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5 de Agosto 2021
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Londres, Inglaterra
El cielo había amanecido completamente nublado, desde las primeras horas de la mañana Londres se había visto envuelto por una ligera llovizna de lluvia fresca, algo que no era raro para los residentes.
Scarlett había despertado con un humor sorprendentemente bueno, esto lo atribuía a que estaba decidida a disfrutar de sus últimos días de vacaciones haciendo cosas productivas, pero en su interior sabía que todo se debía al encuentro que tendría con cierto chico de pecas por la tarde.
El día que Michel se puso en contacto con ella para proponerle el verse, no lo podía creer, y no por qué fuera algo imposible salir con el chico que le había robado un par de pensamientos desde el día en que tuvieron el accidente, pero era mucha fortuna el poder coincidir de nuevo con él.
En ese momento cuando colgó Lila ya estaba de regreso, al ver a su amiga tan sorprendida la morena no pudo evitar el cuestionarle que es lo que había sucedido, cuando Scar le confesó la situación Delilah sonrió, pues desde el día en que su amiga con molestia le relato el accidente, había notado como se había quedado flechada levemente por eso, hombre al notar la cantidad de detalles que le brindaba al describirlo y con qué certeza hablaba de él, ahora ambas se encontraban en una videollamada que tenía como fin elegir el atuendo adecuado para el encuentro que tenía Scarlett con el moreno.
— No puedo llevar vestido Lila, ¿Acaso no has visto el clima?. — exclamo Scar desesperada mientras lanzaba la última prenda que había elegido sobre su cama.
— Solo era una sugerencia, creo que alguien debe tranquilizar sus nervios o terminaremos mal. — Lila tomo un sorbo del café que tomaba mirando de forma divertida como la menor de los Rossi comenzaba a entrar en pánico. — Scar, tienes buen sentido de la moda, me sorprende que estés complicándote en encontrar un outfit para ver a un hombre que ni siquiera sabes si es un asesino serial, un mata viejitos o peor un traficante de órganos. — Scarlett rodó los ojos.
— No tiene cara de eso, pero si me mata por lo menos moriré guapa y feliz por verlo. — Scarlett tapó su boca en automático con su mano después de lo dicho, pudo observar a través de la pantalla como su amiga se abrió los ojos por la sorpresa.
— No puede ser, aquí, vamos de nuevo. — Lila estampo su frente contra la palma de su mano.
Delilah conocía perfectamente a su amiga, era bien sabido por ella que Scarlett era una persona muy noble que a pesar de que quisiera mostrarse como una persona ruda y desinteresada de la vida, en realidad tenía un corazón de pollo, llevándola muchas veces a confiar en las personas equivocadas sin siquiera tomar en cuenta si solo buscaban su propio beneficio o en realidad querían aportarle algo bueno, agregándole que le resultaba muy fácil enamorarse, con que el chico le llenara el ojo y le dijera un par de palabras bonitas la monegasca terminaba cayendo a sus pies.
— Era una broma, ¿Ok?. — hablo Scar con rudeza.
— Sí, sí, claro, yo fingiré que te creo. — Lila suspiró. — Solo te pido que te andes con cuidado, no está mal conocerlo o incluso llegar a enamorarte de él, pero solo asegúrate de que valga la pena.
Scarlett le mostró una media sonrisa a su amiga, sabía que sus palabras tenían buenas intenciones, solo que a veces la hacía sentir como una niña tonta, que solo se relacionaba con personas que querían utilizarla, pero estaba segura de que con el chico de las pecas sería diferente.
Decidieron dejar el tema por la paz y concentrarse en la misión principal, ambas concordaron en que tenía que ser un atuendo que cubriera lo suficiente para que ella no pasara frío, pero que también fuera acorde a una simple salida de amigos.
Así fue como se decidieron por una ligera camiseta de manga larga color café con líneas en relieve, acompañada de un pantalón skinny negro de vinipiel, converse negros y un abrigo color camel por si llegaba a refrescar aún más.
