𝟎𝟎𝟑.
FUE DURANTE LA CLASE DE POCIONES QUE JAMES NO pudo dejar de ver a Kayla en compañía de Damon, seguían riendo, dándose empujones amistosos e incluso unas cuantas otras demostraciones de afecto mientras que los dos se encargaban de realizar la poción que el profesor Slughorn les había encargado.
La pelirroja se había dado cuenta de la mirada que había detrás de ella, al principio se sintió incómoda, pero al darse cuenta que esta venía por parte de James, solo pudo sentir su corazón acelerarse y el calor subir por sus mejillas. Aún le resultaba increíble el efecto que el Gryffindor tenía sobre ella, aún cuando solo se trataba de algunas miradas.
James por su parte no parecía poder prestar atención a la poción que Sirius trataba de hacer. Él solo podía pensar en lo bonita que la Hufflepuff se veía, además de sentir que algo que no podía explicar en su interior cada que la veía sonreír. Era como si algo en Kayla lo atrajera como si de un magneto se tratara.
— ¡James, James, la poción!— gritó Sirius alarmado— ¡Deja de estar babeando y ayudame!
El de lentes volteó de inmediato y notó como su poción comenzaba a burbujear, además de que parecía que en cualquier momento se podría desbordar del caldero,
Kayla notó eso y corrió rápidamente hasta la mesa de los Gryffindors al igual que algunos otros estudiantes. La mayoría no sabía que hacer, mas considerando que el profesor no se encontraba en el salón (ya que había salido por una emergencia).
— ¿Qué le hiciste a la poción?— preguntó James alterado viendo como se formaban cada vez mas burbujas— ¿¡Qué le pusiste!?
— ¡Te estoy preguntando cuanta sangre de salamandra le tengo que poner y estás como bruto babeando por una cara bonita!— exclamó Sirius tomando su libro para leerlo y tratar de averiguar que había salido mal
— ¿Le echaste esto?— preguntó Kayla tomando un frasco que tenía un liquido rojo junto al caldero y recibiendo un asentimiento por parte del pelinegro— ¡Sirius, esto es jugo de granada, no sangre de salamandra!
La Hufflepuff revisó los ingredientes que había sobre la mesa para averiguar que poción estaban haciendo los Gryffindor's. Solo unos segundos después supo que se trataba de una poción herbovitalizante, por lo que rápidamente buscó el agua miel para tratar de arreglarlo y que la mezcla volviera a un tono turquesa.
— ¡Esta poción nos la enseñaron desde el primer año, no puede ser Sirius!— exclamó Damon ayudando a Kayla a buscar el frasco
— ¿¡Qué estamos buscando!?— preguntó James preocupado al notar un aroma desagradable salir del caldero
— Agua miel. Necesitamos agua miel para que esto vuelva a ponerse turquesa— decía Kayla
— ¡Me lo terminé!— exclamó Sirius
— ¿¡Alguien tiene agua miel!?— preguntó Kayla
— ¡Yo!— exclamó un Ravenclaw a quien Kayla reconocía como uno de los compañeros de cuarto de Damon. El chico que justamente gustaba de ella desde hace un tiempo— Ten
James no pudo evitar notar la manera en la que el chico le sonrió a Kayla al momento de entregarle el agua miel. Solo un ciego no hubiera notado como los ojos del Ravenclaw parecieron iluminarse al momento en que la pelirroja volteó a verlo y le agradeció con una sonrisa.
Y eso lo hizo sentirse nuevamente incómodo.
Prefirió no decir nada y se limitó a ver como la pelirroja agregaba el contenido del frasco mientras mezclaba con un agitador de cristal. La poción comenzaba a cambiar de color, Damon intervino y encendió nuevamente el fuego del mechero, los dos colocaron el caldero sobre la base que había sobre este, todo mientras la mezcla dejaba de producir burbujas.
— Funcionó— sonreía Kayla sin dejar de mezclar— Las fases de colores tienen que ser turquesa, índigo, morado, rosa y luego agregar el moco de gusarajo, con eso se tiene que volver verde
— Eso fue impresionante— le sonrió James a la chica, quien al instante respondió— ¿Cómo lo lograste?
