31 - Cautela
Heeseung 🍻
Amigo
Estoy afuera de la mansión
Pero me topé con una pareja disutiendo
así super feo
Y parece que también van a entrar
Jake, desconcertado por el mensaje que acababa de recibir, consideró mostrárselo a Sunghoon. Sin embargo, no quería arruinar el ambiente de la noche tan pronto, por lo que decidió mostrarle solo el primer mensaje que había recibido, ocultando los detalles adicionales.
Sunghoon se giró hacia él cuando sintió los pequeños toques de Jake en su mano blanquecina, que aún descansaba sobre su pierna. Leyó el mensaje y una sonrisa de comprensión apareció en sus labios.
—Abuelo, ha llegado el invitado de Jakey —dijo sin rodeos, llamando la atención del resto de la familia.
—Oh, perfecto, Jeonghoon me avisó que ya casi llegan también —Minjoon se levantó del sillón donde estaba y acompañó a Sunghoon y Jaeyun hacia la puerta.
Jake soltó un suspiro tembloroso, esperando que todo saliera bien.
Aunque preferiría que Sunghoon o incluso Minjoon fueran quienes abrieran la puerta, sabía que por etiqueta debía ser él quien lo hiciera. Así que, con determinación, se dirigió hacia la puerta, deslizó el pomo y la abrió.
Se encontró con Heeseung al otro lado, vestido de manera pulcra y con el cabello perfectamente peinado. En sus brazos sostenía una caja de una selección de 36 Praliné y Trufa con Alcohol.
Marca Läderach.
Una marca de chocolate suiza.
De las mejores del mundo.
Jake frunció el ceño, eso no era propio de Heeseung.
—Un gusto conocerlo, Sr. Park —Heeseung hizo una reverencia mientras mantenía la mano de Minjoon en la suya—. Sunghoon, cuánto tiempo... —añadió, inclinándose levemente hacia Sunghoon, quien también parecía desconcertado por la actitud de Heeseung—. Gracias por invitarme, Jake. Lamento la tardanza —finalizó sonriendo hacia su amigo.
—Es un placer tenerte aquí, Heeseung, pasa, estamos en la sala —dijo el hombre con una cálida sonrisa, aunque era más contenida de lo que sería una sincera—. Chico, por favor guíalo, me quedaré por aquí esperando a Jeonghoon y Seohyun.
Jake asintió hacia Minjoon, permitiendo que Heeseung lo siguiera de cerca.
—Gracias por venir, Heeseung, te esperábamos con ansias —agregó Sunghoon con una sonrisa nerviosa, consciente de que su relación anterior con Heeseung no fue la mejor.
—Estoy aquí por Jake —aclaró de inmediato Heeseung, sin perder tiempo en cortesías innecesarias—. Por cierto, traje esto, ¿dónde puedo dejarlo? —preguntó, señalando la caja blanca en sus brazos.
—Oh, si quieres entrégamela y la dejaré en la cocina —dijo Sunghoon con amabilidad, acercándose para tomar la caja.
—Prefiero dejarlo yo mismo —Heeseung se alejó sutilmente de las manos de Sunghoon, causando desconcierto en Jake.
Sunghoon disimuló el pequeño sonrojo en sus mejillas por la vergüenza. —Por supuesto, es por aquí.
Caminaron hacia la cocina, pasando por el costado de la entrada de la sala donde Heeseung pudo reconocer nombres de personas importantes y firmas de prestigio. Sabía que las conversaciones allí serían complejas.
Finalmente, entraron a la cocina, que era mucho más acogedora de lo que Heeseung había esperado. A diferencia de las cocinas modernas y poco usadas, esta tenía un aire hogareño.
—Puedes dejarlo en la isla o donde gustes... —Sunghoon vaciló, temiendo equivocarse.
Jake observaba todo desde algunos pasos más atrás, intrigado por ver a Sunghoon mostrar cierta vulnerabilidad en presencia de Heeseung.
Una mujer uniformada de mediana estatura apareció de algún lugar de la cocina, caminando con una sonrisa.
—¿Les ofrezco algo de beber? Hoy especialmente tenemos una gran variedad de vinos.
Sunghoon negó. —Gracias, Sra. Han, yo estoy bien.
Los otros dos también se negaron. La mujer tomó la caja de los brazos de Heeseung, alegando que la presentaría en una tabla para la sobremesa.
Jake decidió romper el momento tenso entre los otros dos.
—¿Volvemos a la sala?
Cuando llegaron a la sala, todas las miradas se posaron en Heeseung, quien mantuvo su postura segura.
Jake inició las presentaciones. La mayoría de la familia fue reservada, estrechando manos. Tetsu fue más cálida y le dedicó una sonrisa brillante junto con palabras de bienvenida.
Jake se detuvo frente a dos nuevas figuras que no conocía. Parecían estar cruzando la entrada de la sala.
La mujer se veía incómoda pero amable, mientras que el hombre mostraba un gesto de disgusto, su nariz arrugada.
—Heeseung, Jakey, ellos son Jeonghoon y Seohyun, padres de Jongseong —agregó Sunghoon, facilitando las cosas.
Entonces, la puerta se abrió por última vez esa noche, y entraron Jungwon y Jongseong, saludando calurosamente a la pareja recién mencionada con un abrazo.
Todos tomaron asiento después de saludar, aunque algo llamó la atención de Jake.
—¡Jungwonnie! ¿Cómo estás, amor? ¿A tus padres les gustó su regalo? —preguntó la abuela, con una sonrisa radiante.
