Veinticincoavo Capítulo.
25.
Taehyung despertó con un dolor agudo en su cabeza, cerró los ojos de golpe cuando no soportó la luz del sol impactar contra su rostro. Los recuerdos de la noche anterior llegaron como una ráfaga de viento y ahora lo menos que le preocupaba era la resaca.
Recordó cuando le confesó a Hoseok que pensó abortar, también recordó lo cercanos que estuvieron y cómo descaradamente se había restregado contra el cuello del alfa para impregnarse del aroma ajeno, y lo último... Taehyung ahogó su grito de vergüenza contra la almohada. Había recordado cuando vomitó en sandalias del alfa y en el baño mientras Hoseok sostenía sus mechones de cabello -demasiado- largos y se encargó de limpiarlo antes de ponerle una cómoda pijama y acostarlo en el cuarto que había dejado para él.
Giró hacia la mesa de noche para observar el reloj, la hora era precisa para comenzar a alistarse para asistir a la boda. Una nota dejada a mano acaparó su atención, viendo la caligrafía del alfa; "Taehyung, te deje allí dos aspirinas y un zumo de naranja para la posible resaca. Espero que te mejores."
Tomó las pastillas, sentándose sobre la cama y tomándolas con el zumo dejado por Hoseok antes de levantarse e ir en búsqueda de Baek.
Encontró a su hijo jugando con la variedad de barcos de juguete y corriendo a través de toda su habitación. Al sentir el aroma de su padre omega giró a verlo para luego comenzar a correr en su dirección y esperando que Taehyung lo alzara.
—¿Cómo estas, cariño? —Le preguntó Taehyung. Volviendo a dejar a Baek sobre el suelo—. Ven, voy a hacerte el desayuno —dijo extendiéndole la mano a su cachorro que al instante negó con su cabeza.
—Papá... ya... me dio c-comida —respondió Baek bastante agitado por haber jugado en la habitación—. Dijo que... que dejó t-tu desayuno en la cocina.
Taehyung asintió antes de inclinarse y dejar un beso sobre la frente de su hijo: —sigue jugando, ahora subiré a arreglarte, recuerda que hoy es la boda de tu tío Choi.
La boda de Choi estaba localizada en una finca a las afueras de Seúl, las sillas estaban ubicadas simétricamente en medio círculo para darle la bienvenida a los novios. Había unas preciosas rosas rojas decorando todo el recinto y el sol estaba en su aposento para deslumbrar ese día. Taehyung estaba sentado en la primera fila junto a Baek y Namjoon, su hijo varías veces le había preguntado a Taehyung porqué su padre alfa no estaba allí y Taehyung le dijo cómo excusa que se encontraba trabajando, bueno, realmente eso estaba haciendo el alfa.
Namjoon lucía bastante contento y dispuesto, a lo que pensaba Taehyung que estaría después de haber llegado solo hacia unas pocas horas a Corea. Lucía un traje que se adecuaba a su cuerpo y su cabello lo tenía peinado hacía atrás. Taehyung le dio un beso en la mejilla mientras esperaban que la boda comenzara. Cuando fue momento de la celebración en el salón de la finca, la música y el alcohol no escatimaron en dar una excelente fiesta. Ellos se dirigieron a sus asientos correspondientes, y al ver que su madre tenía su asiento designado al lado de ellos, le generó a Taehyung un gran inconveniente en sus emociones.
—Madre, ¿cómo se encuentra? —le preguntó Taehyung haciendo una reverencia en señal de respeto.
Su madre lucía bastante delgada para lo que recordaba Taehyung, y aunque esperaba una respuesta bastante seca y poco amigable por su saludo, se sorprendió cuando esta lo abrazó fuertemente. El omega ni siquiera reaccionó para devolverle el gesto, simplemente se quedó de pie esperando que el desconcierto pasará.
—Perdón, hijo, perdóname —sollozó su madre sin dejar de abrazarlo—. Cuando más necesitabas mi apoyo, te abandoné.
