ÚNICO

。・::・゚★,。・::・゚☆ 𝑆𝑝𝑒𝑟𝑎𝑟𝑒 ☆。・::・゚★,。・::・゚☆

                              ★·.·'¯'·.·★ Dicen que la esperanza es lo último que se pierde.... ]★·.·'¯'·.·★

Es increíble como la vida puede cambiar en sólo un parpadeo, la vida que conoces puede desaparecer, puede derrumbarse. 


El constante pitido del monitor cardíaco hacía eco en toda la habitación, sólo recordándole que la persona que amaba estaba allí, en esa cama de hospital, conectada con agujas intravenosas en sus manos y brazos, con los tubos en su boca ayudándole a respirar, para mantener viva la esperanza de que despierte. 


Sujetando la mano de su amado sintió como las lágrimas bañaban sus mejillas, le dolía tanto verle allí, sin moverse, pálido, su piel ya no tenía el brillo de siempre, todo por su culpa, si tan sólo hubiese puesto atención al camino, si no se hubiese distraído, ahora allí estaba la consecuencia de su error, ¿Qué haría si ya no despertaba? Sentía que su corazón era apretado con fuerza cuando pensaba en ello, moriría, moriría también. 


— Yoongi — escuchó la voz de su madre, pero no volteó a verla — Debemos irnos, debes descansar también

Yoongi no respondió, hace una semana el había despertado, cada día iba allí a ver a Jimin, pero no decía nada, temía decir algo, sólo lloraba en silencio y rogaba al cielo que Jimin abriera los ojos, mientras sujetaba su mano, ya no se sentía cálido. Sino frío.

Sintió la presencia de su madre detrás y como está tomaba el respaldo de la silla y me daba vuelta, haciendo girar las ruedas bajó la cabeza, se sentía muerto en vida. 


El accidente había sido horrible, un camión los había sacado del camino haciendo que chocarán con un árbol, lo último que recordaba era ver a Jimin atravesado en el parabrisas de enfrente del auto, mucha sangre salía de su cabeza, aún tenía pesadilla con ello desde que despertó. 


Cuando despertó quiso ir a ver a Jimin, pero sus piernas no funcionaban, el doctor había dicho que su columna había sufrido una lesión, podrían hacerle cirugía, pero tenía otras heridas que sanar, pero para Jimin había sido peor, algunos vidrios habían entrado en sus ojos, por lo que había sido operado de emergencia, pero durante la operación casi había muerto, el corazón de Jimin se había detenido por unos pocos segundos, hasta que lo habían reanimado y Yoongi había sentido que su sangre se helaba cuando oyó aquello, cuando salieron de la operación Jimin tuvo otro ataque, entrando en coma, los doctores no aseguraban que despertaría pronto, lo tenían en cuidados intensivos, monitoreado todo el tiempo, con los ojos cubiertos por una venda blanca.

— Toma tu medicina — la madre de Yoongi ofreció la pastilla, Yoongi la observó y la tomó en sus temblorosas manos, eso también lo había dejado el accidente, habían quedado vidrios allí que le dañaron las manos, metió la pastilla en la boca y aceptó el agua, a veces el dolor era horrible, pero el doctor decía que, el dolor era bueno, era mejor que la ausencia de el

La madre de Yoongi lo observó y sólo suspiro, su hijo sufría, ella quería aliviar ese dolor, asegurarle que Jimin iba a despertar, que todo estaría bien, pero no podría mentirle, todo podía pasar.

Lo llevó a la habitación de Yoongi, la cual ahora estaba en la planta baja, cuando iba a levantarlo para llevarlo a la cama, Yoongi negó y ella sólo asintió y salió.

Una vez sólo Yoongi movió las ruedas de la silla y tomó en la mano una foto de él y Jimin, había sido tomada hace tres años, ellos estaban teniendo una cita en un acuario, ese día había sido perfecto.

Acarició el rostro de Jimin en la foto y comenzó a llorar, perdóname Jimin, perdóname por favor, gritaba su mente.

— Por favor, perdón, vuelve — pidió a la nada, cerrando los ojos mientras abrazaba la foto. 

Yoongi no sabía el por qué, pero sus piernas se movían, estaba en una calle caminando, ¿cómo había llegado allí? Sus piernas se movían y se sentía extraño, la calle estaba oscura apenas iluminada por unos faroles, hasta que sus ojos fueron tapados, unas cálidas manos lo privaron de ver, tocó las manos, eran suaves y las retiró de sus ojos, cuando se dio vuelta, Jimin estaba allí, le sonreía y allí estaba el brillo en sus ojos.

Jimin — susurró y Jimin sólo sonrió, Yoongi lo abrazó con inmensa fuerza, Jimin estaba allí con él, estaba bien.

Hasta que sintió como sus piernas se hacían pesadas y pronto se empezó a deslizar hacia abajo, sus piernas no respondían, se negaban a funcionar, Jimin tenía una venda en sus ojos manchada en rojo y varios rasguños en su antes brillante piel.

