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10 de Agosto 2021

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Cambridge, Inglaterra.





Dentro del acogedor departamento se respiraba la tranquilidad y cierta paz, solo se escuchaba de fondo los curiosos ruidos de la caricatura mostrada en la televisión, que solo servía para no sentir el ambiente apagado, pues el menor se encontraba dibujando con varias hojas blancas al rededor en conjunto de todo su arsenal de colores y plumones distribuido en la mesa de centro de la sala.   Esta noche Scarlett era la encargada de cuidar a Gabriel mientras la madre del niño salía a una cena, para la monegasca era todo un placer el ser la niñera del menor, Gabi era un niño encantador, amable y muy educado, por eso no dudo ni un segundo en aceptar la responsabilidad hoy por la mañana cuando Valentina la llamo de emergencia, la chica leía con atención el pequeño libro que Gabriel le había brindado, según el niño era una de sus posesiones más preciadas, así que a pesar de ser un cuento infantil, ella aceptó leerlo solo por hacerlo feliz.

Después de unos minutos la morena tomo su celular y observo la hora marcaba las ocho treinta de la noche, era tiempo de que el niño cenara, decidió cerrar el libro, no sin antes dejar el colorido separador dentro de la página donde se había quedado, dejo la edición en la mesa que se encontraba a un costado del cómodo sofá donde estaba sentada, tomo al pequeño Caramelo de su regazo depositándolo en el piso, el can solo se sacudió levemente y fue directo hacia donde se encontraba su dueño seguido de Scar.

— ¿Cómo vas?. — cuestiono poniéndose de cuclillas mientras observaba el dibujo que el niño hacía, Gabi le había confesado que debía tener lista su obra maestra antes de que su madre llegara por qué se lo quería regalar a una persona importante para él.

En este aparecía una pequeña casa al fondo, la mitad de la hoja tenía garabatos en color azul simulando el cielo y unas pequeñas mariposas de distintos colores simulando que volaban sobre el mismo, en la parte inferior había dibujado en color verde, lo que Scar quiso interpretar como el pasto, pues tenía varias flores dibujadas sobre el mismo, en centro de la hoja destacaban tres muñecos de palo, uno pequeño con vestimenta azul, del lado derecho de este se encontraba uno con cabello más largo con vestimenta en color rosa, y del lado izquierdo uno en naranja, más atrás un pequeño perro en color café, por último en una de las esquinas inferiores podía ver lo que parecía un carro en color naranja con varios parches de colores y el número tres en el capo.

— Creo que ya casi esta, solo le falta el nombre de cada uno, pero mi letra aún es algo fea, ¿Podrías ayudarme a escribir cada nombre?. — cuestiono el niño con amabilidad, Scarlett sonrió y asintió.

Termino tomando asiento a un costado de Gabriel, el niño se recorrió levemente para que ella pudiera acceder a la hoja.

— ¿Con cuál quieres comenzar?. — cuestiono ella, el niño tomo un plumón morado, lo tendió hacia Scar mientras señalaba el dibujo con cabello largo.

— Esta es mi mami. — Scarlett sonrió. — Pero ponerle eso sería poco profesional de un artista, así que me gustaría que dijera Valentina. — la morena asintió, con cuidado tomo la mano del niño colocando el plumón en su mano, Gabi se sorprendió, pero cuando vio que posiciono sus dedos sobre los de él entendió que haría lo mismo que su maestra hacía en la escuela.

Ambos comenzaron a trazar el nombre de su madre bajo los pies del muñeco que la representaba, al terminar la letra se veía un poco garabateada, pero el rubio aplaudió orgulloso.

— El siguiente es este. — señalo el dibujo del centro mientras tomaba un plumón rojo. — Soy yo, ¿Podríamos ponerle Ángel?. — cuestionó el menor mientras sus mejillas se sonrojaban, le daba un poco de pena el peculiar apodo que su madre le había dado, pero le gustaba.

— Claro que si Gabi, dame tu mano. — Scarlett repitió el mismo procedimiento que con la escritura anterior, colocaron el acento en la letra a, y así terminaron con ello.