Taehyung sintió una opresión en su pecho extendiéndose, y decidió finalmente abrazar a su madre. No siempre su madre fue fría con él, ella no lo era hasta que su padre falleció y luego, bueno, se presentó como omega. Entendía los prejuicios de la sociedad, lo hacía, aunque nunca comprendió porqué su madre no lo aceptaba. Al fin y al cabo, todos se dejaban llevar por las opiniones de los demás y cómo la estructura social ya estaba estipulada. Sin embargo, era su madre, ella también sufrió bastante cuando su padre falleció.
—Tranquila... está todo bien —le contestó sinceramente a su madre. Él no sentía rencor, quizás en un pasado le dolía que nunca lo hubiera apoyado, sin embargo, nunca sentiría desprecio por ella—. Además, lo mejor fue irme de Corea.
Se alejaron del fuerte abrazo y Taehyung limpió las lágrimas de su madre, se veía cansada y agotada por los años. El omega se inclinó y dejó un beso sobre la coronilla, ella era mucho más baja que él y sentía que debía protegerla.
—Quisiera... poder conocer a mi nieto, Taehyung...—murmuró su madre, acariciando los brazos de su hijo omega. Instantáneamente Taehyung se hizo a un lado, dejando a la vista al cachorro que estaba sentado con cara de pocos amigos mientras Namjoon trataba de tener una conversación con él— ¡Oh, es precioso!
La omega prácticamente empujó a Taehyung para llegar al cachorro y poder alzarlo, recibiendo un gruñido de parte del cachorro para que se alejara de su espacio personal.
—¡Vaya! Al parecer va a ser un alfa —dijo la señora enternecida por los gruñidos de advertencia.
—Baek, ella es tu abuela —le dijo Taehyung acercándose a su hijo—. Quiere conocerte.
Baek hizo un puchero y se cruzó de brazos: —H-hola... abuela.
Su madre chilló de la emoción y sin ningún preámbulo se inclinó para abrazar al cachorro que por respeto no pataleó para que lo dejara en paz. Se dejó dar besos en los cachetes por su abuela y finalmente se zafó del agarre para escabullirse detrás de su padre. En ese momento, Namjoon tomó cartas en el asunto y se levantó del asiento para presentarse como era debido.
—Mucho gusto, señora Kim. Me presento, soy Kim Namjoon, alfa de su hijo Taehyung —hizo una reverencia de inmediato y la omega no cabía de la felicidad que irradiaba su rostro.
—¡Oh pero que alfa tan guapo te has conseguido Taehyung! —exclamó su madre más que contenta y acogiendo al alfa en un abrazo que tomó a todos por sorpresa—. Gracias por cuidar de Taehyung y mi nieto, me alegro de que no te dejaras llevar por perjuicios y los aceptaras.
Taehyung se cruzó de brazos al instante, quizás su madre sí se sentía arrepentida por su comportamiento en el pasado, no obstante, el estereotipo seguía sofocando cada una de su neurona. Taehyung era un omega, sí, pero él podía cuidarse a sí mismo y a su cachorro, no necesitaba de ningún alfa.
—No se preocupe, señora Kim —respondió Namjoon—. Baek es como mi propio hijo.
—U-usted... no es mi padre —balbuceó Baek saliendo detrás de su escondite, su rostro demostraba fastidio por la situación. Bueno, al parecer tanto el padre omega como hijo no se encontraban de bastante humor.
—¡Oh! ¿Pero quién quiere pastelillos? —preguntó de imprevisto Choi llegando a la mesa en donde se encontraban y darse cuenta de lo que estaba sucediendo—. Baek, ¿quieres uno? ¡Vamos!
Baek no lo dudó ni dos segundos en aceptar el ofrecimiento de su tío y salió en su compañía por unos cuantos pastelillos. Taehyung quería salir de esa situación también, sin embargo, tuvo que mantenerse allí y escuchar la gran conversación que tenía Namjoon y su madre. Realmente estaba decepcionado que Namjoon no dijera cuán competente era Taehyung, ni de su gran trabajo, simplemente hablaba de él como el principal motivo de la unión de lo que sería una gran familia.