— ¿Jimin que ocurre? — preguntó asustado, su corazón latía muy rápido y pronto se sintió cegado por las luces de unos focos y escucho un débil susurro de Jimin, decía su nombre, la luz se hizo más intensa y Yoongi sintió un aire tan frío subir por su columna, arrancando un grito de dolor de su garganta

— ¡Jimin! — gritó y despertó, estaba en su silla, su madre lo observaba horrorizada

— Oh Yoongi cariño, tuviste una pesadilla — ella lo abrazó y lo arrulló como si fuera un pequeño niño asustado, Yoongi lloró en los brazos de su madre, lloró mucho. 


Otro día en el hospital, Yoongi odiaba ese lugar, le recordaba lo que había hecho, el olor en la habitación, el olor en Jimin, no era su olor habitual, sino el olor a medicina, a Yoongi nunca le habían gustado los hospitales, tenían una aura de tristeza y soledad, parecían tan tétricos, tan blancos, escondiendo la oscuridad que sentían las personas que allí iban.

Su mano siempre sujetaba la de Jimin, parecía que termina soltarlo, nunca decía nada, sólo veía y trataba de imaginar por qué, la vida era cruel, se suponía que iban a ser felices, dolía, quemaba ver que no despertaba.

Jimin le había enseñado lo que era el amor, Jimin había sido su vida entera desde que lo había conocido, nunca había tenido un verdadero concepto de amor y entrega hasta que lo conoció. No aceptaba verlo allí, no lo aceptaba, tan frágil, tan mal, más lágrimas bajaban de sus ojos.

— Yoongi, amor debemos irnos, hoy es tu primer día para terapia para cirugía — habló su madre desde la puerta, pero él no se volteó

— No quiero — respondió con la voz ahogada en nudos

— Cariño, Jimin no quería verte así — dijo ella

— Es mi culpa que esté así — dijo

— No es así, fue un accidente — la madre de Yoongi caminó hacía él y se agachó frente a Yoongi — ¿Sabes por qué se llaman accidentes? Porque nadie tiene la culpa. No fue tu culpa Yoongi, tú no sabías que eso pasaría

— Pero yo conducía — hablo a través de las lágrimas

— Aunque hubiese sido Jimin quien conducía o un taxi, hay cosas que sólo suceden — dijo ella conteniendo las lágrimas que amenazaban

— Entonces ¿Por qué no soy yo allí? ¿Por qué Jimin está en la cama? !Él no debe estar allí! Mamá yo quiero que despierte y me perdone por lo que le hice,

— Escúchame bien Min Yoongi, tú no hiciste esto, no es culpa tuya, no te voy a prometer que Jimin despertará hoy o mañana, pero no pierdas la esperanza, Jimin te ama, yo sé que él lucha en su interior — le dijo ella y Yoongi sintió su corazón acelerar

— Yo también lo amo, lo amo mamá — tomó cuidadosamente la mano de Jimin y la levantó hasta dejar un beso en ella. 

Jimin observó el lugar donde estaba, era completamente blanco, Yoongi lo odiaría, el odiaba los lugares completamente blancos.

Solía decir que aquellos lugares parecían falsos, sólo ocultaban que no eran verdaderamente puros.

Yoongi solía decir que lo único puro y verdadero era Jimin, lo que siempre le hacía reír, Jimin solía decirle que no era cierto, él no era perfecto, pero Yoongi siempre le decía que sí lo era.

Siguió caminando buscando una salida de aquella habitación, hasta que vio lo que parecía ser una ranura que dejaba ver algo, como una puerta no cerrada totalmente y corrió hacia ella, abriéndola. 

Jimin iba corriendo, había estado haciendo ejercicio todo el día, quería ver bien para poder entrar en el equipo de vóleibol de su universidad, siempre había deseado estar en un equipo de vóleibol, ahora era su oportunidad, pero iba corriendo tan rápido por la acera que no se dio cuenta de quién venía distraído en el teléfono, hasta que chocó con él, cayendo ambos al suelo.

Jimin se levantó y ofreció la mano al chico quien la tomó, Jimin había sentido el flechazo en el instante, parecía tan lindo, su piel pálida, vestido de negro y azul, el cabello rojo y hecho hacía todos lados.

— Lo siento venía distraído — dijo él

— Fue culpa mía — dijo rápidamente Jimin

— Bueno... ¿Te lastimaste? — preguntó

— No, estoy bien — respondió — ¿Y tú? — preguntó de vuelta

— También bien — ambos se habían quedado viendo por unos instantes, hasta que a Yoongi le habían hablado y se había ido, Jimin lo vio alejarse y sonrió, Dios, que lindo, gritó internamente

Y otra vez estaba en la habitación blanca, unas solitarias lágrimas brotaron de sus ojos, eso había sido un recuerdo de la primera vez que había visto a Yoongi. 

