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17 de Agosto 2021
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Milton Keynes, Inglaterra.
El sol comenzaba a caer en la ciudad, el ventanal de la habitación de entreno de Sergio mostraba un bello atardecer, el mexicano saltaba la cuerda al ritmo del conteo de su amigo y entrenador Jo, aunque trataba de dar su máximo, sabía que este entrenamiento estaba siendo un desastre, lo más seguro es que Canales terminaría dándole una terapia motivacional al final, algo que Sergio había decidido escucharía atentamente para evitar tener altercados con su amigo.
— Y listo. — exclamo Jo. — Terminamos por hoy. — Checo dejo de saltar y tiro la cuerda a un costado de sus pies.
Fue directo al mueble donde reposaban sus pertenencias, tomo su botella de agua, la abrió y con prisa la llevo hacia sus labios, ingiriendo la mayoría del contenido antes de regresarla a su lugar inicial, en ese momento se encendió la pantalla de el celular que utilizaba para manejar sus negocios, así como los tratos con sus patrocinadores o los temas de su fundación, mostrando de nuevo un mensaje de la monegasca.
Desde el momento en que había visto a Scarlett interactuar con Max, Sergio se había dedicado a ignorar sus mensajes, incluso había desactivado las famosas "palomitas azules" para que así ella no se diera cuenta de que él llegaba a leerlo, en su interior moría por responderle, pero su lado racional lo lograba detener, no quería empeorar la situación ni poner en riesgo su matrimonio al dejarse llevar por los sentimientos que estaba experimentando hacía la morena, bajo el panel de su teléfono para desactivar sus datos y el wifi, después procedió a presionar la notificación que indicaba el nombre de la chica lo que le llevo a la conversación.
Mientras leía el texto, Sergio rasco su barbilla con frustración, se dirigió hacia la banca de descanso y tomo asiento en ella, sus ojos repasaban, los mensajes una y otra vez, mientras una presión aparecía en su pecho porque sabía que está hiriendo a la chica, pero era mejor cortar la comunicación de tajo a ser sincero y decirle "Perdón, soy un hombre casado y me di cuenta a tiempo de que no podemos seguir con esto", al menos eso era lo que él creía.
En el otro extremo del gimnasio, Jo observaba a su amigo con atención, notaba como la pierna de Sergio subía y bajaba con ansiedad, en su rostro podía notar la frustración que estaba sintiendo, había aprendido a conocer al mexicano gracias al tiempo que llevaban trabajando juntos, estaba de más decir que podía intuir que sus sentimientos estaban hechos un caos, ahora solo tenía que descubrir el por qué.
— ¿Qué es lo que te pasa?. — cuestiono Jo hacia Sergio sin rodeos.
— ¿A mí?. — respondió Sergio, logrando que el poblano rodara los ojos.
— No, a mi amigo imaginario que está sentado al lado de ti, ¡Obviamente a ti!. — José dejo un ligero zape* sobre la cabeza de Checo, quien en respuesta lo empujo levemente.
— No me pasa nada, no entiendo a que viene tu pregunta. — ambos se miraron.
— A mí no me puedes engañar Michel. — la mención de su segundo nombre lo llevo al instante a pensar en la morena. — Desde hace días estás algo perdido, de un momento a otro comenzaste con una actitud extrañamente feliz y ahora parece que ni siquiera tienes ganas de vivir, así que suéltalo papá. — Canales tomo asiento al lado de su compañero mientras llevaba su cilindro de agua hacia sus labios para comenzar a beber.
La mente de Sergio comenzó a traer diversas ideas a su cabeza haciéndolo sentir demasiado abrumado, por un lado, sabía que necesitaba desahogarse con alguien sobre lo acontecido en su vida los días pasados, pero por otro no creía lo correcto, simplemente confesar "me enamore de alguien menor que yo", gracias a tantos pensamientos centrífugos, su mente se nubló, y en un impulso de desesperación termino hablando sin reflexionar.
— Le fui infiel a Carola con la chica del accidente de la moto. — al escuchar esas palabras, Canales se atragantó con el agua que estaba bebiendo, dando pie a que Sergio palmeara su espalda para que pudiera recomponerse.
— ¿Qué hiciste qué?. ¿Me estás jugando una broma verdad?. — Jo, al ver la seriedad en el rostro de su amigo, cayó en cuenta de que estaba siendo cien porciento sincero. — ¡Qué huevos los tuyos cabrón!*. ¿Cómo pudiste hacer eso?. Te va a cargar el payaso* cuando ella se entere. — el poblano se puso de pie de forma abrupta.
