𝟎𝟎𝟑.
CUANDO JAMES Y SIRIUS volvieron a casa para el comienzo de las vacaciones, las cosas entre ambos se encontraban un tanto tensas y los Potter lo notaron. Sin embargo creyeron que se trataba solo de una clásica discusión entre amigos, que era algo que se arreglaría en un par de días.
Pero los días transcurrieron y se dieron cuenta que no solo Sirius parecía estar molesto con James, tanto Remus como Peter no se veían del todo felices ante la presencia de su hijo y eso los hizo sentirse demasiado confundidos.
Ya sabían que algo grande había ocurrido, lo suficiente para que la casa llevara en silencio la última semana.
— ¿Qué crees que ocurriera entre ellos?— le preguntó Euphemia a su esposo mientras preparaba la comida
— Eso quisiera saber, ninguno parece querer decir nada y solo se limitan a ver mal a nuestro hijo— respondió Fleamont ayudando a su esposa— ¿Problemas de chicas tal vez? Los adolescentes siempre se pelean por chicas
— Si pero no creo que con ellos sean así. Sabemos que James está enamorado de Kayla y esa chica es adorable, no creo que tenga problemas con alguno de los chicos, los viste en año nuevo, se llevaban de maravilla— decía Euphemia— Y mucho menos creo que alguno de ellos quisiera tener algo con ella como para que James se moleste de la manera en la que lo están ahora...
— Aunque ahora que lo mencionas... ¿No se te hace extraño que no hemos escuchado el nombre de esa chica desde que ellos volvieron a casa?— cuestionó Fleamont extrañado
— Tienes toda la razón. Ni siquiera he visto que James salga de casa para visitarla... es raro si recordamos que la ocasión que estuvieron aquí apenas y podían pasar un par de minutos separados el uno del otro— asintió la mujer cerrando el horno— ¿Crees que terminaran?
— Si, ellos rompieron— dijo Sirius con seriedad entrando a la cocina— Él rompió con ella el último día de clases, antes de subir al tren en realidad
El matrimonio de los Potter se quedó en silencio ante aquella revelación, en definitiva no esperaban una noticia como esa.
— Se que no han querido preguntar mucho del porque ninguno de nosotros parece hablar con James y todos lo agradecemos... pero creo que es necesario que sepan lo que está pasando— comenzó a hablar Sirius— James rompió con Kayla de un momento a otro, ninguno de nosotros estaba enterado y ni siquiera nos lo mencionó cuando lo hizo... nos enteramos porque un amigo de Kayla golpeó a James y bueno... la vimos llorando en brazos de Adara, la rubia de la que Remus está enamorado y no lo acepta
— Eso no suena a algo que haría mi hijo...— decía incrédula Euphemia
— Nosotros creímos lo mismo y tratamos de hablar con él para que nos dijera porque lo había hecho, que nos explicara su decisión tan repentina... pero solo dijo que no sentía lo mismo por ella y que prefería dejar las cosas por la paz antes de que fuera peor— dijo Sirius rodando los ojos— Saben que yo adoro a James, es como mi hermano. Pero Kayla es una de mis mas grandes amigas y me dolió mucho verla como la vi ese día... a todos en realidad
— ¿Entonces por eso ninguno habla con él? ¿Por romper con Kayla?— preguntó Fleamont
— De mi parte es mas el hecho de que se que me oculta algo con respecto a su decisión de dejar a Kayla, algo no me está contando. No puedo creer que ese día de la nada decidiera solo romper con ella y que siguiera con su día como si nada, es algo muy cruel si me lo preguntan y eso no es el James que yo conozco— trataba de explicar el pelinegro— Intenté hablarlo con él, pero solo me cambió el tema y bueno... si a él no le importa, a mi si porque Kayla es mi amiga y no puedo sacarme de la cabeza esa imagen de ella llorando en los brazos de sus amigas
— Comprendo— asintió Euphemia— Es una lástima que rompieran, realmente creí que durarían más, se veían muy felices
— Todos creímos lo mismo, pero en fin, supongo que solo el tiempo nos dirá exactamente qué pasó en la cabeza de James para tomar esa decisión— respondió Sirius alzando los hombros
•••
En un abrir y cerrar de ojos ya había pasado un mes desde que James dio por terminada su relación con Kayla.
