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1 de Septiembre 2021

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Londres, Inglaterra







La tarde comenzaba a refrescar en Londres, todos los oriundos de la ciudad estaban completamente acostumbrados a sus ventiscas y lluvias repentinas, pero no era lo mismo para cierto mexicano, José Eduardo seguía sin acostumbrarse a la ciudad, para él no había lugar más raro y deprimente en el mundo que Reino Unido, no era amante de los climas grises y tristes como los de ese lugar según su perspectiva, pero su trabajo lo obligaba a permanecer cerca, aunque no se quejaba, era un amante de su profesión, misma que lo había llevado a cumplir varios de sus más grandes sueños, como el tener su propio gimnasio y recorrer el mundo de la mano de su mejor amigo Sergio.

Era gracias a este último es que se encontraba divagando en la ciudad, Checo le había pedido que buscará un detalle para Carola que lo ayudara a disculparse con ella, en días anteriores el de pecas había salido de la habitación de su esposa antes de que ella despertara sin decir ni una palabra al sentirse confundido por haber pasado la noche con ella, la culpa por traicionar a la chica misteriosa lo estaba matando, así fue como arrastró a Jo lejos de ahí agendando un vuelo de última hora hacía Milton Keynes con la excusa de que ambos tenían trabajo que hacer en la fábrica.

Investigando en internet el de Puebla descubrió una nueva florería en la ciudad, buscando más a fondo se dio cuenta de que tenía muy buenas reseñas, se decidió a emprender su camino hacia la misma, al estar a un par de calles pudo ver las letras que anunciaban el nombre del lugar, ya estaba cerca.

Apresuro su paso para poder terminar con su tarea lo más rápido posible y regresar al departamento que compartía con su amigo para avisarle que estaba hecho, dispuesto a cruzar hacia la acera contraria miro a ambos lados asegurándose de que ningún auto se acercara, notó como frente a la florería se encontraba estacionada un a camioneta donde una chica tomaba cosas de la cajuela de la misma, al ella enderezarse noto que sus brazos estaban llenos de paquetes que tenían en ellos lo que parecían ¿flores?, Jocana se dio cuenta de que la chica batallaba por alcanzar la puerta de la cajuela del vehículo para cerrarla, pero era imposible al tener tal volumen de cosas en sus brazos, el hombre cruzo la calle con prisa, sin preguntar se acercó y posicionó su mano sobre la puerta.

— Permíteme — menciono mientras tomaba con delicadeza el brazo de la mujer, logrando que esta retrocediera, él pudo auxiliarla cerrando la cajuela.

Cuando termino esta acción Jocana miró a la chica, esta le mostró de inmediato una sonrisa, podía jurar era de las más lindas que había visto en su vida, se dedicó a analizarla con rapidez, ojos color miel enmarcados por unas grandes pestañas que brillaban a pesar de la escasa luz del sol, cabello castaño de un largo pronunciado que lucía perfectamente cuidado, sus facciones finas iban acordes a su rostro afilado, y el rosado natural de sus mejillas la hacían lucir muy bella ante sus ojos.

— Muchas gracias por la ayuda, no sé qué hubiera hecho si no llegabas — la morena rio levemente contagiando al mayor.

— No hay de que, si no te molesta puedo llevar eso por ti — Jo señalo los paquetes de flores que ella tenía entre sus brazos.

— Oh, no es necesario, hiciste suficiente por mí, además voy cerca — como pudo, la chica señalo la puerta de la florería, que era justo donde él se dirigía.

— Justamente iba rumbo a visitarte — la morena lo miro sorprendida — Permiso — el tomo todos los paquetes de los brazos de la chica haciéndola sonreír.

Ella se encargó de guiarlo hacia la puerta del lugar, abriéndola para él permitiéndole fácil acceso, al estar él dentro ella siguió sus pasos, con una seña le indico la mesa donde dejaría los paquetes, en automático él se dirigió hacia allí y termino con su tarea, ella iba a agradecerle, pero él se adelantó.

— No lo hagas, no me costaba nada ayudarte al ver que se te complicaba un poco la situación — él sonrió.

— Está bien, pero entonces dime, ¿En qué puedo ayudarte? — cuestiono ella mientras se adentraba al mostrador de la florería.