— Mi mejor amiga es Adara Malfoy, aprendes mucho cuando la tienes de tutora— contestó ella riendo— Bien, el resto les corresponde a ustedes, eviten volver a confundir ingredientes
James asintió con una sonrisa embobado.
Sin duda la inteligencia y la astucia de la Hufflepuff eran algo logró captar su atención, después de todo la chica no era solo hermosa, dulce y encantadora, si no también bastante inteligente.
Y eso le gustó.
●●●
Para cuando la clase acabó, Aria ya se encontraba ansiosa afuera del salón para ver como había resultado el plan para volver a reunir a su mejor amiga y a su ex pareja, sin embargo su sonrisa se borró de su rostro al momento en que pudo ver a James Potter salir del salón tomado de la mano de Lily Evans, quien parecía bastante apresurada en que ambos salieran del lugar.
¿Qué rayos había pasado?
En cuanto Kayla, Damon y Sirius salieron también del salón, pudieron ver a Aria mirándolos un tanto confundida tratando de obtener una explicación a lo ocurrido. Los tres se acercaron a la Hufflepuff quien de inmediato comenzó a hacer preguntas.
— ¿Qué acabo de ver?— preguntó Aria sin entender— Lamento si me perdí el inicio del plan, pero estaba hablando con alguien, cuando llegué ya habían entrado a clase y...
— No pudimos hacer el plan— interrumpió Damon, haciendo que Aria lo mirara acusadoramente— Y antes de que me empieces a decir todas las groserías que te sabes en otro idioma, quiero decir que no fue mi culpa, fue culpa de Sirius
— ¿Qué?— preguntó ella nuevamente, pero ahora mirando mal al pelinegro— Sirius Orion Black ¿Qué hiciste? ¿Qué hizo?
— No quiso decirnos— negó Kayla
Sirius suspiró nervioso. Sabía que no solo Aria se molestaría al descubrir lo que había pasado, lo que James ahora creía.
— Digamos que... ay. ¿Cómo se los digo sin que me quieran poner frente a los barriles de la entrada de la sala común de Hufflepuff para acabar bañado en vinagre?— decía el mayor de los Black mirando al suelo— No fue intencional, lo prometo. Solo estaba distraído porque vi algo que me hizo enojar y...
— ¡Sirius!— exclamaron los tres al mismo tiempo
— ¡James cree que Kayla y Damon están saliendo!— contestó él
— ¿Qué dijiste?— preguntó Kayla mientras parpadeaba incrédula— ¿¡Qué dijiste!?
Las palabras de James comenzaron a tener sentido en la cabeza de la pelirroja, quien comenzó a sentir como el enojo en su interior comenzaba a crecer.
— Pero vean el lado positivo, James no dejó de ver a Kayla durante la clase— intentó agregar el Gryffindor— Y estuvo sonriendo como bobo
— No sé si te diste cuenta... ¡Pero salió de la mano con Lily!— gritó Aria— ¡Ni siquiera pudiste mantenerla alejada para que Kayla pudiera volver a acercarse!
— Sirius— habló Damon— Aria te va a dar cinco segundos de ventaja que corras y yo te voy a dar diez, pero te juro que si te atrapamos, terminar bañado en vinagre será el cielo a comparación de lo que te va a ocurrir
Black asintió y no pareció querer pensarlo por mucho tiempo. Se acomodó la mochila en los hombros, guardó su varita en su túnica para evitar perderla y salió corriendo lo más rápido que sus piernas pudieron permitirle.
— ¡Remus ayúdame, Aria me quiere matar!— gritó Sirius corriendo por los pasillos— ¡Ya te dije que perdón Aria, no quería olvidarlo, yo...
— ¡Ven acá Sirius Black!— gritó Aria corriendo atrás del Gryffindor— ¿¡Cómo pudiste arruinar lo que estuvimos repasando durante horas!?
Kayla no quiso correr, pero apresuró su paso para asegurarse que ningún maestro pudiera ver a sus amigos corriendo y empujando estudiantes. Claro que estaba molesta por la manera en la que Sirius había arruinado las cosas, pero prefirió dejar todo en manos de Damon y Aria, ella solo iba a intervenir en caso de que fuera necesario. Hablaría con el Gryffindor en otro momento.
