OO5

CHAPTER FIVE
"THE PROGRAM'S FATE"

❱❐❲↻❳➟ 𝟎𝟖 𝐃𝐄 𝐉𝐔𝐍𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝟐𝟎𝟑𝟎, 𝟎𝟗𝟓𝟎 𝐇𝐎𝐑𝐀𝐒. 𝐌𝐎𝐘𝐔𝐋𝐀𝐍 𝐒𝐇𝐀𝐓𝐓𝐄𝐑𝐃𝐎𝐌𝐄, 𝐇𝐎𝐍𝐊 𝐊𝐎𝐍𝐆

LUEGO DE HABER OÍDO la voz del Mariscal en aquel mensaje, todo el Shatterdome se puso a trabajar para la presentación de Industrias Shao. La gente corría de un lugar a otro porque el momento estaba por llegar.

El grupo de Vengadores seguía mirándose como si estuvieran en shock. Todo pareció ocurrir demasiado rápido.

—Oh...— se volteó Olympia— Creo que es momento de ir a ocultarme. Buena suerte a todos.

Ella giró sobre sus talones para poder irse, pero la voz de Axa en su mente la detuvo:

Olympia, Olympia— ésta paró en seco— El altavoz de tu habitación está sonando, hay un mensaje llegando ahí.

Su corazón se sacudió— Comunícalo— pidió.

La asistente tardó unos segundos y luego el mensaje resonó en la cabeza de la platinada.

Oficial Hansen, se le solicita presentarse a Central. Oficial Hansen, se le solicita presentarse a Central...

La aludida cerró los ojos y apretó la mandíbula. Aquello no le gustó.

—Maldición.

—¿Qué sucede?— cuestionó Tony cuando ella se volteó y vieron su cara de preocupación.

Dejó caer sus brazos a sus costados— Me quieren en Central...Debe ser el Mariscal o algo.

—¿Algo bueno o algo malo?— preguntó ahora Natasha.

Lyn hizo una mueca— Esperemos que sea algo bueno...— se encaminó a la puerta— Como mi transporte de vuelta a casa— abrió la puerta pero antes de salir dijo:— Cuidado con Liwen, ni se les ocurra hablar chino si no lo saben bien, o mirarla muy directo a los ojos— infló sus mejillas— Sólo tengan cuidado— y sin más que agregar ella se fue.

El grupo se repartió miradas luego de que ella se marchara como su fuera un torbellino plateado.

—Oigan— se escuchó la voz de Natasha luego de un rato— Me surgió una duda— todos me pusieron atención— ¿Por qué el Mariscal se refería a Olympian con eso del 24 de abril? ¿No fue el día en que ella desapareció?

Ellos parecieron entender a qué se refería su compañera y recordaron el momento.

—El expediente no lo decía...— respondió Stark recordando cuando leyeron aquello—Y... Sabemos perfectamente que sin un expediente no tenemos otra forma de saber algo sobre esa mujer.

Mientras tanto, Olympia caminaba a través de los pasillos con el objetivo de llegar al salón Central de mando.

Las miradas no habían cesado, aún habían personas que volteaba a verla. Algunos murmuraban sobre lo asombrosa que era, pero otros sobre lo cobarde que había sido al irse.

Cuando llegó a la Central se dio cuenta que la sala circular, llena de pantallas y hologramas ya estaba con gente ahí.

Entró con cuidado y agradeció al cielo que todos estaban concentrados en las palabras del Mariscal al centro del lugar y no en ella.

Vio a Raleigh a unos pasos y se acercó a él.

—¿Qué está pasando?— le susurró cuando llegó a él.

—El Mariscal está entregando las indicaciones a los oficiales para la llegada de Shao— ella asintió y se dio cuenta que, efectivamente, la Central estaba llena de personas de ese rango. Incluido Nate más allá
—¿Y tú qué haces aquí?

—Eso es lo que quiero saber— es encogió de hombros— Quan me mandó a llamar.

—...Quiero un área limpia, sin disturbios. Sabemos que no todos están de acuerdo con esto pero cualquier tipo de rebeldía o insubordinación enfrentará el castigo de la expulsión— hablaba el líder del Shatterdome—¿Quedó claro?

—¡Sí señor!— exclamaron todos.

—Entonces a sus posiciones— y de inmediato todos comenzaron a retirarse.

Mientras aquello sucedía el Mariscal divisó a la platinada y con su mano le indicó que se acercara. Ella tragó saliva y obedeció.