— Sé que soy un cabrón como tú dices, pero, es que si tan solo la conocieras, ella es. — Checo sonrió con solo recordar a Scarlett.
Para él la morena era una mujer totalmente diferente a las que había conocido, su personalidad única, esos jugueteos que tenías al verso que los hacían parecer como dos niños enamorados, las palabras de aliento que le daba, la forma en que se preocupaba por él, esa independencia personal con la que contaba y el cómo luchaba por lo que ella quería, eran tan solo un par de las razones que le hacían acrecentar ese sentimiento hacia ella.
— Es única hermano, y de verdad me está causando demasiado conflicto el sentir esto. — un nudo comenzó a formarse en a garganta de Sergio, las ganas de desahogar todo lo que se había guardado lo comenzaban a superar, se sentía triste, enojado y hasta decepcionado de sí mismo, por haber faltado a la promesa que le había hecho a su esposa frente al altar.
Jo noto como varias lágrimas escapaban de los ojos de su amigo, claro que seguía consternado ante tal confesión, pero tampoco quería juzgarlo, en su pensamiento predominaba la idea de que Sergio era un humano como cualquiera que cometía errores y a veces tomaba decisiones equivocadas, pero eso no quería decir que fuera una mala persona, simplemente estaba sorprendido porque él creía que el matrimonio Pérez Martínez seguía a flote, se los veía tan enamorados y felices, que llegaba a sentir celos de los buenos al no encontrar a alguien con quien compartir su vida de la misma forma en que sus amigos lo hacían, por otra parte, quedaba la posibilidad de que resultara solo apariencias y entre ambos solo viviera la famosa costumbre de pasar sus días juntos.
El más alto abrió la boca tratando de encontrar las palabras para darle ánimo a su amigo, pero en su cabeza cada oración que formulaba sonaba más absurda que la otra, pero aun así se decidió por hablar.
— Creo que una infidelidad no es tan mala. — Sergio alzo la vista y miro a Jo sorprendido mientras secaba las lágrimas de sus mejillas. — O sea, tampoco es algo de lo que te debes sentir orgulloso. — Checo rodó los ojos. — Pero no es como que hayas matado a alguien, ¿Traicionaste a tu esposa?. Sí. ¿Te va a comer la prensa vivo?. También, pero lo importante es que estás reconociendo tu error. — Pérez hizo una mueca en su rostro, las palabras de su amigo no estaban sirviendo de nada.
— Solo te pido que no comentes esto con nadie, cuando sea prudente lo hablaré con Carola. — Checo se puso de pie decidido a tomar sus cosas, Jo suspiró.
— Perdón, supongo que no serví en lo absoluto para darte ánimos. — imitó a su amigo y se puso de pie. — Sabes que soy fiel creyente de que las cosas pasan por algo en esta vida, no sé en lo absoluto cuál es la situación entre Carola y tú, pero la monotonía tampoco es buena, si ya no estás cómodo con tu matrimonio, ¿Por qué seguir?. No hay necesidad alguna de tratar de mantener con vida algo que murió hace mucho.
— Sabes que en este medio las apariencias se tienen que guardar. — agregó Pérez.
— Solo si tú quieres, no serían la primera ni la última pareja que se divorciaría, es más sano alejarse por mutuo acuerdo que comenzar a ocultarse cosas. — Checo asintió. — En lo que respecta a la otra chica, no la conozco hermano, pero si tu buen humor en los días pasados es gracias a ella, debe ser alguien extraordinaria, lo conveniente aquí, es que primero arregles la situación con tu familia, y después, si quieres darte una oportunidad con ella, adelante. — el conocido como Jocana* palmeo el hombro de su amigo amistosamente, antes de regresar hacia donde su maleta se encontraba.
Sergio esbozó una sonrisa al escuchar las alentadoras palabras de su entrenador, tenía toda la razón, no tenía caso mantener algo, que no tenía remedio. Su matrimonio con Carola no era el más monótono del mundo, simplemente, gracias a las responsabilidades al ser padres, ella centraba toda la atención en los niños, y él se enfocaba en abrirse camino dentro del mundo del automovilismo, gracias a esto los momentos entre ellos llegaban a ser nulos, no compartían citas o salidas a solas, y si hablaba de la intimidad, se habían olvidado de eso.