— Este último. — el niño pauso sin estar seguro de las palabras que mencionaría. — Es mi amigo Dani, de hecho el dibujo es un regalo para él. — la monegasca se enterneció. — Le hice este dibujo porque, he notado que se comporta como un tontito cuando ve a mi mami. — Gabi llevo sus manos hacia su boca mientras reía, termino contagiando a la mayor. — Y también, soy consiente de que la mira de una forma rara, casi como yo, que veo a mi mami con ojitos de amor, pero diferente, ¿Sabes cuál puede ser la razón?. — Scarlett sonrió ante las palabras del niño, reafirmando que él era muy listo y siempre estaba atento a todo lo que ocurría a su alrededor.

Por supuesto que ella creía entender la razón, pero no sabía que tan conveniente sería comentárselo al menor, Valentina, anteriormente le había comentado los procesos que había llevado Gabi desde la separación con su anterior pareja y no quería que el pequeño se hiciera falsas expectativas gracias a la vaga idea que ella podía tener.

— Puede ser que la admira mucho y tienen una bonita amistad, ¿O tú que opinas?. — ambos se miraron fijamente, mientras el niño colocaba su dedo índice en su barbilla, dando pequeños golpes en esta mientras pensaba.

— Sí, tienes razón, ambos son amigos, junto conmigo, ¡Podríamos ser como los tres mosqueteros!. ¡Unos amigos inseparables!. — para la monegasca fue imposible sonreír ante la emoción del niño.

— ¡Eso es una muy buena idea!. — decidió responderle con el mismo entusiasmo. — ¿Qué te parece si eliges el plumón con el que quieras escribir el nombre de tu amigo y así terminamos para que puedas cenar?. — Gabi asintió, tomo un plumón amarillo y así ambos se enfrascaron en escribir el nombre de Daniel bajo la figura que lo representaba.

— ¡Listo!. — el rubio aplaudió de nuevo con emoción. — Mira Caramelo, por fin terminamos amigo. — el menor tomo a su mascota y le mostró la hoja, el can comenzó a ladrar como si entendiera lo que el niño le quería decir.

Al terminar la tarea, Scarlett le pidio a Gabriel que recogiera todos sus colores y plumones con la intención de evitar que estos se perdieran, el niño en automático los guardo dentro de la lonchera que destinaba para esto y los llevo directo hacia su habitación.  Scar por su parte, fue hacia la cocina para tomar los ingredientes adecuados para prepararle al niño el sandwich que su madre le había indicado, dos rebanadas de pan, acompañadas de un poco de mayonesa, con dos porciones de jamón y una de queso amarillo, en conjunto de una leche con chocolate serían el manjar que el pequeño de los Navarro Marshall sería el encargado de disfrutar, la morena se decidió por lo mismo, y así, al terminarlo de preparar, con prisa recogió todo lo que había utilizado y llevo los alimentos a la mesa del comedor donde ya la esperaba el menor.

Distribuyo los platos, fue hasta que dejo junto a Gabi su vaso favorito del Rayo Mcqueen que el niño se dispuso a cenar, Scarlett tomo asiento frente al niño y lo imitó, ambos comían con tranquilidad mientras comentaban un par de cosas triviales simplemente por tener algo de que hablar, fue hasta que el teléfono de ella sonó que tuvo que interrumpir su actividad para ponerse de pie e ir por él. Una vez que tenía el aparato sobre sus manos, sonrió en automático al leer la pantalla mientras tomaba de nuevo asiento.

"Buenas noches, cariño, espero no interrumpirte o incluso despertarte, solo quería avisarte que logre desocuparme a tiempo y podré acompañarte en el evento de tu amiga, cuento los días para verte."

Desde la primera vez que Michel la había llamado de esa forma, ella había investigado en internet el significado, además de descubrir que era una palabra proveniente de la lengua nativa del hombre, también descubrió que era un apodo que generalmente se utilizaba para llamar a la persona que era importante para alguien y por la que desarrollaba ese "sentimiento de cariño", Scarlett iba a responderle al mexicano, pero la voz de Gabriel la interrumpió.

