ᝰ ❨ 𝐓𝐇𝐄 𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐀𝐂𝐓 ៹ 𝘚𝘐𝘕𝘚 ❩
𝐬𝐢𝐧𝐠𝐥𝐞 𝐬𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧 ━━━ ❨ 𝗆𝗈𝗄𝗂𝗍𝖺 ❞
megan scott leading the town

❛ ━━━¿Por qué la Tierra pagaría
los pecados de     un pueblo? ¿Qué
hay del resto         de adolescentes,
niños y animales  en el mundo? ❜

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𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 la estrella, megan scott,
se hace líder de un puñado de
adolescentes,          debiendo
protegerlos y       dirigirlos a
través de             las disputas

𝓞

𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚 todos aman a megan
como a una     celestial reina y
todos temen a      allie como a
una despiadada            tirana.

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—¡VAMOS, Luke! —exclamó eufórica Megan, lanzando los pompones de tiras rojizas y amarillas al aire atrapándolos al caer, saltando, girando y apoyando a su equipo en lo que podría llamarse ❛ la jugada final ❜—. ¡A que muerdan el polvo, Centuriones!

El mariscal de campo y uno de sus mejores amigos, Luke, se preparó, y al momento de recibir el pase del balón, corrió hacia el campo del equipo contrario con sus compañeros resguardándolo, anotando la última puntuación con la cual concluyó el juego.

—¡Y esa es una victoria veintidós a veinticuatro a favor de los Centuriones! —los jugadores gritaron, amontonándose en un abrazo a la vez que la preparatoria de West Ham los felicitaba desde las gradas.

Las animadoras abrazan a su líder, festejando el triunfo.

—¡De acuerdo, chicas, a las duchas! —ordenó viendo a su grupo de jugadores —Luke, Grizz, Clark y Jason— caminar hacia ella—. Excelente anotación, Lukey —saltó a sus brazos rodeándolo en un fuerte abrazo. Su cara se formó en una de burla al ver al resto—. Oh, vamos, chicos —rió agrupándolos—, ustedes también hicieron de su parte, corriendo de un lado a otro.

Ellos rieron. —Creo que alguien no vendrá a casa a celebrar la victoria —dijo Jason, pasando un brazo sobre sus hombros.

—Deberíamos dejarte aquí para que vayas a pie —jugueteó Clark, el pelinegro picando uno de los costados de la chica antes de recibir un manotazo.

—Saben que no lo harían —niega sonriendo—. Me aman demasiado como para dejarme.

—¡Cierto! —exclamaron entre risas siguiendo con el festejo en casa de Luke.

—DIABLOS, no volveré a beber en ninguna de sus fiestas —Megan despertó en la cama de Luke con los chicos de La Guardia esparcidos por la habitación. Grizz se encontraba tendido a su lado, Luke y Clark echados en el suelo, y estaba bastante segura que Jason había dormido en la bañera.

—Todos sabemos que no lo cumplirás —negó en un quejido Grizz, entrecerrando los ojos debido a la luz que se escurría entre las cortinas.

—Levántense, debemos limpiar antes de que los padres de Luke regresen de su viaje —rueda por encima de Grizz para salir de la cama, tropezando en el camino a la puerta con los cuerpos del pelinegro y del castaño.

Ninguno se levantó de donde estaba, hasta que el grito de Megan, escuchado desde un megáfono, los hizo levantarse abruptamente.

—¡Ahora!

—Carajo, ¿Qué te sucede, Meg? —Grizz, desde el suelo debido a la caída por el susto, maldijo sobando su costado.

—Chicos —un quejido—, ¿Por qué me dejaron dormir en la bañera? —el moreno salió del baño con una mueca en su rostro.

—¿De dónde diablos sacó el megáfono?

—LEVÁNTATE, cariño, el sol ya salió y debes de hacer fotosíntesis —irrumpió en el cuarto de otro de sus mejores amigos.

—Mierda, Scott —Harry se cubrió con sus mantas hasta la cabeza—. Vete y cierra las cortinas, o quédate y cierra la boca.

Como respuesta puso los ojos en blanco acostándose a su lado. —No me iré sin ti, y tampoco me quedaré. Harry —hace un puchero despojando las mantas de los dedos del castaño—, quiero salir.

—No eres un perro, Megan —la empuja fuera de la cama, haciéndola caer al suelo, y dándole la espalda vuelve a hablar—. Puedes salir si quieres.

—¡Oye! —toma una almohada entre sus dedos, con la cual lo golpeó—. ¡Vamos! Luego podremos volver y tener una pijamada con películas y cervezas cuando tus padres se vayan —tentó.

Harry abre los ojos, mirándola con expresión rendida. —Tú las pagarás —Megan aplaudió y chilló como chiquilla recompensada.

—HOLA, Megs —le saludaron por la espalda, y quién fuera el dueño de aquella voz provocó que la Guardia, deportistas y animadoras en la mesa se tensaran.

—Hola, Campbell —correspondió, ignorando a los demás.

—¿Vendrás a casa esta noche? —en la mesa posaron sus ojos sobre ella, miradas atentas, miradas que ya hubiesen hecho un hoyo en su cabeza.

—Claro, pero, ¿Sam puede quedarse? Becca está enferma y no puede ir a su casa —era el turno de Campbell Eliot de tensar la mandíbula y apretar los puños, mirándola con molestia disimulada.

—Claro, cómo digas —accede, echando humo al irse.

—¿Por qué te llevas con ese sujeto, Megan? —preguntó Olivia—. Es terrorífico.

—Me agrada —admite, viendo el pasillo por el cual se marchó—. Y deberían de verlo en las noches —susurró solamente a las chicas, recibiendo risas cargadas de complicidad.

Lo que era de la vida de Megan Scott.