- ᴠᴇɪɴᴛᴇ: ᴍɪᴇᴅᴏ -
— Tengo un congreso — comenzó a decir su madre — Estaré fuera de la ciudad viernes y sábado, el domingo por la noche estaré de vuelta.
Jiyu levantó la mirada momentáneamente de su libro, volvió a bajarla continuando con las derivadas que anteriormente resolvía sin darle mucha importancia, su madre se acercó a ella acariciando su cabello, un gesto bastante vació y obligado fue como lo percibió, rechazó aquel afecto sin inmutarse, entonces su madre se acercó para besar su frente haciendo que soltara el lápiz por lo repentino del acto.
— La señora Choi va a estarse dando vueltas a la casa en lo que no estoy para asegurarse que estés bien — le avisó.
Ella asintió, volvió a tomar su lápiz algo desconfiada por el afecto tan repentino que su madre le estaba dando de un momento a otro, no era que se la viviera tratándola mal, claro, había días que sus palabras era muy hirientes, pero mayormente ambas ignoraban de sus existencias para evitar mas conflictos, Jiyu disfrutaba de esos días en donde su madre no se metía en sus asuntos, cumplían con ser buena estudiante y eso debía ser suficiente para que ella no se involucrara más.
— ¿Dónde será? — preguntó.
Su madre suspiró.
— En un hotel en Jeju.
— Oh.
Ya no preguntó más por ello, vio a su madre entrar al cuarto de servicios saliendo con ropa sin planchar, para luego subir por las escaleras. Jiyu continuó con su tarea en silencio, le faltaba poco para acabarla y finalmente poder subir a descansar o hacer alguna otra actividad de gusto propio; volteó al espejo en la habitación notando a su reflejo también sentado en el comedor, sin embargo, no estaba ni en la misma posición ni en la misma silla que ella, sino que en la silla frente a Jiyu, su reflejo le sonrió y movió su mano a manera de saludo.
Jiyu fue hacia la última hoja de cuaderno escribiendo rápidamente mientras le hechaba una que otra mirada a su reflejo, en su mente trato de traer todo eso que reprimía en su interior, volteando nuevamente a su reflejo quien le seguía sonriendo con gran falsedad. Entonces levantó a manera que cuaderno se reflejara en el espejo.
“¿Qué quieres?”
Era lo que decía en su cuaderno manteniendo una expresión de desconfianza. Su reflejo dejó de sonreír, se levantó de la silla en dónde estaba sentada caminando hacia una de las mesas para tomar un lápiz y cuaderno, incluso su forma de caminar era distinta al de ella, más segura a pesar de dar pasos delicados por muy contradictorio que fuera. Volvió a sentarse en su misma silla de antes y comenzó a escribir con calma.
Jiyu aún mantenía a su cerebro trabajando tratando de recordar todo eso que se reprimía, no obstante hacía tiempo que no hacía ejercicios para su autoconocimiento, acceder a su inconsciente le era difícil.
Si reflejo terminó de escribir alzando el cuaderno hacia ella para que leyera mientras volvía a sonreír de manera vacía. Y con solo leerla echo a correr a casa de Jay horrorizada, dejando a su reflejo riendo más y más aún con el cuaderno en mano en dónde podía leerse:
“Reemplazarte”
En cuanto despidió a su madre y verla partir en el taxi, entró a su casa corriendo cubriendo cada uno de los espejos de la casa con sábanas sin usar, toalla y trapos, todos, absolutamente todos los espejos en casa fueron cubiertos, y aún así no podía sentirse tranquila. Había varios objetos en los que podía reflejarse, por lo que los tomó todos metiendo estos en una caja que posteriormente ocultó en uno de los closets de la casa.
Caminaba en círculos por la sala pasando una y otra vez sus manos por su cabello. No era posible que de todo lo que últimamente en su vida había acontecido, esa palabra que su reflejo escribió la haya afectado tanto. No pasó mucho para que el timbre sonará corriendo a abrir para toparse con tres chicos, Jay, Jake y Heeseung. Los tres entraron a su casa cerrando la puerta, caminando a la sala en dónde tomaron asiento, Jake en el sillón individual, Heeseung en el sillón grande sentándose solo, y finalmente Jiyu y Jay en el sillón mediano uno junto al otro.
— ¿Y bien? Ayer solo entraste a mi casa gritando — se quejó Jay.
El chico parecía haberse bañado recientemente, su cabello aún goteaba; tenía ambas piernas separadas recostado en el respaldo con un brazo sobre el descansa brazos y el otro extendido en el respaldo, miraba a Jiyu quién se encogió un tanto apenada recordado el incidente del día anterior.
Había brincado la cerca de la casa de Jay para entrar, encontrándolo en la sala en pijama jugando videojuegos acompañado de Jungwon, Ni-ki y Heeseung, todos también en pijama. Después de eso, no explicó nada solo se quedó el resto de la tarde con ellos viéndolos jugar prometiendo que luego les explicaría el porque había entrado de tal forma.