Durante la persecución, Kayla pudo ver como su amiga se acercaba a alguien, lo que terminaría por hacerla tropezar. Quiso advertirle, pero fue demasiado tarde, Aria estaba a tan solo unos centímetros de chocar con el Slytherin de cabellos negros que venía bastante entretenido leyendo un libro.
— Wow wow wow— dijo Regulus Black al escuchar unos pasos corriendo a él y levantando la mirada— ¿Qué te pasa?
— ¡Ese idiota arruinó mi maravilloso plan!— contestó Aria que ya estaba siendo sujetada por el Slytherin
Sirius aún no parecía notar que Aria ya no se encontraba detrás de él, por lo que cuando llegó con Remus, el de cicatrices tuvo que detenerlo para que su amigo tomara un poco de aire.
— Hey, calma. Ya no está detrás de ti, creo que alguien ya logró calmarla— le dijo Remus a Sirius señalando lo que ocurría a sus espaldas
— Gracias a... ¿Qué hace el idiota de mi hermano con ella?— preguntó Sirius molesto— De saber que él la iba a detener, prefería seguir corriendo por todo el colegio
El mayor de los Black se sintió molesto ante lo que estaba viendo, incluso quiso intervenir par separarlos. Sin embargo, en ese momento apareció Damon, quien corría velozmente para alcanzarlo.
— ¡Ven aquí Black!— dijo Damon
— Puta madre, ya valió madres— dijo Sirius volviendo a correr— ¡Remus, sálvame!
Remus solo se quedó riendo al ver como su amigo era perseguido por el Ravenclaw, así que no tuvo de otra mas que irlo a auxiliar. Kayla al darse cuenta que Remus ya había intervenido, decidió dejarle la situación a él y unirse a la conversación que su amiga y el Slytherin parecían estar teniendo
— ¿Estás mejor? ¿Más tranquila?— preguntó Regulus haciendo ejercicios de respiración junto a Aria, quien asintió ante las preguntas del menor de los Black— Bien, ahora dime lo que pasa. ¿Qué arruinó el tonto de mi hermano?
— Es... es algo largo de explicar— contestó Kayla suspirando— Te explicaremos en otro momento con detalle
— Está... bien, supongo— dijo Regulus riendo— En fin, cambiando totalmente de tema. Me alegra encontrarlas a las dos, las pensaba buscar hasta la cena, pero voy a aprovechar. Este viernes en la noche se va a organizar una fiesta en la sala común de Slytherin, están invitadas
— ¡A huevo, peda!— dijo Aria alzando los brazos— ¡Estoy dentro!
— Yo paso— negó Kayla— No me gusta ir a las fiestas de Slytherin, nunca falta el idiota que quiere sentirse superior que nosotras solo por sangre pura
— Y por eso irás conmigo, tu mejor amiga que está dispuesta a darse en la madre con quien sea por ti— sonrió Aria abrazando a su amiga
— Algunas veces me pregunto que haces en Hufflepuff— dijo Regulus— Anímate Kayla, sabes que yo nunca dejaría que alguien te dijera algo malo
— Algunas veces yo también— contestó Aria— Pero el sombrero dice nunca equivocarse y yo le creo a esa cosa
— Lo tendré en mente, gracias Regulus— le agradeció la pelirroja
— Bueno, espero verlas a ambas, la invitación también está extendida para Damon— sonrió el Slytherin— Sería bueno pasar un rato juntos y olvidarnos de todo lo que últimamente está pasando en nuestras vidas
— No podría estar mas de acuerdo contigo— rio Aria— Gracias por la invitación. Ahora si me disculpan, tengo un hermano Black que corretear, los veré mas tarde
La hufflepuff se despidió alegremente de Kayla, pero también se paró de puntitas para dejar un tierno beso en la mejilla del Slytherin, quien se sorprendió por la acción y sonrió de inmediato.
Aria salió corriendo antes de que Regulus o Kayla pudieran decir algo, el chico se quedó sonriendo mientras acariciaba su mejilla, acto que por supuesto no había pasado desapercibido para Kayla.
