*ೃ༄. 0. ¡PRÓLOGO!
❝𝐄𝐫𝐢𝐤 𝐋𝐞𝐡𝐧𝐬𝐡𝐞𝐫𝐫❞

ASÍ ME BESE CON ERIK LEHNSHERR, HUYO DE DOCTOR STRANGE, MEFISTO ME BUSCA... ¿HAY ALGO BUENO EN MI VIDA? ¡SOY LA BRUJA VIOLETA!

La espesa tela de su pesado abrigo fue tirada en los dedos de Julia. Una palanca perfecta para sujetarlo hacia ella con la misma fuerza que Erik uso para empujarla contra la pared del callejón. Estabas en una posición precaria, sin duda, lo suficientemente protegida por el aislamiento del callejón y, sin embargo, si Strange se asoma por allí; el Strange de la otra dimensión, vería perfectamente a la distintiva Bruja Violeta. La gente simplemente no hacía cosas como ésta en la sociedad educada de hoy en día. No era como en el futuro, sería demasiado atrevido en plena década del 60s.

Sin embargo, Erik destruyó sus inhibiciones al enredar los dedos en los rizos oscuros casi rojizos. Sus labios se movieron con la confianza de un hombre experimentado y calculador, temía que se alejará, pero era fuerte y definido presionado contra ella. Tan estrictos como sus ordenes, dejándolos perdidos ignorando al señor Doctor que ando entre los techos buscando al mutante y a la bruja. La mano de Julia se mueve alrededor del pecho del hombre, afirmándose a sus chaqueta de cuero acercándolo, él paso los dedos por su cuello y mandíbula. Tarareando cuando la suelta, la observa por unos segundos y sonríe orgulloso, admirandola despeinada y sonrojada.

—Erik. —Julia entrecerró los ojos acomodando los plices de su vestido preguntándose por qué este era tan distinto de su primer beso. «Harry, Harrold, Harry» Tembló.

Él presiona sus frentes ante al escucharla jadear tomando aire, pone su mano en su boca, demasiado cerca para que ella pueda pensar en los pasos y hechizos de Strange. Con una inclinación de cabeza, Erik Lehnsherr ordena: «Vamos, Julia, o él te encontrará». Entrelazó sus manos antes de salir corriendo en la oscuridad. Casi pudo ver brillar sus ojos como un gato astuto.

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—¡SAL DE ALLÍ, PARKER! —Julia golpeó la puerta rápido y varias veces al estilo de Sheldon Cooper—. ¡PET, PET, PET, PET! ¡Pana, sal de allí! ¡Bro, vale!

Se sentó en el suelo frente a la puerta de la maltrecha vivienda, un pequeño apartamento en un mal sitio en mal estado. No es como si ella no hubiera vivido en Latinoamérica y cualquier cosa americana en mal estado luciera mejor que las de su propia patria. No juzgo a Peter más allá de no irse a vivir con Harry. Es decir, nada extraño, eran mejores amigos. Y eso limitaría a Harrold Osborn en sus aventuras románticas. «O por lo menos se irá a un hotel y yo no tendré que saberlo». Decidió enviar un mensaje a Peter intentando no parecer impaciente, seguro se quedó dormido o se coló en el edificio de Fisk; el último malo malozo después de su último enfrentamiento con el Chacal, que dejó casi muerto a Norman y gracias a ello Harry supo la identidad de Peter como Spider-Man, que sí, va con un guionsito en el medio.

Era una Bruja Escarlata pero en ese momento no sabía bien cuál era. Si era la original o una variante, ni siquiera se apellido Maximoff, a diferencia de otros, Julia reconoció qué habría más brujas, escogida por Chthon, que dominó la magia negra y el caos. El Doctor Stephen Vincent Strange, o solo Doctor Strange,  era increíble, además de guapísimo y mayor que ella, sinceramente acudió a él buscando consejo pero ahora pasó cierto tiempo en el Sanctum Sanctorum, un centro neurálgico de líneas ley de dragón que corren debajo de los cimientos, las venas de magia que recorren la Tierra. Por lo que para la Bruja Violeta era divertido y atrayente estar allí. Tanto que Peter tenía que sacarla de allí hasta dos veces en un día para ir a luchar por la justicia, incluso tenía una selfie enfrente de esta.

«Julia, estoy en problemas, si pudieras venir...». Julia se levantó y arrastró su mochila escaleras abajo para ir con Peter «Oh, mejor, no ¿Tienes que ir con Norman?».

«Sí, ¿Quieres qué te cubra con May? No podrán vivir juntos pero se preocupa, recuerda que vamos a cenar hoy». Julia decidió hacer un hechizo para aparecer a una calle de el penthouse de los Osborn, lamentablemente ella no tenía telarañas para balancearse por la ciudad, era demasiado hermoso, incluso ver a Peter balancearse era un espectáculo, por la fluidez del movimiento y la agilidad.

«Sería fantástico, te adoro, hermanita. Mereces algo mejor, Harry, debería darse cuenta ¿Sabes? Harley te echó un ojo al igual que Strange, el Hechicero Supremo pidió que le ayudará tener una cita contigo».