— Scar, ¿Tú tienes novio?. — cuestiono el niño antes de dar una mordida a su sándwich, sorprendiendo a la chica que se quedó sin habla, pero recobró la compostura en segundos.

— Nop, no tengo novio. — ella iba a seguir comiendo.

— ¿Entonces por qué le sonríes a la pantalla de tu celular?. — el menor ladeo la cabeza tratando de entenderla. — Mi tío Nico hacía eso cuando hablaba con su exnovia Paula. — Gabi entrecerró los ojos mientras se acordaba de la mujer. — Ella me caía bien, era muy linda conmigo, mi mami me dijo que ellos se dejaron por qué ya no se querían, y es mejor no estar con alguien por el que ya no sientes lo mismo. — Scarlett asintió.

— Tu mami tiene razón en eso. — la morena llevo su vaso de leche con chocolate hacia sus labios para tomar un buen trago, pero se detuvo al escuchar las siguientes palabras del niño.

— Aunque según mi Nina, mi tío fue un estúpido que le fue infiel. — el niño imito comillas ante la última palabra. — Y por eso ella lo dejo, yo nunca he entendido esas palabras, ¿Tú sí?. — la monegasca abría y cerraba su boca mientras trataba de figurar alguna frase para desviar el tema de la conversación, pero no lo lograba.

Afortunadamente, la puerta de la entrada se abrió revelando la presencia de la mamá del menor, detrás de ella apareció un chico alto, moreno y de cabello rizado, muy guapo en realidad, y Scarlett no pudo evitar que su rostro le pareciera conocido, en cuanto Gabriel se percató de la presencia del hombre se puso de pie y corrió hacia él, así mismo Caramelo comenzó a revolotear al rededor de las piernas de la mexicana.

— ¡Dani!.— gritó el menor en el camino, el moreno en automático sonrió y se colocó en cuclillas con los brazos abiertos.

Gabi llegó hasta él y al instante se abrazaron, el llamado Dani cargo al niño en sus brazos y se puso de pie, ambos comenzaron a platicar ignorando la presencia de las dos mujeres, Scarlett se acercó hacía Valentina que miraba la escena con una sonrisa.

— ¿Cómo te fue?. ¿Todo bien?. — la mexicana asintió.

— Creo que llegamos antes de tiempo, pero sabes que aun así puedes quedarte a dormir aquí. — Scarlett sonrió.

— No te preocupes, llamaré a mi Uber de confianza y me iré a casa, solo recojo lo de la cena. — Valentina negó.

— Tranquila, yo me hago cargo de eso, si te vas a ir es mejor que lo hagas antes de que sea más tarde. — Scarlett se limitó a asentir, fue directo hacía la encimera de la sala y tomo su bolso, regreso al comedor por su celular y estaba lista para partir así regreso con Valentina.

— Gabi, Scar ya se va. — el niño se encontraba ahora mostrándole al moreno el dibujo, ambos estaban absortos en su conversación.

— Paso la mayor parte de la tarde haciendo ese dibujo, déjalo que disfrute, después me comunico con él. — las mujeres se despidieron con un beso en la mejilla y un pequeño abrazo.

— Ve con cuidado, por favor avísame cuando estés en casa. — Scar asintió y le brindo una sonrisa a Valentina.

— Claro, nos vemos pronto. — Scarlett salió del departamento y al instante se dirigió al elevador.

Al entrar a este presiono el botón que la llevaría hacía el lobby del edificio, en cuanto las puertas se cerraron a su mente regreso parte de la conversación que tuvo con el niño.

"— Scar, ¿Tú tienes novio?.
— No, no tengo novio.
— ¿Entonces por qué le sonríes a la pantalla de tu celular?."

Si bien Michel no era su novio, ellos estaban saliendo, ¿No era así?. Desde el día en que se besaron en la boutique algo en la relación de ambos cambio, se daban los buenos días, las buenas noches, se preocupaban por el estado del otro, pero aun así "los besos" era un tema que no habían aclarado.

