Octavo Capítulo.
08.
Había pasado dos semanas enteras, no había llegado Jung Hoseok de su viaje a Japón y mucho menos habían hecho algún comunicado oficial de su ascenso como presidente de la compañía. Para Taehyung le era imposible no pensar en Akira Himura, y no podría mentir diciendo que no había buscado en el navegador su nombre más de una vez.
La primera vez que lo hizo fue al llegar ese lunes a su casa después de enterarse de la existencia de la omega. Y al encontrar imágenes de ella, solo sintió su autoestima bajar más de lo que él esperaba.
Era perfecta.
La omega era perfecta físicamente y sin comentar sus grandes éxitos profesionales.
Pertenecía a una de las familias más reconocidas de Japón, había hecho varias maestrías y especializaciones, y sin contar que habla a la perfección más de cuatro idiomas sin contar el coreano. Después de varios minutos, investigando más acerca de Akira, decidió que era momento de validar si existían fotos de la pareja.
Al verlos juntos Taehyung de inmediato apagó su computador, no podría explicar el latido de su corazón yendo mucho más rápido de lo normal. Ahora sí, se sentía usado. Pasó el celo de un alfa que tenía una relación formal, y aunque él mismo ni lo admitiera le dolía un poco saber que el alfa ni siquiera trataba de comunicarse con él.
Su decepción crecía aún más pasando los días, y un día jueves recibió un correo de parte de recursos humanos con un boletín especial. Taehyung al ver el rostro del alfa junto con unas letras grandes "Nuevo presidente: Jung Hoseok" se sorprendió bastante, aquello sólo significaba que ya se encontraba en Corea del Sur. De pronto, hasta se encontraba en la empresa y ni siquiera lo llamó o siquiera le envió un corto mensaje.
Su humor cada vez era más depresivo, sin contar que ya no sonreirá durante el día. Su jefa se dio cuenta, sin embargo, prefirió no preguntarle el porqué su cambio de actitud. Incluso su hermano, con quién no tenía mucha comunicación le preguntó por qué se veía tan decaído, esa vez Taehyung solo se encogió de hombros y esperó que su hermano saliera de su habitación para que la lágrima que había luchado tanto por salir, lo hiciera.
¿Cómo decirle a tu hermano que un alfa solo te utilizó? La vergüenza solo lo consumiría más.
A la segunda semana en que vio al alfa por última vez, fue cuando escuchó murmullos a través del pasillo. Varios diciendo que el presidente Jung Hoseok se encontraba ya en su oficina. Taehyung al escuchar eso, se sintió bastante cohibido en saber qué hacer, quizá debería ir a hablar con él. Sin embargo, si el alfa quisiera hablar con él, ya hubiera tratado de comunicarlo.
Golpeó las yemas de sus dedos varias veces en señal de estar pensando en sus opciones, y finalmente terminó el bocado de comida que quedaba de su almuerzo. Al ver que sus compañeros de almuerzo les faltaba harto para poder finalizar, usó eso cómo una excusa para salir un momento. Cuando salió del edificio, fue en busca de alguna cafetería y tomar algún café. Al entrar en el más cercano a la empresa, pidió un espresso y se sentó junto la ventana.
Debía decirse a sí mismo que lo que sucedió fue cosa de una noche, y tratar de convencer a su lobo que algún día superarían al alfa. Sí, algún día superarían juntos esa mal racha.
Entonces, ¿por qué ahora estaba sintiendo el aroma del alfa inundar sus fosas nasales?
Taehyung aspiro más profundo, tratando de confirmar que el alfa se encontraba en un radar cerca de él, sin embargo, al ver que alguien tomó asiento frente a él en la mesa de la cafetería y al poder visualizar aquellos ojos oscuros del dueño de sus pensamientos, se acomodó sobre su asiento y bajó la mirada a sus manos entrelazadas.
El silencio llenó la instancia, y Taehyung agradecía que se encontraban en una mesa lejos de las demás personas, sin mencionar que a esta hora la cafetería se encontraba lo suficiente vacía como para que alguien lograra reconocer al poderoso alfa que le observaba como si quiera leer sus más oscuros secretos.
El omega, tomó con sus manos -ligeramente- temblorosas la pequeña tasa de café y la llevó a sus labios para dar un largo sorbo a la espera de que fuera el alfa quién rompiera el silencio, además, él fue quien al parecer lo había buscado.
—Lamento no haberte llamado o dejado un mensaje, Taehyung —Fue el alfa quien rompió el silencio mientras el omega seguía observando el café, nervioso de hacer contacto visual con él— Estuve bastante ocupado estos días.