Media hora después Taehyung se excusó diciendo que iría al tocador, aun así decidió irse a la gran mesa de postres en donde se encontraba su hermano y su cachorro. Choi lucía bastante guapo el día de su boda y Baek se veía demasiado tierno con el pequeño traje de gala que Hoseok le había comprado.
—Veo que saliste huyendo de ahí —le dijo su hermano, acercándose a él, sin perder de vista al cachorro que llenaba sus manos de los pastelillos más llamativos de la mesa.
—No importa, creo que mi madre siempre verá a mi pareja como el salvador de un omega con defectos —respondió encogiéndose de hombros Taehyung. Choi de inmediato deshizo la gran sonrisa de su rostro y giró a observar a Taehyung bastante molesto.
—Eres más que eso Taehyung, eres un omega inteligente, valiente y perseverante. Lo que diga la sociedad es una completa mierda —se jactó Choi—. Espero que algún día te des cuenta lo que en verdad vales, porque eres oro, TaeTae.
Taehyung sintió sus ojos llenarse de lágrimas, su hermano siempre tenía las palabras perfectas para desmoronarlo. Desde su presentación por los comentarios de los demás su autoestima bajó tanto que ni siquiera Taehyung lo reconocía en su vocabulario, se sentía tan débil e inservible, que, aunque tratara de mejorar su ánimo, era bastante difícil lograrlo.
Choi se acercó y le dio un fuerte abrazo: —si vieras lo increíble que eres te darías cuenta de que ningún alfa te merecería... porque algo debo contarte y es que apenas me presentaste a ese alfa, mi ojo palpitó.
(...)
Hoseok estaba ya en el quinto trago y bueno, Jungkook iba el doble. Jungkook seguía escabulléndose de país en país, huyendo de sus padres y de Yoongi, quien por cierto era tan persistente que Jungkook estuvo a punto de contratar a alguien para secuestrarlo y que le diera una lección de no meterse en su vida.
El bar que habían elegido era de mala muerte, ubicado en la zona más peligrosa de Seúl. Quizás ambos querían sentir adrenalina al estar en un lugar completamente diferente al que acostumbraban. Por su parte Hoseok, quería golpear a alguien, solo al imaginar en cómo aquel alfa y su Taehyung estarían disfrutando de la velada. Y, por otro lado, Jungkook... bueno Jungkook no tenía nada mejor que hacer.
—El novio de Taehyung está que arde —dijo Jungkook más ido de lo necesario—. ¿Será que acepta un revolcón? —le preguntó y Hoseok bufó de inmediato.
—Me harías un grande favor si te lo coges... yo hasta les pago la habitación del hotel y los supresores —respondió Hoseok, luego tomando un trago de su whisky—. Tal vez con eso Taehyung se da cuenta que no debería estar con él.
Jungkook se rió al instante, tratando de que el sorbo de trago que había tomado no saliera de su boca: —¿Y con quién crees que debería estar? ¿Ah? ¿Contigo?
Hoseok gruñó al instante al escuchar la ironía en la voz del omega. Aunque inconscientemente se respondió a sí mismo que sí, Taehyung debería estar con él.
—Eres el alfa que lo negó, escondió y lo tuvo como amante mientras ya tenías prometida. De paso, fuiste irresponsable e hiciste tu nudo en él para que estuviera en cinta... y ni siquiera estuviste pendiente de que tomara supresores. No creo que seas el perfecto candidato, Hoseok, mejor déjalo en paz y no dañes la relación tolerable que han creado entre ustedes o tu cachorro sufrirá las consecuencias —respondió Jungkook, sin importarle hacer enfurecer al alfa. Realmente Jungkook era más valiente de lo que alguien podría creer.
—No es tan fácil, Kookie —contestó Hoseok—. No lo entenderías.
—Claro que lo entiendo, idiota, quieres solo cogértelo hasta cansarte de nuevo y botarlo como todos los alfas hacen con los omegas que no marcan —Bramó el omega, tomando hasta el fondo su trago—. Mentiras, he generalizado, también los betas son una completa mierda.