Para Scarlett ese acto le confirmo que el mexicano de cierta forma correspondía los sentimientos que ella comenzaba a desarrollar por él, pero, por otro lado, la voz en su cabeza le estaba diciendo que él, tal vez solo la veía como una chica más. La menor sacudió su cabeza tratando de alejar los malos pensamientos, Michel no era un chico malo o que buscara aprovecharse de ella, simplemente estaban teniendo una falta de comunicación al no hablar de lo acontecido en días pasados, así que se propuso el comentar la situación con el cuándo se vieran en la exposición de Lila, pues para ella Michel ya era alguien especial, y no quería permanecer como una simple amiga en la vida de él.











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14 de Agosto 2021

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Shoreditch, Londres, Inglaterra.





Scarlett se alejó lo bastante como para apreciar su trabajo y sonreí con satisfacción, las Juliet Rose en colores durazno, descansaban con delicadeza en la ligera cama de Semilla de Eucalipto*, acompañadas por unos cuantos detalles de racimos de Lychee* que le daban un poco de color a profundidad y resaltados con Eryngium* en tonos verdes, eran la decoración perfecta para la ocasión, había colocado dos guirnaldas con estas flores, ambas en cada entrada de la galería. Después de observarlas por unos minutos más entro al lugar, las obras de su amiga ya se encontraban distribuidas en las paredes y en los exhibidores especiales, miró las cuatro pilastras que había traído y colocado en puntos estratégicos juntos con un arreglo de las mismas flores que en la entrada, pero estas reposaban dentro de un jarrón dorado, dándole un toque más minimalista, todo estaba listo.

Scarlett se había quedado a cargo del sitio mientras que su amiga se había ido a dar "una manita de gato", pero al estar envuelta en su tarea de decorar, el tiempo se había pasado rápido y su amiga se encontraba ingresando a la galería emocionada, había quedado encantada con el detalle floral que su Scarlett había tenido con ella.

— ¡Te quedaron fabulosas!. — menciono Lila mientras abrazaba a su amiga. — De verdad, gracias por esto Scar, eres la mejor.

— No seas lambiscona Lila. — ambas rieron mientras se separaban. — Sabes que no tienes nada que agradecerme, me encanta acompañarte en tu camino hacia el éxito y me siento muy feliz de verte cumplir tus sueños. — Scar le dio un apretón de manos a su amiga.

Las mujeres se dedicaron a esperar que la gente comenzara a llegar, sin duda sería una tarde muy activa para las dos, pero nada podría salir mal mientras estuvieran juntas.








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El día no podría ser mejor para Lila, su galería estaba siendo todo un éxito y ya llevaba un poco más de la mitad de sus obras vendidas, el flujo de gente aumentaba conforme pasaban las horas, Lila iba de aquí para allá con su teléfono en mano, durante toda la tarde sus padres se habían mantenido en contacto con ella mediante una videollamada, un viaje de negocios les había complicado asistir, pero no por eso dejarían de lado ese día tan especial para su hija.

Scarlett se encontraba alejada de su amiga, quería que ella disfrutara el momento y aunque de vez en cuanto los asistentes la felicitaban por sus flores tan exquisitas se limitaba a agradecer y seguir su camino, la monegasca reviso de nuevo el reloj en su teléfono, habían pasado dos horas desde la apertura y aún no tenía noticias de Michel, comenzaba a preocuparse, suspiró profundamente y se dedicó a observar uno de los cuadros de su amiga, que tenía varias flores rosadas en el fondo, varias pinceladas de dorado resaltaban en los pétalos, pero lo que más llamaba su atención eran las líneas en el centro que simulaban a una pareja abrazada, Scar sonrió, le estaba encantando, debía pedirle una réplica exacta pero en tonos Lila.

La morena se giró dispuesta a seguir observando las obras, pero su cuerpo impacto contra otro, tuvo que levantar la mirada para poder descubrir de quien se trataba, sus ojos se encontraron con los de él y al instante sus mejillas se tiñeron de rojo por la pena, desde el día de su discusión gracias a su burbuja de amor Scarlett no había hablado con él, y Max no había insistido en buscarla, solo pensaba en la forma correcta de sacarle la información a su amiga.

