27 - Preparativos

—Sí, mamá, él es Sim Jaeyun, mi pareja — respondió Sunghoon, sin soltar la mano de Jake en ningún momento.

La atmósfera se cargó de una tensión sutil cuando Jaeyun se encontró cara a cara con la imponente pareja frente a él. La presencia de aquellos que se percibían poderosos, sumada al hecho de que en sus indagaciones sobre Courante nunca había tropezado con referencias a los hijos del CEO, lo llevó a reflexionar sobre el peculiar lugar que ocupaba en la jerarquía familiar de la empresa, directamente llegando a los nietos como herederos.

La mujer se acercó a Jaeyun y lo saludó con un doble beso en la mejilla, revelando una elegancia cultivada en la cultura internacional. Sim, sin embargo, se esforzaba por disimular su sorpresa y nerviosismo ante la formalidad inesperada.

—Mi nombre es Kyungmi, y él es mi esposo, Sungmon —presentó con calma, mientras el hombre a su lado asintió con un gesto de cabeza, recibiendo una respuesta más exagerada de parte de Jaeyun, que intentaba adaptarse a las expectativas sociales del momento.

Observando las lujosas bolsas en manos de ambos, Kyungmi reconoció las marcas distintivas y no pudo evitar preguntar con un tono intrigante: —¿También eres parte de Courante, amor? ¿O son regalos de Sunghoonie?

El rubor se apoderó de Jaeyun, que había aspirado a evitar juicios prematuros por la razón de su conexión con la empresa. —Soy empleado de Courante, gracias por el interés —respondió con una sonrisa forzada, tratando de mantener la compostura.

Sunghoon, en un tono lleno de orgullo, añadió: —Contratado directamente por mi abuelo, de hecho —sabedor de que este detalle era un argumento de poder, reservado para pocos que habían tenido el privilegio de tratar directamente con Park Minjoon.

Kyungmi, aparentemente ofendida o simplemente desinteresada, desvió la mirada hacia la decoración de la mansión, mostrando su desdén. Mientras tanto, la sonrisa juguetona de Sungmon no pasó desapercibida, quien con astucia notaba la protección que su hijo brindaba a Jaeyun.

—Si nos disculpan, Jakey y yo tenemos cosas que hacer en nuestra casa —Sunghoon les dio una sonrisa a sus padres, mostrando un poco más de calidez hacia el hombre.

Cruzaron la majestuosa mansión, Sunghoon siendo consciente de los pensamientos acelerados de Jaeyun. La presencia de los padres implicaba la existencia de más integrantes de la familia por los jardines de la propiedad, lo que sugería que era más seguro abordar ciertos temas una vez en su hogar.

Porque las paredes hablan.

En cuanto llegaron a casa, Jaeyun subió las escaleras y dejó las bolsas de compras sobre la cama, sacándole un suspiro a Sunghoon.

Park se sentó a su lado, Jaeyun parecía bastante decidido a evitar su presencia mientras respondía mensajes en su celular. 

La interrupción llegó cuando Sunghoon le quitó el celular, desencadenando la inevitable conversación que rondaba en el aire. —Papá es más amable que mamá —comenzó Sunghoon, revelando la compleja historia familiar. —Ni mi tío ni mi papá heredaron la empresa porque el abuelo dijo que eran cuervos, refiriéndose a mi tío y a mi mamá, ellos solo querían dinero y no entendían cuál era la visión de Courante, por eso nos criamos en esta casa.

Sunghoon se giró hacia Jaeyun, encontradolo jugando con sus manos, pero su mirada delataba que le estaba prestando atención.

—Soy un adulto, no les debo nada a ellos y si quieres que los evitemos durante la cena y todo el tiempo que decidas quedarte a mi lado, eso haremos.

Se acercó, acariciando su cabello y creando un momento íntimo.

—¿Ellos saben? ¿Saben que nuestra relación es falsa?

Sunghoon, con apretados labios, respondió honestamente. —No, solo Jongseong y Jungwon lo saben. Ellos no tienen por qué saberlo —dijo con simpleza.

La afirmación de Jake fue un asentimiento lento, pero luego sorprendió a Sunghoon con un beso decidido, marcando su conexión de una manera más profunda.

Sus labios se encontraron en un baile suave pero apasionado, cada contacto expresando el deseo y la autenticidad que subyacían en su relación. Jake se entregó al beso con intensidad, rompiendo cualquier barrera que pudiera haber existido entre ellos.

Al separarse, sus miradas se encontraron, revelando más que las palabras podían expresar.

—¿Para ti soy falso? —preguntó Jake, sus labios temblando, revelando su inseguridad.

—Eres mucho más que real.

En el significativo silencio que siguió, encontraron la certeza de su amor en cada roce de labios.

Después de minutos de besos interrumpidos por las manos curiosas de Sunghoon bajo la chaqueta de Jake, ambos cayeron dormidos, durmiendo abrazados durante horas.

Al despertar por el insistente timbre, se percataron de que ya era noche.

Jaeyun, demasiado perezoso para levantarse, dejó a Sunghoon bajar y encontrarse con Jongseong en la puerta.

