[ 🥀 ] ᵐʸ ᵈᵃᵈᵈʸ'ˢ ᵍᵒᵗ ᵃ ᵍᵘⁿ [ 🖤 ]────✧

❝ハートの女王❞

El sombrerero y la mitad de los militares salieron con dirección a las arenas de juego. Aguni, Niragi y yo nos quedamos para vigilar.

Cuando el último carro salió yo me escabulli entre todo el montón de gente que había y pude ir hasta la sala de vigilancia. Por lo general ahí no hay nadie, excepto por Chishiya que lo he visto bajar.

Podía ver a los demás divirtiéndose en la espera de su líder. La cámara que estaba con dirección a la suite presidencial era en la que estaba más centrada, esperando que alguien se acercara. Mi radio estaba en la mesa y mi daga y el arma que me habían dado las tenía sobre mi regazo tratando de limpiarlas un poco.

Luego de una hora pude ver cómo Chishiya entraba silenciosamente sin percatarse de mi presencia. El chico venía con un libro en mano sin prestar atención a lo que había. Cuando se dio cuenta de mi presencia cerro su libro y se sentó a mi lado.

La presencia del chico me incomodaba y el hecho de que siempre parecía estar analizando te me mantenía inquieta.

-Malika, ¿Qué tanto confías en él sombrerero? -vaya que me tomo por sorpresa su pregunta -Asumo que como su mano derecha haces ciegamente todo lo que ordena

-Confio en qué el nos podrá sacar de aquí

-¿Estás segura de eso? El hombre no parece estar muy cuerdo que digamos -solo seguí limpiando mis armas tratando de ignorarlo -Piensa por qué te traje aquí, por qué se que aunque no estás del todo cuerda últimamente te necesito para mi plan.

No, no puedo confiar en él. No dudaría en desecharme una vez que no me necesite.

-El sombrerero nos está mintiendo ¡Malika abre los ojos! -su mano imparto tan fuerte en la mesa que tiro varias de las cosas de esta- Tómalo o déjalo, te espero mañana en la mañana en la azotea si es que quieres ser parte del plan.

Y con eso me dejó sola. Si tenía mis dudas sobre el plan del sombrerero pues no me ha querido decir cómo es que sabe cómo salir de aquí.

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Pasada la media noche pude ver cómo de poco en poco iban llegando los carros. El sombrerero fue el último en llegar y por suerte había llegado ileso.

Luego de una breve plática en privado sobre que había sucedido en su ausencia y omitiendo la plática con Chishiya ambos tomamos camino al bar, dónde ya todos estaban celebrando.

Niragi se acercó a mi con un vaso de lo que supuse era alguna bebida alcoholica y nos fuimos a sentar a unos sillones algo apartados. El chico tenía su mano en mi muslo mientras tomaba su bebida como si no quisiera que me alejara de él.

Cuando se la acabo, empezó a dejar besos sobre mi hombro y cuello. Yo solo estaba disfrutando de las caricias del chico. De un momento a otro me tenía sobre él, con ambas piernas a sus costados. Su mirada estaba sobre mis labios y sus manos acariciaban mi cintura.

Decidí tomar yo la iniciativa y lo besé. Ambos parecíamos estar sincronizados, mis manos las pase por su cuello pegándolo más a mí sí es que era posible. En cuanto el aire se nos acabó junto nuestras frentes. Y así estuvo por unos minutos.

Luego de eso se paró llevando me con él de la mano. Pasamos por el lobby directo al ascensor y cuando se cerraron las puertas me volvió a besar pero esta vez con más necesidad. Sus manos abandonaron mi cintura y ahora acunaban mi rostro mientras que mis manos estaban afrerradas a su camisa.

El ascensor para en su piso y nos condujo por el pasillo hasta estar en la puerta de su habitación. Cuando ya estuvimos dentro el solo se recostó en la cama y me hizo que yo hiciera lo mismo dejando mi cabeza sobre su pecho.

-Malika, por favor no me dejes...

Estaba atónita. El más rudo y loco de los militares estaba diciéndome aquello. No parecía real.

-Promete que siempre estarás a mi lado, aún cuando dejemos esta mierda de país, por favor... Prométeme lo.

-Lo prometo -dije acariciando su mejilla sintiendo como se aferraba más a mi cintura cayendo dormido después de varias caricias más.

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8:47 a.m.

Esa era la hora que marcaba el reloj que estaba en la pared de enfrente.

Niragi está aún durmiendo dándome la espalda. Me pare lo más lento posible para no despertarlo y me fui a la azotea esperando que ya estuviera ahí Chishiya.

Y no estaba equivocada, ahí estaba junto con Kuina a su lado. Ambos estaban esperando a que dijera algo.

-Estoy dentro, pero Niragi viene en cuanto nos vayamos de aquí

-No puede venir y ni siquiera se puede enterar de algo -Kuina sonó molesta cuando dijo aquello -Nos puede delatar y nos matarían... Sabes lo que pasó ahora con los traidores

-Entonces suerte, con robar las cartas

Me di la vuelta y comencé a caminar, no di no 3 pasos cuando sentí una mano fría tomar mi muñeca

-Esta bien, pero no le puedes contar nada -la mirada de Chishiya era demasiado seria, así que solo asentí y me fui dejando aquellos dos solos.

Ya en el lobby pude ver a Hyunjin con el tal Felix.

-¡Hey cariño! -Mi grito hizo que ambos chicos voltearan a verme y pararon su andar para que pudiera alcanzarlos. -¿A dónde iban? -dije mientras pasaba mis brazos por las cinturas de ambos chicos.

-A desayunar, íbamos a ir por ti pero no estabas en tu habitación y no quisimos acercarnos a la de Niragi -mi ceño se frunció pues no entendía que quería decir con eso -Malika, él siempre está pegado a su arma y no creo que le haga gracia que nosotros vayamos a buscar a su chica.

Luego de eso nos dispusimos a desayunar entre risas. Vaya que necesito un descanso