01 - Apresurado [Primer Arco]

La noche era pesada sobre los hombros de Jake. Su departamento, aún nuevo y sin vida, se sentía demasiado silencioso sin la presencia de su roomie, quien había salido a divertirse en algún club de la ciudad.

Cuando conoció a Heeseung en la universidad, se hicieron cercanos con rapidez a pesar de la diferencia de carreras.

Ambos son recién egresados, sin grandes esperanzas de progresar en el país que vivían, decidieron ahorrar y con mucho esfuerzo mudarse a New York, donde hace menos de una semana habitan.

En cualquier otro momento, Jake lo habría acompañado sin dudarlo, pero esta vez, simplemente no tenía ganas.

No estaba enfermo, no se había enterado de alguna mala noticia, no nada.

Tampoco era un bajón emocional, pero el presentimiento de que algo estaba por suceder, sumado a la incertidumbre de que tan malo o bueno sería, le carcomía la cabeza.

Tal vez... Solo necesitaba salir a caminar y despejarse un poco.

Con la noche abrazando su cuerpo cubierto por nada más que una sudadera, Jake tomó el ascensor, tratando de ignorar las fuertes palpitaciones en su pecho, estaba muy nervioso y no sabía por qué.

No avanzaría por el área citadina, se desviaría al parque más cercano a su edificio, preferiría evitar todo el destello de luces y fuertes ruidos de la zona más concurrida.

Él solo quiere un respiro.

Una señal de que mudarse y dejar todo atrás, siendo acompañado únicamente por su mejor amigo, había sido la decisión correcta.

Avanzó hasta divisar su meta, se acercó al oscuro parque, con árboles teñidos de colores cálidos por el otoño que había comenzado y corrientes de aire helado por la hora en que lo visitaba.

Se acercó al templete donde una banda de jazz local endulzaba su oído, permaneció frente a la estructura durante largos minutos, simplemente escuchando, observando, disfrutando.

Cuando quiso tomar su celular para grabar el espectáculo sinfónico que estaba presenciando, notó entonces que lo había olvidado, únicamente tenía sus llaves y una mentita en la bolsa de su hoodie, más nada.

Suspiró y masticó la menta, levantando nuevamente la mirada, percatándose del desconocido de cabellera blanca al otro lado del templete.

El joven también lo observó y su ceño se frunció un poco, el chico llevaba un hermoso abrigo largo, sus facciones eran realmente atractivas y Jake quedó encantado por ello, absolutamente embobado.

Un entrecortado suspiro brotó de su pecho mientras sentía el corazón latir a aún más velocidad que hace algunos minutos.

Para el otro chico las cosas tampoco estaban siendo muy diferentes, cuando observó al chico solitario de cabello rubio frente a la banda de jazz, escuchando con tanta atención pero con un semblante de melancolía e incertidumbre, capturó su atención por completo.

Dio la vuelta al templete mientras Jake retrocedía un poquito, sintiéndose intimidado por la bruma de sentimientos en su ser.

Para muchos resulta ridículo, pero, ¿alguna vez haz hecho algo o conocido a alguien que sabes que hará un cambio en tu vida?

Un presentimiento, una idea.

No sabes si para bien o para mal, pero el impacto estará ahí y esto puede tanto asustarte como emocionarte.

Puedes llamarlo de la forma en que desees, creer en ello o no, pero justo eso es lo que ambos individuos sintieron al encontrarse por primera vez.

Cuando el más alto avanzó hacia Jake, sin saber aún qué decir o hacer pero con la necesidad de acercarse, Jake le sonrió chiquito.

El chico le devolvió la sonrisa y habló. —Nunca te había visto por aquí, ¿eres nuevo?

Jake lo observó fijamente, repitiendo las palabras del otro en su cabeza, esa voz podía ser sin problemas la octava maravilla en el mundo.

Cuando el otro inclinó muy sutilmente su cabeza hacia adelante, en un intento por llamar su atención de nuevo, Jake cayó en cuenta de que no le había respondido y tal vez el chico creía que él era sordo o algo similar. —Lo siento, me desconcentré. —Explicó, ansioso. —Pero sí, soy nuevo, me mudé hace pocos días.

—Tu inglés... —Y una sonrisa más amplia y pícara apareció. —¿De dónde vienes?

