𝐟𝐨𝐮𝐫. goodbyes

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📍Tenochtitlan (1521 AD)

━━━━━━━ Caos, destrucción, fuego, gente corriendo, gente asesinándose entre ellos... eso y más era lo que Artemisa podía ver frente a sus ojos.
Ver como la gente a la que tanto habían protegido se mataban entre ellos le dolía, pero sabía que no podía hacer nada.

—— ¿Donde están los demás? — preguntó Ajak mientras Makkari y Thena se reunían con ellos.

—— "Tuvimos que separarnos" — contestó Makkari.

—— Había más desviantes de los que dijiste — le reprochó Thena

—— Estoy segura de que eso fue muy divertido para ti — contestó con una sonrisa Artemisa.

—— Por supuesto — respondió Thena mientras ambas se reían.

—— Cuando los demás maten a los desviantes que quedan — hablo Phastos mientras mostraba un globo terráqueo — Habremos echó un favor a este planeta.

La gente corría y se pegaba tiros, matándose entre ellos. Los eternos observan el panorama sin embargo no podían actuar, y sabían que si lo hacían sufrirían las consecuencias. Druig se dirigió hacia el frente mientras sus ojos empezaban a brillar.

—— Druig, no lo hagas — Artemisa se situó a su lado mientras le agarraba la mano. Los ojos de Druig se volvieron normales otra vez mientras Ajak hablaba.

—— Hazle caso a Artemisa, no interfieras. No nos metemos en las guerras de los humanos — explicó Ajak.

—— Esto no es una guerra, es genocidio. Puede que no fuese una buena haberlos ayudado, Phastos.

—— Es parte de un proceso revolucionario, es algo que yo no puedo parar.

—— No, no puedes. Pero ¡yo si puedo! — exclamó enfadado el eterno de la mente.

—— Druig, respira — Artemisa se acercó a él, mientras intentaba que este se relajase.

—— Es demasiado tarde — comentó Thena — Todos van a morir.

—— Thena, ¿estas bien? — Sersi se acercó a la eterna preocupada.

Thena creo una espada e intento atacar a Sersi sin embargo Makkari fue más rápido y apartó a Sersi de su camino. Una Thena descontrolada atacó a Phastos, hiriéndolo; Artemisa sabía que debía luchar contra ella porque en el fondo sabía que esa no era su hermana.
La eterna invoco un arco y más flechas y le disparo a Thena una en la pierna, Artemisa sabía que en esa zona del cuerpo no podía herirla. Tras esto empezaron una lucha cuerpo a cuerpo.
Artemisa esquivó el espadazo de parte de Thena, la pelirroja sujetó su brazo y se lo retorció mientras hacía que la rubia soltase la espada. Artemisa le proporciona una parada en la rodilla haciendo que Thena se retorciese y cállese al suelo. Tras inmovilizarla la eterna intento que su hermana recordase.

—— Vamos Thena, recuerda — suplico su hermana.

—— Yo no soy Thena — la rubia le dio un puñetazo a su rival y se posiciona encima de ella, invocó un cuchillo  e intento clavarla en el cuerpo de su hermana pequeña. En el último segundo Artemisa logró parar el cuchillo, a pesar de esto la  punta de este ya se había calando en su estómago.
Las fuerzas de la pelirroja se estaban ahogando poco a poco, por suerte pare ella, Makkari apareció en el momento justo mientras empujaba a Thena con su súper velocidad y Gilgamesh la boqueaba.

—— Mi bella Artemisa — Druig se situó al lado de su amada y posicionó la cabeza de ella en su regazo — ¿que tal te encuentras?

—— Estoy bien, mi bello Druig — la pelirroja escupió un poco de sangre y Ajak se acercó a ella, para curar así su herida. Tras esto Druig ayuda a Artemisa a ponerse de pie y junto a los demás eternos se dirigieron al templo.

Tras un par de horas, Thena se despertó confusa.

—— ¿Que pasó? — preguntó la rubia.

—— Thena, atacaste a todos — comenzó Ajak — Sersi, Phastos, Makkari casi matas a Artemisa.

—— Yo no lo recuerdo — comentó la eterna con lágrimas en los ojos. Mientras observaba a su hermana pequeña con pena y arrepentimiento.

—— Tienes Mahd Wy'ry, tú mente se está fracturando, podemos arreglarlo. Podemos eliminar tus recuerdos para que así puedas empezar de nuevo. Tendré que avisar a Arishem, llevarte de vuelta a la nave donde tenemos la tecnología suficiente para ayudarte.

—— Pero dejará de ser Thena — se preocupó la pelirroja.

—— ¿Y su pasa otra vez? — dijo Kingo — pudo haberte matado, pudo habernos matado a todos

—— Por favor — sollozo Thena — por favor, quiero recordar. Quiero recordar mi vida.

—— Thena te quiero — respondió Ajak — pero tienes que escucharme, no es importante si recuerdas o no. Tu espíritu se conservará, siempre serás Thena, en el fondo de tu interior. Confía en mi.

—— ¿Por que debería de confiar en ti? — intervino Druig, llamando la atención de todos — Le estas pidiendo que te deje borrar quien es.

—— Druig, se que están enfadado — Ajak intentó controlar la situación.

—— ¡Enfadado! Hemos confiado en ti, por 7000 años y mira donde estamos. Humanos destruyéndose entre sí, cuando yo puedo páralos en un latido del corazón. ¿Sabes lo que se sienten sin poder intervenir por milenios? ¡¿De verdad creéis que estamos ayudando a la gente a crear un mundo mejor?! — Deuig le dio la espalda a sus compañeros — Todas esas personas están ciegas por la lealtad hacia sus líderes, acaba ahora — antes de que Druig pudiese controlarlos Ikaris lo acorraló contra la pared.

—— Déjalos ir — exigió el eterno.

—— Vas a tener que obligarme — contestó Druig.

—— ¡Basta! — exclamó Ajak.

—— Si quieres párame, tendrás que matarme — dijo Druig, antes de darse la vuelta el eterno dirigió una mirada a su amada. En el fondo tenía la esperanza de que ella se fuese con el, a pesar de esto, Artemisa no se podía ir; ella no podía dejar a su hermana, por lo que con un "lo siento" gesticulado, las lágrimas que la pelirroja que había intentado aguantar salieron por sus ojos mientras Druig le susurró un "está bien, te quiero".

—— Yo cuidare de Thena — hablo Gilgamesh — deja que conserve sus recuerdos.

—— Yo también la cuidare, Ajak.

—— Un día cuando os ataque — empezó Ajak — Tendréis que matarla.

—— Correremos el riesgo — afirmo Gilgamish mientras Artemisa asentía sonriéndole a su hermana, ambas con los ojos llorosos.

—— Supongo que todos deberíais iros. Ya no quedan desviantes. No hay ningún motivo para que os quedéis conmigo.

—— Deberías haberlo consultado con nosotros antes, somos un equipo, deberíamos permanecer unidos.

—— No te he pedido tu consejo, Ikaris. No olvides tu posición. Aquí es donde nos despedimos. Ahora sois libres de iros. Quiere que vayáis allí fuera y viváis una vida por vosotros mismos. No como soldados, no con el propósito que se os asignó. Encontrad vuestro propio camino. Y algún día, cuando nos volvamos a ver quiero que me contéis que habéis encontrado.

Con esas últimas palabras de Ajak y últimas miradas por parte de todos, los ternos se despidieron en silencio, y cada uno fue en busca de su propio destino.

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【sourdruig // 2021】

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