Epílogo.
Epílogo.
Cinco años después.
Taehyung estaba en las nubes, a cada segundo que pasaba unido a su alfa, estaba seguro de que podía observar hasta el mismo sol si así lo deseaba. Al momento en que sintió como la piel de su cuello era abierta con entusiasmo por los dientes del alfa, llegó al clímax. Su alfa siempre renovaba su marca cuando sentía que su olor no se percibía mucho en el cuerpo del omega, lo cual era imposible que así fuera, si siempre él lo bañaba con su aroma cada vez que le tocaba, lo acariciaba, lo lamía y lo apreciaba.
Su alfa lamió la renovación de la marca de emparejamiento mientras el nudo que los mantenía juntos se deshacía, su cabello era peinado suavemente con las yemas de los dedos del alfa. Y Taehyung se dejó mimar por su alfa.
—Estás esperando un cachorro —murmuró su alfa sobre su oído—. Tu aroma se ha vuelto más dulce... ¿vas a darme otro cachorrito, gatito? —le preguntó lamiendo la mejilla y parte del cabello del omega, quien más que embelesado por su unión, hincaba sus uñas en la fuerte espalda de su alfa.
Taehyung gritó cuando sin querer, se removió bajo el cuerpo del alfa por consecuencia de las caricias que recibía y su lobo estaba más que contento. Debía controlarse y no moverse, o el nudo se resentiría en su interior. El solo pensar que podría estar esperando otro cachorro, lo hacía sentir demasiado emocionado. Su lobo se lo había insinuado desde hacía unas semanas, sin embargo, él se había encontrado reacio a la idea. No obstante, ahora que su alfa lo mencionaba no le quedaba más incertidumbre.
Estaba en cinta, y si no lo estaba antes ahora con el nudo en su interior probablemente lo estaría pronto.
Cuando se deshizo por completo el nudo, Taehyung cayó profundo entre los brazos de su alfa. Sintiendo como su lobo estaba más que satisfecho por haber recibido el amor de su pareja, lo había extrañado tanto. Su alfa había estado fuera de casa durante semanas por un nuevo negocio en Arabia Saudita, y lo había extrañado tanto que no lo dejaría salir de la cama durante días. De eso estaba seguro el omega.
Hoseok se encargaba de alistar el traje de Baek, quién trataba de zafarse para ir a jugar su videojuego favorito. El alfa le gruñó en advertencia, tenían que asistir a una cena importante de los empresarios más influyentes de la economía de Corea del Sur y su familia también podía asistir. Baek a sus nueve años, era un torbellino completo, más de lo que fue cuando rondaba los cuatro años. Mientras Hoseok se encargaba de su hijo mayor, Taehyung estaba sentado en el comedor, tratando de que su pequeña Suni comiera la papilla de pera casera que había preparado Hoseok esa mañana. La cachorra tenía un año y medio, y agradecían sus padres que fuera una bebé calmada y risueña.
Cuando la pareja y sus cachorros estuvieron listos, se dirigieron al gran salón de convenciones en donde estaban seguros de que encontrarían a muchas personas importantes, de hecho, Hoseok esperaba conocer posibles nuevos socios para el nuevo proyecto de expansión de su empresa. Así que, tomando de la mano a su omega, quien tenía de la mano a Baek, Hoseok aferró a su hija en brazos y juntos entraron buscando su mesa respectiva. Hoseok agradecía que su omega tuviera buen sentido de la moda, ya que el precioso vestido de color beige que usaba su hija, no lo habría elegido él.
A lo lejos divisó cómo un omega saludaba emotivamente a varios empresarios, mientras colgaba del brazo de un beta bastante nervioso. Jungkook lucía impecable en un traje italiano al igual que su prometido, Jimin.
—¡Tío Kookie! —exclamó Baek, zafándose de la mano de su padre omega y corriendo en dirección al mencionado, quien de inmediato al escuchar la voz de Baek, giró y corrió para abrazar al niño.
—Mírate, alfita, ¿has crecido más? —le saludó Jungkook—. Dentro de poco si sigues así ya pasas al enano de Jimin.