—¿Acaso tuviste sexo con Jimin? —le preguntó Hoseok—. Y yo no quiero solo coger a Taehyung, bueno, mi lobo quiere tomarlo con todas las fuerzas posible pero no quiero botarlo, nunca lo hice, simplemente fui un idiota en el pasado.
—De Jimin ni me hables, Hoseok o juro largarme y dejarte en tu periodo de desamor solo —respondió tajante el omega—. Sigues siendo un completo idiota, eso no ha cambiado.
Quizás era cierto, sin embargo, ahora que volvió a reencontrarse con Taehyung se dio cuenta de algo que no tuvo certeza y nunca comprendió en el pasado.
—Mi lobo lo eligió, Jungkook. Cuando volví a ver a Taehyung me di cuenta de que mi lobo ya estaba enlazado con el suyo... mi lobo lo ha elegido como su compañero de vida —confesó Hoseok—. Yo... yo quiero hacer las cosas bien esta vez. Su lobo también ha hecho el enlace, pero quiero conquistar a Taehyung, demostrarle que he cambiado y me dé una oportunidad de amarlo y apreciarlo.
Hoseok había estado observando todo el momento el vaso de alcohol y al escuchar un sollozo, giró su cabeza para encontrar a un Jungkook llorando mientras lo contemplaba.
—¡Mierda! Esto de ser omega te hace más sensible. Esto es lo más romántico que te he escuchado decir... mierda, qué bello —Jungkook limpio sus lágrimas con el dorso de su mano—. No creo que sea solo tu lobo quien haya elegido al de Taehyung, yo me había dado cuenta de cómo observabas a Taehyung en el pasado y pensé que quizás era mi presentimiento y mi sexto sentido de omega, pero nunca estuve equivocado.
Hoseok le sonrió antes de que Jungkook perdiera prácticamente la consciencia por el alcohol y el alfa tuviera que llevarlo a su casa.
Taehyung al siguiente día despertó por los rayos del sol colándose por la ventana del cuarto de huéspedes, había olvidado por completo haber cerrado las cortinas la noche anterior ya que habían llegado bastante tarde y Taehyung estaba tan agotado por todo lo que había ocurrido que fue lo menos en lo que pensó.
Ayer había tenido una fuerte discusión con Namjoon, después de que él hablara con su madre tomó una actitud tan prepotente que al omega no le faltaron ganas de propinarle una cachetada por cómo se comenzó a referir sobre él. Suponía que su madre le dio a entender que Taehyung había sido educado como el perfecto omega; sabía cocinar, lavaba la ropa y sabía cómo ayudar a calmar a un alfa. O por algo Namjoon le dijo que lo podía imaginar en la casa que le iba a comprar cuando ellos dos se llegasen a casar. Taehyung quedó realmente desconcertado por sus palabras, aunque cuando este sacó de su abrigo un anillo con un diamante lo hizo agobiarse de inmediato.
—Quería hacer esto más romántico, pero la verdad no pude contenerme. Eres el omega de mi vida, Taehyung. Baek y tú necesitan un alfa que los proteja, quiero cuidar de ti, tampoco necesitas trabajar —le había dicho Namjoon—. Me encantaría verte recibirme en nuestra casa con una buena cena y un buen masaje, mientras luego podemos ayudar a Baek con sus tareas y...
—No voy a quedarme en casa cocinando, soy profesional en finanzas. Trabajo en una de las mejores empresas de Europa y ¿piensas que me quedaré haciéndote una cena? —despotricó Taehyung, bastante molesto, alejándose del cuerpo del alfa con quien había estado compartiendo una suave melodía mientras danzaban al compás de la música—. ¿Qué pasa contigo, Namjoon?
—No quise decirlo de esa manera, amor... solo pensé que sería más cómodo para ti, cuidar de nuestro cachorro y no tener que preocuparte por lo demás—le contestó Namjoon tratando de acercarse al omega que instantáneamente se alejó—. Ya sabes, no quiero que le pase nada a mi bello omega.
Eres un omega débil, inservible, para lo único que sirves es para acatar órdenes de los alfas y ser el perfecto compañero. Aquel pensamiento comenzó a surcar su mente de forma vaga, y Taehyung realmente quería gritar para no escuchar sus propios pensamientos.