—Señor...— habló ella— Me mandó a llamar ¿No es así?

—Efectivamente.

—¿Es por el trasporte? ¿Ya está aquí?

El asiático guardó silencio y la miró fijamente,  sin ningún titubeo, sólo una fuerte y firme mirada que hizo a Hansen cuestionarse todo.

—Hansen...No es secreto para nadie que cuando estuvo aquí su trabajo fue el más impecable de todos— ella maldijo internamente cuando notó que se cambió el rumbo de la conversación— Además, nadie en el mundo posee sus capacidades— hizo énfasis.

—Le agradezco, señor. Pero me gustaría que me dijera de una vez a donde quiere llegar— por lo más sagrado del mundo Olympia trató que su voz no sonara dura.

—Quiero que se quede...Al menos para la cumbre. Su ayuda sería muy importante.

La platinada sintió como si le hubieran dado un fuerte golpe en el estómago. Todas sus esperanzas de no regresar al mundo Jeager—ahora sí— estaban por los suelos.

Uy, nos arruinan los planes— murmuró Axa.

—¿Disculpe?— el hombre no respondió— Mariscal, con todo respeto, yo no...No tengo intenciones de quedarme. Yo...

—Necesito que esté aquí— interrumpió— Usted es la única que puede confirmar al cien por ciento que este proyecto es viable. Su sello de aprobación sí me importa.

Ella no dijo nada sólo cerró los ojos con la ansiada intención de explotar el primer objeto que se cruzara por su paso.

—Hansen...— la voz de Quan la trajo a tierra—Si ya llegó tan lejos ¿Por qué irse para atrás?

Este hombre dio en el clavo— siguió la asistente.

Las palabras del Mariscal calaron bien dentro en el corazón de la mujer. Por mucho que le doliera admitirlo él tenía razón.

—Vaya por su uniforme, la quiero en la pista de aterrizaje en cinco minutos para recibir a Liwen.

Ella se mordió la lengua y apretó la mandíbula. Sin embargo, su boca emitió una frase que no esperó decir en ese momento:

—Sí señor.

Y sin más, la oficial se retiró.

Sus pasos eran pesados y fuertes y pobre de aquel que se cruzara por su camino en ese momento.

Su corazón parecía que iba a salirse de su pecho ante la frustración que aquello le traía. Ella no deseaba eso, ella quería volver a Nueva York y hacer que nada pasó.

Mientras atravesaba el pasillo nuevamente las miradas la atacaron, pero esta vez ella se detuvo en medio de todo.

—¿Se les perdió algo?— todos se asombraron—¡Vuelvan a sus trabajos!

Y por primera vez en seis años Olympia Hansen hizo uso de su cargo.

—¡Sí señora!— respondieron todos y de una buena vez se metieron a sus habitaciones y se enfocaron en sus labores.

La platinada quedó completamente sorprendida ante aquello. Allí descubrió que aún tenía aquel poder.

—Eso fue terrorífico.

Wow, sí que lo fue.

Ignorando aquella escena la oficial siguió caminando para llegar a su habitación. Cuando lo hizo ingresó con rapidez quedando frente a frente con el colgador de ropa.

Allí estaba su bolso con lo que había traído más los dos uniformes que había contemplado un rato antes.

Con mucho más valor que antes se acercó y tomó el formal; el marrón claro.

Admiró de más cerca cada uno de los detalles. Su apellido en la parte frontal en un parche, al igual que sus estrellas y la insignia del Programa en el hombro derecho.

Su mente viajó a todos los momentos que tuvo usando aquel uniforme y la nostalgia la volvió a inundar.

Era momento de transformar aquella nostalgia en autoridad.

Y en menos de dos minutos Olympia estuvo enfundada en el uniforme de dos piezas. Salió de su habitación como si fuera una película en cámara lenta bajo la atenta y asombrada mirada de todos.

Olympia Hansen había vuelto.

—¿Qué? ¿Acaso es día de disfraces? 

Sin embargo, una burlona voz a sus espaldas la hizo sobresaltarse y detener su caminata.

Bien, eso arruinó el momento— dijo Axa.

Ella apretó la mandíbula y se giró para quedar frente al grupo de Vengadores. Se dio cuenta por su sonrisa burlona— y porque era más que obvio— que Tony había emitido aquel comentario.

—Stark, última advertencia, no fastidies conmigo.

El millonario sólo se quedó en silencio y su sonrisa desapareció.

—Veo que definitivamente no te vas— le dijo Rogers y ella puso los ojos en blanco.

