- ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ: ɪɴᴠɪᴛᴀᴅᴏ -

— Que sorpresa — exclamó.

Sunghoon se giró mientras se levantaba sacudiendo su pantalón, hasta que quedó enfrente de ella. La joven se agachó para dejar el pequeño ramo de flores en la lápida de a lado para volver con Sunghoon, notó su nariz ligeramente enrojecida, al igual que sus ojos, sorbió dándose un toquecito en la punto de su nariz y luego meter ambas manos en los bolsillos de su chaqueta con la mirada fija en la placa de lápida frente a ellos.

"Kim Miwoo" era el nombre en la lápida a la que Sunghoon observaba con tanta melancolía, reconoció entonces que ese mismo nombre ya se había mencionado antes, supo ahí que debía ser la chica por la que había roto las reglas que tanto se esforzaba por recordar y hacerlas cumplir Sunoo.

— Se cumplen quince años de su muerte — dijo él un tanto afligido — ¿A quién has venido a visitar?

— Mi abuela, ella cuidaba de mi cuando era pequeña — respondió señalando la lápida de su familiar — No esperaba verte.

Sunghoon suspiró un tanto desganado, una de sus manos pasó por su cabello y luego dió media vuelta para comenzar a caminar en dirección la salida del cementerio, Jiyu caminó tras de él, manteniendo una considerable distancia entre ambos, quedando en silencio, escuchándose únicamente del crujir de las hojas ante el paso del viento otoñal.

— ¿Puedo preguntar algo?

Él se detuvo girando a ella, dando a entender así que estaba dispuesta a responder a lo que sea que fuera a preguntar. No se podía negar que entre ambos el ambiente era un tanto incómodo, no porque existiera conflicto entre ellos o algo similar, apenas eran conocidos, que no sabían tratarse del todo o cómo acercarse al otro, por lo que cualquier conversación resultaba incómoda.

— ¿Se puede ser invitado de tu invitado?

El chico se sorprendió bastante de su pregunta abriendo más de la cuenca sus ojos, se llevó una mano al rostro y luego fingió pensar en su respuesta.

— Sí, pero va contra las reglas — respondió finalmente.

No había nadie cerca, parecía estar vacío en cementerio, solo ellos en mitad del campo rodeados de varias lápidas. Había sol, sin embargo era un día bastante frío, el sol no lograba calentar, por lo que ambos se encontraban abrigados. Sunghoon retrocedió para acercarse a ella, disminuyendo así la distancia entre ambos, le sonrió cortamente, su nariz seguía ligeramente colorada, pero ahora no podía saber si era debido al frío a el llanto.

— Supongo que aún sigues sin saber del todo qué son los invitados — continúo hablando.

Jiyu soltó una corta risa nasal bajando la mirada. De todos los chicos, de él era quien menos esperaba que fuera a obtener información, lo espero de algunos, pero él no estaba en aquella lista, asintió al ver que el chico realmente si estaba dispuesto a responderle todo.

— Fuera de que el invitado morirá, no sé mucho — comentó.

— No siempre debe morir — refutó — Sunoo y Heeseung lo saben, quizás Jay lo sabe, él siempre suele enterarse de cosas que los demás le ocultamos, y es por eso que también actúa como quiere.

— Tu también lo sabes.

— Lo descubrí por cuenta propia, pero cuando lo descubrí era tarde para Miwoo, después de eso fui castigado por Sunoo, pues después de todo es una falta ante las reglas.

Ambos comenzaron a caminar mientras Jiyu lo escuchaba con gran atención, avanzando lento, intentando alargar el tiempo de llegar a la salida.

— ¿Por qué?

Sunghoon se encogió de hombros.

— Nuestra existencia después de la muerte de nuestro ser completo ya es en sí una falta. Lo natural es desaparecer junto con ellos, sin embargo, como sabes estamos nosotros y hay muchos más que han quedado varados.

Jiyu se llevó una mano a la barbilla pensando un poco más detenida.