— Así que me pediste ayuda para conquistar a mi mejor amiga— sonrió Kayla— Ahora lo entiendo todo
— ¿Qué? No, no— negó Regulus— Aria es mi amiga, solo eso, yo... te pedí ayuda para conquistar a otra chica. Es de mi casa
— Nunca dije que fuera Aria— contestó Kayla levantando una ceja y riéndose— Te recuerdo que ella no es mi única mejor amiga y Adara está mas que descartada puesto que me dijiste que quien te gustaba no era sangre pura
— No sé de que estás hablando— negó Regulus un tanto nervioso— Mejor me voy, no quiero llegar tarde a clases
— No tiene nada de malo que te guste Aria, ella es muy linda— le dijo la Hufflepuff a su amigo
— Adiós Kayla— se despidió Regulus antes de que su amiga dijera otra cosa
●●●
Para la hora de la cena, el grupo de amigos se encontraba cenando en la habitación de los merodeadores. Todos tenían cosas que hablar y el comedor no era un buen lugar, se podía correr el riesgo de que alguien mas escuchara el plan, cosa que en definitiva no tenía que suceder.
— ¿A James no le parecerá extraño que no vayan a cenar con él?— preguntó Adara a los Gryffindor— Ustedes se la pasan pegados todo el día
— Está apendejado con Lily, ni se va a dar cuenta— contestó Sirius cerrando la puerta— Hoy de lo apendejado que andaba ni se dio cuenta que Peter le robó los dulces que traía en su mochila durante una de las clases
— Bueno, pasen el pan o las galletas, tengo hambre— pidió Peter sentándose en una de las camas— Llevo dos horas sin comer y eso nunca es bueno
— No es momento de comer— regañó Sirius— Tenemos que volver a armar un plan
— ¿Y por qué me castigas sin comer cuando el que cagó el anterior plan fuiste tu?— protestó Peter
Adara y Aria soltaron una carcajada al escuchar la respuesta de Peter.
— Yo te amo Peter— dijo Adara riendo y sentándose junto a él— Diciendo lo que todos pensábamos. Sirius, eres un idiota
— ¡No fue intencional!— se defendió Sirius— Venía un poco de malas
— ¿Qué rayos te hizo ponerte de malas al punto que se te olvidara todo lo que Aria nos estuvo repitiendo durante horas?— preguntó Damon
— Vio a la chica que le gusta conversando con...
— Remus, no lo menciones, no me lo recuerdes, que me vuelvo a enojar— lo interrumpió Sirius— Mejor pongamos en marcha otro plan, uno que incluya que James no crea que Kayla y Damon están saliendo
— Kayla y yo duramos años en que nuestras familias entendieran que nunca seríamos una pareja y ahora tu te encargas de que se empiece a crear un rumor con esa relación, caes mal Sirius— negó Damon riendo
— ¡Ya les pedí perdón!— se quejó Sirius— ¡No quería hacerlo!
Kayla solo siguió riendo mientras comía un poco de pan junto a Peter.
Ambos en ese aspecto se entendían perfectamente, y es que algo tenían en común era su amor por la comida, por lo que era muy común que algunas veces se reunieran en las cocinas del colegio para pedirle algún platillo a los elfos domésticos.
El grupo comenzó a discutir algunas ideas sobre que harían ahora que Sirius se había encargado de arruinar el plan de Aria. Necesitaban una nueva opción sobre que haría Kayla para reconquistar a su ex novio.
Para su buena fortuna, todos habían notado que James de alguna manera se sentía intrigado por Kayla y que incluso parecía sonreír de una manera diferente cada que llegaba a encontrarla en los pasillos o durante las clases. Parecía haber un interés y tenían que aprovechar la situación.
— ¡Tengo una idea!— exclamó Aria después de algunos minutos— Regulus nos dijo que este viernes había una fiesta en la sala común de Slytherin. Podemos hacer que James sienta celos, no sé, que vea a Kayla con otro, algo así
— ¿Si sabías que a James y a mi nos prohibieron el acceso a esa sala, verdad?— preguntó Sirius
— ¿Qué hicieron?— preguntaron Aria y Kayla
— Esos dos pendejos se metieron a la sala y abrieron las ventanas— contestó Adara mirando mal a sus amigos
— ¿Solo por abrir unas ventanas?— preguntó Aria— Ni aguantan nada, bola de mamones
— Aria, ¿Si te acuerdas dónde está la sala común de Slytherin, verdad?— le preguntó Remus a la chica
— En las mazmorras, pero... Ahhh ya entendí— dijo Aria riendo— ¡Se mamaron!, ¡Hubiera pagado por ver eso!