— Vamos Yoongi, se hace tarde — habló la madre de Yoongi, ese día tenía cita médica para ver cómo sería su cirugía

— No iré — se negó

— Yoongi ya hablamos de esto — dijo su madre, se podía ver las marcas de sueño en su rostro, desde el accidente parecía difícil dormir, además de tener que monitorear a Yoongi

— Perdóname mamá, no quiero hacerlo, ¿Qué sí no vale la pena?  — preguntó y su madre lloró

— ¿Crees que eres la única persona que sufre allí? — lo señaló — Me duele verte así, me duele también ver a Jimin allí, no me importa si tengo que arrastrarte al hospital, pero irás y vas a levantarte de esa silla, porque no dejaré que mi hijo se marchite allí, no perderé a otro hijo, así que iras conmigo, vas a sanar, tendrás fe y esperanza, vas a esperar a Jimin, no quiero ver como cada día te haces más daño — las lágrimas corrían por las mejillas de la mujer y Yoongi también lloraba, se sentía miserable —  Si dejas de luchar ahora, entonces estaré muy decepcionada, si sientes culpa, entonces remiéndalo, sana, haz el intento y vuelve a caminar, lucha por ti por Jimin, no te hundas — respiró hondo — comienza contigo, ahora vamos, lava tu cara y veme afuera

— ¿Te duele? — preguntó el médico fisioterapeuta, mientras presionaba algunas partes en la espalda de Yoongi

— Sí — admitió, el doctor siguió palpando hasta llegar a sus piernas

— ¿Aquí duele? — preguntó

— No, no siento nada —  dijo, la madre de Yoongi contuvo el gemido de angustia

El doctor le dio la vuelta y le pidió a la madre de Yoongi que le pusiera bien la ropa, ella lo hizo y luego él ayudó a sentarlo.

— Un hueso en su cadera esta muy destrozado, por eso duele y sus piernas no responden, por supuesto la cirugía le ayudará, sin embargo, luego de ello tendrá que tener meses de reposo, y terapia física para poder caminar con normalidad, realmente parece un milagro que el hueso no haya perforado la piel, hubiese sido mucho más complicado — dijo el médico

— ¿La cirugía es completamente eficaz? — preguntó la señora Min

— Sí, es cuestión de que su hijo cumpla con las medidas que se le indiquen, ya que si no se cuida correctamente él podría tener una lesión definitiva — habló el médico y la señora Min sintió que su corazón se hacía pequeño

— Gracias doctor Kim — le sonrió suave

— Llámeme Namjoon — sonrió él

— Gracias Namjoon — Yoongi y su madre salieron de la fundación, la cual trabajaba en personas con discapacidad al caminar

Luego de ir en el coche por media hora llegaron a la casa, Yoongi no había dicho nada, sólo se quedaba viendo fijamente a ningún lugar en particular.

Después de cenar y haber sido limpiado por su madre, ella lo vistió y lo llevó a la cama, allí acostado temía cerrar los ojos, cuando lo hacía lo veía a él.

Pero él cansancio siempre podía más y lo hacía cerrarlos, llevándolo a un mundo que sólo lo destrozaba. 

Yoongi estaba en la sala de su casa, cuando él timbre sonó, era de día, había quedado de ver a Jimin, cuando la puerta sonó y se levantó a abrir sabiendo quién era.

Jimin — dijo, pero Jimin no respondió, sólo sonrió, como era costumbre, aunque el brillo siempre estaba allí en sus ojos.

Jimin estiró la mano y tomó la de Yoongi, Yoongi sintió lo cálido en ella, Jimin sólo sonreía y su Cabello brillaba con los rayos del sol, sólo caminaban, de vez en cuando Jimin lo volteaba a ver y le sonreía.

Yoongi quería ir a lado de Jimin, pero parecía que no lo alcanzaba, sentía que estaba tan lejos, cuando tenían sus manos agarradas.

Hasta que se detenía, y Yoongi sentía que su cuerpo se quedaba quieto, no podía avanzar y Jimin se paraba delante de él, el cabello de Jimin se movía con el viento y sólo veía a Yoongi, aún si decir nada.

— ¡Jimin te amo! — gritó Yoongi, y la sonrisa de Jimin se había hecho más grande

— Yoongi~ — escuchó un débil susurro — espérame~ — escuchó otro débil susurro, hasta que vio a Jimin darse vuelta y caminar lejos de él. Sus piernas se movieron y el corrió para alcanzarlo, pero no podía, era como si no avanzara nada

Cuando abrió los ojos era de mañana, la luz del sol entraba por la ventana con cortinas grises, cerró los ojos con fuerza, los días eran cada vez peores, despertar era muy pesado. 

Y allí estaba, como cada mañana de cada día, sosteniendo la mano de Jimin, ahora le susurraba cosas, le decía que lucharía para pararse de la silla y esperaba que Jimin luchara también.

La puerta de la habitación fue abierta y Yoongi pensó que sería su madre, pero eran los padres de Jimin.

— No sabíamos que vendría hoy — dijo la madre, Yoongi podía ver las bolsas  bajos sus ojos y la irritación de las lágrimas en ellos

— Vengo cada día en la mañana — respondió, sabía que él no sé vía mejor

— ¿Tú cómo estás? — preguntó el padre de Jimin

Yoongi omitió la pregunta y volvió su atención a Jimin. — ¿Ha habido alguna novedad sobre tu situación? — preguntó la madre de Jimin

Yoongi también omitió responder, sabía que los padres de Jimin estaban enojados con él, lo culpaba por el accidente y él no los culpaba a ellos, porque él sentía lo mismo.

