𝟎𝟎𝟏.

Quinto año escolar
Septiembre de 1975

LA PRIMERA SEMANA DE CLASES SIEMPRE solía ser la más pesada del año para casi todos los estudiantes, entre ellos Kayla y Damon, quienes para su felicidad ya habían terminado con esos días tan pesados. Su última clase había sido pociones, una materia que pese a ser de sus favoritas, siempre los hacía perder la cabeza por la cantidad de tareas que el profesor Slughorn solía dejar. Era por eso, que ahora ambos debían dirigirse a la biblioteca para encontrarse con Aria y Adara. Los cuatro querían avanzar lo más que pudieran con sus pendientes para tener el fin de semana libre.

Con lo que ellos no contaban es que dos pasillos antes de llegar a la biblioteca, los merodeadores se encontraban planeando lo que sería la primera broma del año para Severus Snape.

— ¿De dónde conseguiste las sardinas?— preguntó James vaciando las latas en un balde

— Las tomé de la cocina de la casa, creo que Walburga se las da de comer a Kreacher— contestó Sirius asqueado por el aroma

— Esto huele horrible— decía Peter con desagrado

— Dejé que se pudrieran un poco, ya sabes, para darle un toque extra— sonrió Black con malicía mientras vertía las latas en un balde— Creo que ya tenemos todo listo, ¿tienen claro el plan?

— Nos esconderemos detrás de una de las columnas en espera que Quejicus aparezca, estaré hechizando el balde para que este flote y él no lo vea, cuando llegue al punto marcado derramamos el contenido sobre él— dijo James

— ¡Perfecto!— aplaudió Sirius con emoción— ¡No vayas a dejar caer el balde antes de tiempo! Me demoró bastante el conseguir esas sardinas, Kreacher las cuida como a su vida

— Sigo diciendo que es una mala idea— decía Remus mientras veía el balde comenzar a levitar— Podemos hacer que le caiga a otra persona...

— Es una broma para Quejicus, se lo merece y tu lo sabes— decía Sirius sin borrar la sonrisa de su rostro— Tendremos cuidado 

Los Gryffindors se pusieron en marcha, sin esperar que la broma no saldría de la manera que ellos lo esperaban.

Para la desgracia de Damon, su capa del uniforme se había quemado un día antes por un accidente mientras intentaba realizar una de las tareas encargadas por el profesor Slughorn. Tal accidente terminó dejandolo sin capas disponibles para usar el último día de la semana, por lo que Adara tuvo que prestarle una de las viejas capas de su hermano mayor, esto de manera temporal mientras los elfos le regresaban las capas que había mandado a lavar.

Ese fue el primer error de Damon Hunter. Usar una capa con el escudo de las serpientes

El segundo, fue detenerse justamente debajo del balde que flotaba en espera de ser derramado sobre Severus Snape, todo gracias a que el cordón de los zapatos de Kayla se desabrochó.

— ¡Ahí está!— dijo Sirius al ver a un pelinegro con un uniforme de Slytherin

— ¿Seguro que es él?— preguntó James no muy convencido puesto que aún no le veía el rostro

— Pelinegro con uniforme de Slytherin, claramente si— contestó Sirius

— Como si Quejicus fuera el único pelinegro en Slytherin— dijo Peter

— Te digo que si es él, hazlo— apresuró Black mientras volteaba a los lados para asegurarse que ningún profesor apareciera

Remus no estaba del todo seguro de las palabras de su amigo, por lo que prestó más atención a la persona que les daba la espalda. Fue así como logró ver el perfil de alguien que definitivamente no era Severus Snape.

— Espera, James, él no es...

Desgraciadamente, James no logró escuchar a Remus a tiempo, haciendo que el balde se vaciara sobre aquel chico, quien antes de ser bañado por aquella asquerosa mezcla, volteó lo suficiente para que el grupo completo pudiera darse cuenta de su error.

— Kayla, apresu...—  Damon no pudo acabar de hablar puesto que sintió aquel alimento caerle en la cabeza

— ¡Cuidado!— gritaron James y Sirius en un intento de evitar una tragedia

Kayla confundida por lo que acababa de escuchar, volteó para ver de que se trataba. Fue asíi como sus ojos se posaron por primera vez en James Potter. La rubia sonrió al ver lo atractivo que era, sin embargo, no pudo seguir prestando atención a aquel chico que se acercaba a ella puesto que su mejor amigo comenzó a gritar.

— ¿¡Quién fue el hijo de puta que vació esta chingadera sobre mi!?— preguntó furioso el Ravenclaw

—¿Qué es chingadera?— le susurró Peter a Remus

— No tengo idea— negó

Fue hasta ese momento que Kayla reaccionó a que algo realmente malo acababa de ocurrir.

— ¿Te encuentras bien?— preguntó Kayla intentando acercase, cosa que no pudo lograr puesto que el aroma era demasiado asqueroso para ella

El primer instinto de Kayla fue asegurarse que Damon no estuviera herido. Para cuando se aseguró que no hubiera ninguna herida en su amigo, comenzó a reír de manera ligera mientras mordía su labio para evitar que su mejor amigo notara la risa que le causaba tal situación.

Fue así como Kayla llamó la atención de James por primera vez.

— ¡Lo sentimos mucho, creímos que eras alguien mas!— se disculpó rápidamente James

— No sé quien seas, pero tienes 3 segundos para correr antes de que te de un golpe que te aseguro te dejará en enfermería todo el fin de semana— decía Damon quitándose las sardinas del cabello

— ¡Fue un accidente, lo siento!— se siguió disculpando James

— Te recomiendo que si corras— le dijo Kayla al chico de lentes

— 5...4...3...— seguía contando Damon de manera seria

— ¡Remus!— gritó James mientras salía corriendo— ¡Ayúdame!