Una vez con las prendas puestas, Scarlett se miró al espejo, el maquillaje sutil hacía juego con el rosado natural de sus labios, dándole una apariencia casual, decidió dejar que su cabello cayera libremente y colocar unas arracadas doradas como accesorios por fin estaba lista.
— Justo a tiempo. — exclamó Lila. — Debes de salir ya si no lo quieres hacer esperar más. — Scarlett asintió. — No olvides enviarme tu ubicación en tiempo real, ¿Vale?.
— En cuanto llegue al lugar lo haré, te quiero Lila, gracias por esto. — su amiga le brindó una sonrisa a través de la pantalla.
— Yo también te quiero, diviértete y recuerda andar con precaución. — Scarlett le lanzó un beso y colgó.
Tomó el pequeño bolso que llevaría, agregó a sus llaves y su teléfono móvil, sin más salió de su departamento, al ingresar al elevador encontró a Amelia Clark, la mujer que era dueña del edificio de apartamentos donde recidía.
Esta era una gran amiga de la infancia de su abuelo Fiorello, por ello había accedido a rentarle el departamento a pesar de la gran demanda que su edifico tenía gracias a la excelente ubicación.
— La pequeña Rossi, luces preciosa mi niña. — esa mujer siempre era un pan de Dios con ella.
— Muchas gracias, señora Clark. — ambas se brindaron una sonrisa. — ¿Necesita que le dé una mano?. — cuestiono al ver que llevaba un par de bolsas con ella.
— No te preocupes, mi hijo ya está esperando en el lobby por mí. — Scar asintió.
Cuando llegaron a la planta baja Scarlett la acompañó hasta donde se encontraba su hijo Santino, ambos se saludaron y después la morena se despidió.
Salió con algo de prisa del edificio, miró hacia ambos lados y su vista se detuvo en el hombre que yacía apoyado sobre el capo del Civic Type R negro, Scarlett comenzó a acercarse hacia él, cruzo la calle con cuidado de que no viniera un automóvil transitando y sin más término plantada frente al moreno, la chica le brindo una sonrisa al notar lo guapo que lucía.
Su rostro era enmarcado por una barba de un par de días que le daba un aspecto bastante varonil, vestía un suéter azul marino con franjas blancas que simulaban cuadros, en las empuñaduras de la prenda destacaban dos líneas de un azul eléctrico que le daban un buen toque, en la parte inferior portaba unos chinos que parecían de algodón en corte recto de color azul marino dándole un toque más elegante al outfit, y para terminar unos tenis Puma Suede en color negro.
La monegasca comenzó a sentirse nerviosa ante la presencia de él, agregándole que el agradable aroma que el chico de pecas desprendía no era algo que le dejara aclarar sus pensamientos de forma rápida, pero desde su perspectiva Sergio comenzaba a sentirse de la misma manera, al tener a Scarlett frente a él se dio un golpe mental al no recordar lo bella que era, lucía preciosa bajo la tenue luz de las farolas de la calle y estaba encantado con ese aspecto tan natural con que lo había recibido.
— Es un placer verte de nuevo niña de la moto. — ambos rieron después de las palabras de Checo.
— Creo que es momento de que nos presentemos formalmente, Scarlett Rossi. — la menor extendió su mano ante el quien la tomo brindándole un ligero apretón, al sentir su piel contra la de ella un impulso lo incitaba a entrelazar sus dedos, pero eso sería abusar, por lo cual soltó la mano de la chica con disimulo.
— Michel Mendoza, es un placer conocerte en circunstancias decentes Scarlett. — ella rio.
— Podría decir lo mismo, pero aún no olvido como lastimaste a mi preciosa Primi y mi rodilla de paso. — él la miró alarmado, en ningún momento se había percatado de algún daño físico hacia ella cuando ocurrió el accidente. — Tranquilo que solo fue un raspón, nada de otro mundo. — él asintió relajándose.
— ¿Te parece si nos vamos?. — Scarlett se limitó a asentir.