— Si, bueno a mí no, a mi amigo — ella frunció el ceño al no entenderlo — Él necesita enviarle un detalle a su esposa por qué están lejos, o sea no tanto así, están solo a un par de calles, no entiendo por qué el imbécil de Sergio no viene y se lo lleva a la puerta de la casa de su hermana — a la menor le pareció gracioso como el chico se desahogaba con ella — La cosa es que, pensé que un ramo de flores es un detalle perfecto para cualquier mujer enamorada, y como yo no sé tanto de este tipo de romanticismo, mi intención es que con tu ayuda pueda encontrar unas lindas flores para llevarlas al domicilio de la mujer en cuestión — al finalizar Jocana le brindo una sonrisa sincera a ella.

— Sera un placer ayudarte — la morena extendió su mano sobre el mostrador — Me llamo Scarlett, y me encargaré de que encontremos la opción perfecta para ayudar a tu amigo — "Scarlett, un nombre lindo para una chica tan bonita como ella" pensó el hombre en su mente mientras tomaba la mano de ella apretándola con la suya.

— José Eduardo, pero puedes llamarme Jo — ella asintió, ambos separaron sus manos.

— Así que Jo, ¿Te parece si comenzamos con la misión? — cuestiono ella mientras aplaudía con emoción.

El moreno solo atinó a asentir mientras sonreía, esta chica tenía un encanto natural, o al menos eso era lo que él creía, así fue como ambos se pusieron manos a la obra, él comentándole que era lo que buscaba, mientras Scarlett se encargaba de hacer magia con su talento para las flores.











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Pasado un buen rato entre conversaciones que terminaban en risas y en brindarse ciertos detalles para lograr conocerse el uno al otro, Scarlett termino de colocar la última flor en el arreglo que el moreno le había pedido, la chica se alejó levemente, sonrió la verse orgullosa de su creación, tomo la base y la giro logrando que las flores quedaran frente al chico que miro sorprendido el resultado.

Una base cuadrada era la responsable de dar soporte al arreglo, este era formado por una cama de follaje verde, de la que se desprendían unas preciosas Peonies* en color rosa fucsia que en conjunto de las Mokarosas* en un color baby pink lograban esa chispa de ternura que ella buscaba, Scar decidió que el boom de color serían un par de ramas de Delphinium* en tono púrpura, y el toque final serían unos cuantos racimos de Nomeolvides* azul celeste, la chica comenzó a tornarse nerviosa al no recibir respuesta de chico.

— ¿Tan mal está? — cuestiono ella con pena.

— No, no, no — dijo él con rapidez — Es solo que, no sé cómo lo hiciste, pero creo que describe a su futura dueña con exactitud — la sonrisa de Scarlett se ensanchó al escuchar esas palabras.

— Lo que pasa es que te escuche con atención — afirmo — Me comentaste que sus flores favoritas son las peonies, como puedes ver, estas son las protagonistas — la chica señalo esas flores en el arreglo — Luego mencionaste que tiene dos hijos, un niño — su dedo fue hacía las no me olvides — Y una niña — ahora señalo las Moskarosas — Por último, si no me equivoco, este regalo es por parte de su esposo, lo cual nace de su amor por ella, por eso agregue estas Delphinium — señalo las mencionadas — Estas con un buen cuidado, pueden llegar a durar largas temporadas, es lo mismo con un matrimonio, siempre que se cuide, este perdurara.

Jo miraba embelesado a la chica, sin duda alguna tenía una gran pasión por las flores, esto se lo acababa de demostrar con su gran trabajo, pero eso no era lo que lo había cautivado, si no la forma tan linda con la que podía relacionar algo tan imponente como las flores, con la vida real.

— Me tienes completamente sorprendido, sin duda te convertirás en mi florista de confianza — ambos chicos rieron, Jo miró con rapidez el reloj en su muñeca, era hora de marcharse — No quisiera hacerlo, pero es hora de que esta preciosura llegue a manos de la destinada, ¿Cuánto te debo Scar-lett? — completo al sentirse un confianzudo* al llamarla con un diminutivo.

— Tranquilo, puedes llamarme así, no tengo problema alguno — Scarlett dejo un leve apretón en la mano del chico que reposaba sobre el mostrador, luego comenzó a recoger algo del desastre que había causado al trabajar — Sobre tu pregunta, no es nada, tómalo como un agradecimiento por la mano que me brindaste hace un rato.

— Nada de eso, este es tu trabajo Scar, así que o me cobras, o te pondré una muy mala reseña en tu página web — él la señaló con su dedo índice antes de que ambos carcajearan.