—El Mariscal me quiere en la cumbre— explicó— Dice que soy muy importante para el Programa y que nadie más que yo puede asegurar completamente si la idea de Liwen funciona— se encogió de hombros— ¿Y eso qué? El Cuerpo de Defensa toma la decisión, no yo...Además— hizo una mueca y se giró para volver a caminar siendo seguida por el equipo— No les caigo muy bien.

—¿Y eso por qué...?— preguntó Barton.

Hizo una mueca— Larga historia.

Cuando llegaron a la puerta de salida al hangar ella se detuvo ya que ahí sus caminos se separarían.

—De acuerdo, debo ir a recibir a Shao— les dijo— Buena suerte.

—Igual— respondieron algunos.

Olympia volvió a girar sobre sus talones y caminó a las afueras del lugar, a través del mismo sitio que había cruzado cuando llegó.

Sus tacones resonaban en el pavimento y las miradas se volvían hacia ella. Esta vez estuvo más tranquila y las ignoró. Sus ojos recorrían los Jeagers que estaban en sus posiciones y se preguntaba ¿Dónde estaba el de ella?

—Hansen— volvió a tierra cuando escuchó al Mariscal— La estábamos esperando.

—Lamento haber tardado un poco más Mariscal. Pero a diferencia de otros oficiales yo no tenía el uniforme planchado.

Raleigh a sus espaldas junto a otros de su rango aguantaron las risas.

Quan trató de ignorar el comentario de la oficial y sólo se adelantó cuando vieron que el transporte estaba por llegar.

—Por favor, Lyn— dijo Becket llegando a su lado— No queremos un escándalo.

—En mi defensa, estoy aquí en contra de mi voluntad— el rubio soltó una risa.

Luego escuchó otros pasos llegando hacia ella junto con una sorprendida voz:

—¿Olympia?

La aludida se giró y una sonrisa se formó en su rostro—¿Jake? ¿Jake Pentecost?

Ambos rieron y se abrazaron. Jake era otro de los grandes amigos que Hansen había tenido en su tiempo en el Shatterdome.

—Pero...¿Cómo es que...?— se separaron
—¿Cómo es que estás aquí?

—Podría preguntarte lo mismo— respondió el moreno.

—La última vez que te vi fue cuando...—hizo una mueca— Te echaron del Programa.

Jake era el hijo del famoso Stacker Pentecost; piloto Jeager, Mariscal antes que su padre y un héroe de guerra. Él y el hermano de Olympia—Chuck—murieron juntos al hacer explotar su Jeager en el abismo de Kaijus hace siete años.

Meses antes de que eso ocurriera, Jake había cometido una estupidez y fue echado del Shatterdome.

—Sí, pero debía redimirme— respondió—Era eso o volver a prisión— rieron— ¿Y tú? ¿Por qué...Volviste?

Ella hizo una mueca—No podía quedarme tranquila ante esta situación...Y— chasqueó la lengua—, traje a los héroes Vengadores.

Jake abrió la boca asombrado y miró a todos lados, esperando encontrarlos— ¿Fuiste tú?— asintió— Te lo agradezco— la abrazó por tres segundos haciéndola reír— Soy su fan...Soy su...

—Okey, okey— lo detuvo ella— Quizás te lleve a conocerlos.

Él alzó las manos al cielo— Bendito el día en que Olympia Hansen regresó a Moyulan.

Nuevamente la risa de la platinada se escuchó, y ya había sido la segunda vez que su risa era verdadera en ese corto lapso de tiempo.

—Ambos volvieron hoy, así que podríamos llamarlo el día de los milagros— dijo Raleigh parándose a su lado, ya en posición al igual que el resto de los oficiales.

—O de las sorpresas— la voz de Nate se escuchó cuando se posicionó a un lado de Hansen. No le miró, sólo mantuvo la vista al frente lo que preocupó más a la mujer.

Sí, está enojado— murmuró Axa y Olympia se maldijo por no poder responderle.

No hubo más tiempo para charlas ya que el jet con el gran logo de Industrias Shao había aterrizado y el equipo había empezado a hacer su descenso, siendo esperados por las autoridades del Shatterdome.

Cuando llegaron frente a Quan y a los oficiales se detuvieron, y justo en ese momento Mako apareció también junto a ellos.

Señorita Shao— le dijo el Mariscal en mandarín— Mariscal Quan, es un honor— le extendió la mano.