—¿Porque soy omega debo quedarme en casa? Namjoon mejor guarda tu anillo, porque no va a encontrar ningún dedo en donde puedas ponerlo esta noche —Eso fue lo último que Taehyung le dijo a Namjoon antes de despedirse de su hermano y su esposa.
Taehyung, salió del cuarto de huéspedes y bajó al primer piso, y cuando llegó a la cocina a la última persona que pensaba encontrarse sería a Jungkook, un Jungkook con una cara de resaca y bastante desalineado. Aun así, el omega pensó que no dejaba de perder esa chispa tan llamativa que poseía. De repente, su lobo gruñó, siempre lo había divisado y seleccionado como alguien bastante cercano a Hoseok en un sentido más que amistoso.
—Eh, tranquilo —respondió Jungkook cuando escuchó el sonido de advertencia claramente que decía "lárgate de acá"—. Simplemente Hoseok me trajo porque tomé bastante, no pasó nada de lo que estás pensando —Jungkook le sonrió tratando de apaciguar el ambiente pesado que se estaba formando en el recinto. Pero Taehyung al parecer no quería ser tan amistoso—. O quizás sí, quizás sí me cogí a Hoseok, rayos tiene el pene más grande que haya visto...
Taehyung volvió a gruñir, y Jungkook extendió su sonrisa tan grande que Taehyung lo comparó con el gato de Alicia en el país de las maravillas. Jungkook no se andaba con rodeos y quizás jugar un poco le ayudaba a calmar la gran resaca que lo consumía.
—¿Acaso estás celoso? —le preguntó Jungkook—. No es tu alfa, tampoco es tu casa, así que no veo porqué me estás echando.
Taehyung apaciguó más su expresión y se sintió completamente expuesto, porque aquel omega de piel blanquecina tenía toda la razón. No obstante, sentir la presencia de otro omega en la casa de Hoseok, hacía que su lobo se pusiera en modo advertencia.
—No quiero pelear contigo, Taehyung —respondió después de unos segundos de incómodo silencio—. Tengo una actitud de mierda, perdón. Hoseok ha ido a trabajar, te ha dejado el desayuno... si quieres puedo desayunar contigo o mejor me voy ya —dijo Jungkook haciendo el amague de levantarse del asiento.
—No, termina el desayuno. Al fin y al cabo, eres invitado de Hoseok y esta es su casa, ¿quién soy yo para impedirte que te quedes? —contestó Taehyung, tratando de recomponerse y actuar de manera correcta.
Taehyung se sentó al frente de Jungkook, después de encontrar su respectivo plato con unos panqueques y zumo de naranja. Minutos después se había arrepentido de no haber detenido a Jungkook de irse porque realmente era un momento incómodo.
—No le caigo bien a nadie, el único que me soporta es Hoseok —comenzó Jungkook a hablar—. Porque tiene mí mismo temperamento, a veces quiero cambiar, pero es difícil. Es como mi marca personal, ¿sabes?
Taehyung observó los ojos de cervatillo del otro omega, demostrando que sí estaba escuchando lo que le estaba diciendo.
—Pensé que Hoseok era el alfa para mí, y lo seguí pensando por mucho tiempo. Fui un omega muy egoísta pero también quería su bienestar y felicidad —Jungkook terminó por completo su comida, para luego cruzarse de brazos e inclinarse contra la silla del comedor—. No he hecho buenas elecciones y Hoseok tampoco. Como el haberse casado con Akira, quien desde que la conocí la taché como una arpía, pero una arpía que merecía respeto. Como lo merecemos todos los omegas.
Bien, ahora Taehyung sintió aquella última frase como una cachetada por haber sido parte de una infidelidad. Jungkook le sonrió, aquella sonrisa que hacía cuando sabía que daba en el punto perfecto de una persona para hacerla sentir arrepentida.