—Oh, por supuesto que les encantó, le mandan saludos a todos también —respondió Jungwon y, cuando se sentó a su lado, la mujer tomó su mano y le dio pequeñas caricias como una abuela cariñosa, aunque Jake notó algo extraño.
Jungwon le había dicho a Jake que él era un alumno becado y no venía de una familia de renombre. ¿Por qué la abuela lo trataba de manera tan diferente?
La abuela daba mucha importancia a la familia, casi despreciaba a Jake por el origen humilde de sus padres.
Minjoon notó la tensión entre los tres chicos, especialmente entre Sunghoon y Heeseung, mientras Jake se perdía en sus pensamientos.
—Y dinos, Heeseung, ¿desde hace cuánto conoces a Jake? —preguntó Minjoon, manteniendo la misma sonrisa que Jake había visto antes, aunque su significado era difícil de descifrar.
Heeseung dejó de lado la revista que le mostraba una mujer cercana, a quien recordaba como una prima lejana.
—Creo que hace casi ocho o nueve años, nos conocimos a inicios de la universidad cuando entramos al periódico escolar; yo estaba en redacción y él en marketing —respondió Heeseung con simplicidad, consciente de las implicaciones de sus palabras.
Minjoon alzó las cejas, fingiendo sorpresa. —¿Tú también estudiaste marketing? —preguntó, mientras movía lentamente el vino en su copa.
Heeseung negó, sin perder el contacto visual con Minjoon. —No, soy periodista.
Sunghoon conocía este detalle, y por lo mismo, lo había ocultado anteriormente. La relación de los Park con la prensa nunca había sido la mejor, por lo que tener a un periodista cómodamente sentado en su propiedad podía considerarse una amenaza.
Jake notaba la intensidad en las miradas entre Heeseung y Minjoon, ambos sin bajar la mirada en ningún momento, pero tampoco levantando demasiado la cabeza.
Ni Minjoon se estaba comportando prepotente ni Heeseung avergonzado.
Se estaban tratando como iguales.
Minjoon esbozó una sonrisa más amplia, similar a la que usaba con Jake. —Que interesante, hace tiempo que no hablaba tan de cerca con un periodista —comentó, soltando una risa grave que atrajo la atención de Jungwon, quien había dejado de conversar hacía un rato y ahora observaba a Jongseong con una mirada indescifrable—. ¿Trabajas para algún periódico o eres independiente?
Heeseung se sintió satisfecho con la dirección que estaba tomando la conversación.
—Aún no laboro para ninguno; me he mantenido con trabajos independientes y ocasionales.
Sunghoon notó cómo la abuela buscaba recordar el nombre de Heeseung en algún titular sin éxito.
—¿Y tienes alguna primicia para nosotros? —preguntó Minjoon, bebiendo su vino lentamente.
Algo hizo clic en Sunghoon.
Era una trampa.
Estuvo a punto de intervenir, consciente de las consecuencias que podría tener la respuesta de Heeseung.
—No, señor Park, no tengo nada que revelar.
Minjoon observó intensamente a Heeseung durante un momento eterno.
Heeseung se removió en su lugar, posicionándose un poco más cerca de Jake, pero permaneciendo visible para Minjoon.
Minjoon lo entendió.
Y Jake también.
Ambos eran similares; se movían con cautela y elegancia, protegiendo a quienes les importaban.
Park Minjoon protegía el legado de su familia.
Y Heeseung protegía a Jake de los Park.
Al traer una marca de renombre solo para unos simples chocolates, Heeseung le tendió una trampa a Minjoon, haciéndole creer que buscaba quedar bien con él.
Pero Minjoon no le dio a su regalo la importancia que Heeseung había previsto, por lo que Heeseung respondió mal a Sunghoon cuando se acercó a ayudarlo, buscando ver si Minjoon protegería a su nieto y se acercaría a reclamarle por el mal trato.
Sin embargo, eso no sucedió, e incluso Sunghoon se mostró sumiso ante el comportamiento de Heeseung, llamando la atención de Heeseung al ver que Sunghoon se dirigía por su nombre al personal de la mansión, que según Heeseung vio, eran muchas personas incluso para su propia memoria.
La mano de Sunghoon estuvo junto a Jake todo el tiempo, Jake relajándose bajo su tacto.
Pero después, Sunghoon no mencionó nada sobre la profesión de Heeseung, ¿quería ocultarlo?
Entonces Heeseung comenzó a conversar con el familiar más cercano, la mujer de la revista. Sabía que eso llamaría la atención de la mirada detallista de Minjoon, pues dejaba más tiempo las páginas abiertas en los modelos de mayor costo.
Sabía que Minjoon pensaría que podía llegar a ser un interesado debido a eso y al regalo anterior.
Así fue como llegaron y pusieron fin a esa corta pero intensa conversación.
El patriarca dejó salir el aire y se apoyó en el sillón para levantarse. —Bueno, ¿les parece si pasamos al comedor? Me muero por probar el tan esperado menú.
El silencio se rompió y todos comenzaron a levantarse de sus lugares, incluido Heeseung, mientras Jake y Sunghoon aún estaban sentados en el sillón.
Sunghoon se giró hacia Jake y asintió, tranquilizando el corazón de su chico.
Heeseung lo había hecho muy bien.
Teorías?
Puede ser sobre las parejas, la herencia, las actitudes o lo que sea, pero quiero saber qué sospechan hasta ahora jeje
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