le respondía cuando sabía que venía a visitar a Baek, de resto, esperaba tener solo una relación entre padre alfa y padre omega de Baek.
—Está bien, cariño. Duerme ahora —dijo Taehyung antes de bostezar—. Porque si no duermes temprano no podemos ir a Corea a visitar al tío Choi y a tu padre.
De inmediato su hijo cerró los ojos, y Taehyung sonrió. Iba a extrañar aquella etapa en donde su hijo creía de forma inocente todo lo que decía, antes de que se volviera rebelde.
Hoseok lucía un traje que hacía que sus rasgos y cuerpo resaltaran de una forma en que hacía poner sumamente nervioso a Taehyung, quién decidió girar a ver otras personas para tratar de ignorar el revoloteo de su lobo por la presencia del alfa. Hoseok se quitó los lentes de sol, cuando divisó que Taehyung y el cachorro llegaron a su dirección. Baek al instante soltó la mano de su padre omega para correr hacia los brazos del alfa quien no dudó en alzarlo del suelo y girar de emoción entre risas del cachorro y las suyas.
—¡Pero cómo ha crecido mi bello cachorro en pocas semanas! —exclamó Hoseok a su hijo quien recibía varios besos en sus mejillas por parte de su padre— ¡cuando menos lo espere serás más alto que yo!
—¡Papá! —chilló Baek con emoción, tratando de aferrar sus pequeñas manos al traje de su padre, quien seguía girando sus cuerpos envueltos de pura emoción. La escena era tan conmovedora que varias personas los observaron enternecidos. Incluido Taehyung— ¡Te... ex... extrañe!
Hoseok finalmente dejó de darle besos sobre las mejillas a su hijo y decidió dejarlo de nuevo sobre el asfalto cuando lo hizo, su mirada se posó sobre Taehyung, quién le estaba sonriendo.
—Hola Taehyung, ¿cómo has estado? ¿Qué tal ha sido el vuelo? —le preguntó acercándose a él lentamente—. Ven, dame las maletas, debes estar cansado.
Taehyung asintió y le entregó las maletas de ambos antes de contestarle: —Estuvo bien, no debías haber venido, hubiera tomado un taxi.
—Quería hacerlo. Más bien los dejaré en mi casa para que descansen —respondió Hoseok, dirigiéndose a un auto último modelo, donde el chofer no demoró en bajar y guardar las maletas en el baúl, para que los tres pudieran subir a la parte trasera de su automóvil.
—Nos quedaremos en casa de mi hermano —le indicó Taehyung—. Además, estoy seguro de que Akira no querrá que nos quedemos allí, ¿acaso quieres que llegue a tratar mal a Baek?
—Akira se mudó hace tres semanas de la casa. El matrimonio no funcionó, de hecho —le explicó Hoseok. Taehyung trató de no demostrar su desconcierto. Nunca había hablado con Hoseok acerca de su matrimonio, era lo menos que le interesaba al omega—. Quisiera Taehyung, que pudieran quedarse en casa. Hice unas remodelaciones en el cuarto de Baek me gustaría que él lo viera. Algún día volverán a visitar Corea y me gustaría que supiera que también tiene un hogar aquí.
—Pero... —murmuró Taehyung, estaba a punto de preguntar algo que no le concernía y que trataba con todas sus fuerzas de no hacerlo porque no quería demostrar el interés que tenía sobre la vida de Hoseok, sin embargo, la necesidad de saber acerca de aquel aspecto tan importante lo indujo a hacerlo— ¿y la marca de emparejamiento? Puede... bueno... ser algo insoportable la separación.
Hoseok chasqueó la lengua contra su paladar al instante, lo emocionó un poco saber que Taehyung le preguntara acerca de eso, por muy fuera de lugar que pareciese. Observó cómo el omega bajaba su mirada para quedarse viendo sus manos, evitando que viera sus mejillas sonrojadas. El alfa recordó lo tierno que era el omega... por algo lo llamaba gatito.
—No la marqué, Taehyung —contestó tratando de encontrar su mirada, sin éxito alguno—. No pude hacerlo.
El lobo de Taehyung se emocionó y su lado humano lo ignoró. No era de su incumbencia lo que llegase a pasar en aquel matrimonio, él se mentalizó desde el momento en que Hoseok entró a la vida de su pequeño y que él no volvería a caer por el alfa. Él estaba con Namjoon y realmente quería que las cosas funcionaran con él, aunque su lobo no creyera lo mismo.
—Debo estar con Choi —dijo Taehyung cambiando de tema rápidamente.