— Creí que, no vendrías. — Scarlett comenzó a jugar con sus dedos.

— ¿Por qué no lo haría?. Tal vez odie a Lila, pero me alegra saber que su locura artística la está llevando lejos. — ambos rieron levemente, Max paso saliva nerviosa. — Scar. — pero la morena se aferró al instante a su cuerpo en un abrazo.

— Solecito perdóname, en serio no fue mi intención hablarte así, sé que Lila y tú se preocupan por mi bienestar, pero te prometo que estoy yendo con cuidado y sobre todo no hago nada malo, solo me enamore. — Scarlett hablaba con culpa, Max envolvió entre sus brazos a su amiga al escuchar sus últimas palabras.

Suspiro resignado, sabía lo fácil que era para Scarlett entregar su corazón, y sí, eso era algo que lo preocupaba, pero también creía que ella era una persona lo suficiente madura como para darse cuenta cuando alguien le convenía o no, él solo quería saber de qué chico se trataba para conocerlo un poco (si así se le puede llamar a investigarlo en internet) y estar cien porciento seguro de que no le haría daño a su amiga.

— Florecita, debo aceptar que me dolió tu desatención estos días hacía mi, pero entiendo que tal vez fui duró con mis palabras. — ambos se separaron. — Sabes que me preocupo por ti y mi impulso de hermano sobre protector me llevo a desesperarme por saber con quién salías. — ambos rieron y Max acarició la mejilla de su amiga. — Me gustaría conocerlo, claro, pero creo que tendré que esperar hasta el momento en que tu estés lista para presentárnoslo. — Scar le brindó una sonrisa.

— Vendrá hoy en un rato, prometo que los presentaré, así tendré quién le jale las orejas si es que se llega a portar mal conmigo. — los amigos rieron. — Te quiero mucho Maxie. — la morena dejo un beso en la mejilla de su amigo.

— Mucho amor por aquí. — Lila llego al lado de ambos. — Ay por dios, yo que comenzaba a alegrarme de solo pensar que no vería tu rostro. — Max rio.

— Te va a tocar soportar mi belleza cara de ardilla. — Max tomo a Lila por la cintura y la abrazo al mismo tiempo que la cargaba en el aire dándole un par de vueltas, los tres amigos rieron. — ¡Bájame en este instante Emiliano!. — el neerlandés obedeció, así Lila y él se brindaron un abrazo amistoso.

— Estoy muy feliz por ti Delilah, que sea el primero de muchos éxitos. — Max dejo un beso en la frente de la chica, pues a pesar de su extraña relación, él la apreciaba mucho, y viceversa.

— Muchas gracias, chico cochecitos, de verdad me alegra verte por aquí después de tanto tiempo.

Los tres comenzaron a ponerse al día, tenían mucho que no pasaban un día en grupo, y al adentrarse en la plática comenzaron a ignorar todo lo que sucedida a su alrededor.

En ese instante, a las afueras del local, un Sergio caminaba apurado, sabía que era demasiado tarde, pero le habían surgido un par de compromisos con sus patrocinadores, llevándolo a retrasar su horario, la poca disponibilidad de estacionamiento lo había ayudado, tuvo que dejar su auto varias cuadras atrás y caminar con prisa hasta el lugar. Se detuvo unos pasos antes para recobrar la postura, suspiro profundamente e inhalo para calmarse por completo, los nervios lo invadieron al darse cuenta de que por fin vería a la chica que le estaba robando suspiros, camino unos pasos más hasta detenerse frente a la galería, tomo su celular e ingreso a WhatsApp, escribiéndole al instante un "Ya estoy afuera" a la morena.

Antes de enviarlo, miró a ambos lados de la calle, cuando se aseguró de no correr peligro su vista se centró en los ventanales, observando a Scarlett al instante una sonrisa se extendió en sus labios al mirarla, lucía preciosa como siempre riendo a carcajadas, eso lo llevo a desviar su mirada hacía su acompañante, pudo apostar que su rostro se tornó pálido al reconocer al hombre, ¿Qué hacía Max ahí?, y lo más importante, ¿Por qué se encontraba hablando con Scarlett?. Las manos de Checo comenzaron a temblar, no podía presentarse así, menos con su compañero de equipo rondando por ahí, al instante regreso la vista hacía su celular, borro las palabras que había escrito y las cambio por un simple "Me surgieron un par de imprevistos, no podré ir, lo siento".