—¡Hey! —le reprochó Jimin a sus espaldas—. Hola Baek, ¿cómo estás? Te ves muy guapo —le alabó Jimin con una sonrisa tierna y Baek le sonrió antes de abrazar también a la pareja de su tío—. Definitivamente si sigues así, serás mucho más guapo que tu tío Jungkook.
Jungkook bufó en respuesta antes de saludar a Hoseok y Taehyung, quienes habían terminado de saludar a varios presentes conocidos. Al momento en que el omega observó la pequeña cachorra entre los brazos de Taehyung, sus ojos brillaron al instante. Y Jimin se dio cuenta de inmediato, sintiéndose melancólico al observar la escena. Jimin no tenía un esperma demasiado fuerte (por su linaje como beta) para que Jungkook pudiese quedar en gestación. Por tal motivo, Jimin se sentía bastante mal, al no ser suficiente como un alfa. Le había dicho a su pareja que podían intentar por fertilización in vitro o adopción. Y Jungkook siempre le respondía "Hoseok y Taehyung tendrán tantos cachorros que les robaré unos cuantos, no te preocupes."
Jimin sabía que le estaba restando importancia, muy bien sabiendo que su padre, el señor Jeon le había impuesto la condición de dar herederos para volver a estar a cargo del imperio Jeon. Eso solo le demostraba lo mucho que Jungkook lo amaba, al no decidir ir en busca de un alfa.
—¡Suni! ¡Hermosa princesa, que sacó los genes de su tío Jungkook porque de sus padres lo dudo mucho! —chilló Jungkook emocionado, tomando a la cachorra de los brazos de su padre y comenzando a besar los cachetes regordetes de la bebé—. ¡Ay, es que te pareces tanto a mí! ¿Me la regalas, Hoseokie? —le preguntó el omega, batiendo sus pestañas coquetamente a Hoseok y en respuesta, un bajo gruñido por parte de Taehyung se escuchó.
—Ay Taehyung, deja esos celos enfermizos. Que yo estoy muy contento en los brazos y manos miniatura de mi queridísimo beta —le respondió Jungkook—. Espero que Suni no saque ni tus celos ni el humor de mierda que se carga Hoseok.
Jungkook se llevó a Suni en brazos y se sentó en la mesa correspondiente, en donde también estaba señalado la familia Jung. Quienes se sentaron a un lado de Jungkook y Jimin, Hoseok se sentó al lado de su mejor amigo mientras platicaban acerca de temas triviales... o exactamente cosas guarras que sólo podrían hablar entre dos personas cortadas por la misma tijera.
Después de saludar a varios empresarios, socios y los familiares de estos desde su respectiva mesa, la velada cada vez estaba más partícipe del público, en donde Taehyung cada vez se sentía incómodo. Detestaba que ciertas miradas condescendientes fueran dirigidas a él por ser un omega varón. Aunque Hoseok, siempre que lo presentaba frente a nuevas personas, mencionaba sus logros y su puesto como gerente financiero de la empresa Hyundai, pareciese que para algunas personas no fuese suficiente.
"Lo hacen porque su vida es una miseria. Ya quisieran que su pareja tuviera el cuarto de inteligencia y cargo que tienes por tus propios méritos. No dejes que te rebajen, eres lo que muchos quieren, pero pocos pueden tener." Recordaba las palabras que una vez le había dicho Jimin hacía unos años cuando fue presentado como el prometido de Jung Hoseok frente a la fiesta de la empresa J.J.S Holdings. Jimin fue su apoyo moral esa noche y basta decir que se había vuelto un pilar muy importante en su vida.
Taehyung le sonrió a Jimin al otro lado de la mesa, antes de estar concentrado en que Baek, quien estaba sentado a su lado, dejase de hacer muecas con los cubiertos de la mesa. El omega estaba concentrado en que su hijo dejase de molestar, que muy tarde percibió las feromonas llenas de nerviosismo por parte de Jungkook.
El omega levantó su vista al observar cómo un hombre alrededor los cincuenta años se acercaba a ellos y estaba dispuesto a tomar asiento al otro lado de la mesa. Era un hombre apuesto, con ciertas canas adornando la raíz de su cabello obscuro y poseía unos ojos bastante calculadores. De inmediato sintió como Hoseok, bajo el mantel colocaba una mano sobre su muslo. Estaba receloso de la presencia de un alfa tan intimidante.