La última vez en que compartieron un momento íntimo fue el día en que Checo firmo con Red Bull, gracias a la celebración ambos se habían pasado un poco de copas y aprovecharon la noche para volver a reencontrarse de forma pasional, eso lo llevo a pensar en que tal vez su relación regresaría a ser lo de antes, pero a la mañana siguiente que despertó Carola no se encontraba en la cama, ella ya estaba en la cocina atendiendo a sus pequeños, que claro, no era algo que le reclamaría, la mujer era una excelente mama, pero siempre que él intentaba organizar la mínima cita entre los dos ella ponía como excusa a sus polluelos, después de varios intentos el mexicano decidió darse por vencido.
Esto, aunque no era notorio, había afectado mucho la relación entre los dos, pero como lo menciono Jo la costumbre no les permitía abandonarse, mucho menos los medios sociales a los que su familia estaba expuesta gracias a su carrera, pero ahora Checo opinaba diferente.
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18 de Agosto 2021
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Red Bull Technology Campus, Milton Keynes, Inglaterra.
Gracias a que el fin del paro de verano se acercaba, el tiempo comenzaba a ser oro para todas las escuderías, algo que Red Bull Racing sabía de antemano, por ello se programó una reunión con tan solo sus dos pilotos, el personal de ambos y los directores principales, con el fin de conocer los trabajos que se habían hecho durante las vacaciones, si alguno llego a tener cualquier dificultad y por último comunicarles las modificaciones que habían autorizado en ambos monoplazas de cada piloto.
Tras dos horas y media, la reunión se dio por finalizada, no sin antes citar a los pilotos el Lunes a primera hora en el mismo lugar para comenzar a grabar un par de promocionales para las carreras restantes. En cuanto le dieron bandera blanca, Sergio salió de la oficina, no quería hablar con su compañero, aún no se aseguraba de si había sido visto por él en aquella ocasión en Londres, pero prefería evitar la confrontación, cosa que pareció funcionar, ya que afortunadamente Max se quedó tratando temas adicionales con Horner, cuando recorría el largo pasillo que llevaba de las oficinas administrativas hacia al Lobby de la fábrica, su suerte se esfumó al escuchar a sus espaldas la voz del neerlandés.
— ¡Checo!. ¡Por fin te encuentro!. — Max corrió apurado hasta que se emparejó con el moreno. — ¿Cómo estás, amigo?. — ambos se detuvieron para darse un abrazo fraternal.
— Muy bien, gracias, ¿Tú qué tal?. ¿Cómo van tus vacaciones?. — cuestiono el moreno al separarse.
— Excelente, no me quejo, pase varios días en Mónaco disfrutando de mi hogar, a excepción de un viaje con amistades, pero todo tranquilo. — sonrió el de ojos claros. — ¿Tú qué tal?. ¿Salieron a algún lado con tu familia?. — ambos hombre siguieron caminando mientras conversaban.
— No, solo Carola y los niños viajaron a México, yo la pasé aquí en Milton Keynes. — Max asintió. — Jo quería que tuviéramos sesiones de entrenamiento más fuertes en estos días, decidimos mejor ambos permanecer aquí. Pero dime tú. — Checo decidió cambiar el tema. — ¿Cómo estuvo el viaje con tus amigos?. Me alegra saber que uno de los dos sí descanso. — ambos rieron, el mexicano miro con atención al rubio esperando su respuesta, viéndolo como una oportunidad para averiguar el porqué Scarlett y Max se conocían.
— Fue un viaje a Londres, a la galería de la amiga de mi mejor amiga, a quien prometo te presentaré en cuanto la convenza de venir a un gran premio. — Max palmeo el hombro de Checo. — Resulto ser un día estupendo, tengo que admitirlo, tenía tiempo sin pasar momentos con ambas.
— Es bueno saberlo. — Max sonrió. — Entonces, ¿Solo una de ellas es tu mejor amiga?. — cuestiono Sergio tratando de parecer casual.
Ambos pilotos se percataron de que habían llegado al lobby de la fábrica, por ello decidieron tomar asiento en una de las pequeñas salas que formaban parte de la decoración para poder continuar su conversación.
— Sí, mi florecita. — las mejillas del menor se sonrojaron al mencionar el particular apodo, Checo sonrió al notarlo. — Ella y yo conectamos hace un par de años gracias a que coincidimos en el bautizo del pequeño hijo de Horner, desde ahí nuestra amistad creció al punto de considerarnos hermanos. — el mexicano analizo cada palabra, llevándolo a anotar que de tratarse de la morena, ella también sería cercana al Team Principal, así el de pecas formulo lo que diría con el fin de saber cuáles serían las palabras adecuadas para preguntar el nombre de la chica.
