Diecisieteavo Capítulo.


17.


Hoseok arrojó la revista sobre su escritorio y acogió su rostro entre las manos para comenzar a liberar la frustración que toda la situación le estaba causando. Estaba seguro de que su padre no demoraría en llamar para cuestionarlo acerca de la mediática información y fotografías expuestas en la revista Oh! Seúl!, una de las más reconocidas del país. Además, la resaca del día anterior lo estaba volviendo loco, la jaqueca y el mal genio fue recibido no solo por Eva la recepcionista del piso de su oficina sino también de su propia secretaria que decidió dejarlo solo y cancelar las reuniones que tenía su jefe.

Hoseok sacó un cigarrillo de uno de los cajones, dando comienzo al flujo de todos sus pensamientos a través del humo lleno de nicotina. Taehyung era su primer pensamiento, aunque no quería admitirlo. Debía decirle que al terminar su práctica tenía para él un puesto en una de sus oficinas en Bali donde podría visitarlo seguido. O, podría seguir los consejos de Jungkook, disculparse y dejar ir al omega.

Su lobo rasgó sus entrañas solo por el previo pensamiento de no seguir junto al omega, sin embargo, debía ser sensato y comenzar a respetar a Akira Himura, quién ahora llevaba en su vientre a su primogénito. Debía ser un alfa de honor y respetar su familia.

Buscó el número de Taehyung en su celular y sin pensar dos veces, lo llamó. Primer tono, segundo tono... nada. Hoseok frunció el entrecejo, pero qué más podría esperar si ni siquiera había tratado de contactarse con el chico durante la semana. Quizás su hermoso omega estaba furioso con él, y Hoseok sonrió con nostalgia al solo pensar en la mirada de furia en la cara de Taehyung.

Sin importarle sus verdaderas responsabilidades, tomó su maletín y salió de su oficina. Tampoco le importó ir directamente al departamento de finanzas, y pasando en alto las reverencias de saludo de los empleados, siguió directamente a la oficina en donde trabajaba el omega. Necesitaba hablar con él y no dejaría que este simplemente lo ignorara. Al abrir la puerta sin ningún gesto formal, Hye la omega que entraba a sus años treinta se levantó de su escritorio conmocionada por la visita inesperada.

—Señor Jung —Le saludó—. ¿Cómo se encuentra y a qué debo el placer de tenerlo en mi oficina?

Hoseok inspeccionó toda la oficina, su vista cayendo sobre el escritorio vacío de la esquina. Estaba seguro de que el omega se sentaba allí, así que de inmediato su rostro se tornó bastante serio.

—Buen día, señorita. Quisiera saber dónde está el practicante Kim Taehyung —Le dijo. Estaba seguro de que varias cabezas en los cubículos del pasillo lo estaban observando y escuchando sorprendido.

—Oh, señor Jung, Taehyung terminó su período de prácticas el día de ayer —Le respondió Hye con una sonrisa.

—Vaya, es una lástima —Respondió Hoseok, honestamente pensaba que todavía quedarían varias semanas antes de la partida del omega—. Había hablado con él un día y me pareció un buen chico, si logra comunicarse con él ¿podría decirle que lo he recomendado con varios empresarios? —Informó el alfa, antes de observar el reloj en su muñeca y ver que ya eran las horas de la tarde.

—¡Eso es asombroso, señor Jung! El joven es brillante... claro que si quiere hablar con él podría hacerlo esta noche —Le informó la omega con bastante emoción, mucha más de la necesaria para un alfa con resaca—. Asistirá al baile de máscaras.

Hoseok por un momento no sabía a qué se refería la omega hasta recordar que hoy era la noche que siempre realizaban una fiesta en la empresa de cualquier temática. Al parecer por eso Akira se había comprado un bello vestido de seda dorado y a él le compró un traje bastante apretado para su gusto y una máscara que tapaba desde su frente hasta las montañas de sus labios. Al solo imaginar que Taehyung podría cubrir su rostro y poder hablar con él en algún lugar privado de la fiesta, le sirvió de ánimo para darle una pequeña reverencia a la omega y salir de la oficina.


(...)


Taehyung entró al salón de fiesta con el traje ajustado a su cuerpo y la máscara veneciana puesta sobre su rostro, la cual tapaba hasta el comienzo de sus labios. Aunque no se encontraba del mejor ánimo físico y emocional, decidió asistir para no quedar mal frente a Hye, Kwan y Yang Mi, quienes no logró localizar hasta después de varios minutos. La fiesta estaba ambientada con un aroma que neutralizaba la mayoría de las feromonas pertenecientes a cada individuo presente. Por tal motivo, tampoco distinguió cierto aroma que tanto le producía náuseas.