Jungkook por su lado estaba pálido, más pálido de normal y Jimin se preocupó de inmediato, inclinándose hacia el omega y preguntándole si se encontraba bien. Solo recibió un pausado asentimiento, pero la actitud del omega le demostraba todo lo contrario.
—Él es... el padre de Min Yoongi —murmuró Jungkook a Hoseok, quien estaba atento a la situación.
Hoseok lo comprendió. Con aquel alfa Jungkook se había acostado como venganza por el fiasco de matrimonio que le hizo vivir su exesposo. De inmediato, el alfa aclaró su garganta antes de sonreírle cortésmente al hombre que no dejaba de observar a Jungkook con una expresión poco descifrable.
—Buena tarde, señor Min —dijo Hoseok, tratando de apaciguar la tensión que se cernía en la mesa—. Un gusto por fin conocerlo.
—Lo mismo digo, señor Jung. Aunque no puedo decir lo mismo de su compañía —respondió con voz grave, Hoseok por medio de su enlace con Taehyung se dio cuenta lo cohibido que el alfa hacía sentir a su omega, decidiendo apretar suavemente el muslo de Taehyung para poder calmarlo.
Jungkook juraba que iba a desmayarse en ese momento, realmente en cualquier momento lo haría. No quería que Jimin se llegase a enterar de lo que ocurrió, de su pasado... no quería que la única persona que lo complementaba lo dejara de mirar con el amor que tanto profesaba.
Jungkook giró su vista a otro lugar para ignorar la presencia del alfa, sorprendiéndose al ver al mismísimo Min YoonGi llegar al salón de convenciones. Bien, ahora no solo se desmayaría sino se vomitaría. Jimin le apretó su mano bajo el mantel y Jungkook se puso aún más nervioso.
—¡Tío Kookie se va a desmayar! —exclamó alarmado Baek al ver lo pálido que se encontraba el omega.
Hoseok y Taehyung abrieron sus ojos de inmediato, y el omega giró a ver a su hijo con mirada de "dices algo más y en la casa arreglamos". Baek agachó su cabeza asintiendo.
—He escuchado que estás comprometido de nuevo, Jungkook —dijo el señor Min, acaparando la atención de un omega nervioso—. De paso, quiero felicitarte por haberle quitado la mitad de la fortuna a Yoongi y hacer que mi relación con mi único hijo se destruyera.
Taehyung, quien estaba bebiendo agua de una copa, tosió de inmediato al darse cuenta de lo que estaba sucediendo. Y como si el destino quisiera conspirar en contra de la situación, la misma bebé carcajeó sobre los brazos de Jungkook. Baek de inmediato también se rió por la situación y las caras de horror que Jungkook, Hoseok, Taehyung y un desconcertado Jimin tenían. Taehyung pellizcó disimuladamente a Baek.
—¡Auch, papá! —chilló Baek, alejando su brazo de Taehyung.
En ese momento Min Yoongi se acercó a la mesa y al ver quien estaba allí rodó los ojos y tomó de la mano a una bella omega que lo acompañaba, al instante el señor Min se levantó de la mesa y fue tras su hijo.
—¿Quién era él, Kookie? —le preguntó Jimin a Jungkook.
(...)
Pasando el tiempo de la velada, una banda de jazz comenzó a tocar la música y Hoseok no esperó ningún momento para invitar a bailar a su omega. Taehyung aún se sonrojaba cuando Hoseok en frente a las personas le daba demostraciones de afecto, y Hoseok adoraba poder besar las mejillas sonrojadas del omega.
—Mañana es nuestro tercer aniversario de casados, amor —le dijo Hoseok, acercando su cuerpo aún más si era posible—. Espero que estés más que emocionado porque iremos a Ciudad del Cabo unos días.
—¿En serio? —le preguntó emocionado Taehyung—. Pensé que lo pasaríamos aquí con los niños... pero Ciudad del Cabo es un sueño.
—No te preocupes que Jungkook cuidará de ellos, mi madre se ha ofrecido, pero sé que no te agradaría mucho la idea —le respondió Hoseok, con una pequeña sonrisa en sus labios.
