09 - Solo Roomies

El semáforo cambió a verde y Sunghoon aceleró. Jake, quién se encontraba al lado de su asiento, tiene la urgencia de quitar la vista de las brillantes luces de los edificios y establecimientos para dirigirla hacia el conductor, hacia Sunghoon, mismo en quien puede notar un ceño fruncido.

—Lo siento... Lo lamento. —Pide Jake, anhelando bajar de ese coche que lo hace sentir asfixiado. Otra vez se apodera de su ser esa sensación de pánico, de inseguridad. —Lamento crear un escándalo estando Heeseung ahí, tal vez debimos hablar antes de bajar del auto y no irme así...

—Aquí no. —Lo interrumpe Sunghoon, sin apartar la mirada del frente. —No es buena idea ni del todo respetuoso que hablemos sin yo darte el frente o distrayéndome por continuar manejando, mejor dime qué se te antoja para cenar y hablemos en casa.

Casa.

Jake agradece internamente la consideración de Sunghoon por su apetito, aunque él no sienta esa bella residencia como su casa o un cálido hogar.

—¿No habías dicho que teníamos que tener cuidado al mostrarnos públicamente? —Vaciló Jake.

Sunghoon asintió y relajó sus hombros en un semáforo, girando su rostro hacia el mayor y sonriendo para después hablar. —No pasa nada si llegamos rápido a comprar comida, mañana mandaremos traer la lista completa para llenar la alacena y todo lo que sea necesario. —Observó a Jake y se percató de un mechón despeinado en su cabellera, sin poder evitarlo, levantó su mano y muy delicadamente lo acomodó en su lugar, sintiéndolo tan suave bajo su tacto.

Y recordó como tomó el cabello de Jake entre sus dedos mientras lo besaba en medio del parque, su primer y único beso.

—¿Estás bien...? —Preguntó al notar el cambio de expresión en él, Sunghoon sacudió su cabeza en un intento por eliminar rastros de esa noche y entonces cambió la luz del semáforo, avanzaron y se decidieron por comprar sushi para cenar.

Y Jake insistía en pagar lo suyo, asegurando que si le alcanzaba una y otra vez.

Pero Sunghoon no estaba dispuesto a aceptar, y cuando Jake prestó atención a los total indicado en el ticket, disminuyó notablemente su insistencia, hasta terminar con un:
—Pero un día pagaré yo, eh.

Sunghoon soltó una risita y llevó las bolsas al auto, las dejó en la parte de atrás, donde también reposaban las pertenencias que Jake había traído de su departamento.

Justo arriba de todo, había una preciosa fotografía enmarcada, con un Jake de no más de quince años y un cachorro - o cachorra - de probablemente dos o tres meses entre sus brazos.

Sunghoon sonrió sin poder evitarlo y tomó nota mental para preguntar por ello en otro momento.

Dejó la fotografía donde estaba y cuando Jake subió al auto, Sunghoon tomó su lugar frente al volante y suspiró para después encender el auto y ponerse en marcha a la mansión.

Sunghoon le ofreció a Jake el vincular su celular para reproducir la música que él deseara, gesto que el rubio agradeció gustoso, así podrían hacer más llevadero el camino a casa donde les esperaba una larga conversación.

Al llegar a la propiedad, antes de estacionarse, justo cuando el auto disminuía la velocidad frente a uno de los muchos ventanales que había, Sunghoon apuntó hacia dentro, Jake giró hacia donde se le indicaba y pudo ver al abuelo Park junto a varias mujeres y hombres, todos con copa en mano y sonrisas en sus rostros, compartiendo una amena conversación en la sala de estar.

Jake giró aterrorizado hacia Sunghoon, ¿tendría que pasar por donde estaban esas imponentes figuras mientras él vestía una chaqueta de mezclilla y camisa de cuadros, cargando además una bolsa de sushi que acababan de comprar en el primer lugar que encontraron?

Y como si Sunghoon pudiera leer lo que él pensaba, negó con la cabeza y estacionó el coche, bajando y sujetando la caja con las pertenencias de Jake.

—Toma la comida y sígueme. —Ordenó y Jake no tenía ganas de replicar, así que hizo lo que se le indicó y terminaron por pasar a un costado de la casa madre, punto ciego para todas esas personas, llegando directo al jardín que quedaba frente a las dos casas de los herederos de Courante.

