- ᴄɪɴᴄᴏ: ᴘᴇᴅᴀᴢᴏs -
— ¿Estas bien? — preguntó Soo en cuanto la vio abrir los ojos.
— Sí, ¿Qué no estaba en el baño?
Estaba desconcertada y notoriamente desorientada, le dolía un poco la cabeza, así que se llevó una mano en donde sentía la presión, soltando un leve quejido, supo hasta ese momento que estaba en enfermería, no recordaba bien que había pasado, no de momento, hasta que vio un espejo que estaba cerca a la puerta de salida, bastante retirado de ellas, fue cuando recordó de su falta de reflejo que Jay le había mostrado. Se removió en las sábanas hasta sentarse desviando la mirada del espejo.
— Te desmayaste — explicó mientras tomaba su mano masajeando sus nudillos para tranquilizarla.
— ¿Dónde esta Jay? — preguntó.
Soo sonrió algo confundida, podía notarse que no comprendía a qué se refería con con su pregunta.
— ¿Quién?
— El chico que nos estaba viendo la vez que estabas hablando del embarazo de la hija menor de los Kim, a la que echaron de la casa — explicó rogando porque recordara de quien hablaba, ya que usualmente solía olvidarse de detalles así cuando contaba de algún chisme que se sabía.
Soo permaneció un rato pensativa, hasta que su rostro pareció iluminarse, lo recordaba, al menos recordaba que había mencionado a un chico así, pues había olvidado su cara como para ubicarlo.
— Ya, ya, no sé, cuando llegue estabas aquí sola — comentó algo no muy segura — ¿Por qué? ¿Te hizo algo? ¿Te lastimó? ¿Él ocasionó que te desmayaras? Dime y lo buscaré para golpearlo.
Jiyu sonrió un tanto enternecida, entonces abrazó a Soo, no era alguien de tener muchos amigos, le costaba bastante relacionarse con la gente, pero con tener a Soo a su lado le bastaba, sabía que no se equivocó en escogerla como amiga, una decisión de la que jamás iba a arrepentirse. Soo siempre se preocupaba por ella, incluso más que su misma madre, aparte de apoyarla en todo lo que le contará.
— No, creo que estaba con él antes de desmayarme — habló una vez que se apartó del abrazo — Por eso.
— No lo he visto, pero si lo veo le diré que lo buscas, al cabo es fácil saber quién es... Espera, no recuerdo su cara — dijo algo desanimada.
La joven sonrió mientras se negaba, le volvió a sonreír para demostrarle que estaba bien, en sí, aún dolía su cabeza pero no como para quedarse en la enfermería.
— Está bien, vuelve a clases, regresaré yo en cuanto llegue la doctora — la animó.
Soo levantó ambos pulgares, tomó su suéter y salió de la enfermería.
Tuvo ser paciente para que las clases acabarán y poder ir a casa, realmente a dónde le urgía ir era a la casa 1001, dónde Jay se supone que radica, cuando había vuelto de enfermería notó que el chico ya no estaba en clase, de hecho, no apareció al resto de las clases del día lo cuál le llamó mucho la atención, por lo que se encontraba un tanto ansiosa porque el reloj indicara la hora de la salida y así ir en su búsqueda.
Todo ese rato le pareció realmente eterno como si los minutos fuera muchísimo más largo a lo que en realidad eran, había cambiado de posición como unas siete veces en menos de cinco minutos de su impaciencia por acabar, golpeaba su pie contra el suelo en un ritmo constante que hasta uno de sus compañeros le pidió que se callara, pues era imposible concentrarse, era eso también, el que no podía concentrarse en lo absoluto en la clase; se dejó caer sobre el pupitre cansada, todo era tan lento. Observó el espejo cerrado sobre su butaca en una de las esquinas, duda en si tomarlo o no, a su mente venía esa imagen de Jay con su mismo espejo demostrándole su falta de reflejo, sintió del miedo entrar por su cuerpo, por lo que decidió olvidarse de el objeto al sentir un escalofrío recorrerla con tan solo recordar ese suceso.
Cuando finalmente se dio el toque de salida, guardo sus cosas a una velocidad impresionante para salir disparada fuera de la institución rumbo a la parada del autobús. El regreso, para su fortuna lo sintió rápido, no hubo tráfico durante el trayecto, cuando llegó a su parada, empezó a caminar a paso acelerado hacia su casa o más bien la casa de Jay Park, había hecho algunos tres minutos desde la parada hasta ahí, cuando en otras circunstancias hubiera hecho los ocho minutos habituales.