Sabía que el apartamento de Choi no era muy grande, probablemente Baek y el tendrían que dormir en un sofá-cama, sin embargo, sabía que lo mejor era guardar la distancia con aquel alfa. Que, aunque no quisiera admitir, seguía robándole el aliento.
—Por favor, quédense en mi casa. Quisiera poder pasar más tiempo con Baek. Tengo varios cuartos para huéspedes, puedes tomar el que quieras —replicó Hoseok con una gran sonrisa—. Insisto, Taehyung.
—Está bien, Hoseok —cedió Taehyung.
La casa de Hoseok quedaba en las afueras de Seúl, Taehyung podría jurar que en vez de paredes tenía más ventanales y la luz podía entrar hasta el último rincón. Era una mansión de en sueño, tenía piscina, jacuzzi, cancha de tenis y un gimnasio. Además, alrededor del perímetro se hallaba un bello jardín de todas las flores, aunque las flores de cerezo eran las más predilectas. Taehyung quedó realmente impresionado con la encantadora estancia, analizando las flores y la vista que lo rodeaba, mientras que Hoseok corría detrás de Baek en alguno de sus juegos improvisados.
—Deben estar agotados —Taehyung se sobresaltó sobre su sitio al escuchar la voz de Hoseok cerca de él—. Sus habitaciones están listas y la mucama estará pendiente de ustedes. Si luego más tarde quieres visitar a tu hermano, dejaré encargado a un chófer para que los pueda llevar a dónde quieran. Ahora tengo que irme a una reunión importante —le indicó antes de agacharse y dejar un beso sobre la frente de un emocionado cachorro que no mostraba atisbo de estar agotado.
—¡No... no te... va-vayas papá! —le reprochó Baek, agitando sus manitas en el aire para que su padre alfa lo alzara, sin duda Hoseok hizo lo que tanto quería el cachorro.
—Tienes que descansar, pequeño alfa, para que puedas cuidar de tu papá Taehyung... y por la noche podamos salir a comer algo, ¿está bien? —dijo Hoseok, acariciando los cachetes del cachorro y Baek asintió, finalmente volviendo a dejarlo sobre el suelo—. Taehyung siéntete como en casa puedes tomar todo lo que quieras, si necesitas algo no dudes en llamarme.
Taehyung asintió y vio cómo el alfa se alejó de ellos para dirigirse al estacionamiento e irse con su chofer. Finalmente entraron a la gran casa para asearse y tomar una siesta juntos. La mucama les señaló sus habitaciones correspondientes, sin embargo, Taehyung decidió quedarse en la habitación que Hoseok le había asignado a Baek. Al entrar, abrió sus ojos de suma sorpresa; el cuarto estaba diseñado como un barco, lo que era la cama, estantes y armarios tenían diferentes figuras que lo asemejaban a uno. Baek chilló de la emoción subiendo a la cama y saltando, la habitación tenía un color azul claro que le daba la impresión del agua del océano y estaba seguro de que había hasta un timón en la parte superior del camarote en donde al segundo piso lo adoraban cientos de juguetes y barcos. Realmente Hoseok había decidido darle el cuarto de ensueño a su hijo.
—¡P-papi! ¡Soy un m-marinero! —balbuceó por la impresión. Su hijo estaba obsesionado con los barcos y el mar, suponía que Hoseok le había preguntado para poder decidir el diseño del cuarto.
—Sí, cariño, lo eres —le respondió Taehyung observando hasta el último detalle de la habitación—. Supongo que dormirás aquí, la cama no es lo suficiente grande para los dos. Aun así, recuerda que mi habitación está al lado. Ahora que ya estás bañado y cambiado, a la cama Baek y sin protestar —indicó el omega al cachorro revoltoso en su pijama del muñeco de Popeye. Inmediatamente su hijo hizo un puchero, sin embargo, movió las sábanas de su pequeña cama de marinero y decidió acostarse—. Duerme, Baek, le prometiste a tu padre descansar para que ustedes salgan a comer, ¿recuerdas? —su hijo asintió de inmediato y cerró sus ojos abruptamente demostrándole que sí dormiría—. Buen chico.