El haber sido aceptado por los padres de Hoseok no fue bastante fácil como se esperaba, el señor Jung fue más permisivo y más al conocer a su nieto Baek y, por otro lado, la señora Jung era el demonio personificado en una suegra. Por eso Taehyung deseaba pasar el menor tiempo posible con la omega, quién siempre le cuestionaba su forma de cuidar a sus cachorros.
—¿Y crees que Jungkook podrá cuidarlos? —le preguntó Taehyung un poco indeciso. Podría pedirle el favor a Choi y su esposa que cuidarán a los niños, aunque sabía que se encontraban bastante ocupados con los tres cachorros que ya tenían.
—¿Dudas de la capacidad de paternidad de Jeon? —le preguntó Hoseok, un poco divertido por la situación. En ese momento Taehyung, buscó con la mirada a Jungkook, quien seguía hablando con Jimin -lo más pacíficamente posible- y mientras lo hacía, Suni estaba babeando sobre su traje y jalando las hebras de su cabello mientras que Baek jugaba con uno de los cuantos aretes que colgaban de las orejas de Jungkook.
—¡Quieto cachorro del demonio! —escuchó decir a lo lejos al omega cuando Baek jaló con fuerza su arete.
—Eh, es un niño, Kookie —intervino Jimin golpeando suavemente el hombro del omega.
—Uhm, sí, la verdad dudo de la paciencia que llegue a tener con los niños... —dijo Taehyung a Hoseok, quien también estaba atento a la escena de la mesa—. Pero sé que Jimin estará al pendiente y en él sí confío plenamente.
Hoseok besó la frente de su omega y siguió disfrutando junto a Taehyung el resto de la velada. Por supuesto apenas llegaron a casa, acostaron a ambos de sus hijos en una misma habitación, prendiendo la cámara para poder monitorearlos por si Suni llegase a despertar y el alfa no esperó ni un segundo en encerrarse con Taehyung en la habitación principal.
Últimamente su lívido había aumentado de una manera considerable, probablemente no demoraría en llegar su celo y agradecía que este llegase cuando estuvieran en su viaje solos.
—Amor, estoy algo cansado... además estaremos solos una semana, tendremos tiempo suficiente para tener sexo —murmuró Taehyung tratando de zafarse del agarre del alfa sobre sus posaderas.
—Solo una vez... vamos, prometo ser suave y poco demandante... —respondió Hoseok, restregando su erección contra la cadera de Taehyung.
Taehyung yacía acostado al lado de un sudoroso alfa, quien lo había tomado tres veces; sus piernas dolían y la verdad se sentía un poco mareado. Y sin previo aviso, cómo pudo caminó hasta el baño privado de la habitación para vomitar en el inodoro.
Hoseok de inmediato lo acompañó y retiró las hebras largas de su cabello de su rostro para evitar que estas se llegasen a ensuciar, y el mismo se encargó de limpiar a Taehyung y volverlo a acostar sobre la cama.
—Creo que sí estoy esperando otro cachorro —dijo Taehyung acostándose sobre el alfa para que este lo consintiera y lo mimara, se sentía todavía mareado, lo único que quería era que su alfa lo consolara.
—Tendríamos que ir al obstetra a confirmarlo y preguntarle si es seguro hacer un viaje tan largo —respondió Hoseok—. Lo más importante es tu salud, y la de nuestro cachorro. El viaje puede esperar.
Hoseok se inclinó para besar la frente empapada de sudor de Taehyung para luego besarlo en los labios, inclinándose ahora sobre el cuerpo del omega, comenzando a dejar besos a lo largo de todo el cuerpo desnudo de su esposo.
Y luego comenzó a lamer suavemente el vientre de su omega, repasando todas sus estrías y la cicatriz de cesárea que ahora era más ancha por el nacimiento de su hija Suni.
—Mi lobo presiente más de un aroma, Taehyung. Yo creo que esperamos más de un cachorro —dijo Hoseok cuando Taehyung comenzó a tomar el cabello del alfa hacía abajo para que lamiera su parte más privada—. Cariño, debes descansar, de pronto haber tenido sexo tantas veces pudo ser razón para que te marearas.
—Solo te pido que me consientas, alfa. Vamos... —murmuró Taehyung, en un jadeo cuando Hoseok comenzó a hacerle una profunda felación—. Uhm, sí, así es como me gusta alfa. Cómeme a tu antojo.
