Quinto Capítulo.

05.


Taehyung abrió su boca por la sorpresa sin ningún escrúpulo. Pensaba que estaba soñando, debía estarlo. Ningún alfa del estatus social y apariencia física como el de Jung Hoseok podría estar siquiera interesado en pasar su celo con un omega como él. Al ver que el semblante del alfa se mantenía serio pasando los segundos, se dio cuenta que no era ninguna broma.

—Yo... —Balbuceó el omega.

Su lobo estaba aullando por dentro para que aceptara aquella proposición, sin embargo, su lado racional le advertía que, si las cosas llegaran a salir mal, él podría perder las prácticas en un abrir y cerrar de ojos.

—Taehyung, si no aceptas no ocurrirá nada. Solo no volverás a verme, seguirás tu práctica con normalidad —Prosiguió al ver todavía desconcierto en el rostro del bello omega—. Sin embargo, si aceptas, te ofreceré todo lo que quieras, ya que lo que harías por mí sería un favor que mi lobo está rogando para su día de celo.

—¿A qué... se refiere exactamente? —Preguntó un aturdido omega, que ahora apoyaba las manos sobre los apoyabrazos de la silla.

—Puedo ofrecerte joyas, ropa de diseñador, quizá un carro —Dijo moviendo sus manos, a cada opción que daba. De repente Taehyung sintió ganas de vomitar—. Lo que pidas, pequeño omega, puedo dártelo. Sin escatimar.

—Señor Jung, con todo respeto, no soy ninguna zorra a la que puede comprar. —Le respondió con el entrecejo fruncido. Ahora las mejillas de color carmesí eran producto de la vergüenza y humillación. Se levantó abruptamente para abandonar la oficina y ahora quien lucía bastante serio y enojado era el alfa, quien también se levantó de su silla y se dirigió hacía Taehyung, obstruyéndole el camino hacia la puerta.

—No te considero ninguna zorra. Simplemente me gusta mimar a los omegas, consentirlos y poder darles el capricho que tanto quieren —Dijo, acercándose peligrosamente a Taehyung, quien pasó saliva con nervios por la cercanía—. Perdón si te ofendí, de pronto no tuve demasiado tacto con mis palabras. Solo quiero regalarte cosas porque me siento bien haciéndolo, y quiero compensar que vayas a soportarme en celo. Sé cuán difícil puede ser para un omega acompañar a un alfa en su día de celo.

Taehyung se quedó observando al alfa que poco a poco lo acorralaba contra el escritorio, estaba seguro de que estaba demasiado nervioso, pero también estaba excitado y sus feromonas lo comenzaron a delatar. Y al parecer, el alfa ya había captado con su sentido del olfato la excitación que estaba produciendo el omega, porque no detenía sus pasos y mucho menos un leve toque con el dorso de su mano sobre la mejilla del menor. Taehyung se maldijo mentalmente porque ni siquiera hacía el amague de alejar el alfa de su cuerpo, de hecho, quería más, necesitaba más como aquel día.

—Detenme, Taehyung. Si no quieres puedes irte... pero puedo oler tus feromonas. Y créeme que esta vez estoy dispuesto a poder atenderte —Dijo, ahora tocando con las yemas de sus dedos sobre aquellos rosados labios, que lo llamaban a probar y a morder.

—¿Por qué yo? —Preguntó un aturdido Taehyung, su labio temblaba levemente bajo el toque ajeno— ¿Y por qué ahora sí soy digno de su atención?

Kim Taehyung se caracterizaba por decir las cosas que pensaba, sin ningún filtro, y de eso se dio cuenta Jung Hoseok, quien se atrevió a morder levemente el lóbulo de la oreja izquierda del pequeño omega, en dónde un arete de perla colgaba. Un pequeño escalofrío se apodero del cuerpo del omega y colocó sus manos sobre el amplio pecho del alfa para alejarlo unos centímetros y poder pensar con claridad.