Taehyung se aseó en el baño de la recámara que le había indicado la mucama antes de ponerse su cómoda pijama para dormir. Necesitaba recuperar fuerzas para la boda que sería el día de mañana, todavía no sabría qué decirle a Namjoon. Había invitado al alfa meses atrás para acompañarlo a la boda de su hermano y estaba claro que había aceptado sin rechistar, tal vez debía dejar que Baek se quedara unos días con Hoseok mientras él se quedaba con Namjoon en un hotel para que este no se llegara a sentir mal. Aunque debía pensar muy bien sus acciones porque lo más probable es que Hoseok no tendría mucho tiempo para cuidar de Baek y él tampoco quería alejarse de su cachorro.
Hoseok llegó a las seis de la tarde, ocho horas después de que Taehyung quedara profundamente dormido. Le invitó a que fueran a cenar, sin embargo, el omega se negó rotundamente porque iba a visitar a su hermano, algo que le sirvió de excusa para su salvación. Se despidió de Baek y le dijo que se portara bien mientras él llegaba y a Hoseok solo le dio una pequeña seña de manos como despedida. El solo haberse quedado en la casa del alfa había sido una mala idea, así que su plan de supervivencia era cero contactos físicos y si mantenían una conversación corta era mejor para ambos.
El chofer lo llevó hasta la dirección en donde quedaba el edificio de su hermano, cuando este lo recibió frente a su puerta lo abrazó tan fuerte que le pausó la respiración durante segundos a Taehyung.
—¡Tae, pero qué bello estás! —dijo Choi llevándolo directo a la sala de estar del pequeño pero moderno apartamento—. ¿Y acaso mi sobrino sigue en tu vientre? Porque no lo veo.
—Está con su padre... ya sabes el biológico —respondió Taehyung encogiéndose de hombros—. Al que echaste de casa hace cinco años para que desapareciera y no volviera más.
Choi definitivamente cambió su rostro de diversión a uno incomprensivo, negó con la cabeza varías veces y se sentó en uno de los sofás para sentarse frente a su hermano.
—Ese imbécil solo te hizo daño, ¿cómo siquiera supo de la existencia de Baek? —su tono de voz se tornó más bajo, algo que hizo erizar de inmediato al omega. Su hermano era un alfa de piel trigueña bastante alto y musculoso. Más que Hoseok, más que Namjoon—. Aunque algún día tenía que pasar, me alegro por Baek ya que mejorará. Su lobo necesita al de su padre-idiota-alfa de mierda. ¡Pero yo que soy su tío no lo he visto durante más de tres años!
—Lo verás mañana, Baek. Hasta ahora no se ha despegado de Hoseok, supongo que sus lobos no quieren separarse —Choi asintió comprensivo.
—Bueno... ni modos, ¿quieres Soju? A que sí, picarón, ya traigo una botella de licor —dijo Choi corriendo directamente a la nevera de la cocina, trayendo consigo dos copas y la botella de alcohol—. Aun así, tampoco comprendo porque Baek y tú decidieron quedarse en un hotel en vez de quedarse conmigo. Mi prometida está por llegar y quería conocerlos, no hay mucho espacio, pero se encuentra el espacio para que estemos todos cómodos.
Taehyung decidió no decirle realmente dónde se estaban quedando. No quería que nadie le dijera la locura de lo estaba haciendo. Le sonrió a su hermano y tomó de un sorbo toda la copa de Soju, silbando al final de sentir el alcohol quemando su garganta.
—No queríamos incomodarlos. Además, después de la boda... seríamos los menos oportunos para estar en su apartamento—Choi negó con su cabeza varías veces con una gran sonrisa en sus labios.
—Sí... creo que era mejor, ¡pero les podría comprar unos tapones de oídos o algo! —ambos carcajearon antes de tomar otra copa de un solo trago—. ¿Y el alfa con el que estás saliendo? Pensé que venía a la boda, ya reservamos su asiento.
—Llega mañana antes de la boda, mañana lo conocerás. Es un buen alfa... te caerá bien —respondió Taehyung.
—Sabes que tengo buen ojo para los idiotas, espero que mi ojo no palpite al verlo o de lo contrario lo saco a patadas de tu vida. No quiero que vuelvan a hacerte daño —respondió—. Por cierto, quería decirte que mamá está invitada. Se que las cosas entre ustedes nunca estuvieron bien pero bueno... tal vez podrían tratar de enmendar sus diferencias.
Taehyung sabía que ella estaría allí. Y aunque su madre le había insistido que abortara a su hijo, Taehyung no era libre de toda culpa en su pasado. Esperaba solo saludarla para preguntarle cómo estaba y que conociera al cachorro que ella tanto despotricó como "el peor error cometido por Taehyung".
—Es tu boda, obviamente estaría allí. Pero no me pidas que hable con ella... nos hizo mucho daño a Baek y a mí. Espero que comprendas eso —musitó Taehyung.