Hoseok estuvo a punto de desmayarse cuando la obstetra los felicitó señalando la pantalla de la ecografía. Esperaban tres cachorros más. Tres y aunque su orgullo alfa estuviera en los cielos, lo primero que pensó fue en su omega. Su pobre Taehyung tendría que cargar dentro de su vientre tres cachorros y luego dar a luz, aún recuerda lo mucho que sufrió su omega en el parto de Suni. Así que volteo a ver a su omega, esperando alguna mirada nerviosa, sin embargo, se encontró con una gran sonrisa por parte de Taehyung.
—¡Mira amor, tres minis tú y yo! —exclamó emocionado Taehyung—. Ahora si necesitamos contratar a Jungkook de niñero.
Hoseok le sonrió un poco más tranquilo y lo besó fugazmente sobre sus labios, aunque su omega estuviera completamente feliz, sabía el sufrimiento que soportaba Taehyung durante el parto y si él pudiese tomar todo el dolor para que su omega no lo padeciera, lo haría sin pensarlo dos veces. La única decisión que podría tomar después de este embarazo (si Taehyung estuviese de acuerdo) era esterilizarse. Por el bien de su omega.
—¿Están bien? ¿Todos están bien? —preguntó Hoseok a la doctora que seguía observando la pantalla.
—Todos están bien —respondió la omega—. Uhm, esperen, veo algo aquí inusual... —comenzó a murmurar la doctora, desplazando la sonda a varios puntos estratégicos sobre el vientre del omega (quién estaba un poco alterado de que alguien estuviese tocando su vientre fuese con un aparato o no, tratando de calmarse con las feromonas esparcidas de su alfa)—. Oh, ¿pero ¿qué tenemos aquí? ¿Señores Jung, pueden visualizar este pequeño círculo detrás de los cachorros? —les preguntó a los padres que ahora se encontraban alarmados por el cambio de actitud y palabras de la doctora. Después que asintieran, la obstetra siguió hablando—. ¡Allí está un cuarto cachorro escondido!
—¡Hoseok! —exclamó un asustado Taehyung al ver que el alfa había caído desmayado después de la noticia.
Al volver a casa, Taehyung fue corriendo para buscar un portarretrato y poner la fotografía de la ecografía y dejarla sobre la mesa de entrada. Aunque la noticia lo tomó por sorpresa, su lobo y él estaban más que contentos. La doctora les había explicado que el embarazo cuádruple pudo ser consecuencia de la renovación de la marca de emparejamiento hecha durante su celo hacía dos meses, pero que si no querían tener más cachorros después de este embarazo podrían recurrir a una cirugía. Taehyung sabía que Hoseok estaba algo temeroso porque tendrían seis hijos en total y si apenas podían cuidar a dos no se imaginaban con cuatro bebés recién nacidos al mismo tiempo. Aun así, comenzó a acariciar su vientre que estaba un poco abultado, el omega sonrió al recordar que pensaba que era porque había engordado durante las pascuas.
Esa tarde, tuvieron que cancelar su viaje de aniversario por recomendación del obstetra y decidieron invitar a Jungkook y Jimin a comer. Taehyung se colocó ropa más cómoda y Hoseok quien era el encargado de la comida, decidió pedir a domicilio al ver que el sushi parecía un chorizo en vez de la forma que debía tener.
Cuando la cena comenzó, Jimin se encargaba de darle de comer la papilla a Suni y Jungkook les tomaba fotos con su celular. Hoseok aclaró su garganta, llamando la atención de los presentes antes de contarles la noticia.
—Taehyung está en embarazo —dijo Hoseok, mostrando una gran sonrisa y tomando la mano de su pareja sobre la mesa—. Son cuatro cachorros.
—¡¿Cuatro?! —exclamó sorprendido Jungkook y Jimin sonrió al escuchar la noticia— ¡dejen de coger a cada rato, que cuando menos esperen tendrán veinte!
—¡Felicitaciones! —intervino Jimin, codeando disimuladamente a su pareja.
Taehyung se sintió mal al ver un brillo particular de tristeza en los ojos del beta. Sabía cuánto él como Jungkook querían tener cachorros y aunque el omega no demostrara que se encontraba afectado por la noticia, Taehyung sabía que lo estaba.