—La estaba acompañando a ella hace cinco años, la pobre estaba en un ataque de nervios porque dijo que Hoseok olía a otro omega... a ti precisamente. Ese día fui a hablar con Hoseok, pero no estaba, Akira me había dicho que salió sin ninguna explicación —siguió hablando Jungkook—. Le dije que se recostara por su bebé, tenía que cuidarse y el feto era débil. De repente, llamaron de recepción. Vaya sorpresa tuve cuando me dijeron que eras tú, al instante dije que no te dejaran pasar. Akira estaba realmente agobiada por todo lo que estaba ocurriendo, su lobo sufría. Por esa razón hice que te echaran del edificio.
Taehyung dejó de comer de repente, los ojos de Jungkook no demostraban ningún remordimiento. Todo este tiempo había pensado que Hoseok lo había echado, aunque él le hubiera dicho lo contrario no podía confiar en él, ahora con la verdad absoluta no sabía cómo reaccionar.
—En ese momento pensé que era lo correcto. Lo hice por Akira y el cachorro y sigo pensando que fue la mejor decisión que pude tomar. Quizás no me concernía, pero ella se encontraba en un estado de histeria —dijo Jungkook, esta vez con una sonrisa melancólica—. Esa noche perdió a su cachorro, mientras Hoseok te buscaba, la vida es irónica, ¿no lo crees?
Taehyung sintió la culpabilidad extenderse a través de su pecho. Realmente no sabía que todo había sucedido de esa forma, quizás si nunca se hubiera relacionado con Hoseok, nada de aquellos fatídicos hechos hubieran ocurrido.
—Yo... yo solo quería decirle a Hoseok que estaba esperando un cachorro, no pensé... —murmuró Taehyung—. No quise hacerle daño a nadie.
—No te estoy diciendo esto para hacerte sentir culpable, Taehyung. El destino quiso que ese bebé nunca naciera. Quizás a veces no tomamos las decisiones correctas, Hoseok no lo hizo, y tú tampoco lo hiciste —le respondió Jungkook encogiéndose de hombros—. Te estoy diciendo esto como ofrenda de paz, para que sepas que Hoseok no fue quien te rechazó ese día. De hecho, estuvo buscándote por semanas y meses. Pero nunca apareciste.
—Pero él nunca quiso estar conmigo de verdad... él solo quería tenerme como su amante. Yo solo lo quería a él —le confesó Taehyung—. Quería su apoyo, amor y comprensión, pero solo me sentí como un objeto.
—Hoseok es un idiota, eso no te lo puedo negar, Taehyung. Pero él ha aprendido de sus errores y se ha dado cuenta qué es lo que realmente necesita —dijo Jungkook antes de levantarse del asiento y ponerse la chaqueta de cuero—. Habla con él, ambos necesitan decirse la verdad.
Jungkook se alejó del comedor caminando directamente a la puerta principal de la casa. Su caminar era demasiado confiado y atrevido. Taehyung, decidió detenerlo pronunciando una pregunta.
—¿Por qué presiento que Akira no fue la única razón por la cual me echaste esa noche del edificio? —le preguntó Taehyung, antes de que Jungkook se fuera.
El omega se giró, con una sonrisa tan confiada que Taehyung volteó los ojos al instante. El omega irradiaba arrogancia en cada una de sus expresiones.
—Porque pensaba que Hoseok sería mi alfa algún día —respondió sincero Jungkook—. Pero lastimosamente luego me di cuenta de que ese alfa ya pertenecía a otro omega, uno bastante lento y torpe, a decir verdad.
Y sin decir otra palabra, Jungkook se fue de la casa de Hoseok, dejando a un Taehyung bastante conmocionado por la situación.
**
Espero que todas/os estén bien! Realmente estamos en una situación que ya no sabemos que nos deparará. Deseo que sus familias y ustedes se encuentren saludables y recuerden quedarse en casa.
Preguntas; ¿actitud de Namjoon? ¿Reencuentro de Taehyung con su madre? ¿Hoseok admitiendo lo que siente por SU omega? ¿Jungkook confesando todo? A qué no se lo esperaban wuajajaja
¿Del esfero que Hoseok le metió a Taehyung? Ah cierto que eso no pasó en la fic sino en la vida real. Hoseok bájale un cambio que luego en lo oscurito lo hacen.
Besossss.
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