En un movimiento rápido Sergio tomo su mano con cautela, Scar no pudo evitar exaltarse, pero cuando él comenzó a guiarla hacia el lugar de copiloto entendió el porqué, al llegar ahí, él le abrió la puerta como todo un caballero logrando que la morena sonriera, ingreso al vehículo y él se encargó de cerrar la puerta para después dirigirse hacia la puerta de piloto para abrirla e ingresar.
Luego de cerrar la puerta tras de él y abrochar su cito de seguridad, Sergio encendió el auto y así comenzaron su camino, en el transcurso del viaje ambos iban en silencio concentrándose en las calles, no era un silencio incómodo, simplemente no sabían qué decir, ambos se encontraban en un estado de emoción e incertidumbre al no conocerse, Scarlett trataba de concentrarse en la música que se reproducía en la radio, pero no entendía lo que quería decir, así que se dedicó a enfocarse en la melodía.
Sergio, por su parte, apretaba el volante bajo sus manos mientras conducía, comenzaba a sentir demasiados nervios, no solo por tener a su lado a la morena que le había robado espacio en sus pensamientos últimamente, sino que estaba haciendo esto a escondidas de todo su círculo incluida su esposa, nadie más que Jo sabía donde se encontraba él actualmente, suspiró fuertemente tratando de tranquilizarse mientras se repetía mentalmente que no estaba haciendo nada malo, simplemente estaba aprovechando sus días libres para hacer una nueva amiga.
Después de quince minutos de viaje lograron llegar hasta Kensington, tenían como destino The Churchill Arms* uno de los lugares favoritos de Scarlett gracias a que su vistosa fachada siempre estaba decorada con flores de temporada, así como parte de su interior, además de que era uno de los únicos lugares que vendía fideos chinos y rollitos de primavera dejando de lado el tradicional Fish and Chips*, cuando Checo le pregunto por mensaje a qué lugar le agradaría asistir ella no pensó dos veces en sugerirle el pub.
Al encontrar un sitio para aparcar su auto ambos bajaron de este, o al menos eso iba a intentar Scar, pero el pelinegro le pidió que permaneciera dentro, fue hasta que el rodeo para llegar a la puerta y la abrió que ella pudo bajar, después de agradecerle el gesto el moreno aseguro el auto.Caminaron con tranquilidad hasta llegar la puerta que el término abriendo para cederle el paso a la menor, ambos ingresaron y para su buena fortuna había una mesa libre para dos en el fondo del sitio, fueron hasta ahí y tomaron asiento, en ese momento se miraron, fue ahí donde el miel y el avellana se conectaron, ambos sonrieron al sentir la conexión que se formó en ese instante, pero ninguno de los dos estaría preparado para manejarla.
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La risa de Sergio inundo el sitio, la anécdota de Scarlett le había parecido de lo más gracioso, llevaban alrededor de dos horas contándose anécdotas de vida, pues ninguno de los dos quería dar el primer paso para conocerse más a fondo, mientras pasaban los minutos y las cervezas que consumían ambos iban acortando la distancia entre sus asientos hasta que terminaron sentados hombro a hombro.
— Deberías sentirte mal por burlarte así de mi Michel. — el mayor carcajeo más fuerte. — ¿Acaso no te caíste sobre una Euhprobia Milli* cuando eras niño?. — él negó.
— Para serte sincero, ni siquiera tengo la menor idea de que es eso, pero con la descripción que me diste de sus espinas me basta. — Checo tomo la botella de cerveza para dar un gran trago, Scarlett mordió su labio con disimulo ante la imagen, la chica suspiró para dispersar sus pensamientos y se decidió a hablar.
— Llevamos demasiado tiempo aquí y aún no me has dicho por qué tienes ese acento tan peculiar. — le brindó una sonrisa al mayor para que tuviera la confianza de hablar.
— Mi lugar de nacimiento fue México, como sabrás ahí la lengua materna es el español, pero gracias a mi trabajo tuve que dominar el inglés. — ella asintió.