— Es raro coincidir con personas así, aún más que se logren a formar amistades tan fuertes. ¿Supongo que Florecita es su apodo?. — Max asintió. — Muy diferente, y, ¿Cuál es su nombre?. — Max estaba a punto de responderle emocionado.
Al rubio le causaba alegría que su compañero de equipo se interesara por su vida personal, eso los llevaría a tener una confianza más allá de simples "compañeros de equipo", pero su respuesta se vio interrumpida por Bradley que llego acompañado de Jocana.
— Ustedes sí que se saben esconder. — soltó el inglés con ligero reclamo, Checo maldijo interiormente por la interrupción.
— Llevamos más de treinta minutos buscándolos por todo el lugar. — Jo tomo asiento en el espacio libre al lado de Max.
— ¿Todo está bien?. — agrego Max sorprendido.
— Tranquilo León. — habló Brad. — Solo nos estábamos poniendo de acuerdo para ir al centro de la ciudad por un delicioso fish and chips. — Jo hizo una mueca de desagrado al escuchar el platillo, logrando que los otros tres hombres rieran. — Mentira, iremos a comer lo que sea, pero nos preguntábamos, ¿Les gustaría unirse?. — Max asintió de inmediato ante la respuesta del inglés.
— Me parece un plan estupendo, ¿Tú que opinas?. — hablo el neerlandés hacia Checo que salió de su trance.
— Claro, nos hace falta tiempo de calidad como equipo, así que vamos. — los tres hombres se colocaron de pie.
Una vez que se unieron a Bradley los cuatro salieron de la fábrica entre bromas y risas, logrando así que la mente de cierto moreno se despejara por un momento de todas las dudas relacionadas con Max y "su Florecita", la cual esperaba no resultara ser su Scarlett.
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Luego de una agradable tarde con sus amigos, Checo regreso hacia su vivienda, una pequeña villa a las afueras de Milton Keynes lo suficientemente grande para que su esposa, sus hijos y él pudieran habitarla.
Ahora se encontraba colocándose un pantalón de chándal que fungiría como pijama después de haber tomado una relajante ducha, donde solo se decido a asear su cuerpo mientras disfrutaba del agua caliente que relajaba sus músculos, al terminar su tarea tomo la playera blanca de algodón y la coloco sobre su torso.
Se decidió por ir directo hacia su mesa de noche y tomar su celular personal mientras se acostaba sobre la cama, ingreso a WhatsApp a la conversación que mantenía con su esposa, donde la misma le mandaba a diario fotos de sus hijos, alguna acompañados de ella, constantemente le repetía que todos lo extrañaban y contaban los días para volver a verlo. Así se percató de que Carola le informo sobre una publicación que había hecho en su Instagram con una fotografía de los pequeños. Ingreso de inmediato a su red social y la primera plana era la publicación antes mencionada, la foto mostraba a Chequito desprevenido jugando con bloques, a su costado Carlota estaba recostada sobre el tapete de goma especial para que ella gateara mientras observaba los dibujos animados en la televisión, Sergio sonrió en automático, extrañaba bastante a sus hijos, y esperaba que los días corrieran rápido para verlos de nuevo.
En un movimiento en falso, su celular resbalo de sus manos, trato de tomarlo, pero al final termino cayendo sobre su frente, Checo hizo un mohín con su nariz al sentir el golpe, tomo el aparato mientras cerraba los ojos, y llevaba su mano libre a sobar su frente, el teléfono comenzó a reproducir un ruido fuerte con una canción de electrónica, indicándole que había accedido a las historias por error. Al abrir de nuevo sus ojos se dio cuenta de que al tratar de tomar el teléfono, presiono el icono que le ayudaba a hacer el cambio a la cuenta que utilizaba para ver lo que los fans o prensa publicaba sobre él, cuenta que al mismo tiempo utilizaba para revisar el perfil de Scarlett.
¿Se sentía como un acosador?, claro, pero no lo hacía con mala intención, la chica tenía muy pocas publicaciones, su perfil, y ahora sus historias mostraban lo que al parecer era una fiesta en un bar en el centro de Londres, Checo observo los videos con atención, los primeros eran de la morena acompañada de otras chicas mientras cantaban y bailaban al ritmo de la música en el fondo, el mexicano sonrió al mirar como Scarlett lucia despreocupada y feliz, pero al mismo tiempo sentía una punzada de dolor en el pecho, ¿Acaso se había olvidado de él tan pronto?.