Durante ese mes, la cabeza de James se hizo todo un desastre. Habían tantas cosas dentro de ellas, parecía sentirse cada vez más confundido de maneras que no podía explicar, sentía que estaba olvidando algo, pero no sabía con exactitud que era.
Sin embargo existía una imagen que no podía sacarse de la cabeza y esa era la de Kayla O'Connell llorando en los brazos de Adara Malfoy. Cada que aquella imagen aparecía en su mente no podía evitar sentir remordimiento, se sentía sumamente culpable de hacer llorar a la chica de esa manera.
Sirius, Remus y Peter volvieron a hablar con él, todavía se encontraban molestos con el de lentes, pero creyeron que ya no podían seguir ignorandose por tanto tiempo, de manera que una tarde hablaron con James y le hicieron ver que había sido un poco cruel con respecto a su elección de palabras, sin mencionar el hecho de que la había dejado sola en el pasillo sin siquiera cerciorarse de si estaba bien.
Esa tarde en particular James se encontraba a con Sirius en su habitación mientras miraba el techo y trataba de darle un orden a sus pensamientos.
— ¿Crees que Kayla me pueda perdonar algún día?— preguntó James a Sirius
— Si yo fuera ella, el día que te volviera a ver te daría un buen golpe, mira que estarle mintiendo 7 meses con respecto a tus sentimientos— contestó Sirius
James rodó los ojos ante esa respuesta, sabía que aunque la situación con Sirius hubiera mejorado un poco, el pelinegro aún se encontraba un tanto molesto con él.
— Te pregunté si crees que me podría perdonar, no lo que tu harías— dijo James
— Esa chica tiene un corazón muy noble y enorme, me gustaría decirte que si, pero cuando a uno le rompen el corazón tiende a cambiar— empezó a explicar Sirius— No sabemos si vaya a tener alguna clase de cambio, así que realmente no lo sé. Que honestamente espero que no sea así, porque si le quitas la felicidad a ese rayito de sol andante, yo mismo te aviento al lago negro
— Me siento terrible desde que la vi llorar tanto en el tren— admitió James
— Respecto a ese día, aún me debes respuestas— recordó Sirius— Puedes engañar a muchas personas, pero nunca a mi, ¿Fue por Lily?, ¿Dejaste a Kayla por Lily?
James se quedó en silencio, eso fue una respuesta suficiente para Black.
El Gryffindor no quiso hablar sobre aquella noche en donde supo que no podía seguir con Kayla, mucho menos las verdaderas razones para llegar a esa decisión, sabía la reacción que podrían tener sus amigos y era algo que prefería evitar, aunque supiera que sería algo temporal.
— Que idiota estás— dijo Sirius aventándole un cojín— ¿Cómo se te ocurre dejar a una chica que te demostró interés real durante un año y mostró lo mucho que te quería, por alguien que lleva despreciándote por no se cuantos años?
— Es que...
— Es que nada, te pasaste de pendejo— dijo Sirius
— ¿Qué es pendejo?— preguntó James confundido
— No lo sé, escuché a Aria Russell cuando se lo dijo a Lucius Malfoy, debe ser algo malo porque dudo que ella piense de buena forma de él— contestó Sirius pensativo— ¡No me quieras cambiar el tema!, ¿Qué hizo Lily para que de la nada te regresaran los sentimientos por ella?, estaba seguro de que la habías soltado, creí que Kayla era la indicada para ti
James se sentía avergonzado, no sabía que decir, estaba seguro que Sirius lo golpearía cuando supiera la verdad.
— ¿Prometes no golpearme?— preguntó James
— Ay no... Eso nunca es bueno, ¿Con que pendeja, pendejada me vas a salir?— dijo Sirius serio
— ¡Prometelo!— pidió James— O no te digo nada
— Bien, lo prometo, ¿Qué hiciste?
— Lily y yo nos besamos— soltó James
Sirius se quedó en silencio mientras veía a su amigo.
— ¿Canuto? ¿Canuto?— preguntaba James— Di algo, me espantas
Pero Sirius no sabía que decir, nunca creyó que su amigo fuera capaz de traicionar de esa manera a alguien, mucho menos a alguien que demostraba quererlo de una forma tan hermosa y pura.