Jake bajó la mirada un poco avergonzado, estaba casi seguro de haber visto al desconocido en algún otro lado antes.—-Vengo de Corea, pero nací en Australia... Me llamo Jake.

El desconocido sonrió ladinamente. —Lindo nombre. Perfecto para ti, Jakey. —El mencionado arqueó una ceja con diversión, era bastante intrigante a la vez que atrayente la seguridad del hombre. —Mi nombre es Sunghoon, y me encantaría ser acompañado por ti esta noche, ¿a ti te gustaría estar conmigo?

Después de eso, Jake no sabe qué sucedió.

Es decir, sí lo sabe, pero desconoce absolutamente la actitud que tomó aquella noche al acercarse con tanta confianza a un desconocido como lo era Sunghoon.

Al Jake asegurar que también le interesaba estar más tiempo con él, comenzaron hablando, mientras rodeaban el parque y después cruzaban por el puente ya ornado con luces navideñas, desprendiendo intimidad con la naturaleza de sus movimientos.

Sunghoon no conocía a Jake ni viceversa, pero encajaron como piezas destinadas a estar juntas, tan perfecto que asusta.

Jake no recordó en toda la noche quién es Sunghoon, dónde lo había visto antes y el por qué sentía esa conexión con él, en cambio, se enteró de su bebida favorita, estilo de música, libros y uno que otro gusto culposo.

Cuando a pasos lentos y delicados se acercaron de nuevo al templete, el jazz fue mucho más fuerte para sus oídos, siendo ahora Jake quien tomó la iniciativa, tendiendo su mano al más alto.

Y Sunghoon bufó una sonrisa al aceptarla y danzar con él, giros torpes y flojos, pero con sonrisas tan grandes que parecían ser los verdaderos dueños de la solitaria e improvisada pista.

Pero al terminar, Jake acercó su propio brazo para jalar a Sunghoon un poco más, sentirlo cerca, mucho más cerca.

Ambos con mejillas y narices rojas por el frío, el aliento caliente del uno mezclándose con el otro, Jake lamió sus propios labios precipitando lo que venía, Sunghoon notó eso y no pudo volver a apartar su mirada de ahí, soltando las manos de Jake para acariciar su mejilla y sin pensarlo, ambos se movieron al mismo tiempo, sincronizados cuando sus bocas se encontraron.

Hubo una luz brillante y blanca a lo lejos que se encendía y apagaba varias veces.

No lo notaron.

Sunghoon besó a Jake. Y no le importó si era prácticamente un desconocido porque una sensación cálida y deliciosa fluyó dentro de él, depositándose en su pecho, con ímpetu.

Acercó su cabeza, y se sintió como en el cielo porque la sensación era adictiva. Saboreando un pedazo del paraíso en sus labios, en su lengua.

Moviendo su boca con lentitud y suavidad, con tanta delicadeza y pasión que lo hacía tener ganas de llorar por no haberlo conocido antes.

Pero recuerda que Jake le contó sobre el cómo se mudó para buscar nuevas oportunidades y crecer profesionalmente, tener éxito.

Y junto a Sunghoon sería difícil tenerlo.

Entonces se separó.

Jake lo observó con los labios irritados y ojos brillantes, soltando una burbujeante risita.

Sunghoon acarició su cabello, admirando al ángel que había conocido esa noche y jamás volvería a ver, no podía, no podía arrancar los sueños de Jake así, debía olvidarse de él.

—Gracias Jakey, por darme la mejor noche de toda mi vida... En serio, gracias... —Exclamó, casi en un susurro y antes de que el más bajo pudiera responder, Sunghoon se alejó, dejando a Jake desconcertado por todas las emociones que experimentó en un lapso tan corto de tiempo.

Fue apresurado, el amor que se atrevió a sentir por Sunghoon en solo una noche, fue un amor apresurado.

Y traería consecuencias.

QUE ONDAAAAA
Esta será mi segunda historia larga, que emoción.
Aproximadamente 50 capítulos y final feliz, esperen las actualizaciones, iyoonnie_ y yo nos estamos esforzando mucho para este fanfic, espero les guste ❤️❤️

Habrá parejas secundarias, si tienen alguna idea de quienes serán o lo que creen que pasará en la historia, déjenlo aquí ➡️

Nos vemos en la próxima actualización, recuerden que las primeras serán sin horario y después anunciaré el día, un besitooo 👋

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