Jongseong saludó con la cabeza y comenzó a hablar. —Jungwonnie quiere que vengan a probarse sus atuendos. Está el diseñador en nuestra casa, por si necesitan ajustarlos.

Sunghoon asintió y le informó a Jongseong que en un momento irían, el otro simplemente se retiró.

Subió y se acercó a Jake, oh, eran pocas las veces que había tenido oportunidad de verlo dormir.

Hacía un precioso y abultado puchero, su cabello estaba revuelto y se había envuelto en una manta que encontró por ahí.

Sin pensarlo mucho, se acercó y pasó su dedo por la mejilla del otro, mientras le llamaba, buscando despertarlo.

Algo que Sunghoon no sabía, es que Jake estaba despierto, pero preferiría fingir que no para seguir sintiendo las caricias ajenas.

—¿Qué sucede? —Terminó por preguntar con voz ronca, aparentando un bostezo después.

—Vamos a la casa de Jongseong, es sobre la cena. —Jake simplemente abrió un poco la boca, intentando procesar lo que había escuchado, parpadeando lentamente por el sueño.

Sunghoon se perdió en la forma en que sus pestañas se movían con gracia, abrazando sus ojos y reconfortandolos ante el cansancio.

—Dame un momento. —Jake se levantó de la cama, y Sunghoon, abrumado por sus sentimientos, asintió.

Intentando entrar por la puerta principal sin éxito, Sunghoon propuso dirigirse al jardín secreto. Frente al ventanal, descubrieron un kiosco blanco en el jardín, un detalle encantador y coqueto.

Sunghoon deslizó elegantemente el ventanal, introduciéndose en la bulliciosa sala, donde un frenesí de personas ejecutaba las directrices de Jungwon con diligencia.

Desde la perspectiva de la banquetería, pudo discernir la entrega de una porción de la cena del día siguiente, identificando elementos delicados que requerían refrigeración.

Entre risas, un hombre junto a Jongseong parecía aplicar un tratamiento facial, aportando un toque de ligereza a la atmósfera.

El centro de la sala albergaba una exhibición impresionante de regalos, dejando a Jake prácticamente boquiabierto ante la magnitud y cantidad de los mismos.

Mientras Jungwon mantenía una animada conversación con una mujer, esta indagaba sobre detalles para el peinado del próximo día. La dinámica charla se vio interrumpida cuando Jungwon, con una mirada severa, corrigió a un hombre que estuvo a punto de dejar caer uno de los exquisitos postres de considerable altura. En ese instante, la atención de Jungwon se desvió hacia la presencia recién notada de Sunghoon y Jaeyun en su hogar.

—¡Oh, no los había visto! Pasen, pasen... —Jungwon se acercó a ellos, guiándolos con una cálida sonrisa. —¿Les gustaría beber o comer algo? —preguntó, manteniendo su tono neutro con un toque de dulzura. —El diseñador ya los espera arriba, pueden consumirlo mientras les hacen las pruebas. —Aunque Jungwon mantenía la calma, Jake notaba su mirada preocupada que se desviaba hacia el resto de empleados en su casa, comprobando que hicieran todo perfecto.

Sunghoon bufó con una sonrisa, Jake se dio cuenta entonces de que era la primera vez que lo veía reír junto a Jungwon. —Solo tengo un poco de sed, ¿tú tienes hambre, Jakey?

Jake negó de inmediato. —Estoy bien, muchas gracias.

Jungwon asintió y le hizo señas a una chica que iba pasando con un Ipad en la mano, Jake supuso que era su asistente. —Consígueme bebidas para el Sr. Park y el Sr. Sim, diez minutos máximo. —Ella aceptó sin dudarlo y corrió hacia algún lugar de la casa.

Sr. Sim

No pareja del Sr. Park

Soy Sr. Sim

Una radiante sonrisa apareció en el rostro de Jaeyun.

Sunghoon lo guió hacia las escaleras y subieron para los ajustes del atuendo, hicieron algunos cambios de último minuto y Jaeyun estaba agradecido de que Jungwon haya cumplido su palabra, él realmente buscó conservar la esencia de cada miembro de la familia y plasmarlo en las prendas.

Después de un breve lapso, Jongseong hizo su entrada, en compañía de la asistente de Jungwon, quien con gracia les ofreció bebidas a ambos chicos. En un gesto amigable, Jongseong compartió con Jaeyun la noticia de que la prueba para Heeseung estaba programada para la mañana siguiente, teniendo lugar en su departamento, Jake aceptó de inmediato estar junto a Heeseung en su prueba.

Mientras conversaban sobre los preparativos, Jake descubrió el humor ácido de Jongseong, quien, a pesar de su tono burlón y el sabor amargo del wisky en su vaso, mantenía un respeto evidente hacia él.

Sunghoon se sintió reconfortado al ver la conexión entre Jake y Jongseong. Para él, Jongseong era como un hermano, y que ambos se llevasen bien tenía un significado especial.

A esto me refiero con kiosco:

En el siguiente cap estaremos con Heeseung casi todo el rato, en lo personal, es mi personaje fav ajsj

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