— ¡Mamá Euphemia!—gritó Sirius— ¡Tu hijo es un pendejo!
James se tiró en la cama cubriendo su rostro con una almohada, decirlo solo provocaba que se sintiera peor, pero que ahora su mejor amigo lo supiera, lo hacía sentir aún peor.
No sabía explicar sus motivos para cometer tal acción, solo sabía que la culpa lo perseguía. Se sentía extraño, nunca se consideró alguien capaz de traicionar a las personas de la manera en la que lo había hecho con Kayla, pero cuando trataba de pensar en sus razones para acceder al beso de Lily Evans, su mente parecía quedarse en blanco.
•••
— ¡Remus, ven a mi que eres el único hombre decente que existe en el mundo!— gritó Sirius abrazando al licántropo cuando llegó a la casa de los Potter
— Sirius, ¿Volviste a comerte los brownies mágicos que hacen los gemelos Prewett?— preguntó Remus extrañado— Ya te explicaron que solo debes comerte la mitad de uno, no la caja completa
— No te vuelvo a decir nada lindo— dijo Sirius falsamente ofendido— Vamos a subir, los padres de James salieron
— ¿Y James?— preguntó Peter al notar la ausencia de su amigo
— Está con su adorada Lily flor— contestó rodando los ojos Sirius y subiendo en dirección a su cuarto— Tenía ganas de aventarlo por las escaleras cuando se estaba arreglando, no paraba de repetir "Voy a ver a mi Lily flor", "¿Y si le llevo flores?", "Pero no se cuales son sus favoritas", ¿Y si resulta ser alérgica?"
— ¿Qué no se supone que se sentía mal por herir a Kayla?— preguntó confundido Remus
— El sufrimiento se le olvidó cuando Lily le mandó una carta diciéndole que se vieran hoy— respondió Sirius haciendo una mueca— ¡Debieron venir ayer! Mamá Euphemia le aventó la escoba a James en la cabeza! Fue épico, de los mejores momentos de mi vida, solo detrás de cuando hicimos que el cabello de Quejicus terminara de color rosa
— ¿Por qué Euphemia le aventó una escoba a James?— preguntó Peter—No es como que no lo mereciera, pero ¿Por qué?
— Se enteró de que le rompió el corazón a Kayla— dijo Sirius— Y mas aparte, escuchó cuando James me dijo que había engañado a Kayla con Lily, dijo que ella no había criado a un infiel y ¡Mames!, que le avienta lo primero que encontró, para su mala suerte fue la escoba
— ¿¡Qué hizo que!?— preguntaron Peter y Remus
— Shhhh, me lo contó anoche, me hizo prometer que no lo golpearía, pero eso no fue necesario después del madrazo que Mamá Euphemia le metió— dijo riendo Sirius al recordar la escena
— ¿Madrazo?— dijo Peter confundido
— El golpe pues— dijo Sirius— Es que Aria luego se avienta buenas frases con sus palabras extrañas, es imposible no usarlas
— Hablando de Kayla, ¿Alguno sabe algo de ella?— preguntó Remus curioso
—No, nada— negó Sirius— Intenté ir a verla, pero su madre me dijo que la chica no salía de su habitación, está destrozada
— Imaginen si se llega a enterar de lo de James y Lily— dijo Peter
— Lo mejor es que ya no le volvamos a mencionar a James, la vieron en el tren, estaba de verdad mal, si se llega a enterar de que la engañaron, va a acabar con ganas de aventarse de la torre de astronomía— dijo Sirius
Remus y Peter asintieron, sabían que eso le traería mas sufrimiento a la joven y eso era algo que ellos querían evitar, ya era demasiado para ella con lo que había sucedido.
— Cuando volvamos a clases deberíamos hablar con ella, para explicarle que nosotros seguimos siendo sus amigos aún después de esto— propuso Peter— Y sobre todo que no sabíamos de la decisión de James
— Creo que será bueno, debe necesitar todos los amigos posibles— dijo Sirius— Pero por el momento deberíamos escribirle una carta, para que al menos sepa que nos preocupamos por ella
— Traeré la tinta y las plumas— dijo Remus sonriendo
— Buscaré algo donde escribir— dijo Peter
Un pequeño detalle que sin duda haría sonreír a cualquiera, en especial a alguien como Kayla O'Connell.
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