Akira Himura se interpuso entre la mesa de pequeños pasabocas, sonriéndole amablemente. Taehyung estaba seguro de que aquella máscara no tapaba nada su rostro y cualquiera podía reconocerla. Lucía un vestido largo de seda, aquella tela que tanto adoraba el omega. Simplemente lucía fabulosa.

—Oh, perdón, ¿ibas a comer mejillones? —Le preguntó, acercándole el uno de los cuantos platos de aquellos pasabocas que en serio necesitaba Taehyung probar. Sin embargo, no respondió—. Vamos, están exquisitos.

Hizo una reverencia y perdiendo su dignidad al ceder fácilmente aceptando uno de los mejillones e hizo una reverencia en agradecimiento a la omega. Dio una vuelta para alejarse de Akira cuando ella lo detuvo, tomando su brazo entre sus manos.

—Eres Taehyung, ¿verdad? —Le preguntó con una sonrisa mostrando tranquilidad. El omega pasó saliva fuertemente, cuando los nervios se apoderaron de él. Había pensado que una simple máscara probablemente iba a esconderlo de los presentes y más del aroma que era esparcido a lo largo del salón para minimizar las probabilidades de encontrar el olor exacto de la persona. Sin embargo, pareciese que no fue suficiente para cubrir su identidad.

—Señorita, Himura, ¿cómo se encuentra? —Le saludó y realizó de nuevo una reverencia—. Si me disculpa tengo que retirarme...

—Oh, pero antes de que lo hagas, ya que eres el asistente de Hoseok, ¿sabes dónde se encuentra? Se supone que nos veríamos aquí, pero creo que no ha llegado...

Taehyung dejó de escuchar lo que ella le decía, tenía suficiente con saber acerca de aquel alfa. Quería no volver a encontrárselo, ni siquiera quería que lo mencionaran, lo ponía melancólico al instante.

—No sé dónde está —Respondió el omega de forma tosca. Frunció su entrecejo y estaba dispuesto a retirarse del lugar, no obstante, al parecer no eran los planes por parte de la omega.

—Bueno... quizás debe estar por llegar, dijo que me compraría una caja de pastel de arroz dulce... la verdad he tenido muchos antojos —Suspiró Akira al final de sus palabras e instintivamente Taehyung pudo observar cómo la mano de la mujer se posaba sobre su vientre.

Taehyung palideció al instante y centró de nuevo su atención en aquellos pequeños ojos negros, aquellos orbes que tampoco perdían detalle en cualquier movimiento del cuerpo nervioso del omega.

—Hoseok está muy contento, ¿sabes? —Le informó, sin mover la mano que yacía sobre su vientre—. Un cachorro... ¡estamos tan emocionados!

Bien, ahora si el olor de todos los mariscos mezclados sobre la mesa de comida no fue razón para que Taehyung quisiera vomitar por el fuerte aroma, la noticia que recibía en ese momento sí lo hizo correr al tocador del baño más próximo.

Hoseok iba a ser padre, era lo único que pensaba Taehyung cuando se quitó la máscara y comenzó a lavar su rostro con agua fría para calmar el mareo inminente. Cuando observó su pálido aspecto en el espejo del tocador, fue cuando decidió irse de aquella fiesta. Realmente la noticia lo dejó conmocionado y un hueco se formó en su estómago.

«No llores», se dijo a sí mismo antes de colocarse la máscara y salir en busca de su jefa para despedirse e irse de aquel sitio de una vez por todas. No los encontró en la pista de baile, tampoco en las mesas, así que se dirigió al fondo del salón en dónde habían unas cuantas cortinas tapando lo que suponía los lugares de mantenimiento.

Caminando lentamente hacia un largo pasillo, su lobo comenzó a reaccionar instantáneamente cuando el aroma característico de aquel alfa que lo enloquecía comenzó a abrumar sus sentidos a través del angosto pasillo del fondo del salón, el cual estaba obscuro y desierto.

Taehyung detuvo sus pasos al final del pasillo cuando sintió los pasos ajenos del alfa acompañándolo y solo cuando sus cuerpos los separaban por una distancia poco prudente fue cuando el omega pudo inhalar profundamente el aroma del alfa. Fuerte y poderoso como siempre, en ese momento su lobo gruñó instintivamente, sin embargo, siguió dándole la espalda.