Ni siquiera se molestó en ir a dejar la mochila en su hogar, fue directamente a la casa 1001 tocando el timbre, no mentiría, estaba realmente ansiosa por lo que frotaba de manera constante sus manos entre sí esperando a que se dignara en abrir. Impaciente volvió a tocar y minutos pasaron hasta que el chico abrió de manera ligera la puerta tal como la última vez.
— Hola — saludó.
— ¿Qué quieres? — preguntó muy directo él.
Jiyu se puso nerviosa, dejó de frotar sus manos y las colocó tras de sí entrelazadas mientras ordenaba sus ideas, había muchas razones para estar parada en su puerta pero no quería soltar todo eso ahora, así que buscaba englobar todo.
— Quería hablar contigo — fue lo que se le ocurrió.
— Que bueno — sonrió cortamente — Yo no.
Entonces procedió a cerrar la puerta, o eso intento, fue Jiyu reaccionó rápido metiendo su pie.
— Espera, me refiero a lo del reflejo.
Jay suspiró algo cansado y se llevó una mano para apretar el puente de la nariz, meditando, al cabo de unos instantes abrió la puerta por completo invitando la a pasar finalmente. Jiyu entró y el cerro la puerta a sus espaldas.
La joven estaba completamente en shock ante lo que tenía delante de sus ojos, no, en definitiva no era la casa a la que entró días atrás donde solo había grafitis y basura por el lugar, aparte de toda humedad en la paredes. Era como si fuera una casa completamente diferente.
Había un salón amplio con sillones algo modernos, más al fondo del pasillo notó de la escaleras que conducían al segundo piso, escaleras que eran prácticamente inexistente cuando entró ella, notó de una iluminación roja en la casa pareciéndole algo llamativo, camino un poco más, tenía bastantes cosas. Notó de una letrina con varias botellas de vino.
— ¿No se parece a la casa a la que entraste? — se burló — No me sorprende.
La joven lo miró mal; lo siguió a hacia el sillón donde él tomó asiento, se dejó caer sobre este teniendo las piernas separadas y sus brazos estirados a cada lado del respaldo del sillón mientras había tirado su cabeza atrás teniendo por consecuente los labios entre abiertos.
— Explica, no tiene ningún sentido — se sentó en el sillón frente a él.
Jay no se movió, paso su lengua por su labio inferior mientras veía a un lugar incierto de la casa, sacó una paleta de su bolsillo de la chaqueta que metió en su boca y luego cerró sus ojos.
— Viste el espejo roto, ¿No? — no espero a que respondiera o hiciera un gesto en afirmación, pues sabía que ello no tenía porque preguntarse cuando era un hecho de que si lo hizo — Estás condenada, como yo ahora.
— Jay.
— No tienes reflejo porque dejaste que fuera libre, al menos de forma indirecta, ahora tu reflejo puede hacer lo que se le dé la gana en su dimensión sin tenerte que seguir — explicó de manera natural — No sería mucho problema, claro, fuera de que ya no podrás verte en el espejo ni esas cosas, el problema es que quizás quiera venir aquí.
— ¿Venir aquí? ¿Dimensión?
Jay sonrió aún con la paleta en la boca, abrió sus ojos y se enderezó para apoyar sus brazos sobre sus rodillas, pasó una mano por su cabello antes de proseguir.
— ¿Sabes? Eres muy lenta para ser alguien de los más listos de la clase, fui muy claro.
— No compares la escuela con esto Jay, estás hablando de cosas que...
— ¿No existen? — interrumpió, sacó la paleta de su boca — Estás en la dimensión de los reflejos, está casa solo existe ahí dentro, en tu dimensión solo es una casa abandonada a punto de caerse, compruébalo, sal y vuelve a entrar, si yo no te doy permiso, no podrás entrar aquí.
Jiyu algo molesta por sus palabras, la había insultando de forma indirecta, tomó sus cosas saliendo de la casa, no pensaba volver a entrar, así que iba directamente a su casa, pero la curiosidad siempre es más fuerte, como hay un dicho por ahí, la curiosidad mató al gato, así que dió media vuelta volviendo a entrar.
Jay Park tenía razón, la casa 1001 era una casa ante sus ojos al borde del derrumbe, en esta ocasión por más que busco, nunca dió con el espejo roto.
Hellooo!!
Qué les parece la historia hasta donde va?
Tienen algunas teorías?
Pronto van a aparecer el resto de los Enhypen
Paso a avisar que es la parte uno de un maratón, las actualizaciones serán un día sí, un día no, comenzando con hoy viernes y concluyendo el sábado
Maratón, parte 1/5.
Ojalá lo disfruten.
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