—Lo comprendo, TaeTae. ¡Pero aun así eso no significa que no vas a arrasar la pista de baile porque he contratado al mejor Dj de la ciudad para que nos haga bajar los kilos del banquete! —exclamó Choi con emoción.
Taehyung cuatro horas después volvió con ayuda del chofer a la casa de Hoseok. Había tomado más de tres botellas de Soju y estaba seguro de que no podía coordinar bien cada uno de sus pasos.
—¡Gracias viejito! —chilló Taehyung al chofer antes de cerrar la puerta principal. Solo unas cuantas luces estaban prendidas y un ido Taehyung chocó con una de las mesas de la sala —¡Ups, mierda!
—¿Taehyung? —enunció su nombre Hoseok, bajando de las escaleras con una pijama que de inmediato hizo silbar a Taehyung—. ¿Has tomado?
La camisa blanca estaba bastante ceñida al torso del alfa, mostrando lo bien formado que se encontraba y un pantalón de chándal, la cual resaltaba cierta parte que Taehyung no dejaba de observar.
—Hoseok... —murmuró Taehyung acercándose a Hoseok—. Qué bien te encuentras...
Hoseok frunció su entrecejo de inmediato y se acercó a Taehyung para encontrarse con unos ojos brillantes y labios abiertos. El omega ya se había despojado de sus zapatos y estaba seguro de que había tratado de quitarse más prendas de las debidas.
—Vamos, te llevaré a tu cuarto. Se nota que has bebido un montón y mañana tienes la boda de tu hermano —respondió Hoseok, ignorando la mirada lasciva por parte del omega. Le extendió su mano esperando que Taehyung la tomara, sin embargo, lo que hizo el omega fue acercarse a su cuerpo y rodearlo con sus brazos. Hoseok decidió no moverse.
—Siempre has tenido un aroma tan delicioso y confortante —murmuró Taehyung comenzando a olfatear el cuello del alfa—. Duré meses pensando en tu esencia para poder calmar a mi lobo... tanto tu cachorro como yo te necesitábamos... y yo solo huí.
—Mañana hablaremos cuando estés cuerdo, Taehyung. Probablemente no recordarás nada de lo que hablemos hoy, o de lo contrario te querrás golpear —respondió Hoseok tratando de no perder los estribos y comenzar a olfatear el aroma que lograba surcar sus más profundos pensamientos.
—No... yo.... yo siempre te culpé. Yo sabía que no querías nada serio conmigo, pero pensé esa noche que quizás, quizás con nuestro cachorro podrías verlo... podrías ver lo que tenemos —balbuceó. Hoseok sintió el palpitar de su corazón acelerarse a una velocidad casi improbable—. Quizás si no hubiera tomado a la ligera que habías sido tú el que me había echado del edificio, probablemente hubiera sido diferente...
—Taehyung, vamos, te llevo a dormir —lo interrumpió Taehyung poniendo su mano sobre la boca del alfa.
—Escúchame idiota... —se jactó el menor—. Si yo no hubiera ido después a la clínica para poder abortar probablemente te hubiera visto allí frente a mi casa y hubiera sido diferente.
Hoseok sintió un hueco en su estómago, el considerar que Taehyung se había sentido tan rechazado para haber querido abortar al cachorro le ponía los pelos de punta. Sin embargo, él también tenía la culpa de todo lo que había ocurrido.
Entonces abrazó a Taehyung tan fuerte que comenzó a llorar de la impotencia. Su lobo le reprochaba sus acciones del pasado, aquellas que tuvieron y siguen teniendo consecuencias. El omega también comenzó a sollozar, tratando de encontrar consuelo en el cuello del alfa.
Hoseok pensó en el nido que debió haber hecho el omega... tratando de protegerse a sí mismo y su cachorro a lo largo de esos meses. Tratando de encontrar un punto de soporte que él no le ofreció.
Y aunque se diera golpes de pecho desde el momento en que supo la existencia de su cachorro, sabía que lo que hizo en el pasado no podía cambiar, sin embargo, sí podía enmendar.
—Taehyung yo... yo quiero decirte algo. Algo que quería decirte hace cinco años y que quiero decirte ahora... —musitó Hoseok alejándose del cuerpo del omega, observando los ojos hinchados de Taehyung—Yo...
Taehyung vomitó abruptamente sobre sus zapatos y de inmediato Hoseok se inclinó para ayudarlo. Quizás lo que tenía que decir podría esperar un día más.
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