Las manos ajenas se colocaron a cada lado de su cintura y su cuerpo fue empujado hacia atrás para golpear el cuerpo fuerte del alfa. Taehyung dejó que un largo suspiro saliera de sus labios. Debía calmarse y de paso a su lobo, el cual por instinto comenzó a ladear el cuello para que el alfa pudiera oler a la perfección su aroma. Hoseok al ver la invitación no dudó en aspirar profundamente el suave y delicioso aroma de Taehyung. Ejerciendo mayor fuerza alrededor de su cintura, Hoseok lo apretó contra su cuerpo y siguió inhalando como si aquel aroma fuera una adicción para él.

Taehyung era su droga, Hoseok estaba adicto a él y aunque debía dejarlo ir, sus instintos le gritaban que no lo hiciera.

—Mi precioso omega —Murmuró Hoseok, levantando su cabeza y depositando un suave beso en la nuca de Taehyung, quién tembló al instante por el gesto—. No podía encontrarte, tu delicioso aroma estaba apaciguado por ese maldito ambientador, pero aquí estás... conmigo.

Taehyung no pudo soportar todas las emociones que recorrían su cuerpo y un sollozo dio origen para que varias lágrimas se despojaran de sus ojos y cayeran sobre sus mejillas. Se sentía débil, débil por aquel alfa.

—Shhh... —Lo trató de calmar Hoseok—. No llores, amor, no lo hagas... No desperdicies lágrimas por alguien como yo.

Aquellas palabras no ayudaron en absoluto, de hecho, fueron detonantes de nuevas lágrimas y sollozos por parte del omega. Su aroma denotaba la tristeza que lo consumía. Hoseok se maldijo internamente mientras apoyaba el delgado cuerpo del chico sobre el suyo.

—Escúchame Taehyung... perdón por no haberme comunicado contigo estos días —Dijo, dejando otro casto beso sobre el cabello del menor—. Yo... te he conseguido trabajo en las oficinas en Bali, Indonesia. Un día dijiste que querías ir allí en verano... quise sorprenderte.

Taehyung tembló y sin previo aviso dio media vuelta sobre sus pies encarando al alfa quien lo observaba atento a cada una de sus expresiones y palabras. Hoseok quitó la máscara del rostro del omega y al ver las lágrimas secas, no dudó en limpiarlas con suavidad con sus dedos pulgares, acogiendo de paso el rostro del chico.

—Te he conseguido un bello apartamento con vista al mar. No te preocupes por los gastos de estadía y transporte que están ya cubiertos —Siguió hablando Hoseok, como si no se diera cuenta de la mirada llena de sorpresa de esos grandes ojos—. No puedo esperar a verte con la piel bronceada, apuesto que tu piel se pondría bastante dorada y haría contraste con esos bellos ojos que tienes... —siguió acariciando con sus pulgares las mejillas de piel tersa y suave—. ¿Qué dices, amor?

Taehyung no respondió nada durante varios segundos, simplemente se quedó observando al alfa como si estuviera en un sueño. Sus ojos se encontraban bastante abiertos a lo que Hoseok pudo compararlo con un pequeño gato con ojos atentos a cualquier movimiento.

—¿Vendrás conmigo, alfa? —Le preguntó un ilusionado Taehyung, dirigiendo sus manos al pecho de Hoseok y apretar la tela del traje entre sus manos.

—No permanente, podría visitarte una vez al mes... —Le respondió viendo cómo la luz de ilusión se apagaba gradualmente en los ojos obscuros del omega. De repente se separó del cuerpo del alfa, observándolo con el entrecejo fruncido.

—¿Entonces quiere enviarme lejos para que nadie se entere lo que sucede entre nosotros? —Le cuestionó el omega, sintiendo como el enojo se expresaba tanto en su rostro como en su aroma. El silencio por parte del alfa, le hizo perder un poco la cordura—. Porque para su información señor Jung, estamos en la portada de una de las revistas más importantes del país y no demorará en que se sepa mi identidad, por eso quiere que me vaya de Corea, ¿verdad?

Taehyung se mentalizó que debía seguir el plan original que tenía para venir a la fiesta y ese era, cortar de raíz todo lo que tenía con el alfa. No quería seguir sufriendo más, y aunque su lobo le reprochaba la decisión que había tomado, Taehyung sabía que era los mejor para ambos. Y ahora más, al enterarse que Hoseok esperaba un bebé junto con su prometida, eso lo sacaba por completo de la ecuación de la vida del alfa.