Cuando la cena se terminó, Taehyung se quedó hablando con Jimin mientras juntos iban a cambiar el pañal de Suni, al mismo tiempo que Jungkook y Hoseok se encargaban de limpiar los trastes. El omega, tímidamente se acercó al alfa, observándolo con ojos tiernos y desprendiendo un aroma dulce, logrando que Hoseok se sintiera incómodo.
—Regálame uno de esos bebés, Hoseok. Por favor —dijo Jungkook, bastante tímido a como lo suele reconocer Hoseok—. Son cuatro, son muchos, solo uno. Con Jimin lo cuidaremos mucho.
Ahora Hoseok no sabía cómo actuar, obviamente no regalaría nunca un hijo, no obstante, se sentía bastante mal por ver los ojos de Jungkook al borde de las lágrimas. Y sin más, lo tomó entre sus brazos y lo abrazó.
—Sabes que no puedo hacer eso, Kookie. Pero juntos encontraremos al mejor doctor para que puedas tener tus propios cachorros con Jimin o podrías adoptar. Hay muchos cachorros que necesitan amor y una familia —respondió Hoseok, siendo interrumpido por un golpe sobre la encimara de la cocina.
Taehyung lo observaba bastante celoso al ver que su alfa estaba abrazando a otro omega. Sabía que en parte se debía a que las feromonas e instinto de su lobo estaba descontrolados cuando estaba en periodo de gestación, no permitía siquiera que su alfa estuviera cerca de otro omega.
—Lo siento —se disculpó Jungkook y a sorpresa de todos abrazó a Taehyung—. Estoy muy feliz por ustedes, en serio.
Hoseok y Taehyung después de acostar a sus cachorros, se fueron a su habitación. El alfa consentía con su lengua el rostro de Taehyung, encargándose que su omega sintiera todo el cariño y amor que sentía por él.
—Lo mejor es que me opere —murmuró Hoseok entre caricia y caricia—. No quiero que llegues a sufrir más en los partos.
—Bueno... creo que con otros cuatro cachorros es más que suficiente para cerrar la fábrica de bebés —respondió Taehyung con una sonrisa y aferrando sus dedos en la camisa de Hoseok, incitándolo a que siguiera mimándolo—. Me siento muy mal por Jimin y Jungkook.
—Ellos estarán bien, amor. Yo sé que serán padres de una forma u otra —le contestó Hoseok, acariciando los brazos de su omega.
Taehyung asintió y se dejó besar por el alfa, y Hoseok tuvo que contenerse para no dar un paso más allá. Debía mantener su compostura, ya que los primeros meses de gestación eran riesgosos y él no querría que nada le llegase a pasar a su omega y a sus cachorros que venían en camino.
—Te amo mucho —le dijo Hoseok a Taehyung cuando este se removía bajo sus mimos—. Eres tan precioso, mi bello omega.
—Yo también, alfa. Yo también te amo, y gracias por decir que no íbamos a regalar uno de nuestros cachorros —contestó Taehyung riéndose al final—. Aunque deberíamos pedirle el favor a Jungkook y Jimin que cuiden de Baek y Suni para que mañana tengamos todo el día para nosotros.
—No podemos tener sexo —respondió Hoseok en un suspiro profundo, contenerse ante las insinuaciones de su omega siempre era lo más difícil que haya tenido que hacer en su vida—. Mejor tengamos a nuestros métodos anticonceptivos cerca —bromeó acerca de sus hijos, dejando un beso sobre la nariz de Taehyung, quien hizo un puchero en respuesta.
—No necesariamente necesito tu pene, Hoseok. Puedes comerme con la boca... me encanta cuando lo haces —dijo en un murmuró y una voz bastante ronca, comenzando a rozarse contra el cuerpo de su alfa— ¿vas a ser un buen alfa o vas a dejar desatendido a tu omega?
Hoseok perdió los estribos y lamió de pies a cabeza a Taehyung esa noche, ignorando su propia excitación. Su omega siempre sería insaciable y él era encargado de satisfacerlo cuantas veces quisiera.
Y aún tenía el descaro de preguntar al destino cómo estaban esperando cuatro cachorros.
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¡Muchas gracias a todas por leer! Espero que les haya gustado, si gustan las invito a leer mis otras obras ((:
>>>extra Jikook.
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