Y ya sé por qué, pensó Taehyung.
El omega dio otro pequeño trago a su café, tratando de pensar en alguna intervención lo bastante inteligente como para no hablar acerca de la novia del alfa. Vio como la mano del alfa se acercaba al lado de su taza de café y golpeaba las yemas de sus dedos, quizás para poder obtener una respuesta.
—Veo que no estás de humor para hablar conmigo —Habló de nuevo Hoseok. Y Taehyung finalmente levantó su vista, encontrándose con aquellos ojos que le hacían sentir sus articulaciones como gelatina.
—Simplemente no ha sido mi semana, señor Jung —Respondió el omega, encogiéndose un poco de hombros. No permitiría que el alfa se diera cuenta cuanto lo había afectado su encuentro—. Eso es todo.
El rostro serio del alfa ni siquiera cambió, y Taehyung realmente quisiera tener la capacidad para no demostrar sus sentimientos a flor de piel, porque aún tratando de contenerse sabía que su rostro estaba lo suficiente rojizo para demostrar lo agitado que estaba y sin contar que su pierna se movía ligeramente en demostración de nerviosismo. Aún así, el omega mantenía un semblante desinteresado en la situación.
—Disculpe, señor Jung pero tengo que retirarme, ya se acabó mi hora del almuerzo —Intervino de nuevo el omega, levantándose lo más seguro que pudo—. Que tenga buen día —Hizo una pequeña reverencia y se dispuso a abandonar la mesa. Sin embargo, la mano del alfa rodeando su antebrazo lo detuvo.
—Estoy seguro de que puedes quedarte más tiempo, Taehyung —Dijo con voz más profunda de lo normal—. Estoy seguro de que tu jefa puede comprenderlo si le envío un mensaje o hablo con ella telefónicamente, es la señorita Jo Hye, ¿verdad?
—Uhm, señor Jung, no creo que sea necesario. Además, ¿no es acaso eso muy sospechoso? —Respondió Taehyung, demasiado nervioso. De algo estaba seguro y es que al alfa no le importarían los comentarios que podrían desatarse en los pasillos de la empresa.
—Taehyung, nadie sospecharía que tuviera algo con un practicante y menos con un omega varón —Respondió un poco cortante. Apretando el brazo del omega.
—Adiós, señor Jung —Respondió, deshaciendo el agarre por parte del alfa.
Sin mirar hacia atrás, salió de la cafetería con un peor ánimo y una cara bastante seria, estaba más que confirmado que el alfa no quería que siquiera lo relacionaran con el eslabón más bajo de la pirámide social. Era la camiseta de recuerdo que siempre iba a tener hasta el día de su muerte, y que ahora Jung Hoseok el primer alfa que estuvo con él le repitiera las palabras de forma tan despectiva, lograba que su corazón se comprimiera de una forma bastante dolorosa.
Al igual que su lobo.
No iba a llorar, se dijo a sí mismo, mientras caminaba a un paso rápido hacia la oficina de su jefa y terminar el día laboral. Mordió su labio varias veces durante la tarde, sin importar que este llegara a inflamarse lo suficiente cómo para que la gente llegará a pensar que una abeja lo había picado. Por otro lado, Hye esa tarde le dejo más tareas de lo normal y supo que ella tampoco estaba tan bien de ánimos. Al menos no había solo alguien triste en la oficina.
Perdió el metro que lo llevaba a casa, y tuvo que esperar otros diez minutos para poder tomar uno que lo dejaba un poco alejado de la calle donde vivía, pero tal vez caminar sería la mejor opción, tampoco era como si quiera llegar a su casa y que su madre de nuevo estuviera interrogándolo por la esencia de alfa de aquel día que aparentemente firmó su sentencia a ser lo que todos esperaban de él, un omega usado. Taehyung culpaba al alfa de su desgracia ese día y es que Hoseok era quien rondaba su mente sin descaso alguno, ¿alguna vez lo superaría? Quizá.
Mientras caminaba a lo largo de las calles cerca su vecindario pudo observar cómo los nubarrones se acercaban, lo último que faltaría es que comenzara a llover. Él odiaba la lluvia, detestaba el agua. Era un comportamiento normal por parte de los omegas. Sus pasos se apresuraron al sentir la primera gota de lluvia caer sobre su cabello y subió las calles rápidamente para llegar a su residencia, sin embargo, una camioneta con vidrios polarizados bastante llamativa -costosa- estaba estacionada a unos cuantos metros de la entrada de su hogar.