—Lo hago para protegerte, Taehyung —Le respondió—. Si alguien llega a enterarse tu imagen podría caer, pero más que la mía, muchos empresarios no querrían contratarte por tu condición... ya sabes siendo un omega varón... —Fue interrumpido abruptamente por la bofetada proporcionada por parte del omega.

—Toda mi vida me han repudiado por ser un omega varón, y nunca me he defendido, ni siquiera mi propia madre me defiende de los comentarios, pero no dejaré que me sigan humillando —Masculló Taehyung con rabia en cada palabra que salía de sus labios—. Sé cuanto le afectaría a un alfa de su estatus, señor Jung, su vida se acabaría si lo relacionaran con un omega varón. Pero no se preocupe, porque de mí no sabrá más —Pasó de largo al lado del alfa, para encontrar una salida de la situación que lo alteraba. Sin embargo, el plan de Hoseok no era precisamente ese, al empujar el cuerpo del omega contra la pared del pasillo para evitar su escapatoria.

Al ver el rostro furioso del alfa, los ojos estaban tornándose de un tono ámbar y allí se dio cuenta que había sido estúpido haber golpeado a Hoseok, un alfa enojado podría ser bastante peligroso para cualquiera. Pasó saliva con nerviosismo, y trató de liberar feromonas para calmar al enojado alfa que ahora presionaba su cuerpo contra el suyo. Comenzó a temblar brevemente por el temor y la furia que al mismo tiempo se apoderaban de sus sentidos. Le molestaba ser tan débil.

Los labios finos del alfa se apoderaron de los suyos de forma brusca y nada romántica, la lengua ajena no demoró en adentrarse en su cavidad bucal sin ningún permiso al igual que las manos sobre sus posaderas, apretujándolas de forma fuerte y morbosa. Taehyung, protestaba entre los besos y toque áspero que no quería recibir, así que zafando una de sus piernas, no dudo en flexionarla y golpear a Hoseok en sus partes íntimas. Al ver al alfa retorciéndose sobre el suelo, no dudó ni un segundo en salir apresurado del pasillo y buscar a su jefa, debía salir rápidamente del lugar.

Encontró a Hye bailando animadamente en una esquina junto con su pareja, realmente la veía tan emocionada que suponía que no pondría resistencia en dejarlo ir, se veía bastante sumergida en la fiesta.

—Hye... —Dijo con la respiración agitada por haber corrido desde el lugar en donde se encontraba y el haber pasado entre todos los presentes quienes bailaban en la pista de baile. Su jefa giró a verlo ocultando su rostro tras la mascara dorada que resaltaba el color de su vestido rojo—. Tengo que irme ahora, muchas gracias por todo.

—Tae... espera estás bastante pálido, ¿seguro que estás bien? —Le preguntó y sin importar la mejor parte de la canción, dejó de bailar y tocó la frente del omega—. No tienes fiebre, pero te ves realmente enfermo. Minho, amor, por favor revisa a Taehyung... —El novio beta de Hye se acercó, quitando la máscara que hacía juego con la de su novia y observó detenidamente al omega.

—Taehyung, ¿qué sientes? —Le preguntó y Tehyung no entendía porqué ahora todos parecían preocuparse por él cuando lo que necesitaba era salir rápidamente del lugar y alejarse del alfa que estaba seguro, tendría muchas cosas que decirle y debía estar bastante furioso.

—Estoy bien. Estoy un poco mareado por la multitud, pero estoy bien —Le respondió con la poca cordialidad que la ansiedad le estaba produciendo—. Muchas gracias, ahora me retiro.

—Oh, no Taehyung, has vomitado regularmente estos días y de seguro no has ido al médico. Minho, llevémoslo a la clínica en donde trabajas. Estoy bastante preocupada por la salud de él y no pienso tampoco dejar que se vaya solo a su casa en esas circunstancias —Intervino Hye—. Tomaré los abrigos e iremos directo a que te revisen, Taehyung.

El omega negó repetidas veces y al ver que su jefa no daba el brazo a torcer comenzó a ver al beta con ojos suplicantes aunque este simplemente se encogió de hombros, y fue quien lo llevó directamente a la sala de urgencias. Cuando le informaron que tenía que tomarse unos exámenes de sangre, chilló de solo pensarlo, odiaba las malditas agujas y al pensar que era innecesario, observó de mala manera a Hye quien solo le sonreía comprensiva. Finalmente, gritó bastante cuando le hicieron la prueba.