— ¿Cómo es que mi hijo está allí, en coma, probablemente ciego? Pero tú estás allí despierto, ¿Por qué? — preguntó ella, había ira en su voz

— No lo sé — dijo

— ¿Por qué mi hijo no despierta? — preguntó ella

— No lo sé — repitió Yoongi

— ¿No sabes nada? — gritó

— No lo sé — ella caminó hacia él y lo alejó de Jimin haciendo que Yoongi quisiera gritar

— ¡Es tu culpa! ¡Sólo tuya, tú le hiciste esto a mi hijo! ¡Sólo le hiciste daño, prometiste cuidarlo! — ella soltó a Yoongi y se abrazó a su esposo mientras lloraba, cuando la madre de Yoongi entró en la habitación

— ¡No le permito que le hable así a mi hijo! Él ama a Jimin como nadie, jamás lo dañaría — habló la madre de Yoongi

— Quiero a mi hijo de vuelta, lo quiero conmigo — lloró la mujer, haciendo que el corazón se Yoongi se rompiera más. 

Jimin estaba allí de nuevo en la habitación blanca, caminó, caminó, pronto empezó a sentir todo helado, el lugar se había vuelto tan frío y vio una puerta, era diferente de la primera, esa era azul, tenía un copo de nieve como sello grabado, la abrió y pronto el frío más fuerte lo envolvió.

Jimin y Yoongi habían estado saliendo como amigos unos meses, habían sido de las mejores citas que había tenido jamás, ahora era invierno, caía nieve. 

Ajustó su abrigo y caminó dentro del gimnasio, le habían dicho que fuera allí, no sabía qué podría ser, sabía que no era práctica de vóleibol, porque sí, había sido aceptado en el equipo. 

Entró y las luces estaban apagadas, a excepción de unas cuentas luces como las de navidad, hasta que escuchó pasos, se había asustado mucho. Pero pronto las luces se encendieron y Yoongi con un traje amarillo como pollito salió de una de las puertas a los vestidores, Jimin sonrió, pero las lágrimas bajaron de sus ojos cuando vio el cartel enorme que se había desplegado atrás de Yoongi.
"¿Aceptas ser mi novio?"

Y un dibujo de él pollito, Yoongi le había dicho que parecía pollito y Jimin había estado algo molesto, ahora el salía vestido de pollito y Jimin corrió hacia Yoongi, quien lo atrapó en sus brazos.

— ¡Sí! Mil veces sí — gritó de emoción y allí, por primera vez, compartieron su primer beso

— Te amo Jimin, espero que sea para siempre — le dijo Yoongi y Jimin asintió feliz

— Yo también espero que sea para siempre, te amo — y se acurrucó en sus brazos

Habían pasado años desde ese día, Jimin quería volver allí, quería ir con Yoongi, probablemente lo extrañaba, ¿Se sentía solo? Quería correr con él, pero por más que lo hacía no podía llegar, entraba diferentes puertas, esperando que una la llevara a Yoongi, pero sólo lo llevaban a recuerdos del pasado, parecía atrapado en algún especie de bucle, hasta caer cansado de correr y dejar que las lágrimas lo arrullaran en aquel solitario lugar. 


Había pasado una semana más, no había ninguna reacción por parte de Jimin, Yoongi sentía que sus esperanzas morían, de forma lenta y dolorosa.

En dos días lo operarían, tenía miedo — Jimin vuelve a mí, te lo ruego, reacciona — pedía, su voz rota, como su alma, últimamente su corazón iba más roto, más seco, se marchitaba, mientras veía a Jimin allí

Cuando sintió un leve apretón en su mano, volteó sus ojos, que se iluminaron y llenaron de lágrimas. —¡Jimin! Amor despierta, por favor — pidió entre gritos

— ¡Enfermera, doctor! — gritó sin soltar la mano de Jimin, cuando dos enfermeras y el médico entraron — Él, movió la mano ¿Está despertando? — preguntó y había ilusión en su voz, el médico revisó a Jimin sin decir nada

— No Yoongi, lo siento, fue un estímulo normal del cuerpo, su presión, sus latidos es igual, sólo fue una reacción del cuerpo — dijo el médico, había tristeza en su voz

— Pero me apretó la mano — dijo, los ojos de Yoongi llenos de lágrimas

— Sólo fue un impulso — el doctor salió de la habitación y Yoongi se rompió en lágrimas, su alma se desgarraba

— Jimin vuelve, te necesito, yo no puedo vivir sin ti — dijo Yoongi en susurro ahogados 

— Yoongi, amor espérame, buscaré una salida — susurró Jimin muy dentro de él. 

Hay momentos en los que todo se reduce a una sola cosa, esperar, esperar a que las cosas salgan bien, que todo acabe pronto.

Esperar a que sea de la mejor manera posible, esperar, Yoongi esperaba demasiado, esperaba que su operación saliera bien, que Jimin despertará y estar allí para él, esperaba volver a caminar, esperaba tantas cosas.

Sus ojos se cerraron cuando la anestesia hizo efecto en él, jamás había imaginado verse en una situación así, y en los últimos segundos de conciencia, pensó que probablemente vería a Jimin en sus sueños, esperaba que hablara, pero a la vez no, cuando Jimin decía algo se iba y él quería verlo allí cada noche.