De repente al pasar al lado del carro, la ventana del conductor bajó hasta revelar el rostro de Jung Hoseok. Taehyung durante su largo camino y charla con sí mismo se dijo que mantendrá sus sentidos correctamente y su cuerpo a raye de la presencia del alfa, sin embargo, su estomago comenzó a sentir esos pequeños choques cuando ves a la persona que te gusta, Taehyung quiso matar esas pequeñas mariposas que se alojaban en su vientre y dio un paso más hacía su casa, tratando de ignorar quien estaba solo a unos cuantos centímetros de él.
—¿Piensas ignorarme, Taehyung? —Le preguntó haciendo que el omega detuviera sus pasos, y le diera la espalda—. Lamento si llegue a ofenderte en algo... no era mi intención.
Taehyung cerró los ojos y bajó su cabeza, no iba a llorar... tampoco iba a dejar que aquel alfa que lo utilizó fuera a tocar algún nervio muy delicado para él. Tomó una larga respiración y giró en dirección al atractivo alfa que lo observaba analizando cada una de sus facciones y movimientos.
—Señor Jung, es mejor que se vaya —Sentenció el omega, sintiendo cómo ahora varias gotas de lluvia caían sobre su cuerpo, lo que hizo que Taehyung soltara un pequeño gruñido de insatisfacción involuntario— Tengo que entrar a mi casa ahora.
—Es mejor que entres a mi carro Taehyung y podamos conversar antes de que la lluvia sea más fuerte. No deseo que llegues a enfermarte —Le contestó el alfa con la expresión bastante seria. Al observar la indecisión en los ojos del omega, el alfa soltó un largo suspiro y continuó—. No voy a hacerte nada, solo quiero aclarar algunas cosas. Si no hablas conmigo, me quedaré aquí frente a tu casa hasta que decidas regalarme un poco de tu tiempo.
El orgullo del omega no duró mucho cuando sintió más gotas sobre su cuerpo, rodeo la camioneta y subió en el asiento del copiloto. Hoseok solo espero a que este cerrara la puerta para encender el motor y salir del pequeño barrio que quedaba a las afueras de Seúl.
—¿A dónde cree que va, señor Jung? —Le preguntó Taehyung, observando su casa en el espejo retrovisor.
—A un lugar más intimo que estar al frente de tu casa y alguien pueda vernos —Respondió—. Además, necesitas tomar algo caliente, te mojaste bastante y estoy seguro de que llegaras a tomar un resfriado si no entra tu cuerpo en calor.
Los ojos de Taehyung se encontraban bastante abiertos expectantes, no esperaba estar de nuevo bajo la esencia fuerte y embriagadora del alfa. Un pequeño escalofrío lo hizo sacudir sobre el asiento, y un pequeño gruñido volvió a salir de sus labios. Sin embargo, una mano ajena se posó sobre su muslo y lo apretó ligeramente. Debía alejar aquella mano de su cuerpo, pero se sentía tan bien -realmente bien- que al momento que esta comenzó a acariciar a lo largo de su pierna y sentir el calor de un alfa extenderse sobre su cuerpo, comenzó a ronronear.
—Necesitas calor, Taehyung, solo déjame hacerlo por ti —Murmuró el alfa y detuvo el auto en un semáforo en rojo antes de girarse y ver el rostro de omega un poco aturdido por la sensación en su cuerpo—. Un omega tan bello no puede enfermarse —Sentenció antes de acelerar con rapidez.
Taehyung instintivamente se acercó al cuerpo del alfa para recibir calor, su cuerpo, aunque se encontrara menos frío por la lluvia, quería aumentar la temperatura. Su lobo lo pedía y su lado humano también.
—¿Por qué siquiera le importa eso, señor Jung? —Le preguntó con palabras toscas, muy diferente a las acciones de su cuerpo—. Soy un omega hombre que ni siquiera es su pareja, ¿para que seguir con esto si a usted hasta lo avergüenza?
La mano ajena apretó aun más su muslo, y Taehyung soltó un pequeño ronroneo combinado con lo que parecía ser un pequeño gemido. El calor que le transmitía el alfa a su cuerpo era una sensación que lo hacía delirar.
—Eres un hermoso omega varón, Taehyung... ¿por qué no querría cuidar de ti? —Le respondió.
**
De paso las invito a que se pasen por la guía básica omegaverse que actualice! Espero que allí aclare todas las dudas que tengan.
¿Ustedes creen que Taehyung es muy fácil o que Hoseok es muy manipulador?
Gracias por leer y no duden en dejar su voto y comentario, me ayudan a seguir la historia.
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