Estaba dispuesto a salir de la aplicación, pero la pantalla cambió hacía la última historia que ella había publicado, en esta se veía a Scarlett un poco más sonriente de lo normal, sus ojos comenzaban a verse rojizos, lo que indicaba el alcohol estaba haciendo efecto, Sergio no pudo evitar sentirse preocupado, pero debía ignorarlo, fue hasta que noto como casi al final del video un chico se acercaba a la mujer tomando su cintura y la acerba a su cuerpo mientras ella reía, que su ceño se frunció, el video término pero la molestia apareció en él.
El mexicano en automático se colocó de pie, ingreso a su closet con prisa, busco las prendas adecuadas para poder salir a mitad de la noche y conducir hacia Londres, no le importaba la hora o el peligro, simplemente quería sacar a Scarlett de ahí y asegurarse de que estuviera sana y salva, pero en realidad los celos comenzaban a consumirlo, pues no estaba dispuesto a dejar que alguien más tocara a la que en parte consideraba "su chica".
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𝐏𝐥𝐚𝐲: 𝖨𝗇𝗍𝗈 𝖸𝗈𝗎 - 𝖠𝗋𝗂𝖺𝗇𝖺 𝖦𝗋𝖺𝗇𝖽𝖾
La música retumbaba por los parlantes del lugar, Sergio no estaba acostumbrado a estas situaciones, pero no le quedaba más, ingreso al lugar con facilidad gracias a que por la hora ya no se encontraba nadie cuidando la puerta. Comenzó a adentrarse entre el mar de gente, de su mente no se borraba la imagen de la chica mientras un don nadie la tomaba de la cintura, gracias a eso tenía presente un letrero que en letras neón mostraba la frase "living la vida loca", canción que en su infancia era de sus favoritas.
Checo miró por todos lados hasta que en el fondo del sitio, a un costado de la gran barra logro encontrar el famoso letrero, con prisa se dirigió hacia ahí, sus ojos de inmediato se posaron sobre la figura que portaba un vestido negro ajustado a su silueta, su cabello caía sobre su espalda en un liso perfecto, una media sonrisa se mostró en el rostro de Sergio, la había encontrado.
Scarlett por su parte seguía bailando, a un costado de ella estaba su mejor amiga Lila, ambas chicas ya estaban algo pasadas de copas, habían decidido salir esa noche en compañía del grupo de compañeros de clase de Delilah para celebrar el éxito rotundo que tuvo la exposición de la chica de rulos y además que sería su último fin de semana de vacaciones antes de regresar a la universidad.
—Estás pasándola bien, ¿Cierto?. — cuestiono Lila entre risas a su amiga.
— De lo mejor. — ambas rieron.
— Y tú que no querías venir, ya hasta conseguiste galán. — Lila golpeo con delicadeza el hombro de su amiga, Scarlett negó con la cabeza mientras la artista iba por otra bebida, al instante miro al chico.
El moreno no estaba nada mal, su cabello crespo café contrastaba con sus ojos color miel, era más alto que ella y tenía un cuerpo bien trabajado, lo pudo descubrir gracias a la playera tinta que se pegaba bien a su torso, el chico al notar la mirada de Scarlett sobre él sonrió, se disculpó con su compañero y se dirigió a la chica que al verlo venir se sonrojó.
— Creo que es momento de que me pagues el baile que me debes. — el chico llamado Luke la señalo con su dedo índice.
— Si te soy sincera, mis pies duelen de tanto bailar, pero lo haré por cortesía. — la sonrisa regreso al rostro de Luke, quien tomo la mano de la chica y cerro aún más la distancia entre los dos.
Ambos comenzaron a moverse al ritmo de la canción, Scar a la par cantaba dejando entre ver que era una de sus canciones favoritas, fue hasta que la chica miro por sobre el hombro de Luke que pudo sentir como su corazón palpitaba con velocidad, al lado de la pilastra que llevaba al baño, se encontraba el hombre que la había dejado herida sin razón alguna hace un par de días mirándola fijamente.
Lucía bastante guapo, la camisa de manga larga de algodón combinaba perfecto con su jogger caqui y los tenis negros, Scarlett cerro sus ojos apretándolos con fuerza, estaba segura de que era solo otro juego de su imaginación, pero cuando volvió a abrirlos y la mirada de él seguía fija sobre ella, se dio cuenta de la realidad. Al instante se alejó de Luke, el chico la miro sorprendido, pensó que había llegado a molestarla al cuestionarle si le gustaría salir otro día, pero ni siquiera se percató de que ella no lo escuchaba.