Jimin — suspiró al verlo, se veía tan bello, estaba vestido de blanco, parecía un ángel.

Jimin solía reírse de él, porque siempre había dicho que odiaba los lugares blancos, parecían tan perfectos y puros, pero no era así escondían algo, sin embargo, solía decir que Jimin si era pureza, amaba verlo usar ropa blanca, era como ver una hermosa luz, su luz.

Yoongi observó el lugar do de estaba, parecía un enorme campo, el pasto era verde, se sentía el cálido viento en él, había árboles grandes y frondosos, flores adornaba también el lugar.

Jimin sonrió como solía hacerlo cuando lo veía allí, tomó su mano y lo llevó hasta la sombra de un árbol, observó a Jimin sentarse en la mata que estaba allí. Parecía la escena de alguna película romántica, Jimin tomó una canasta con cosas y le hizo señas para sentarse, Yoongi deseaba que fuese real, lo deseaba de verdad.

Se sentó y pronto sintió la cabeza de Jimin en su hombro. — ojalá fueras real — susurró y Jimin levantó la cabeza viéndolo directamente

— Pronto, sólo espera — Yoongi sabía que cuando Jimin decía algo, se iba, desaparecía hasta que volviera a cerrar los ojos

— No te vayas — susurró, las lágrimas formándose en sus ojos

— Pero debes despertar, así podrás esperarme — y así, se fue.

Yoongi abrió los ojos y observó la habitación donde estaba, las paredes blancas, las sábanas blancas, todo blanco, le dolía un poco su cadera, su garganta se sentía seca, sentía que había sido aplastado por un tren, el sueño se había sentido tan corto, había sido tan pequeño momento.

Intentó hablar, pero sentía que su garganta se cerraba, lo intentó varias veces hasta que escuchó su propia voz, ronca y rasposa, su garganta se sentía como si había sido lavaba con lija, trató de extender una mano Lara llamar a una enfermera, pero la punzada por la ajuga en la mano lo detuvo ¿Y ahora qué hacía?

Pero su espera no fue larga, quizás era la primera vez en esas semanas que no había esperado tanto, su madre entró por la puerta, ella parecía feliz de verlo despierto.

— Hijo, estoy tan feliz de que despertaras — habían bolsas bajos sus ojos

— ¿Cuánto tiempo he estado dormido? — preguntó

— Dos días, la primera vez que despertaste, el dolor era muy fuerte tuvieron que aplicar un sedante, la segunda vez, pediste ir a ver a Jimin y en el forcejeo te desmayaste — le contó su madre

— Agua — pidió, cuando ya no soporto el ardor de su garganta, su madre tomó una pajita y la llevó a sus labios, se sentían secos, cuando probó un poco, sintió como si la vida hubiese vuelto a su alma

— El doctor dijo que sólo un poco — dijo ella cuando la retiró

— ¿Cómo está Jimin? — preguntó

— Está igual, estable, pero aún no despierta — la madre de Yoongi vio como la mirada de su hijo se volvía cristalina, debido a las lágrimas acumuladas

— ¿Has estado durmiendo aquí? — preguntó Yoongi, podía ver en la postura de su madre el cansancio acumulado, sabía que ella llevaba días sin dormir

— No he querido ir a ningún lado, eres mi hijo y estaré contigo — dijo ella dándole un intento de su mejor sonrisa

— Mamá, puedes ir a descansar, lo necesitas, no haré nada tonto — quizás era hora de tomarlo, considerar a otro también, amaba a Jimin era su vida, pero sabía que no era el único destrozado con la situación

— No me iré Yoongi, mi deber es cuidar de ti — dijo ella

— No Acosta de tu salud, estás cansada — dijo él

— No harás que me vaya, puedo ir tomar un baño, cambiar mi ropa, pero estaré aquí, porque eres mi hijo y... no planeo perderte a ti también — dijo ella, mientras retenía las lágrimas. 

Jimin había estado recordando cada momento, cada sonrisa con Yoongi, su primera Navidad juntos, habían tantas luces, sonrisas, besos, había felicidad y ahora estaba allí solo, perdido, recordando, extrañando cada uno de esos momentos.

¿Cómo podía llegar a ser de cruel el destino? Pensaba si alguna vez hallaría una salida de ese lugar.

Cada puerta era un recuerdo, un recuerdo hermoso, de su historia de amor, la cual parecía ser ese su final, cada recuerdo que rasgaba en su corazón, haciendo aquella realidad amarga. ¿Se podría volver al tiempo? Que iría volver a esos días, quería sentir la calidad, la suavidad en las manos y labios de Yoongi, todo parecía tan extraño, todo era frío.

Lloraba allí, solo, quería ver a Yoongi, sus padres, recordó el día que los había presentado, su padre tenía un miedo en sus ojos, creía que su niño iba a ser robado, Jimin quería reír por ello, pero ahora sólo quería volver a ese día.

Había pensado que recordar era una forma de mantenerse vivo, pero lo mataba lentamente, sólo esperaba que Yoongi aún estuviera allí esperando a que volviera, esperaba un día volver.