— ¿Y cuál es ese trabajo que te obligo a hacerlo?. — Scarlett rio para tratar de no verse como una fisgona, pero se arrepintió al momento en que notó como él se quedó completamente serio. — Si te incomoda el tema no es necesario que me respondas.
— No es eso. — respondió el mexicano al momento. — Simplemente, no me gusta hablar sobre mi trabajo cuando no estoy ejerciendo. — le brindo una media sonrisa para tranquilizarla. — Me dedico a promover varias marcas por el mundo y también tengo una fundación que ayuda a pequeños de escasos recursos. — Sergio la miro para ver si ella había creído sus palabras.
Que para él, al final de cuentas no era del todo mentira, gracias a sus patrocinios promocionaba a diferentes empresas alrededor del mundo por medio de las estampas en su monoplaza o en el uniforme de Red Bull, y la existencia de su fundación también era un hecho verdadero, así que trató de olvidar la presión que se formó en su estómago al no confesar a lo que se dedicaba verdaderamente.
— Eso debe ser fascinante. — Scar lo miro con una sonrisa que él imito al ver que todo había resultado bien. — El viajar por el mundo y conocer distintos lugares mientras haces lo que te gusta, más aparte ayudar a pequeños, de esa manera se me hace uno de los actos de bondad más bellos que pueden existir. — Checo asintió relajado.
— Concuerdo contigo, me gusta mucho mi trabajo, aunque en cada viaje termino con un sabor de boca diferente en cuanto a resultados, pero todo vale la pena, sobre la fundación, es una meta que tenía desde que era un niño, y en el momento que gracias a los ingresos por mi profesión lo pude llevar a cabo, no lo pensé dos veces y me puse en marcha. — Scar recargo su barbilla sobre una de sus manos al escucharlo.
Sergio admiró ese gesto, sintiendo ternura por dentro al ver lo dulce que la chica se veía, en un movimiento rápido tomó su celular de la mesa, ingresó a la cámara y enfocó a Scarlett logrando tomar una perfecta fotografía, ella al notarlo rio y abandonó la posición.
— ¿Qué fue lo que hiciste?. — golpeó el hombro de él jugueteando.
— Tranquila, ahora lo verás. — Checo al instante entro a la reciente conversación que tenían ambos, presiono en archivos y así envió la fotografía a la menor, Scarlett tomó su dispositivo al ver la notificación y presiono esta, la imagen se mostró en toda la pantalla, debía aceptar que era una buena fotografía.— Vaya, además eres buen fotógrafo, ¿Qué otros dones escondes Michel?. — Checo se tensó al escuchar esas palabras.
— Me resulta algo extraño que me llames Michel, me suena a mucha formalidad. — dijo Sergio con disimulo para cambiar el tema mientras le hacía una señal al mesero para que les trajera otra ronda de cervezas.
— ¿Así te llamas, no?. — soltó Scar sin pena, él solo rodó los ojos. — Entonces, ¿Cómo le gustaría que lo llame amable chico de las pecas?. — el mayor sonrió como tonto al escuchar la forma tan peculiar en la que lo nombro.
— Chico de las pecas, me agrada. — Scarlett sintió como sus mejillas se sonrojaron, este aumento cuando Sergio rio al verla tan apenada. — No te preocupes, puedes seguir llamándome Michel, ahora que lo pienso, viniendo de ti suena muy bien. — ella agachó la cabeza y negó entre risas.
— Es momento de que me hables sobre ti, ¿Cómo te va en el jardín de niños?. — dijo Checo tratando de descubrir la edad de la morena, pues todo indicaba que era más joven que él, al parecer ella lo tomo a broma, justo como el mexicano planeaba, así ambos rieron.
— No soy tan joven como crees, tengo veintiséis años, ya casi llego al tercer nivel. — levantó su mano señalando su frente.
Sergio la miró sorprendió, siendo sincero las facciones de la chica eran muy delicadas, haciéndola lucir menor de la edad que ella decía tener, el mexicano al mismo tiempo sentía alivio, pues no habría problema en relacionarse con ella.