— Creo que podría vivir con eso — Jo rodó los ojos — Anda, acéptalo, mi recompensa será que logres hacer a esa chica feliz, te prometo que en tu próximo pedido te cobraré lo justo, ¿Tenemos un trato? — ella extendió su mano hacía él, Jo la tomo de inmediato.

— Trato — menciono — Me retiro, pero prometo volver pronto, así no me extrañaras — Jocana le brindo un guiño, logrando que una sonrisa coqueta se extendiera en los labios de Scar.

— Aquí estaré esperando por ti — agrego ella.

Jocana tomo la base del arreglo con sumo cuidado, era pesado, pero nada grave como para que un hombre con la musculatura y complexión de él no lo pudiera manejar, Scarlett con amabilidad se dirigió hacia la puerta para abrirla y así él pudiera salir, una vez afuera ambos se decidieron de nuevo, prometiéndose el verse pronto, ahora el mexicano se dirigió hacia su auto, teniendo en mente que su siguiente tarea era la tarea era lograr que las famosas flores llegaran con éxito a su destino, cosa que sin duda sería pan comido.   

Por la esquina contraria doblaba otro mexicano, quién alisaba la hoodie que portaba, al terminar esta tarea paso sus dedos por su cabello con el fin de peinarlo un poco, al seguir levemente húmedo por la ducha que acababa de tomar antes de salir de la fábrica aún tenía oportunidad de moldearlo un poco, al sentirse completamente seguro de su aspecto apresuro su paso, no quería perder un minuto más.

En cuestión de segundos se encontraba frente a la puerta de su objetivo, sin pensarlo tomo el mango abriéndola con prisa, se introdujo al local encontrándose con un vacío total, pero sabía que la chica se encontraba ahí, la música que sonaba a través del altavoz inteligente delataba su presencia.

Cariño — menciono en voz alta, llamándola.

Scarlett que se encontraba en la pequeña bodega de la tienda, detuvo sus tareas en automático, no sabía si su mente la estaba traicionando haciéndole creer que él estaba aquí, tal vez solo lo extrañaba demasiado, aunque no perdía nada con asegurarse, avanzo con cautela hacia el frente del local, llegando pudo notar que su chico estaba parado al centro del lugar, lucia guapo como de costumbre a pesar de solo portar una hoodie en color celeste, acompañada por unos pantalones chinos en color negro y unos tenis puma blancos, cuando sus miradas se encontraron la chica sonrió en automático.

Ella camino de forma apresurada hasta el quién la recibió con los brazos abiertos, Scarlett se abrazó a su cuello y el rodó su pequeña cintura con sus brazos fundiéndose en un abrazo donde Checo término levantándola por los aires y dando una pequeña vuelta sobre si, una vez dejándola sobre el suelo, él deshizo su agarre, sus manos de inmediato fueron a las mejillas de ella para lograr capturar sus labios y fundirse en un beso que los llevaba a expresar todos los sentimientos que habían retenido en estos días, la falta de aire fue su enemiga por esta vez, llevándolos a separarse.

— Te extrañé como no te imaginas — dijo Sergio mientras acariciaba las mejillas de su chica.

— Y yo a ti Mich, demasiado — Scarlett tomo la mano del mayor y lo llevo a tomar asiento al sillón que hasta ahora era uno de los mayores testigos de su romance — ¿Pero cómo estás? ¿Cómo van las cosas en tu trabajo? — ella cuestionó sin afán de atosigarlo, pero luego de lo pésimos resultados en la última carrera, Checo decidió, una vez más, mentir.

— Todo está perfecto, logré solucionar los inconvenientes de días pasados, y ahora todo marcha bien — le brindo una sonrisa para tranquilizarla.

— Me alegra saber que todo logro seguir su cauce, ¿Pero por qué no me avisaste que vendrías? Así estaba lista para la ocasión, hubiera reservado algún restaurant para que cenemos juntos y me habría producido un poco más — confesó apenada por su aspecto.

Checo la observo, portaba un sweater de punto en color rosa pastel, unos skynny jeans en un negro deslavado y cerraba con los Air Max 270 en una combinación de colores entre el rosa pastel, blanco y negro que daban un buen toque, reafirmando la idea del mexicano de que Scarlett tenía un muy buen gusto en lo que su vestimenta respectaba.

— Te ves preciosa, no necesitas más — tomo uno de los cabellos que escapaba por su frente para llevarlo tras la oreja de ella — Sobre la cena, solo me importa estar contigo cariño, no importa el lugar, perfectamente podríamos ir a tu departamento, ordenar algún delivery y mi noche estaría perfecta — Scarlett no pudo evitar sonreír.