— No te odiaran — dijo Jimin mientras le sonreía dulcemente a un preocupado Yoongi

— Ojalá y no — Jimin dejó un beso en la mejilla pálida de Yoongi y entraron a la casa de Jimin

Yoongi debía admitir que tenía miedo, no todos los días conocía a los padres de quien amaba, pero era algo que debía hacer, sus sentimientos por Jimin eran verdaderos, quería algo real y duradero para ambos.

Y al final del día, Yoongi había sido feliz, había ganado más el corazón de Jimin con la aprobación de sus padres, las cosas eran felices, la vida era buena, el futuro parecía prometedor. Parecía.

Esa noche tanto Jimin como Yoongi, habían tenido el mismo recuerdo, habían soñado exactamente lo mismo, sus almas se habían conectado, quizás esa era la primera señal de, aún más, tener  esperanza.


— ¿Aún te culpas Yoongi? Han pasado dos meses, estás en terapia física y veo que ya no usas la silla — el doctor Jung observó a Yoongi, hace dos meses habían iniciado con terapia, Yoongi seguía diciendo que se culpaba del accidente

— Yo, ya no necesito la silla, sólo a veces, sólo que, creo que tengo miedo de que se vaya, las personas que amo se van — era la primera vez desde las sesiones que Yoongi decía algo más que no fuera "No lo sé"

— ¿Qué más crees que ha sido culpa tuya? — preguntó el doctor

— Mi padre se fue cuando nací, mi hermano murió por irme a buscar al aeropuerto — el doctor anotó en su libreta y ajustó los lentes en el puente de su nariz

— No creo que haya sido tu culpa Yoongi — dijo él — Que tu padre se haya ido, sólo fue decisión de él, ocurren cosas así en el mundo, tu hermano estaba enfermo, no podías evitar que algo sucediera

— Él pudo haberse quedado en casa, pero salió y fue por mí — la ira casi inundaba su voz

— Pero Jimin no se ha ido — dijo él, la mirada de Yoongi se posó en el doctor, no lo había visto bien durante las sesiones, sus ojos fueron hacia el cuadro detrás de él hombre "Sperare"

— ¿Qué significa Sperare? — preguntó, haciendo que el doctor siguiera su vista y viera el cuadro

— Significa tener esperanza, suena tonto, no se necesita un título para decirlo, pero lo mejor que tenemos los seres humanos es la esperanza, la fe, esperar no es algo que todos hacen, hay quienes se cansan de esperar y continúan en otras cosas, pero hay quienes se aferran a ella, con todo, a veces es malo, porque las cosas parecen perdidas, pero mientras haya una mínima presencia en tu corazón, no está del todo perdido, Yoongi ¿Has pensado en seguir adelante? — preguntó

— No — respondió — Yo sé que Jimin está allí. Que él va a despertar, lo siento dentro de mi, él está luchando con todo, tal vez estoy sólo aferrándome, pero yo aún creo que vendrá a mí

— Es bueno que tengas esa esperanza Yoongi, muchas personas la pierden incluso antes de que los problemas surjan

Yoongi salió de oficina del doctor Jung, esa mañana había estado con Jimin, ahora debía ir a su terapia, había dejado la silla y ahora traía muletas, era mejor, parecía que las cosas irían bien a partir de allí. 

No, no parecía ir bien, Siena Min, la mujer veía a su hijo llorar desconsolado, lo veía gritar de furia, veía la desesperación en sus ojos mientras se aferraba a ella y lloraba.

— ¡No! ¡No! ¡Mamá diles que no! ¡Mamá haz algo, detenlos, ellos no pueden! — Jimin tenía cuatro meses en coma, Yoongi había estado allí con él desde el principio, cuidando de él, su madre había sido testigo de su desesperación, había sido testigo de la tristeza inmensa de su hijo y ahora estaban allí los padres de Jimin con una noticia horrible, Jimin sería desconectado

— Señores Park, por favor, no se rindan, es su hijo, Jimin aún tiene esperanza de despertar — habló la madre de Yoongi

— Usted como madre debería entenderme, me duele ver allí a mi hijo, Jimin es mi único hijo yo no quiero perderlo, pero me duele mas verlo allí y no saber si va a despertar alguna vez — las lágrimas tenían mojado el rostro de la mujer, había marcas de tristeza y cansancio en ella

— La entiendo, sé lo qué se siente perder un hijo, si Jimin se va, Yoongi se iría con él, yo no puedo perder otro hijo —

— ¡Jimin despierta! ¡Despierta! ¡Yo te amo, jamás he amado a nadie como te amo a ti! ¡Sin ti no podré hacerlo de nuevo. No amaré a nadie! ¡Por favor no permitas que me alejen de ti, lo prometiste, juraste morir conmigo de viejitos! — Lloraba Yoongi

— Lo siento tanto Yoongi, pero yo no quiero ver a mi hijo más allí, por favor entiende — dijo la madre de Jimin

— ¡No! No la puedo entender usted quiere quitarle la vida, pero no se lo voy a permitir, usted no tiene derecho — hablo con rabia

— Somos sus padres, tenemos derecho — dijo el padre de Jimin

— No, el día del accidente Jimin y yo veníamos de casarnos, se suponía que les diríamos después, Jimin es mi esposo y es mi responsabilidad — todos en la habitación lo veían extrañados, probablemente no le creían, pero era la verdad, estaban legalmente casados

— Anularemos su matrimonio — dijeron y se fueron

— Mamá, tengo que contratar un abogado, no quiero perder a Jimin — dijo Yoongi

Se preguntó si era una buena idea, pero ahora haría lo que fuera por su hijo. Siena estaba frente a la casa del padre de Yoongi y su otro hijo fallecido, tocó el timbre y escuchó un "voy" tomó una fuerte respiración cuando la puerta se abrió y reveló al que había sido su esposo.