Presiono enviar y guardo el teléfono dentro del bolsillo de sus jeans, al instante salió de ahí con dirección a su vehículo, las imágenes de los besos con la chica y el momento en que decía el sí, acepto frente al altar con su esposa comenzaban a mezclarse en su mente, la vida le estaba dando un golpe de realidad, tenía que alejarse de la menor, de lo contrarío no habría marcha atrás.

De regreso en la galería, Scarlett se encontraba hablando con Max poniéndose al día, Lila se había retirado hace unos segundos gracias a que un par de asistentes le pidieron detalles sobre una obra, de un momento a otro el celular de la monegasca anunció un mensaje, ella lo abrió emocionada al ver el nombre de remitente, pero mientras avanzaba su lectura la sonrisa fue desapareciendo de su rostro, Max notó al instante el gesto de su mejor amiga, y no quería ser pesimista, pero algo le indicaba, que le había dejado plantada.

— ¿Todo bien florecita?. — cuestiono el neerlandés, a lo que la morena solo asintió, él suspiró. — No vendrá, ¿Cierto?. — Scar negó mientras llevaba a sus mejillas sus manos para limpiar las lágrimas que habían escapado de sus ojos, se había emocionado demasiado con la presencia del mexicano, pero debía aceptar que era un hombre ocupado y su prioridad por ahora era su trabajo. — Tranquila, mucho mejor, así podremos tener una buena pijamada de amigos, los tres sin interrupciones. — Scarlett le brindo a Max una ligera sonrisa. — Anda, será divertido, nosotros tres en tu departamento, disfrutando de una buena comida chatarra mientras Lila me coloca mascarillas faciales y tú me haces la manicura, ¿Qué dices?. — Max logro que Scarlett riera.

— Ok, pero tendrás que dejar que te coloque efecto espejo en las uñas. — ella extendió su mano hacia su amigo. — ¿Trato hecho?. — Max rodo los ojos, pero aun así apretó la mano de su amiga.

— Trato hecho, ahora vamos a buscar a la ardilla, seguramente ya no sabe qué hacer con tanta gente presente y necesitamos rescatarla del pánico. — Scar aplaudió emocionada y se pusieron en marcha.

La morena colocó su celular dentro del bolso que colgaba de su hombro, pero iba tan distraída en sus sentimientos que no lo metió del todo, Max aprovecho el momento para tomarlo y observar el mensaje en la pantalla, gracias a las restricciones de Scarlett solo podía leer el nombre del responsable "Michel", en sus notas mentales se anotó ese nombre en automático, en cuanto estuviera de regreso en Milton Keynes, investigaría las redes sociales de su amiga hasta dar con ese hombre y asegurarse de que no la lastimara más de lo que ya lo había hecho este día.

















• Lychee: El litchi o lychee es un árbol de hoja perenne que en la temporada de floración nos regala unos hermosos ramilletes de flores con características muy particulares, que más tarde dan lugar al exquisito fruto del litchi.

• Semilla de Eucalipto: Mejor conocido como Seeded Eucalyptus, es es una de las adiciones florales verdes más populares del mundo, esta aporta una textura irresistible y un sutil color salvia a boutonnieres, ramilletes, ramos de flores y todo lo demás.

• Eryngium: También conocido como Cardo Marino, es una flor popular en la decoración floral debido a su apariencia única y durabilidad, simboliza la fuerza, la protección y la perseverancia.

• Una manita de gato: El término suele aplicarse para diferentes aspectos y dependiendo de las circunstancias, la mujeres, para no salir de su casa sin arreglarse totalmente, gustan proferir esta frase al emplear una acicalada rápida que les permita lucir bien y verse mejor para ese momento en particular.

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