—Ese día tenía una importante reunión, Taehyung, iba a recibir la empresa de mi padre en mis manos, ¿cómo podría simplemente abandonarla para poder ir a aliviarte? Realmente mi lobo quería ir contigo, simplemente, mi lado racional estaba más presente ese día para bien de ambos —Murmuró, tomando las manos del omega que estaban sobre su pecho y apretándolas sobre el mismo—. Yo sé que quieres que esto pase... Y realmente quiero que seas el omega que pase conmigo el día de mi celo. Será un sábado, por lo tanto, no creo que tengas ningún problema.

Ten dignidad, le decía su lado racional. Ten dignidad, se repitió a sí mismo de nuevo y más cuando el alfa volvió a reducir el espacio entre sus cuerpos. Ten dignidad, otra vez se dijo cuando Hoseok comenzó a oler su cabello y su cuello. Sin embargo, un pequeño gemido salió de sus labios cuando el alfa comenzó a lamer su mejilla y parte de su cuerpo. Sus rodillas flaquearon al instante y apretó la tela del traje bajo sus dedos.

—Probablemente tu mente esté nublada en este momento, así que te llamaré el viernes a tu teléfono para confirmar nuestro encuentro —Murmuró sobre el oído del omega—. Aunque realmente espero que aceptes —Dijo finalmente, y se alejó rápidamente.

Taehyung se quedó confundido contra el escritorio, girando lentamente su cuerpo viendo como el alfa volvía a su puesto, y un pequeño gruñido salió de sus labios. Su lado animal se estaba apoderando de él, así que antes de abalanzarse sobre el alfa que ahora estaba sentado de nuevo al frente de él con una sonrisa de autosuficiencia. Hizo una pequeña reverencia antes de salir disparado de la oficina presidencial.

Llegar a su casa fue un alivio, sintió la distancia que ahora existía entre él y aquel alfa que podía confundir sus pensamientos solo con unos cuantos toques físicos. Entró a su cuarto enterrando su cara entre la almohada y gritando todo lo que podía.

Nunca se había sentido así, siempre fue humillado por ser un omega varón, pero esto era algo que estaba fuera de sus manos. Se sentía confundido porque su mente le decía que el alfa estaba completamente loco para proponerle un encuentro así, pero su lobo estaba gritando para que aceptara y pudiera finalmente calmar esa llama que se encendió dentro de sí por aquel alfa desde el día que entró en celo.

Pero de algo estaba seguro Taehyung, y es que el aceptar sería un gran error.

El viernes había llegado más pronto de lo que esperaba y ese día también era el cumpleaños de su madre, así que mentalizándose y forzando una sonrisa entró a su casa esperando ver todas las omegas amigas de su madre, quiénes lo observaban con un poco de desdén y otras lo observaban con lastima. Saludó a varias de ellas antes de entrar a su cuarto y poder cambiarse a una ropa más cómoda que el traje que había comprado con su sueldo. Suspiró cansado, al saber que le deparaban las siguientes horas en la corta reunión de su madre, y más que sabía que estaría esperando la llamada del señor Jung.

Taehyung había meditado con su almohada las últimas noches y decidió negarse a la propuesta de aquel alfa. Su moral le advertía que debía esperar y no tener su primera vez con alguien que quería comprarlo por un día. Aunque sus opciones eran limitadas, Taehyung soñaba con un príncipe, un alfa que lo amara más que a nada, que lo cuidara y apoyara.

Salió de su cuarto con la sonrisa más falsa que había dado en el mes y se sentó para cantarle el cumpleaños a su madre. Cuando todos comenzaron a comer su respectivo trozo de torta, la señora Yoon se sentó a su lado y comenzó a preguntar la típica charla de señora de tercera edad que solo le importaba sacar un poco de información para luego criticar con sus amigas en una tarde de té.

—Dime querido Tae, ¿cómo te ha ido? ¿ya tienes pareja? —Le preguntó sin ningún filtro. Taehyung masticó despacio la rebanada de torta para tratar de aplazar la respuesta.

—No, señora Yoon. Ahora estoy concentrado en mis estudios y poder graduarme de la universidad —Respondió con cordialidad, bajo las atentas miradas de tres amigas más de su madre, que parecían estar curiosas de la conversación.

—Oh, mi hija ahora esta saliendo con un empresario reconocido, es un gran señor. Y eso no la ha detenido para seguir con sus estudios —Intervino la señora Daewoos—. Es una hermosa omega, no ha tenido ningún inconveniente. Hasta creo que el alfa pedirá su mano  y mi hija llevará su marca dentro de poco.