Sin embargo, ella no la tomó, sólo la miró con curiosidad.

—Oh, lo siento— se adelantó un hombre junto a ella no hablando chino—A ella no le gusta eso de estrechar— le tomó la mano al Mariscal— Doctor Newton Geiszler; jefe de producción y desarrollo de Industrias Shao.

Olympia alzó las cejas sorprendida. Se trataba de Newt otro de sus conocidos en la época de la gran guerra.

—Vaya, qué fuerte agarre tiene— le dijo a Quan al ver con la dureza que le apretaba pero igual logró soltarse.

Gracias por recibirnos— habló Liwen en su idioma natal.

El oficial Lambert y yo la instalaremos—respondió el Mariscal y sin más que agregar, aquel grupo se fue en compañía de ambos hombres mencionados.

Sin embargo, antes de que Liwen desapareciera, se detuvo al ver a Olympia en el grupo.

Oficial Hansen— dijo hacia ella en chino— Está de vuelta.

Espero no incomodar a su pulcritud y
a su séquito, señorita Shao— respondió seria y en el mismo idioma— Disfruten su estadía.

Shao la miró sin poder creer lo que había oído. En sus ojos se notaba el desafío, pero no tenía tiempo ni valor para batallar con la tecnópata, así que se fue.

Cuando esto sucedió ella dejó salir el aire de sus pulmones.

—Quan se pondrá furioso si sigues desafiando a la gente— rió Jake.

—Por favor toma la advertencia muy en serio, Lyn— aconsejó Mako, pero de igual forma terminaron riendo.

Luego de eso otra persona se integró al grupo de manera rápida.

—¿Olympia Hansen? ¿Es la piloto más asombrosa de todas?— se trataba de Newt.

—Oye, el resto estamos justo aquí— se quejó Raleigh.

—Es un gusto verte Newt— se estrecharon las manos.

—¡Dios! Ha pasado una eternidad desde la última vez que nos vimos. Desde...Desde...— rascó su barbilla— Bueno desde que te fuiste abruptamente de esa reunión con el Consejo— hizo una mueca— ¡Da igual! Uno siempre vuelve a casa de algún modo...Mírame a mí— rió.

Olympia frunció el ceño graciosa. Muchas cosas caracterizaban al doctor Geiszler y una de ellas era que cuando empezaba a hablar...No había forma de detenerlo.

—Por cierto— detuvo su anterior tema y miró a la platinada—Luces cada día más igual a tu padre...— rió. Sin embargo, la secretaria Mori empezó a empujarlo ya que debía ingresar al Shatterdome— Sólo que más pálida...Sí, definitivamente necesitas sol.

Todos se giraron mientras veían como el doctor se iba de su presencia.

—¿No que Newton trabajaba aquí?— cuestionó Jake.

—Sí, hasta que Liwen Shao le ofreció una mejor oferta— respondió Becket y chasqueó la lengua— Mejor entremos, esto está por empezar y Liwen se veía insoportable...






























—Mis drones son el siguiente paso en la evolución Jeager— resonaba la voz de la señorita Shao mientras hacía su exposición en el área de Central— El sistema que diseñé procesa los mandos a través de un núcleo cuántico.

Mientras ella explicaba los hologramas detrás de ella la respaldaban.

—Esto significa...Que un solo piloto puede operar el dron de forma remota...Desde cualquier parte del mundo— alzó sus manos— En cuanto el consejo apruebe el despliegue...Basado en el informe de la Secretaria General Mori...

Todos miraron a la aludida sin creer lo que habían oído.

—¿Mako es parte de esto?— susurró Hansen a Raeligh.

—Es su obligación, no tiene alternativa—respondió.

—...Los días de luchar para encontrar y entrenar pilotos compatibles...Será cosa del pasado.

Aquello había dolido a casi toda la sala.

—¿Cree que un montón de técnicos son mejores que nosotros?— se escuchó decir a Nate.

—No estamos aquí para eliminarlos— respondio Liwen acompañada de unas risas sarcásticas que se escucharon por lo bajo— La colaboración entre nuestros Programas jamás había sido más vital. ¿Hay alguna duda?

Y en ese momento la sala estalló en gritos.

Todos con gigantescas dudas y ruidosos reclamos hacia la jefa de Industrias Shao. Su presentación había terminado pero no había dejado a todos complacidos.

—¡Somos pilotos! ¡No un montón de oficinistas!

—¡No pueden reemplazar nuestro trabajo!

—¡Es una tragedia!