— Entonces ese será nuestro plan, ¿Termino de recoger y nos vamos? — dijo ella, recibiendo un asentimiento por parte de él.

— Te ayudo, así terminas más rápido — el de pecas tomo la mano de ella para ambos colocarse de pie, embarcándose en la tarea de dejar todo perfectamente en orden, mientras se ponían al día y una que otra muestra de cariño era compartida por los enamorados.    





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Risas inundaban el departamento de la menor de los Rossi, hacía un rato que Sergio y Scarlett habían arribado al lugar, decidiéndose por pasar una linda velada, haciéndose mutua compañía y disfrutando del delivery de comida italiana que el mexicano se había encargado de pedir.

Habían terminado de cenar y ambos comenzaron a ponerse al tanto de lo que paso en sus vidas los últimos días que estuvieron separados, Checo por su parte le contó a tientas lo sucedido en su jornada laboral, tratando de revelar solo los detalles suficientes para que la chica comprendiera la situación, Scarlet, por otro lado, le comento emocionada el pasado encuentro que tuvo con la mamá del pequeño que cuidaba y que resulto ser su maestra.

Mientras la chica relataba la anécdota, Checo se dedicó a admirarla, sus ojos brillaban como cada que hablaba de algo que le gustaba, la sonrisa no desaparecía de sus labios complementando su belleza, sin duda alguna, era perfecta.

— Esto me llevo a darme cuenta de que el mundo puede ser muy pequeño, ¿No lo crees? — cuestiono ella para después tomar su bebida y brindarle un trago.

— Concuerdo con ello — él asintió.

— ¿Te quedarás esta noche? - cuestiono la chica sin pena, que mejor para ella que pasar la noche durmiendo entre los brazos de su amado.

Al escuchar la pregunta dentro de Sergio surgía un debate, Carola se encontraba en Londres en compañía de su hermana Paola, sería muy extraño que no pasara a verlas en algún momento antes de partir mañana por la mañana a Zanvoort, pero estaba seguro de que cualquier excusa valdría la pena con tal de pasar tiempo con la monegasca.

— Si estás dispuesta a darme asilo, lo haré — ella rio.

— No hay nada que me gustaría más que pasar esta noche contigo — Scarlett abrió su boca con sorpresa al tiempo que sus mejillas se sonrojaban, eso no había sonado tan bien como creía.

Sergio en automático rio al verla tan avergonzada, la chica comenzó a balbucear, para su buena suerte su teléfono celular se dejó escuchar, Scarlett lo tomo de la mesa del comedor y observo la pantalla.

— Discúlpame unos segundos, tengo que responder — Checo asintió sonriendo mientras ella se ponía de pie y se adentraba al pasillo de las habitaciones, con velocidad ingreso a su habitación posicionando el teléfono frente a su rostro, sin demorar respondió.

Bastaron unos segundos para que en la pantalla se mostrara el rostro de Lorraine y Thomas, los padres de la morena, el matrimonio Rossi era una de las parejas más influyentes en Mónaco gracias a que ambos formaban parte de unas de las familias adineradas del condado, además de ser empresarios reconocidos en el lugar.

Lori exploto su potencial conocimiento en la farmacéutica fundando Loressi Centre la clínica de medicina estética más solicitada de Mónaco y sus alrededores, Thomas por su parte combino la pasión que su padre le inculco hacia las flores con su amor por las finanzas edificando Compagnia Loressi misma que se encargaba de la venta y distribución de las grandes producciones de Rosseta, llevando a la pareja a concebir una gran fortuna y ganar varios galardones en cuanto a medicina estética, floricultura y finanzas se refería.

Para Scarlett, ser hija de ambos empresarios representaba un gran peso en su espalda, ella se veía obligada a ser igual o más reconocida que ambos, cosa que su padre le recordaba cada que podía, por su puesto que la morena quería seguir los pasos de su familia y ser reconocida a nivel mundial, pero por el arte que podía crear con sus manos y las flores, tema que aún era una discusión entre Thomas y su hija pues Scar al ser la única heredera del matrimonio debía estar preparada para recibir la responsabilidad de manejar los negocios de los mayores el día que alguno llegara a faltar.   

¡Mon trésor*! — exclamo el hombre en su lengua natal logrando que la menor sonriera al escuchar el apodo que su padre por años había utilizado para ella — Demasiado tiempo sin admirar esa sonrisa, eres muy mala al abandonar a tus padres — Scarlett rio al ver como Lori rodaba los ojos ante las palabras de su esposo.

