Capítulo 4.

¿Saben? Este es un relato más del montón, no lo niego, pero... no tienen ni idea lo horrible que es esto. Bien mi mamá y profesores me advirtieron que lo mejor no era enamorarse, que debía evitar tal sentimiento a toda costa; porque sí, desde niños nos educaron a no enamorarnos de nadie, a que eso era algo sumamente peligroso...

Qué estúpida fui por nunca creerles.

Desde pequeña fui frívola en muchos aspectos de mi vida, como por ejemplo, no sentir absolutamente nada cuando mis abuelos fallecieron; me dolió ver a mi padre sufrir, eso sí, ¿pero me dolió la pérdida de mis abuelos? Para nada. De hecho, hasta sentí miedo de mí misma al caer en ese detalle; muchos lloraban, estaban en penitencia, ¿pero yo? Solo indiferente. Era una muerte más después de todo, o eso pensaba de pequeña.

Quizás este es mi castigo por no tener empatía.

Volviendo con el tema principal..., bueno, mi enfermedad no parecía mejorar, todo lo contrario: empeoraba cada día. Gohan estaba apegándose cada vez más a mí, preguntado cada que podía sobre mi salud, que si estaba bien. A cualquier chica enamorada le hubiera encantado tener ese tipo de gestos de parte de su crush, pero... a mí no. Sabía que su preocupación nacía de su nobleza, de su amabilidad, porque me veía como un amiga... o quizás una compañera más.

Después de todo, él estaba enamorado... y no era de mí, sino de ella, de Videl.

Recuerdo ese día en particular, cuando me encontraba aburrida en mi casa mirando las redes sociales. Todo iba bien; además de escándalos de artistas y cosas así, todo era normal. O al menos así fue hasta que me topé con aquella publicación que me hizo venir en picada mi vida. En Facebook estaba la noticia de que la hija única del salvador del mundo, míster Satán, había conseguido a alguien de novio por fin, y ese alguien era Gohan. No sabría decir con certeza cómo fue mi reacción en ese momento ya que estaba en shock, sin procesar nada, sin saber qué demonios estaba ocurriendo a mi alrededor.

¿Gohan y Videl eran...?

Fue hasta que comencé a sentir unas fuertes punzadas en mi pecho y una gran necesidad de vomitar que desperté de mi ensimismamiento, trayéndome devuelta a la realidad. A mí realidad. Me eché a correr al baño de mi casa, vomitando lo que tanto temía al llegar: sangre acompañado con pétalos de rosas. Allí fue el momento donde todo comenzó a caer encima mío, donde por fin acepté lo que se me venía. Padecía de aquella horrorosa enfermedad, hanahaki.

Quizás si no me hubiese callado todo sería distinta mi vida, quizás no me encontraría así en estos momentos..., pero no. Como la estúpida que soy, me guardé todo.

Cuánto me arrepiento de ello.

-Lindassj1

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top