Gracias a que Jake había memorizado perfectamente la clave por teclear para entrar, no fue necesario para Sunghoon el bajar la caja en sus brazos, solo suspirar cuando por fin estuvo dentro del que sería el hogar de ambos por mucho, mucho tiempo.

—Dejaré esto por aquí y podemos ordenarlo mañana, hoy enfoquémonos en cenar y hablar, por favor. —Pidió Sunghoon, abriendo la bolsa que Jake recién había depositado en la barra de la cocina.

Jake asintió completamente de acuerdo y tomó asiento en el taburete frente a Sunghoon, justo como había sido horas atrás.

Con un California roll recién comido, Jake fue el primero en romper el silencio. —¿Cómo será la dinámica si viviremos juntos...? —Cuestionó, dudando al continuar. —Tomando en cuenta que entraré a Courante también, supongo que tendremos un horario similar y... Tal vez tengas alguna rutina o no sé.

Trasfondo detrás de la cuestión de Jake: Se siente un intruso en la vida de Sunghoon y no quiere alterar el ritmo que llevaba antes de conocerlo.

Sunghoon bebió del vaso frente a él, en un intento por ganar tiempo para encontrar las palabras correctas para responder. —Nuestro horario no será el mismo, el tuyo será más estrecho a menos que sea fechas de lanzamiento y se requieran horas extras, de cualquier forma, eso te lo explicará recursos humanos el lunes. —Aclaró ese punto, para después desviarse hacia lo personal. —No tengo una rutina fija. —Jake arrugó las cejas. —La noche anterior reviso a qué hora será necesario entrar al siguiente día y en base a eso me programo, cuando nuestros horarios coincidan podemos irnos juntos, cuando no sea así y prefieras descansar más horas, entonces puedes pedir a cualquiera de los chófer que te lleve.

—Puedo irme solo también... —Murmuró Jake y Sunghoon negó.

—No debes olvidar que estamos a una hora de Courante en auto y no pasa ningún autobús por aquí, además, la prensa podrá verte de nuevo y levantaremos sospechas si llegas caminando.

Jake no sabía si Sunghoon siempre era así de serio y profesional cuando se tocaban temas laborales, pero el verlo gesticular mientras hacía leves ademanes aún con los palillos entre sus manos, la camisa de vestir blanca con los primeros tres botones sin sujetar que revelaban la agotadora jornada que había tenido durante el día, y sus labios bajo la irritación del wasabi que había consumido minutos antes... Definitivamente lo estaba desconcentrando.

Y Sunghoon lo notó, por supuesto que lo hizo, por esta misma razón llevó la conversación hacia donde él quería, hacia el mejor lugar para definir de una vez por todas lo que se buscaría al estar juntos.

Sunghoon se aclaró la garganta y Jake subió la mirada a los oscuros ojos contrarios una vez más. —Como ya te había dicho, me puedes ver solo como un roomie si es más cómodo para ti, poco a poco nos iremos conociendo y tal vez así deposites una pizca de tu confianza en mí, ¿está bien?

Jake lo pensó, ¿ser solo el roomie de Sunghoon y no intentar nada más?, tal vez así deje de sentirse tan atraído por el heredero, mismo que - según Jake - tiene novio.

El lunes podrá descubrir si es así, los chismes corren rápido y si hay algo que los empleados de Courante saben, es si Sunghoon está o no relacionado con ese tal Sunoo.

No puede negar que Sunghoon es jodidamente atractivo y daría mucho por poder sentir el sabor de sus labios una vez más, tener el placer de conocer la calidez de su cuerpo y que él conozca la suya, saborear todo lo que tenga para darle y...

Jake interrumpe el rumbo que está tomando y, antes de arrepentirse, asiente con fuerza. —Por supuesto, solo roomies.

Realidad detrás de su respuesta: No lograrán ser solo roomies.

Holiwis, espero les haya gustado este capitulo y creo que aquí ya quedó entendido por qué el fic se llama así kaks
Sigan escuchando el cover de Jay, es una verdadera bendición 🙏😭
Besitos y nos leemos prontooo 💕

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