🌙III

*Pov Taehyung *

Nunca había estado tan emocionado en salir de una clase desde que mis hermanos me permitieron visitarlos en su residencia universitaria. Donde conocí al futuro padre de mis hijos. Mentira. Yo solo quiero mi experiencia, no busco casarme, soy muy joven y soy demasiado para uno solo.

Desde que cumplí quince años, las hormonas empezaron a hacerse notar en gran cantidad, pero no salgo a fiestas, tampoco tengo tantos amigos ni pretendientes (al menos que yo sepa), así que muy poca actividad buena hay en mi vida.

Tengo a mi mejor amigo, el tarado de Soobin que me robó mi primer beso. Pero él no cuenta, es Hetero y tiene una novia a distancia.

En cambio si giramos un poco la vista, podríamos ver en aquel lado derecho dentro de mí mente, al guapo mejor amigo de mis hermanos, él está como quiere. Alto, guapo, musculoso, dominable, y mucho mayor que yo. Para chuparse los dedos.

Si él pusiera de su parte y me follara como quiero, la tendríamos fácil. Pasamos todo el día solos en esa casa, mis hermanos andan en sus cosas que no sé pero tampoco me interesan. Fácilmente hasta podríamos repetir las veces que él y yo quisiéramos.

Pero se  hace el difícil sin saber que eso me alienta a seguir intentándolo. Quizás solo debo ser más lanzado.

Llegando a esa magnífica conclusión, tomé un taxi, dando la dirección de la residencia y este llevándome al lugar indicado.

Al llegar pude ver como mis hermanos se iban en su auto, sonreí para mi al pensar que de nuevo estaría a solas con mi guapo hyung. Mordiendo mi labio inferior me abrí paso hacía el elevador del conjunto de edificios.

Una vez llegué a la puerta esperada, toqué el timbre. Me encantaba poner de los nervios a Jungkook con mi presencia, pues yo tenía una copia de las llaves del lugar, pero saber que si insistía en el timbre, me abriría la puerta quien lo acababa de hacer, lo repetiría mil veces más.

Apenas descubrió mi presencia su rostro se volvió pálido, supe que estaba nervioso, trató de enmascararlo con un bufido y se adentró sin decir más.

—Mi hyung como siempre, tan hospitalario. —dije acercándome peligrosamente a él, por la espalda.

No esperaba que él se girara bruscamente haciéndome sobresaltar de manera repentina y empezó a acercarse a mí.

Dejándome acorralado entre la puerta y su cuerpo.

—Escúchame bien renacuajo. —su cálido aliento chocó en mis cejas.— Vas a dejarme en paz de una vez por todas.

—¿Y si no qué? —pregunté desafiando.

—Me vas a meter en muchos problemas.

Era casi obvio a quién o a quiénes se refería.

—Si es por mis hermanos no tienes que preocuparte, no soy un niño y puedo hacer lo que se me dé la gana. —subí desvergonzadamente mis manos hacía sus hombros, viendo como estos se relaja van bajo mi toque.

— No-no puedo.

—¿No quieres hacerlo conmigo? -mis ojos agüandose ayudaron a mi dramatización. —¿Estoy feo?

—Taehyung... 

—Quizás sea que has estado con personas mejores que yo o tal vez con mayor experiencia.  —sorbí por la nariz, bajando lentamente mis manos de sus hombros, lo oí suspirar pero sin querer que mis manos volvieran a su posición inicial, me sentí derrotado por un momento pero no vencido del todo. 

—Te voy a dejar las cosas en claro, ¿Okay? 

Solo asentí, viéndome dolido. 

—Me llamas mucho la atención, renacuajo. —al escuchar eso, una pequeña sonrisa victoriosa brotó de mis labios pero traté de ocultarla lo mejor posible —Eres muy hermoso, tienes un cuerpo que con ropa me pone nervioso, no quiero saber como sería sin ella. 

Mordí levemente la esquina de mi labio inferior. Él continuó. 

—Pero no voy a caer. ¿Entiendes? 

Todos mis pasos acertados se derrumbaron uno por uno dejándome en blanco, desde cero.

—Tus hermanos me matarán aunque digas lo contrario, eres muy pequeño para mí, y yo no busco algo de una sola noche.

—P-podemos hacerlo de día hyung- Dije en tono bajito, él solo rodó los ojos.

—A lo que me refiero es que no quiero nada de una sola vez.

—¡Lo haremos las veces que quiera, hyung!— salté a él, enrollando mis piernas en su cintura. Estaba siendo sarcástico y él no lo notaba.

—¡Que quiero una relación seria, renacuajo!

Sin querer, una fuerte carcajada salió de mis labios dejándolo tan confundido como se veía.

—¿Lo dice en serio? —pregunté aún riendo.

Él me bajó y se fue escaleras arriba. Creo que sí estuvo mal burlarse de lo que acababa de decir.

~Heidy

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