— Ya que tú lo confesaste, ahora me toca a mí, tengo treinta y dos. — el mesero dejó un par de India Pale Ale* en la mesa y se retiró, no sin antes disculparse por la tardanza.
— Anciano. — respondió Scar con seriedad, pero después de unos segundos ambos estallaron en risas. — Espero no lo tomarás a mal, solo estaba bromeando.
— No tengo problema con ello, a menos que tú tengas problema con tener un amigo anciano. — el mexicano sonrió, Scar negó divertida.
— Claro que no, al contrario, es más, brindemos por esta nueva amistad, que espero que con el paso del tiempo pueda crecer más y más. — soltó la menor a sabiendas de doble sentido, Sergio al instante chasqueó la lengua complacido mientras con lentitud una sonrisa se formaba en sus labios.
— No tengas duda de que así será. — ambos tomaron su bebida y chocaron las mismas.
Para llevarla hacia sus labios y beber un buen trago, mientras sus miradas permanecían conectadas diciéndose a gritos todo lo que comenzaban a sentir.
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Luego de un par de cervezas más ambos decidieron que era hora de marcharse, tanto Sergio como Scarlett se encontraban un poco mareados gracias a la cantidad de cervezas que habían consumido, era poca, pero ninguno de los dos estaba acostumbrado a ingerir alcohol.Después de un par de minutos de camino entre risas y cantos por parte de Sergio que lograban divertir a la monegasca, llegaron de nuevo al edificio de Scarlett, el mexicano estacionó el coche de manera rápida, total, pronto partiría.
— La pase muy bien esta noche contigo. — Scarlett tomó la mano del mayor con confianza, este aprovechó para dejar una leve caricia sobre esta.
— Lo mismo puedo decir, gracias a mi trabajo tenía mucho que no salía a divertirme, y me alegra que haya sido de la mano de tu excelente compañía. — ambos se miraron, por inercia Sergio comenzó a acercar al rostro de la morena.
Scarlett deseaba con todas sus fuerzas que concretará el acto, pero las palabras que Lila le dijo antes de salir de casa vinieron a su mente, entonces decidió romper el momento.
— Será mejor que entré. — señaló el edificio tras de ella, Checo asintió.
— Claro, creo que debo emprender camino por qué aún tengo que llegar a Milton Keynes. — Scarlett abrió los ojos sorprendida.
— ¿Acaso estás loco?. — Checo la miro sin entender. — Es más de media noche, no puedes manejar, sería muy peligroso, más en nuestro estado. — Scar rio levemente. — Te quedarás conmigo, anda, vamos, que tengo sueño.
La menor no le dio tiempo de reaccionar cuando ya había bajado del auto, Sergio se quedó aturdido ante sus palabras, pero sacudió su cabeza y decidió que por seguridad sería mejor pasar la noche en casa de ella.
Tomó su teléfono y su cartera, los guardó en el bolsillo de su pantalón y bajó del vehículo, lo aseguró y se unió a Scarlett que ya lo esperaba en la puerta de la entrada a su edificio, ambos ingresaron en silencio, la chica lo guio hasta el elevador y subieron a la caja metálica, Scarlett presionó el número de su piso y comenzaron el viaje, mientras se movían lo único que se escuchaba era el sonido de sus respiraciones.
Parecía que los dos se habían quedado sin batería, por qué en ese momento lo único que deseaban era dormir, al llegar al piso el dejo que la morena saliera primero, esta se adelantó para abrir la puerta de su departamento y Sergio entró tras de ella cerrando la puerta, el mexicano observó todo con disimulo, era muy acogedor, las decoraciones eran minimalistas, pero todo tenía una gama de colores pasteles entre el morado y el lila.
— Es muy lindo. — soltó Sergio sin más.
— Muchas gracias, te mostraré todo. — Scarlett le dio un pequeño tour.