— Siena — la sorpresa en su voz fue tan evidente, ella había dejado claro que no quería nada de él, pero ahora estaba allí, porque necesitaba su ayuda

— Es Yoongi — dijo — él te necesita — Yoongi siempre se había culpado de que su padre los dejara, pero eso no había sido cierto, simplemente él se había aburrido de querer estar en un matrimonio, la responsabilidad de una familia había parecido tan agotadora

— Pasa — el hombre se hizo a un lado y ella entró a la casa — ¿Qué pasó? — preguntó una vez adentro

Siena le contó todo, el accidente, Jimin, los padres de Jimin y el padre de Yoongi escuchó cada palabra, había una genuina preocupación en su mirada.

— Yoongi está destrozado, sé que hace años no lo ves, pero eres el mejor abogado, así que por favor — rogó ella

— Será una dura batalla, pero no dejaré a mi hijo ahora, ya los dejé una vez y perdí a uno, he sido un tonto — Suena susurró un débil gracias. 


Yoongi había estado molesto, pero feliz de ver a su padre apoyándolo, en otros tiempos él se habría enojado y gritado, pero ahora no lo hacía, porque creía en las  oportunidades, él precisamente rogaba sólo una para Jimin. Rogaba cada día a quien fuera que lo escuchara, que se las dieran.

Dos semanas y estaba allí, frente a un juez, tenía mucho miedo, miedo de perderlo todo, pero él no estaba dispuesto a renunciar, le dolería tanto hasta sentir morir si perdía a Jimin, si ya no lo volviera a ver. podía ver como los labios del juez Kim se movían.

— Reciban al honorable juez Kim Taehyung — sonó la voz de una mujer y Yoongi observó al hombre que tendría en su decisión el destino de Jimin y él

— Buenos días, inicia el juicio 351 de Seúl… — podía ver como los labios del juez Kim se movían. Los padres de Jimin parecían tristes, Yoongi estaba molesto con ellos. Pero una parte de él, los entendía y sufría con ellos.

Le habían preguntado al médico del hospital sobre la  condición de Jimin, el hombre había sido honesto, estaba en coma hace 4 meses y Yoongi quería volver a la noche d accidente y mejor quedarse en el hotel, pero su emoción había sido grande, como lo había sido la culpa.

Luego horas donde casi perdía el control de sus palabras infundadas en rabia y dolor, la decisión estaba allí.

— El médico informó que el Joven Min Jimin del matrimonio Min, con Min Yoongi, se encuentra estable, la hinchazón en su cerebro ha disminuido, sin embargo, su estado de coma aún es evidente, se ha decidido que si en una semana no hay una mejoría y no despierta, se concederá el divorcio y los padres podrán tomar la decisión más sana — el hombre hizo sonar el pesado martillo en la mesa y se levantó, todos se pusieron de pie

— Usted me dijo que tuviera esperanzas, Hoseok — le habló Yoongi al psicólogo

— Lo hice — respondió

— Ahora van a desconectar a Jimin y me quedaré sin él, pero al menos tuve esperanzas — había un desdén de sarcasmo y dolor en su voz

No renuncies Yoongi, la esperanza es lo último que se pierde, recuerda que el amor es fuerza, así como nada pasó en meses, mucho puede pasar en días — el hombre se retiró mientras asentía con la cabeza

— Jimin, te amo, te amo tanto, nunca dejaré de amarte, no quiero dejarte ir, yo podría morir sin ti, todo en este mundo me recuerda a ti, siento frío, me falta tu calidez, no puedo dejarte ir, no me siento listo, te extraño más cada día, te sueño y me hace querer tenerte conmigo — Yoongi sostenía la mano de Jimin entre las suyas — Te extraño, vuelve — Yoongi dejó caer su cabeza a un costado de Jimin, cerrando sus ojos. 

Jimin había empezado a sentir que aquella habitación se volvía pequeña ¿Cómo había llegado allí? Ahora lo empezaba a recordar.

Se había casado con Yoongi, estaban tan felices, su emoción era enorme, Jimin recordaba sentir que el mundo era perfecto ese día, Yoongi tenía un sorpresa para él, todo parecía más brillante.

Pero su felicidad de había detenido, había sentido como algo impactan a con ellos, su corazón se había detenido, Jimin sintió que caía, caía, era como una caída libre, parecía no tener fin. Las  lágrimas salían de sus ojos, un pitido resonó en sus oídos y....