— Perdón si sentiste que fui muy directo. — Scar lo miró sin entender.
— No te preocupes. — ella fue directo a la mesa para tomar su pequeño bolso. — Necesito ir al sanitario, ahora regreso. — sin esperar respuesta, la morena comenzó a mezclarse entre la gente.
Se le hacía eterno el camino hacia donde el chico de las pecas se encontraba, podía sentir como la mirada del mexicano quemaba sobre ella, y le gustaba esa sensación, luego de un par de empujones y tropiezos, por fin logro llegar hasta él, en automático su particular perfume la envolvió erizando su piel, había extrañado esa sensación.
— ¿Qué haces aquí?. — cuestiono ella, Sergio trato de tomar su mano, pero la monegasca retrocedió, no se lo dejaría tan fácil.
— Vine por ti. — ella rio al escuchar sus palabras.
— En ningún momento te llamé o te lo pedí, puedes retirarte. — la morena paso por su lado haciendo amago de retirarse, pero Sergio con velocidad tomo su brazo y aprisiono el cuerpo de la muchacha entre su cuerpo y la pilastra donde se encontraba recargado anteriormente.
— Fui un estúpido al no contestarte, a pesar de que leí cada uno de tus mensajes, sabía que te hacía sentir mal, pero si tan solo pudiera explicarte la situación me entenderías. — ella iba a replicar, pero Checo recargo su frente sobre la de ella, obligándola a cerrar los ojos para poder disfrutar del contacto. — Scarlett, no hay día, inclusive noche que no piense en ti, en tu sonrisa, tu carisma, tu sencillez, en la forma que tus dedos se entrelazan con los míos, o la forma en que nuestros labios encajaron a la perfección la última vez, y me duele saber que lo nuestro es prohibido, por qué de no serlo ya estaría besándote ahora mismo.
Scarlett se sentía flotando entre las nubes después de esas palabras, ella también lo había extrañado demasiado, y claro que en su mente se repetían cada uno de esos detalles que Michel había descrito anteriormente, para ella, al el llamarlo prohibido lo veía como un tema de la diferencia entre edades de ambos, pero no le importaba, ella estaba enamorada hasta los huesos del mexicano, y el amor no tendría edad, a sus ojos el amor solo tendría que ser sincero y honesto, algo que aprendería más tarde que no siempre se podía hacer realidad.
Por su parte dejo de lado todas sus inhibiciones, sin pena tomo las mejillas del mayor con sus manos y estampo sus rosados labios con los del chico de pecas. Las manos de Sergio al instante fueron a parar a la cintura de la morena, acortando cualquier hueco que quedara entre sus cuerpos de ser posible, ambos se enfrascaron en una dulce batalla donde sus labios eran los únicos que hablaban, demostrándose la carga tan pura de sentimientos que tenían hacia el otro y todo lo que se habían extrañado los pocos días en que no tuvieron contacto.
Al faltarle el aire decidieron separarse, ambos se miraron y se mostraron una sonrisa pura, con la que se demostraban que aún tenían cosas pendientes por aclarar, pero por ahora lo importante era que de nuevo estaban juntos, y no estaban dispuestos a dejarse ir de nuevo.
— Vamos a casa. — pidió la menor.
Sergio solo asintió, dejo un beso sobre la frente de ella y tomo su mano para comenzar a guiarla fuera del lugar, fue así como tomaron el camino de regreso hacia el departamento de Scarlett, donde ellos pasarían la noche durmiendo juntos como lo haría cualquier pareja normal, desgraciadamente después de un tiempo se darían cuenta de que cualquier acto de este tipo podría jugarles en contra.
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˗ˏˋ 𝐒𝐎𝐂𝐈𝐀𝐋 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐀 ˎˊ˗
° Zape: Golpe fuerte en la cabeza con la mano abierta.
° Te va a cargar el payaso: Cuando un mexicano dice "ya me cargó el payaso" se refiere a que le pasó algo malo, en cualquier ámbito, pues al cargarte el payaso es porque estás malherido.
° Que huevos los tuyos: Expresión mexicana que denota valentía, dando referencia a que tiene agallas para enfrentar la situación.
° Jocana: Conjunción del nombre José y el apellido Canales del entrenador de Sergio Pérez.
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