Luego de tantos meses de hablar con fluidez el inglés, tuvo que cambiar su chip a un perfecto francés para lograr hablar con sus padres, estos últimos también dominaban el inglés a la perfección, pero era una cosa de familia el hablar entre ellos utilizando exclusivamente las lenguas que conocían por su tierra natal.

— Lo siento papá, entre la universidad y la boutique he tenido mis tiempos un poco ajustados — la chica les mostró una sonrisa apenada.

— No le hagas caso a tu padre Ma poupette*, sabes que es el rey del drama en esta casa, ¿Cómo te encuentras? ¿Qué tal va todo por allá? — a través de la pantalla, Scarlett observo como su madre se alejaba y tomaba asiento en la sala de la villa de sus padres.

— Todo va de maravilla mamá — Scar sonrió con emoción, logrando que su madre notará el brillo en los ojos de la morena.

— Mhhh, eso me suena a que tienes algo interesante que contarme — la mayor miro sobre la cámara con velocidad para luego fijar sus ojos en la pantalla — Pero será tema de conversación para otro día por qué ya viene tu padre — Lori le brindo un guiño a su hija quién se sentía profundamente agradecida al poder evitar el tema.

— Pero, ¿Paso algo? — cuestiono la menor de los Rossi cuando su padre apareció de nuevo en la pantalla — ¿O por qué la llamada? ¿Vendrán a visitarme? — cuestiono ella con emoción.

— Queríamos saludarte Mon trésor, y no, por esta vez no iremos a visitarte — una mueca apareció en el rostro de Scarlett — Pero, tenemos una propuesta para ti — agregó su padre con emoción.

— ¿De qué se trata? — Scarlett tomo asiento en su cama, al parecer la conversación con sus padres se extendería.

— No sé si Max te lo comento, pero este fin de semana tendrá lugar una de sus carreras de casa — Scar mordió su mejilla por dentro al entender de que iba esto — Sabes que contamos con los accesos para toda la temporada y nos parece una buena idea asistir a la carrera para apoyarlo como su familia que somos, incluso tu Nonno* asistirá.

Al pasar el tiempo y notar como la amistad entre ambos jóvenes crecía a pesar de la distancia, la familia Rossi decidió abrirle las puertas de su familia al neerlandés, llevándolos a darse cuenta de que era una excelente persona y que Scar encontraba un apoyo en él, fue así que comenzaron a quererlo y tratarlo como un hijo más.

— Me encantaría acompañarlos — ambos adultos sonrieron — Pero no estoy segura de que tantos pendientes tendré por parte de la universidad, además, tengo un par de pedidos en la boutique, y sería una gran irresponsabilidad de mi parte no atenderlos, ¿No crees pa? — la chica utilizo el arma de la responsabilidad con su padre, a sabiendas de que si algo él le había inculcado era el siempre ser responsable con cualquiera de las actividades en su vida.

— La niña tiene un buen punto — Thomas sucumbió a las palabras de su hija, ganándose una mala mirada por parte de su esposa — O vamos Lori, ella tiene sus pendientes.

Ma poupette, tenemos bastante tiempo sin convivir todos juntos, y el fin de semana es una gran oportunidad, estoy cien porciento segura de que Lila puede echarte una mano — Scar iba a refutar, pero se vio interrumpida — No es necesario que nos des una respuesta en este momento, piénsalo, de igual manera puedes arribar hasta el sábado que es cuando se ponen interesantes las cosas, sabes que a Max le haría muy feliz el verte ahí apoyándolo, más ahora que pelea por el campeonato. Lori sabía que una de las debilidades de Scarlett era Max, por ello no dudo en utilizarlo como arma de convencimiento.

— Vamos Scar, piensa en tu pobre padre, ya se me acabaron las excusas para Geri y Christian sobre el porqué no asistes — ella sonrió al recordar al matrimonio Horner.

Desde que era pequeña ambos estuvieron presentes en su vida al ser grandes amigos de Thomas convirtiéndose en unos segundos padres para ella, sin duda les tenía un cariño muy grande, además de que extrañaba a su solecito, sin duda alguna un debate comenzaba en su interior, su pequeña fobia de ver a su mejor amigo en peligro por correr a miles de kilómetros por hora comenzaba a pelear contra su deseo de visitar a sus seres queridos, y sería difícil descubrir cuál ganaría.