El conteo de Damon llegó a cero, por lo que corrió lleno de furia detrás del chico de lentes, el cual corría suplicando perdón por el accidente.

Kayla por su parte se tomó unos segundos para apreciar la escena y reír, aunque no iba a negar que se encontraba molesta por lo ocurrido, por lo que en cuanto su risa desapareció, volteó a ver a los tres chicos que quedaban de manera seria en busca de una explicación.

— ¿Qué carajos les pasa?— preguntaba la rubia mientras se cruzaba de brazos

— Creímos que era Severus Snape— contestó Sirius intentando justificar sus acciones— Lo sentimos muchísimo

— Te dije que no era él— dijo Remus dándole un zape al pelinegro

 — Un error lo comete cualquiera— dijo Sirius sonriendo inocentemente

Kayla negó aún molesta. Severus también era su amigo, por lo que aquella respuesta no había ayudado a que su molestia desapareciera.

— Yo les recomiendo que vayan a ayudar a su amigo. Damon cuando está molesto suele ser muy impulsivo— decía Kayla mientras tomaba la mochila de su amigo

— De verdad lo sentimos— se disculpó ahora Peter

— Hablen con Damon, él es quien merece esa disculpa— les contestó Kayla apunto de irse— Si lo encuentran le dicen que estaré en la biblioteca

Kayla se dispuso a caminar mientras aún pensaba en aquel chico de lentes que estaba siendo perseguido por su mejor amigo.

— ¡Oye, rubia!— gritó el pelinegro—  ¿Cuál es tu nombre?

— Kayla— contestó la chica con una sonrisa— Un placer

 »»

Para cuando Kayla llegó a la biblioteca, de inmediato fue cuestionada por sus amigas ante la ausencia de su mejor amigo, por lo que tomó asiento y comenzó a narrarles todo lo que había pasado durante su camino a su reunión.

— ¿Entonces unos Gryffindor le tiraron una cubeta de sardinas a Damon en la cabeza?— preguntó Aria aguantando la risa, no quería que la sacaran de la biblioteca

— En efecto, lo confundieron con Severus— asintió Kayla mientras escribía

— Pero Damon es de Ravenclaw y.... Ah cierto, trae una capa de Slytherin porque quemó la suya— recordó Aria

— ¿Y quienes fueron?— preguntó Adara curiosa

— La verdad no sé, no les pregunté sus nombres— negó Kayla levantando los hombros

— Ya los amo, sean quienes sean— sonrió la castaña mientras continuaba riendo

Las tres rieron un poco más, aunque eso fue más que nada por los comentarios hechos por Aria. En cuanto las risas terminaron, las tres decidieron que lo mejor era comenzar a hacer sus tareas, ya que suponían que Damon tardaría un poco en aparecer.

Mientras Kayla continuaba con sus tareas, continuó pensando en el lindo chico de gafas que había sido perseguido por su mejor amigo. No recordaba haberse cruzado con él en un pasado, lo cual le resultaba extraño, ya que si bien no era la persona más popular en el colegio, si se enorgullecía por conocer a una buena parte de los estudiantes.

— Oye Adara, ¿Cuál era el libro que debíamos usar para transformaciones?—  preguntó Aria después de un rato y sacando a Kayla de sus pensamientos

— No estoy segura, pero vamos a buscarlo— dijo la Slytherin mientras cerraba el libro frente a ella— Tengo que buscar el libro para la tarea de runas. Kay, ¿Necesitas algún libro?

— Si— asintió la rubia mientras revisaba sus apuntes— Uno para pociones, necesito estudiar bien el filtro de la paz, por favor

— Creo saber cual podría ayudarte— dijo Adara levantándose de su asiento— Vamos Aria

Ambas chicas fueron en busca de los libros, dejando a Kayla sola leyendo sobre algunos encantamientos que debía practicar para su siguiente clase en donde debía presentarlos para poder pasar al siguiente tema.

— Hola— saludó tímidamente un chico que se acercaba a ella— Eres Kayla, ¿Cierto?

— Si, soy yo— asintió ella cerrando su libro para ver de quien se trataba— Y tu eres el chico que le tiró una cubeta con sardinas en la cabeza a mi mejor amigo

— Ya me disculpé con él— le respondió apenado— ¿Me puedo sentar? 

— Ehhh, si, por supuesto— asintió nuevamente— Disculpa el desorden. Tenemos mucho que repasar

— No te preocupes. Yo solo venía a discúlpame contigo— decía el chico sentandose frente a ella— Por lo que veo no te cayó nada del balde, pero estuviste bastante cerca... no fue mi intención

— No tienes nada de que disculparte— negó ella con una cálida sonrisa— Como se los dije a tus amigos, quien merece esa disculpa es Damon

— Si, después de que me persiguió por la mitad del colegio... y de que me estrellara contra un árbol y él se riera, me disculpé con él— contestó el chico levantando los hombros— Sirius me dijo que estarías aquí y también me dio tu nombre, vine para asegurarme que estuvieras bien

— Gracias por venir a disculparte, estoy bien— sonrió la rubia— ¿Y cuál es tu nombre?

— Oh si, una disculpa por no presentarme— dijo él Gryffindor— Yo soy James, James Potter

— Es un placer— contestó ella— Yo soy Kayla O'Connell

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N/A: Solo para recordarles que este acto será de los recuerdos de Kayla y James, será mas corto, pero esto para irle dan un avance a la historia de Adara y Remus. Para el siguiente acto sabremos que sucedió después del beso Jayla.

K.

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