5: Mesas sucias

[Jungkook]

No sé qué clase de día haya tenido Yumi, pero cuando entro al puesto de ramen esta noche, el lugar está lleno hasta los topes. No es algo común. Normalmente hay un par de clientes dispersos en las mesas, comiendo con tranquilidad, pero hoy parece como si todo el vecindario hubiera decidido cenar aquí.

Observo desde la puerta por un momento, dándome cuenta de que ni siquiera ha tenido tiempo de verme llegar. Está corriendo de un lado a otro, tomando pedidos, sirviendo ramen, limpiando mesas, todo a una velocidad impresionante, pero claramente sobrecargada. Su expresión está tensa, pero sigue moviéndose, como si fuera una máquina.

Me siento en mi lugar habitual, en la barra, y la veo pasar junto a mí sin siquiera hacer contacto visual. No lo puedo evitar; me siento algo incómodo viéndola así de estresada. La Yumi que conozco siempre está relajada, en control de la situación, incluso bromeando conmigo. Pero esta noche... esta noche parece que está al borde del colapso.

—¡Señorita! ¡¿Cuándo llega mi ramen?! —grita un cliente desde el fondo del local, sacándome de mis pensamientos.

Ella se vuelve rápidamente y asiente con una sonrisa tensa, pero puedo ver la frustración en sus ojos. Sin pensarlo mucho, me levanto de mi asiento y me dirijo hacia una mesa que acaba de quedar vacía. Hay platos sucios y restos de comida esparcidos por la superficie.

No sé bien por qué lo hago. Supongo que es porque no soporto verla así. Pero antes de darme cuenta, estoy recogiendo los platos y apilándolos en la barra, como si fuera parte del equipo. Nadie parece notar mi presencia, y eso es exactamente lo que necesito.

—¿Qué estás...?

La voz sorprendida de Yumi me detiene en seco. La miro desde detrás de mi mascarilla, con los platos en las manos. Por un segundo, parece que va a decirme algo, pero luego, una sonrisa inesperada se dibuja en su rostro. Es la primera vez que la veo sonreír así, de verdad, como si por un momento todo el caos del restaurante desapareciera.

—No tienes que hacer eso, Picante. —Su tono es ligero, casi divertido.

—Pareces necesitar una mano —respondo, intentando sonar casual, aunque por dentro estoy sorprendido de que haya sido tan fácil romper la barrera entre "cliente" y "empleada".— ¿No hay alguien más que trabaje contigo?

—Hoy estoy sola. —Suspira, mirando las mesas abarrotadas—. Mi jefe salió temprano y… bueno, aquí estoy, manejando el caos.

Coloco los platos sobre la barra y me encojo de hombros, como si fuera lo más natural del mundo.

—Entonces, déjame ayudarte. —Ni siquiera sé por qué estoy ofreciendo mi ayuda tan descaradamente. No es algo que haría normalmente, pero esta sensación de "normalidad" que tanto busco cuando vengo aquí me empuja a querer ser parte de su mundo, aunque sea por un momento.

Ella me observa por un instante, como si no supiera qué decir. Al final, solo asiente, claramente demasiado agotada como para discutir.

—Está bien, pero que conste que no te estoy pagando —bromea, antes de apresurarse a atender otra mesa.

Mientras me pongo a limpiar, una sensación extraña pero agradable comienza a crecer dentro de mí. No es solo que estoy ayudando, es que estoy haciendo algo normal, algo cotidiano, sin que nadie me reconozca. Y lo mejor de todo es que Yumi no tiene ni idea de quién soy, y eso me hace sentir... libre.

El restaurante sigue lleno, pero entre los dos comenzamos a manejar mejor la situación. Yo recojo platos y limpio mesas, mientras ella sigue sirviendo ramen y tomando pedidos. No es exactamente fácil, pero tampoco es imposible, y me doy cuenta de que, a pesar de lo extraño que es ver a un idol mundialmente famoso como mesero, me estoy divirtiendo.

Después de lo que parece una eternidad, la mayoría de los clientes finalmente se van, dejando el lugar mucho más tranquilo. Yumi deja caer un último plato sobre la barra y se apoya en ella, exhausta.

—Gracias, en serio. —Me mira con gratitud sincera—. No sé qué habría hecho sin tu ayuda esta noche.

—No es nada —respondo, aunque por dentro me siento extrañamente orgulloso de haber podido echarle una mano.

—Debes pensar que este lugar es un desastre —dice con una sonrisa cansada.

—No, en absoluto. —Me río suavemente—. Creo que es... entretenido.

Y, por primera vez, Yumi se ríe. No una risa burlona ni sarcástica, sino una risa genuina, clara y brillante. Es el tipo de risa que ilumina una habitación, incluso una como esta, llena de clientes exigentes y platos sucios. Y me doy cuenta de que esa risa es algo que quiero seguir escuchando.

—Nunca pensé que te vería limpiando mesas, Picante —dice, aún con una sonrisa.

—Yo tampoco. —Me encojo de hombros—. Pero bueno, supongo que hay una primera vez para todo.

Nos quedamos en silencio por un momento, ambos todavía recuperándonos de la agitada noche. Me quito la gorra por un segundo, dejándome respirar un poco. La mascarilla sigue puesta, por supuesto, pero no puedo evitar sentirme un poco más... descubierto. Como si, al ayudarla, hubiera bajado parte de mi guardia sin darme cuenta.

—Deberías pedir un aumento —bromeo—. Si puedes manejar esto sola, puedes manejar cualquier cosa.

Ella se ríe otra vez, y ese sonido me hace sentir algo cálido en el pecho, como si, por un momento, todo el estrés de mi vida se desvaneciera.

—Quizás lo haga —responde—. Aunque, si sigues viniendo, tal vez debería pedirte que te unas al equipo.

Nos reímos juntos, y en ese instante me doy cuenta de que algo ha cambiado entre nosotros. Ya no soy solo un cliente más, y ella no es solo la chica que me sirve ramen todas las noches.

Nos hemos cruzado una línea invisible, y aunque todavía no sé hacia dónde nos llevará, no puedo evitar sentir una emoción extraña.

Cuando termino de limpiar la última mesa, me despido de Yumi, sintiéndome más ligero de lo que me he sentido en mucho tiempo.

—Nos vemos mañana, Picante —me dice mientras cierro la puerta detrás de mí.

Mientras camino por las calles oscuras de vuelta a mi realidad, no puedo evitar sonreír. Esta noche, por primera vez, he sentido que tal vez, solo tal vez, hay un lugar en el mundo donde puedo ser solo yo, sin máscaras, sin expectativas.

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𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐥𝐞𝐬 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐞 𝐛𝐚𝐛𝐲𝐬 :3

𝐁𝐞𝐬𝐢𝐭𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐥𝐚 😚

learmy01

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