— Si bueno, por su bromita nos dejaron sin habitaciones por una semana— dijo Adara viendo mal a Sirius que solo reía de recordar ese día— Idiotas. El punto era joder a mi hermano, no al resto de mi casa, que aunque algunos lo merecen, me jodieron a mi en el proceso
— ¡Ay si es cierto!— recordó Kayla entre risas— Que te quedaste con nosotras una semana
— Sirius tiene tendencia a arruinar mis planes— se quejó Aria cruzándose de brazos— Caes mal wey
— ¿Quién organiza la fiesta?— preguntó Damon
— Regulus— contestó Adara— Como casi siempre
— Que Aria le pida a Regulus que los deje entrar— contestó Damon— Ese chico siempre le dice que si a Aria, sin importar lo que sea
— ¡No!— negó Sirius de inmediato— No existe necesidad de que Aria y Regulus tengan que hablar
— ¿De verdad crees que acepte?— preguntó Aria a Damon ignorando el comentario del pelinegro
— Damon tiene razón, Regulus siempre te dice que si a todo— asintió Adara— ¿No te acuerdas que hace un año te ayudó a falsificar la firma de tus padres para un permiso de Hogsmeade porque el anterior se te cayó en una olla de mole?
— ¿Qué?— preguntaron Sirius, Peter y Remus riendo
— Fue un accidente, necesitaba que mamá lo firmara antes de enterarse que había sido yo quien soltó al gallo que estuvo correteando a mi primo por dos horas— contestó Aria— Luego les cuento mas de mis pendejadas en México, volvamos al plan
— Pero James no es celoso— dijo Kayla aún riendo por la anécdota de Aria
— Eso es lo que tu crees— dijo Peter con la boca llena de pan— Si nos hubieran dado un galeón por cada ocasión que James se enceló de verte tan cerca de Damon, Regulus o Quejicus, ya andaríamos alcanzando la fortuna de los Black
— Antes de que a Cornamenta se le quemaran los cables y olvidara todo este desmadre, llegó a verte con Regulus y se enceló bastante— le dijo Sirius
— ¡Entonces está hecho! Kayla, vas a ligarte a Regulus, de preferencia dale unos buenos besos. Que todo se vea real— dijo Aria aplaudiendo
— No voy a hacer eso— negó Kayla inmediatamente y viendo a Aria— A él le gusta alguien mas, yo respeto eso
— Bueno, está bien, pensaremos en alguien mas— dijo Damon sospechando un poco de las palabras de su amiga— Porque dudo que Snape esté presente en la fiesta y yo no voy a coquetear contigo. Yo te amo Kay, pero eso sería incesto y yo no soy un Black como para hacerle a eso
Todos soltaron una carcajada, incluso Sirius, cosa que hizo mucho mas gracioso el momento. Fue como si por unos instantes a Sirius se le hubiera olvidado que él pertenecía a la familia Black.
— ¡Óyeme!— se quejó Sirius cuando proceso el chiste de su amigo— ¡No todos somos así!
— Bueno, luego nos burlamos de que los papás de Sirius son primos. Lo importante es hacerlos entrar a esa fiesta, hablaré con Regulus para que los dejen pasar— decía Aria entre risas— Solo prometan que si vuelven a abrir las ventanas de esa sala común me van a avisar, yo quiero ver eso
— No les des ideas— negó Adara aún riendo— Que si vuelven a inundar la sala y mis cosas se arruinan, les voy a hundir la cabeza en el agua que usan para regar los invernaderos
Todos rieron por unos segundos mas para después sacar comida que habían traído de la cocina. Cenarían en la habitación mientras le daban forma al plan que tendrían que seguir una vez que estuvieran en la fiesta.
Durante todo ese proceso, Kayla se mantuvo en silencio. Estaba nerviosa ante la idea de coquetear con alguien, en especial alguien que sabía que no le gustaba.
¿De verdad podría hacerlo?
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