Comenzó desde la sala hasta la cocina, la cual Sergio se sorprendió de ver tan ordenada y limpia, de ahí pasaron hacia el pequeño estudio donde Scarlett tomaba sus clases en línea o las juntas con los proveedores de su taller, luego le mostró de manera rápida el sanitario y concluyeron en la habitación de invitados.
— Y aquí es donde dormirás. — Scarlett prendió la luz revelando un cuarto con paredes grisáceas.
Contenía una cama tamaño matrimonial con sábanas en color azul pastel, un pequeño sillón ocasional en gris claro con cojines en una gama de azules, una cajonera en color chocolate que combinaba con las mesas de noche que se encontraban a los costados de la cama y por último un gran ventanal que deba vista hacia la terraza que llevaba al exterior del edificio.
— Cualquier cosa que necesites puedes llamarme, soy la inquilina del frente. — Scar soltó una tierna risotada mientras señalaba la puerta que se encontraba justo al frente.
— Lo haré, aunque creo que dormiré como tronco. — ambos rieron.
— Te dejo, nos vemos en un rato. — la menor comenzó a retroceder sin despegar la vista de él.
— Así será. — Sergio le brindó una sonrisa. — Pasa una linda noche Scar, aunque no pienso que sea tan linda como tú. — el mexicano se dio cuenta tarde de las palabras que había expresado, no le quedó más que seguir sosteniendo la sonrisa en su rostro que no fue difícil al ver cómo Scarlett se sonrojaba.
— Gracias, espero también pases una linda noche. — sin más ella salió de ahí cerrando la puerta.
Sergio se puso serio y suspiro sintiéndose un completo idiota por dejar que su boca hablara antes que su cerebro.Se despojó del suéter que portaba quedando en una playera básica blanca y sus pantalones, quito los tenis de sus pies y fue directo a apagar la luz para acostarse directamente bajo las suaves sábanas de la cama, tomó una posición cómoda y cerró sus ojos decidido a descansar, por un momento pensó que el insomnio haría de las suyas, pero cuando los recuerdos de la noche vivida con la monegasca comenzaron a pasear por su mente una leve sonrisa se formó en su rostro mientras se arrullaba teniendo presente la mirada de la niña de la moto que comenzaba a dejar huella en él.
Scarlett por su parte, ingresó a su habitación y aseguró la puerta con pestillo, no es que desconfiara de Michel, pero nunca estaba de más prevenir, tomó un camisón oversize rosado que utilizaba para dormir, lo lanzó sobre su cama y comenzó a despojarse de sus ropas.
Una vez libre se colocó el camisón, en su interior había una lucha para que comenzara a desmaquillarse, pero el cansancio era tanto que decidió dejarlo de lado, apagó la luz de la habitación y entró directo en su cama, sintiendo como el suave tacto de sus sábanas la relajaba.
Dentro de ella el palpitar de su corazón no podía dejar de acelerarse, mucho menos cuando recordaba los momentos tan amenos qué pasó al lado del mexicano, abrazo fuerte su almohada de seguridad y comenzó a arrullarse, anhelando que pronto se hiciera de mañana para poder ver de nuevo a ese chico de pecas que la tenía encantada.
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˗ˏˋ 𝐒𝐎𝐂𝐈𝐀𝐋 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐀 ˎˊ˗
• The Churchill Arms: Construido en 1750 es una de los pubs mas antiguos e históricos en Londres, además de ser el primero en servir deliciosa comida tailandesa junto con una gran variedad de cervezas.
• Fish and Chips: Es el nombre inglés que se le da a una fritura de pescado con papas, típica del Reino Unido.
• Euhprobia Milli: También conocida como corona de Cristo o corona de espinas es una suculenta con espinas negras o marrón oscuro en sus tallos y ramas ampliamente utilizada en jardinería por todo el mundo, sus grandes bazas son la gran belleza de sus flores rojas o rosadas.
• India Pale Ale: Es un estilo de cerveza de tradición inglesa que se caracteriza como una ale pálida y espumosa con un alto nivel de alcohol y de lúpulo.
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