Algunos gritos de emoción se escucharon por las expectantes, en cambio Taehyung trató de no demostrar lo ido que estaba de la conversación.

—¿Ves Taehyung? —Dijo la señora Yoon, codeando en broma al omega varón—. Seguro que dentro de poco encontrarás a un alfa.

—Señora Yoon —De nuevo la omega Daewoos tomó parte en la charla—. Quizá Taehyung conseguirá un alfa, quien solo lo va a preñar y dejar por vergüenza de estar con un omega varón. Además, no encontraría a un alfa tan importante como el de mi hija.

Taehyung bajó la cabeza humillado por el comentario. Su mente se desconectó a las posibles respuestas, y levantó la vista viendo a su madre, quién estaba atenta y sonrojada en el sillón del frente por la conversación que estaban teniendo las señoras. Su madre tenía los puños cerrados, y al parecer estaba algo enojada, pero Taehyung sabía que ella nunca tendría la suficiente fuerza para defenderlo, cuando ella era la persona que más lo criticaba por su linaje.

Finalmente, al ver que la humillación era suficiente, se levantó haciendo una corta reverencia y se encerró en su cuarto. Apoyó su cuerpo contra la puerta del cuarto, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas, cuando estas cayeron a través de sus mejillas, las limpió rudamente con su antebrazo. De repente, escuchó el timbre de su celular, y se acercó a su mesa de noche viendo que se trataba de un número desconocido. 

Era él.

Sin pensarlo dos veces contestó: —¿Sí?

—Buenas noches, Taehyung —Escuchó la voz grave del alfa contestar al otro lado de la línea—. Espero que hayas llegado bien a casa.

—Señor Jung, buenas tardes —Saludó el omega tratando de manejar su voz para que el alfa al otro lado de la línea no notara que había estado llorando.

—Taehyung, ya sabes porqué te estoy llamando. Quiero una respuesta, mañana entro en celo, y aunque llegues a negarte, tendré que buscar a alguien, aunque me moleste mucho hacerlo —Dijo con seriedad en su voz. Taehyung pasó saliva fuertemente—. Espero que en serio aceptes mi propuesta.

Taehyung mordió su labio fuertemente, iba a responder un rotundo no. Sin embargo, las palabras de la señora Daewoos pasaron por su memoria. Nunca podría conseguir a un gran alfa, nunca uno como Jung Hoseok, y si el aceptar esa propuesta le daba por lo menos un aire de superioridad y para poder subir un poco su autoestima, lo haría.

—Señor Jung, yo acepto su propuesta —Sentenció Taehyung, más convencido de lo que esperaba.

Iba a estar con uno de los alfas más poderosos de toda Corea del Sur, y una pequeña sonrisa brotó de sus labios cuando sintió que un pequeño vacío se llenó dentro de sí. Siempre lo habían pisoteado por ser un omega varón, pero ahora un poderoso alfa quería pasar su día de celo con él, él un pobre omega que no tenía ni la mejor piel ni las mejores piernas. Sin embargo, un calor dentro de él se extendió cuando escuchó la voz en un susurro de parte del alfa.

—No sabes cuanto lo disfrutaras, Taehyung. Por favor duerme bien, no creo que mañana podrás hacerlo —La voz del alfa se torno más ronca de lo común—. Ten una buena noche, mañana nos veremos, hermosa criatura.

Cuando la llamada se colgó, el omega se sentó en su cama y observó una pequeña foto de su familia. Dio un largo suspiro antes de taparse la cara con las manos y echarse de para atrás. Observando el techo de su habitación, donde tenía cientos de fotografías colgadas.

—¿Qué acabo de hacer? —Se preguntó a sí mismo antes de morderse el labio, y sonreír ante la expectativa del día que sería mañana.

Él, Kim Taehyung, un omega varón, tendría sexo con Jung Hoseok, el alfa presidente de una de las empresas más importantes de Asia, y la cual estaba teniendo bastante éxito mundial. Un alfa que ni su propia madre pensaría que estaría con él.

😏🔥.

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