—Tenías que hacértelos Tae, no vaya a ser algo grave —Le dijo—. ¿Quieres que llame a tu madre? —Instantáneamente negó. Realmente lo único que quería para completar un día perfecto -valga la ironía- era que su madre se quejara que se enfermaba por todo.

—Solo quiero irme a casa y descansar —Le contestó honestamente. Su cabeza y cuerpo dolían y realmente quería llegar a su cuarto a llorar, como siempre lo hacía.

—No te preocupes, los resultados de los exámenes no demorarán en dártelos. Solo hasta entonces, Minho y yo te llevaremos a casa —Le respondió Hye. Al momento en que Minho después de hablar con uno de los médicos de turno, trajo consigo dos vasos de café para su novia y Taehyung—. Gracias, amor, ¿qué te ha dicho el medico?

—Oh, que dentro de unos minutos llamará a su consultorio a Taehyung para darle sus resultados —Respondió encogiéndose de hombros—. ¿Y qué tal Taehyung, disfrutaste la fiesta? —Le preguntó al omega que veía directamente la pared blanca de la sala de espera, ajeno a la conversación de la pareja.

«No, por supuesto que no». Quería responderle Taehyung, pero en vez de decirle la verdad le dijo que estuvo bastante bien. Luego de varios minutos, el nombre del omega fue llamado para asistir a consulta. Este se levantó de forma rápida para dar fin a todo ese cuento absurdo que armó Hye y entró al consultorio, dejando en sala de espera a sus acompañantes. Saludó de manera cordial al médico quién pertenecía al linaje beta.

—Taehyung, vamos a leer tus exámenes y dependiendo de los resultados te daré algunas medicinas —Le indicó el hombre, abriendo el sobre sellado de los exámenes y visualizando detenidamente el resultado, un largo suspiro salió de sus labios—. Discúlpame el atrevimiento, Taehyung pero ¿estás emparejado?

El omega negó al instante. El médico se recargó sobre el espaldar de la silla y con el examen entre sus manos, le sonrió de manera confortante al omega que ahora era un manojo de nervios.

Al salir del consultorio, trató de aparentar normalidad a sus dos acompañantes, a quienes les aseguró que era un simple virus y que descansaría para que no llegara a un nivel peor. Despidiéndose de ellos, entró a su hogar, ya eran pasadas las dos de la mañana y quitándose los zapatos en la entrada, trató de no hacer ruido, sin embargo, el aroma fuerte de alfa de su hermano le informó que alguien lo acompañaba en la obscuridad.

—Hola Tae, estaba terminando unos informes y de paso quise esperarte, ¿cómo te fue en la fiesta? —Se levantó del sofá y le dio un fuerte abrazo a su hermano menor—. Estás más delgado, ¿acaso estás en dieta? —Taehyung negó con una pequeña sonrisa.

—Te extrañé, Choi —Respondió el omega, tratando de no demostrar la conmoción y tristeza en su rostro. Se había olvidado por completo que su hermano llegaría ese día de su viaje a Busan.

—Yo también pequeñín —Confesó Choi—. Ven, dale a tu hermano otro fuerte abrazo...

Taehyung no pensó en las consecuencias que significaba tanta cercanía por parte de su hermano a él, menos cuando su Choi comenzó a olfatear de forma extraña su cuerpo y mucho menos cuando escuchó un bajo gruñido de parte del alfa.

—Tienes un nuevo olor en ti, Tae... —Le dijo mientras Taehyung comenzó a buscar una salida precipitada a su cuarto.

—Estaba en una fiesta con muchas personas, quizás sus aromas quedaron impregnados en mí —Respondió, tratando de aparentar normalidad, no obstante, su hermano siempre se había caracterizado por un buen sentido del olfato.

—Es un olor como el tuyo, pero aún más dulce y suave... —Susurró Choi tomando entre sus manos los hombros de su hermano menor y analizando cada uno de sus movimientos—. ¿Estás embarazado, Taehyung?

El omega no respondió, ni mucho menos se quedó más tiempo allí, salió corriendo a su habitación y se encerró para llorar en la soledad de las consecuencias de sus actos. Por las decisiones que había tomado, pensando ilusamente en un alfa que al final lo dejó en cinta y sin ninguna marca de enlace.