— Nuestra vida depende por completo de ustedes, incluso el que estemos aquí después de su muerte... Los invitados solo sirven para alargar nuestra estadía.

— ¿Cómo hacen eso? — preguntó con cierta curiosidad, aun cuando temiera por la respuesta. 

Sunghoon rió sin gracia, dejó de caminar y ella también se detuvo, notó como se encontraba nervioso por lo que fuera a decir.

— Tomamos los años que deberían haber vivido si no se cruzaban con alguno de nosotros, digamos que vivirás hasta los cuarenta... Ah, como eres invitada de Jay una vez que haga el ritual completo, a él se le sumarán los veintidós años que te quedaban de vida. Así alargamos nuestra estadía.

Volvió a avanzar, pero al no sentir a Jiyu cerca se frenó girando atrás notando como la chica seguía parada en el mismo lugar, por lo que volvió sobre sus pasos hasta estar frente a ella, notando su cara de shock intentando de procesar sus palabras. Se llevó una mano al pecho y luego la fue subiendo hasta su hombro, justo en donde había descubierto esa marca dejada por Jay días atrás.

— ¿La sangre... La sangre tiene que ver con esto? — su voz había sonado atropellada.

— Sí, el beber la sangre crea la conexión con tu invitado, pero no es la única forma de tomar su vida, la sangre es la fuerza vital de todo humano y lo único que verdaderamente puede ofrecer, supongo que has escuchado de Drácula, ¿no?

Jiyu hizo presión aún mas fuerte en el área marcada de su cuello, alzó la mirada para ver aquella oscura mirada que el chico tenía. Jamás había notado la melancolía que sus mirar poseía, preguntándose si era por la perdida de la chica de la lapida o meramente era por la fecha, sintió cierta pena por él y la curiosidad por saber de su pasado incremento. Terminó asintiendo ante su pregunta. 

— Él mantuvo su inmortalidad por beber la sangre de sus víctimas, digamos que él fue quién dio tener cierta clase a ello, y no fueran únicamente ataque salvajes — hizo una pausa en donde suspiró con pesadez — Esa es la forma tradicional... Y la que debería ser únicamente usada. 

— ¿Cuál es la otra forma? 

Sunghoon dirigió su mirada a la lapida en donde había estado anteriormente, provocando que Jiyu volteara al mismo lugar, el viento comenzó a soplar ocasionando el danzar del cabello de ambos, la joven colocó ambas manos sobre su nuca para agarrar de su cabello esperando a que el viento dejara de soplar. 

— ¿Cada que has besado a Jay sus heridas han sanado? — preguntó de vuelta.

Su boca se abrió cerrándola inmediatamente, mordió su mejilla de manera interna mientras fruncía su entrecejo, era notorio que la ira iba subiendo en ella, su rostro lo reflejaba, negó con su cabeza mientras una corta sonrisa irónica aparecía en su rostro. Mordió su lengua y dejó escapar el aire contenido. Se sentía todo como un mal sueño, su cabeza comenzó a dar vueltas. 

— Maldito hijo de puta — exclamó con esa sonrisa irónica en rostro. 

Era algo que sospechaba, y ahora lo comprendía, quería llorar, quería gritar, golpearlo, muchas cosas, sin embargo solo de sí, salió una dolorosa carcajada que confundió al chico frente a ella, Jiyu continuó riendo agarrándose el estomago hasta que cayó de rodillas mientras su risa iba perdiendo fuerzas. 

— Moriré, fabuloso — soltó con sarcasmo una vez que dejó de reír — Y bien, ¿Cuándo será el siguiente brindis? Haré a Jay mi invitado. 

『Playlist』

♫︎ Tonight is The Night I Die - Palaye Royale
♫︎


Decidí si sacar fanfics de los otros personajes de aquí, una vez acabando con este fanfic, ¿de quién les gustaría que publicara primero (Heeseung o Sunghoon)?
Haremos universo expandido, jaja 

Mucha información.

Tomen agua y coman vegetales. 




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