La conciencia, el aire, lo rodeo, había algo en sus ojos, su corazón iba rápido, sentía una presión en su mano, estaba en una cama, olía a medicina, ¿Dónde estaba? Empezó a moverse y escuchó...

— ¡DOCTOR, ENFERMERA! — gritos, ¿doctor, enfermera? ¿Estaba en un hospital? ¿Los habían llevado al hospital luego del accidente?

Escuchaba ruidos, — Enfermera saque al señor Min, por favor, debemos revisar al paciente

Yoongi sentía que su alma había vuelto a su cuerpo, despertó, Jimin había despertado.

Antes de que Jimin despertara, había soñado con él, le había dicho "Yoongi despierta, estoy aquí."

Jimin había sido trasladado a una habitación diferente, ya no tenía los cables en él, se sentía extraño, había estado tan perdido en su mente, el doctor le había explicado el accidente. La venda en sus ojos, tenía miedo, el despertar era muy duro.

— ¿Cómo está él? — preguntó el padre de Jimin, todos estaban allí

— Está bien, sus signos son buenos, todo parece en orden las vendas en sus ojos serán retiradas más tarde, aún verificamos que no haya daño en su memoria, hay personas que tiene problemas para recordar cosas, ha sido un milagro que su hijo siga vivo luego de ese accidente — dijo el médico y se retiró

Jimin iba al lado del pasajero, pero cuando impactaron fue el lado más destruido, él había recibido mayor parte del golpe. Yoongi había sentido que había sido su culpa, estaba tan emocionado por mostrarle a Jimin el lugar que sería su nuevo hogar que no había visto venir el otro auto, todo había sido tan rápido.

Jimin sentía las manos de alguien en su rostro retirando las vendas, parecía eterno el movimiento, se sentía impaciente, hasta que la última fue sacada.

— Por favor, abra los ojos — pidió el hombre que se había presentado como el doctor Jeon

Sus ojos se abrieron lentamente, luz, había mucha de ella, su mirada recorrió la habitación era un poco borroso, hasta que la fijo en el centro de las personas, el protagonista de sus recuerdos que lo mantenían luchando estaba allí, su rostro denotaba amor e ilusión, también había miedo. — ~Y-Yoongi~  — susurró y sintió la humedad en sus mejillas, vio lágrimas caer de los ojos de Yoongi y todos les dieron espacio

— Estaba tan asustado Jimin, juro por Dios que jamás sentí tanto miedo como de perderte, despertaba en la oscuridad pensándote, en mis sueños estabas tú, Te amo Min Jimin. Te amo como jamás he amado — hablo Yoongi con la lágrimas

— Oh Yoongi, te amo, gracias por esperarme — ellos se abrazaron sin importar los demás, sin importar nada, Jimin estaba vivo, pero sintió más la vida al sentir la calidez y escuchar el latido del corazón de Yoongi

Pará Yoongi ya nada importaba en el mundo, sólo el hecho de que Jimin estaba allí con él, no importaba la lucha que había sido con sus padres, todo eso había válido la pena sólo por tenerlo allí. Había decidido perdón todo aquello, había entendido el miedo, el dolor.

Luego de un mes, todo estaba bien, las piernas de Yoongi otra vez funcionaban correctamente, sin embargo, aún tenía que hacer ejercicio para fortalecerlas, Jimin estaba mejor también, al principio había tendió muchos dolores de cabeza al acostumbrarse a nuevas luces, pero todo iba bien y su amor enfrentaría lo que fuera. Tomados de las manos, viendo donde sería su nuevo hogar, todo era felicidad y así sería siempre, compartieron un dulce beso, lleno de amor y calidez, lleno de vida.

Jimin había sido el Ángel de Yoongi, el que lo mantenía cuerdo y lo había mantenido con esperanza y Yoongi había sido el motivo de lucha de Jimin. Ahora serían felices, estarían juntos para tener su historia de amor.

Espero que les haya gustado, es la primera vez que escribo algo que sea meramente triste, generalmente escribo drama, pero es poco y es one shot es básicamente sólo drama y Angst.

Es la primera vez que hago separadores por mi cuenta, por si los ven raros, ahí me disculpan jejej. 👉🏻👈🏻


La idea para esta historia salió de algunas canciones más que nada, un día andaba triste y mi reproductor conspiró para poner en aleatorio sólo canciones tristes jaja maso, les diré los names de las canciones por si desean escucharlas.

La del multimedia, fue la que me dio la idea primeramente.

No digas nada (déjà vu) — Cali y Dandee
Yo te esperaré — Cali y Dandee
Ecos de Amor — Jesse y Joy
Dueles — Jesse y Joy
Destino o Casualidad — Ha*Ash & Melendi
Luz sin Gravedad — Belinda
Ángel — Belinda
Navidad sin ti — Paty Cantú (Personalmente esta canción adquirió un significado muy grande para mí, desde el año pasado) es más lloré muestras la oía y escribía.
Te esperé — Jesse y Hoy
Sálvame — RBD
Te prometí — Mijares
Solamente Tú — Pablo Alborán
Creo en ti — Reik
Que lo nuestro se quede nuestro — Carlos Rivera

La historia tiene un pedacito de cada una. 🤧

Gracias. ❤️

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