Se había convertido en todo lo que habían despotricado de él; su madre, las amigas de ella y las personas que alguna vez lo conocieron.


(...)


Esperó que fuera de noche al otro día para salir, había llamado cientos de veces a Hoseok para poder hablar con él. Necesitaba decirle que juntos esperaban un cachorro y aunque pareciera la cereza que faltaba para el postre, Taehyung necesitaba tener el apoyo de aquel alfa. No tanto por lo económico, sino emocional, necesitaba saber que su hijo crecería con el apoyo de su padre alfa.

Llegando a la recepción del edificio donde vivía el alfa, saludó a la recepcionista con una cordialidad unilateral, dado que la mujer lo observaba de pies a cabeza tratando al parecer de encontrar el tercer ojo, que el omega estaba seguro de que no tenía.

—Buenas noches, quisiera hablar con el señor Jung Hoseok —Le dijo Taehyung, ignorando el comportamiento soez por parte de la omega de cabello rubio y largo—. De parte de Kim Taehyung, es urgente.

—Llamaré a anunciar su visita —Respondió como si en cada palabra quisiera tirar veneno a su paso. La vio llamar por el teléfono y contestar—. Buenas noches, un tal Kim Taehyung busca al señor Jung —Escuchó ser pronunciado en el teléfono, y luego de algunos monosílabos en susurro la recepcionista colgó—. No está disponible. Ahora si es mucho pedirle, por favor retírese.

Taehyung negó firmemente, el alfa no le daría la espalda y menos ahora en la situación en que se encontraba, se acercó al escritorio de la joven y con su rostro bastante serio le dijo: —No me iré de acá hasta que el señor Jung hable conmigo, ¿entendido?

La omega se levantó de su sitio y aunque era bastante baja, parecía no darse por vencida en aquella guerra de miradas frívolas y desafiantes.

—Llamaré a seguridad para despacharlo si es necesario —Respondió, levantando una ceja en modo de advertencia.

Taehyung cruzó los brazos sobre su pecho y sin dejar de mirarla a los ojos mencionó: —Pues que seguridad me saque —levantó la ceja derecha al igual que la omega.

Después de morder a varios guardias y que lo hayan echado a la calle, Taehyung decidió quedarse frente a la acera del edificio. Observando el último piso de este, viendo cómo las luces estaban prendidas. El omega sabía que el alfa estaba allí, lo sabía porque los guardias llamaron al departamento para informarle de su actitud rebelde y quién estuviera allí en el pent-house lo hizo sacar a patadas -literalmente-.

Las gotas frías de lluvia comenzaron a caer sobre las calles obscuras de Seúl dando comienzo a la temporada de otoño, mientras que las lágrimas de decepción y rabia por parte del omega se mezclaban con la de la fuerte llovizna. Su corazón latía desenfrenado y su lobo aullaba pidiendo la presencia de su alfa.

¿Por qué, Jung Hoseok? ¿Por qué me tratas de esa manera? Pensó Taehyung, quizás el alfa seguía furioso por los golpes de defensa propinados por el omega, sin embargo, Hoseok no debió haberlo echado del edificio de esa forma. Como si no fuera nada.

No nos rechaces, alfa, por favor. Dijo mentalmente el omega antes de liberar un largo sollozo bajo la lluvia antes de acariciar su vientre plano.

Tomó su celular y llamó de nuevo al alfa, llamada que al instante fue cortada. Hoseok había apagado su celular.

Taehyung mordió su labio para detener los sollozos lastimeros que salían sin previo aviso de su cuerpo y sin pensarlo dos veces, tiró su móvil dentro de uno de los basureros cercanos.

Con las manos dentro de los bolsillos de su abrigo empapado por la lluvia ahora torrencial, dio comienzo a una larga caminata de la cual nunca llevaría de regreso a aquellas calles de gente adinerada y menos a Jung Hoseok.


**

Fin de la primera parte! Lo sé, fue largo el capítulo pero la verdad quería que todo estuviera dentro de este cap para finalizar la primera parte de la historia, espero que les haya gustado!

¡Espero que les este gustando la novela tanto como yo lo hago escribiéndola, la verdad he tratado dar lo mejor de mí! Espero su ayuda con sus votos y comentarios, no saben lo feliz que me hacen 😊

¿Cómo será el bebé el hopev? Debe ser precioso/a *ojos de corazones*

Hasta el próximo cap, besos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top