— Mi reflejo, ayer me dijo que quiere reemplazarme — comentó.
Heeseung volteó primero hacia Jake y luego a Jay, se aclaró la garganta.
— Es lo que cualquier reflejo haría si le quitas las cadenas — soltó el chico.
— Creí haberte dicho eso antes — comentó Jay — Buscará como matarte a menos que lo hagas antes tu.
Jiyu se llevó ambas manos a su cabeza, solo pensarlo le generaba náuseas y dolor. Sentía la mirada de dos de ellos sobre ella, a ninguno volteó a ver, se mantenía concentrada en sus piernas, claro que no había olvidado ello, pero quería seguir haciendo como si no lo supiera, quería mantenerse en una paz inexistente.
— Sería con matarme a mí misma, no creo poder soportarlo — dijo al cabo de un rato.
Jake quién estaba observando su celular en todo este rato, rió, había estado en silencio hasta este momento, guardó el celular en su gabardina gris, tenía la mirada perdida. Aún se sentía algo agobiado por el pasado aniversario luctuoso.
— Todos nosotros nos hemos visto morir a nosotros mismos, ¿Crees que no nos duele? Sunoo es quien lleva más años así y aún se muestra afectado — empezó a decir — Ni-ki era solo un niño cuando se vió morir a él, su familia y todo su pueblo, ¿Cómo crees que se sienta con ello?
Jiyu guardó silencio, desconocía la historia de todos fuera de la de Jake, conocía muy poco de cada uno de ellos en ese sentido, sintiendo curiosidad por la historia que tendrían para contar cada uno.
— Jay mató a su reflejo, no eres la única que pasará por eso, y estoy seguro que tampoco serás la última — dijo ahora Heeseung.
Jay solo desvío la mirada denotando su incomodidad, tosió un poco, gesto que sólo Jiyu notó, o al menos lo encontró sospechoso. Ya era de saberse que él era alguien de guardarse mucho lo que se traducía como ocultar la verdad o verdades a medias, por lo que se llevó a preguntar si verdaderamente Jay había asesinado a su reflejo tal como sus amigos creían.
Luego de pensarlo, otra cuestión acaparó su mente, sabía quizás lo básico de la existencia de esos seres, pero aún así creía que existían algunos puntos que no le terminaban de convencer, o simplemente no había encontrado respuesta luego de verlos, quizás y era por la brevedad en la que había estado en aquella dimensión, sin embargo era algo que ahora lo encontraba más y más intrigante al pensarlo más.
— Si dejara de suprimir cosas, ¿Qué pasaría con mi reflejo? — preguntó después de varios minutos.
Ellos habían pensando que la conversación respecto a ello, ya había acabado debido al largo silencio, pero no era así, ninguno esperaba tampoco de esa pregunta, por lo que los tomo desprevenidos, haciéndolos pensar solo para concluir que ninguno lo sabía, ninguno conocía de un caso sucedido pasado, por lo que no tenían idea de cómo resultaría.
Ella no tuvo que esperar por una respuesta, la expresión y el silencio le decía todo; se levantó del sofá dirigiéndose a la cocina en dónde sirvió vasos con agua para traerle a cada uno, en todo el resto de oa tarde ninguno volvió a tocar ese tema, decidido solo por hablar de cosas triviales o jugar.
Ya era tarde, por lo que se estaban despidiendo para ir a su casa, o en este caso a su dimensión, pasaba de las diez de la noche, la joven agradecía que en todo el día la señora Choi no se había aparecido en su casa, sería cansada explicar el porqué había tres chicos en casa. Pasaban de las diez de la noche, había salido primero Jake, seguido de Heeseung, ambos ya habían cruzado la calle ingresando a la casa 1001; solo faltaba Jay de despedirse.
Jiyu volvió a ver con gran desconfianza el espejo cubierto con la sábana mientras se dirigía a la entrada para despedirse. Estaba temerosa.
— Mañana aventajemos con el proyecto, ¿Te parece?
La chica realmente no le estaba prestando atención, su mirada seguía en la sábana, tenía miedo del objeto bajo este, odiaba rotundamente que hubiera tanto espejo en su casa. Volvía su atención a Jay quién ya estaba algo impaciente por su respuesta, hacía frío, el viento particularmente esta noche era fuerte.
— Jay, duerme esta noche conmigo, por favor — soltó.
Su voz denotaba miedo, súplica, fragilidad, él dirigió su vista al espejo bajo la sábana. No podía negarse a su petición, y tampoco es como si quisiera hacerlo.
Holaaaaa!!
¿De quién creen que sea la próxima historia a contar de los Enhypen?
Consideren este cap como parte del especial de los 5k, aún no sé que hacer como especial, ¿Alguna sugerencia?
Tomen agua y duerman bien.
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