Liwen se molestó y buscó la mirada del Mariscal para que este la ayudara. Sin embargo, éste sólo se limitó a encogerse de hombros.

—El problema aquí es que los drones biométricos tienen fallas— entre todo el bullicio, Shao pudo distinguir la voz de Stark— La conexión con el piloto del dron casi nunca es estable.

Aquello molestó a la creadora de estos—¿Disculpe?— se acercó— ¿Son estos los Vengadores? ¿Qué hacen aquí?— miró a todos lados molesta.

—Buena forma de evadir el tema— murmuró Barton.

—Ellos son parte del Cuerpo de Defensa, tenían el derecho de estar aquí
—respondió Mako a Liwen, la cuál se molestó más.

—No estoy de acuerdo— volvió al centro— No soy fanática de que basureen mi trabajo.

—¡Así se siente!— susurró Tony sólo para sus cercanos.

A pesar de que una charla se estaba llevando ahí los reclamos y gritos seguían. Parecía que no tenían manera de detenerse.

—Stark tiene razón, si hay algo peligroso es que el enlace falle.

Hasta que una imponente voz se hizo escuchar en el lugar.

Todos guardaron silencio cuando oyeron a la recién integrada oficial Hansen.

Shao volteó a verla con los ojos entre cerrados.

—Eso no es...

—Cuando conectas con un piloto es un vínculo...No una línea de megabytes. Es algo real, algo palpable que ambos son capaces de sentir— siguió Olympia interrumpiendo a Liwen— Si los drones reemplazan a los pilotos...El verdadero y más fuerte vínculo se rompe y la efectividad de un ataque certero...Se pierde. Los drones y los humanos tienen fallas; sí, pero al menos los pilotos tienen el coraje para remediarlas.

Si fuera la oportunidad y el momento adecuado, una lluvia de aplausos hubiera inundado la sala; pero era inoportuno.

—No estoy basando mi defensa en algo sentimental...Sino en lo que yo sé y he vivido. Es imposible que los drones realicen un mejor trabajo que los pilotos.

Shao se mantuvo atenta, con la mirada firme y seria sobre la platinada. Luego de un par de segundos sólo se limitó a decir.

—Dígale eso al Cuerpo de Defensa.

Y sin más que agregar ella se retiró.

Cuando la asiática desapareció Hansen se tomó la libertad de soltar un bufido de frustración. El resto de los soldados siguieron en sus actividades habituales.

—Qué buen enfrentamiento, Hansen— dijo Clint a sus espaldas.

—El Cuerpo de Defensa no sabe lo que está haciendo...Esto nos va a perjudicar...Lo presiento— respondió ella aún sin darse vuelta.

—Es decir...¿Qué eso fue todo? ¿Esa fue la cumbre?— cuestionó Tony.

—No, esa fue sólo la presentación— la voz de Mako dio respuesta a la pregunta— Mañana la cumbre finaliza en Sydney...Con la votación final. Y antes de que cuestionen...Sí, conseguí que uno de ustedes represente a su organización y pueda votar.

El grupo se miró esperanzado y con aquella misma mirada agradecieron a la secretaria.

—Eso y...— siguió Mori y justo en ese momento aparecieron Nate, Raleigh y Jake a un lado— Solicité que dos Jeagers nos acompañen como resguardo.

—¿Cuáles?

—Gipsy Danger y Thunder Strike.
























AAAAAAAAAA

las que me conocen saben que amo dejar los capítulos con un final inconcluso MUAJAJAJAJA

ya

¿cómo les va? espero que bien, y si no es así pueden contar con mi apoyo ♡

PRIMERA PARTE DEL MINI MARATÓN YUJUUU

si piensan que esta historia va a ser re tranquila vayan a afirmarse los calzones pq eso significa que no me conocen del todo MUAJAJAJAJAx2

¿qué les pareció Liwen?

lo único que diré será: 👀

MAKO QUIERE AL JEAGER DE OLYMPIA EN SYDNEY ¿cómo se lo tomará? ¿irá a aceptar?

¿cómo saldrá todo en sydney?

jeje

capítulo dedicado a mi bb c-cherryflavoured pq es un angelito hermoso y ha sido de mucho apoyo para mí. háganse un favor y vayan a leer todo el arte que escribe siksi
te amo babyyyyy.

YA VIENE EL SEGUNDO CAPÍTULO PARA ESTE ESPECIAL AAAAAA.

saben que les amo con todo mi corazón, gracias por estar aquí, significa mucho <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top