Fuera de la habitación, un paciente Sergio esperaba pacientemente a su amada entre bostezos, se sentía exhausto luego del día de simulador en la fábrica, pero no importaba, estaba dispuesto a soportarlo hasta que su chica se desocupara de su llamada.

Checo se sentía extrañamente cómodo en el departamento de la chica, mismo que estaba inundado del peculiar perfume que ella siempre portaba, ese aroma a rosas, mezclado con frambuesas y un toque de peonías, lograba volver loco al mexicano además de darle una extraña sensación a hogar, sentimiento que hace mucho no se presentaba en su vida.

Los pensamientos de Sergio se vieron interrumpidos al escuchar el sonido de su celular, indicándole que tenía dos nuevas notificaciones, con prisa lo tomo y miró la pantalla, dándose cuenta de que se trataba de Jocana, sin pensarlo entro a la conversación.





El mexicano sonrío al terminar de leer, un ligero peso abandono su cuerpo al saber que su amigo había cumplido la misión que le había encomendado por la mañana, con eso lograría evitar que su esposa sospechara de cualquier comportamiento raro e incluso no cuestionaría su ausencia esta noche.

Al escuchar que pasos se acercaban Sergio guardo su celular con prisa, mañana que se reuniera con Jo en el aeropuerto le agradecería, al instante Scarlett apareció en la sala, su ceño se notaba levemente fruncido, algo le molestaba.

— ¿Todo bien cariño? — cuestionó él al momento que ella tomaba asiento a su lado, lo abrazaba buscando refugio en él.

— Lo siento si demore demasiado, eran mis padres — la chica suspiró — Me pedían que viajara con ellos este fin de semana, pero no estoy muy convencida.

— ¿Se puede saber la razón? — ella asintió.

— El lugar al que planean que vayamos no es de mi total agrado, y me causa un poco de miedo y ansiedad el asistir — Sergio la miró.

— ¿Lo comentaste con ellos? — ella negó — Scar, al que no habla dios no lo escucha* — agrego el mexicano en su lengua natal causando total confusión en la monegasca, el término riendo — Si no hablas de ello con tus padres ellos no se darán cuenta de que no te sientes cómoda, no pueden adivinar lo que sientes si no lo expresas — la chica le brindó una pequeña sonrisa.

— Sé que tienes razón, pero tenemos tanto tiempo sin vernos y había tanta ilusión en sus palabras que, me costó decirles que no — el de pecas acarició la mejilla de la menor.

— ¿Entonces irás? — cuestiono el moreno.

— No les he dado una respuesta, hasta mañana les confirmaré mi decisión — ambos se miraron — Será mejor que vayamos a descansar, ya es algo tarde.

Checo no se negó, lo único que necesitaba era descansar y sería muy afortunado de hacerlo al lado de la chica que últimamente robaba todos sus pensamientos, Scarlett se encargó de comentarle que mañana se encargaría de recoger todo lo de la cena argumentando que estaba muy cansada como para hacerlo ahora, la chica se dedicó a apagar todas las luces de la estancia principal, así fue como ambos se dirigieron a la recámara de la menor terminando por compartir la cama y Scarlett envuelta por el abrazo de su amado con el objetivo de dejarse perder en los brazos de Morfeo.












° Peonies: O peonía es cualquier planta con flores del género Paeonia, el único género de la familia Paeoniaceae, son originarias de Asia, Europa y el oeste de América del Norte.

° Mokarosas: El rosal 'Mokarosa'e s un magnifico rosal de macizo, sus flores tendrán una buena resistencia en ramos, se le asocia fácilmente con rosales de tonos crema o blancos.

° Delphinium: Es un género de cerca de 450 especies de plantas anuales, bienales o perennes florales, de la familia Ranunculaceae nativas del hemisferio norte y también de la alta montaña tropical de África.

° Nomeolvides: Myosotis, conocida comúnmente como miosotis, nomeolvides o raspilla, ​ es un género de plantas perteneciente a la familia Boraginaceae, simbólicamente se conoce como la flor del amor desesperado o el amante eterno.

° Mon trésor: Traducción de 'Mi tesoro' al francés.

° Ma poupette: Traducción de 'Mi muñequita' al francés.

° Al que no habla dios no lo escucha: Refrán que hace alegoría a que para obtener algo es necesario abrir la boca y solicitarlo, pues con silencio no se consigue.

° Nonno: Traducción de 'Abuelo' al  italiano.

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