«Y tú piensate qué hacer con tus facturas atrasadas, ¿No te gustaría trabajar para mí ya que no quieres aceptar el dinero de Harry y Norman? Olvídate de Oc, tendrías tú laboratorio y no te preocuparías más nada que por arreglar al mundo junto a nosotros.»

«No quiero traicionar a Tony».

«¿No qué eras independiente? —Casi pudo ver a Peter arrugando el gesto bajo la máscara de Spider-man, sonrió—. Como quieras, cariño, recuerda que Norman me dió financiamiento para traer nuevos talentos a Oscorp pero también pudo invertir en lo que quiera, es mi dinero, la beca por mi proyecto de regeneración celular también tiene un sueldo... Si aceptarás ayudarme... Norman tiene muchos proyectos desde que se diagnosticó a Emily pero ninguno ha estado tan cerca como el mío, incluso si es por la magia».

«Julia, no quiero ser una carga para nadie, por favor, no quiero preocuparte por tonterías... Sigue buscando la forma de salvar a Harry, la enfermedad de Emily... Estoy donde debo estar, Otto ayudará a tantos...».

«Lo sé, te quiero, Pet. No lo olvides».

«Te quiero, Jul».

Julia entró al ascensor, al abrirse las puertas subió a pasos rápidos hasta los aposentos de Norman, no sin antes detenerse en su propia habitación y la de Harry con pesadez. El castaño ya no estaría allí por algún tiempo, ¿Podría volver pronto? No lo sabía, después del enfrentamiento al Chacal y la casi muerte de Norman que lo hizo experimentar en sí mismo su estado empeoró y desarrollo la enfermedad.

—Se dice que la bondad es una virtud. —Julia acomodó los almohadones tras la espalda de Norman Osborn que no permitía visitas más allá de sus hijo, ella y Peter. Nadie podía saber que quedó en graves condiciones después de el incidente de «La Isla Arácnida».

—¿Tony Stark es bondadoso, hija? —Obvio, no era hija de Norman ni hermana de Harry, era una niña prodigio adoptada a los seis años para hacerle competencia a Tony y su intentó de crear algún genio. Además, era un alivio a la soledad de Harry.

—No lo es. Pero en términos sencillos es más amable que tú. Es imposible enumerar más de tres muestras anuales de cariño hacia Harry. Tony le dice a Peter que lo quiere y lo trata como el hijo que no tiene ni tendrá... Es paternal incluso con Harley Kenner, ya sabes, es su niño genio #1 pero tú...

—Julia, amo a mí hijo; tú y yo sabemos que es lo mejor que tengo, es mi sangre, es el legado Osborn... Por ese mismo motivo soy alcalde, por tú bien y el de Harry, si Stark intenta algo.

—Tony Stark no es el problema. Harry desespera constantemente por eso, no escucha nada de aprobación paternal, intentó entrar a Horizon High y luego tú desprecias a Max Modell y a todo lo que intenta hacer allí...

—¿Sabes por qué cree la academia Os?

—Legado, familia, honor. Harry... Sé que haces todo por nosotros, nadie recoge a una huérfana que intentó entrar a sus laboratorios coladas y casi explotan pero...

—¿Ya averiguaste sobre Octavius Industries? —Él desvió el tema de golpe. Otto Octavius generalmente era eclipsado por Oscorp a pesar de sus grandes descubrimientos en neurociencia y Norman no quería que esto cambiará.

—Es un proyecto de Max Modell, Tony Stark lo financia en secreto además de las subvenciones municipales que le das, es para que Peter crea que es independiente. Ya sabes... Manipulación nivel, yo soy tú padre y te controló. Puede serte conocido, Norman.

—Lo es. Hago lo mismo, lo admito, Julia ¿Qué debo decirte para que estés contenta?

—Casi mueres, Norman. Pasa tiempo con Harry, solo... Hazlo por su madre, Emily odiaría verlos distanciados... No le gustaría todo esto, eres despectivo con él y nada te impresiona. Le exiges demasiado y eso que él da todo por ti, por mí y Peter. Mira, aquí hay más libros —Le pasó una caja sabiendo que cruzó una línea—. Tengo que... Es Peter —Vió la notificación e hizo una mueca—, el sistema de vigilancia de Oscorp cayó...

—Julia.

—Harry me pidió revisar el puesto de investigación que tú quieres desmantelar; lo hace por su madre que también quería beneficiar a las personas, ponte un poco sentimental, Norman... Sabe que mientras estén estará una parte de su madre. Quiere evitar la contaminación del aire y... Evitará crisis en salud pública ¡Por favor, Norman!

—Eso no tiene importancia, Julia, tienes la misma ropa de ayer. Harry no apreció hoy, no realizó ninguna fiesta de inauguración para su nuevo departamento y me dijo que quería hablar contigo. Déjame pensar qué pasó o dímelo tú. ¿Sabes qué quiero para ti y para Harry?

—¿Hoy es el día de molestar a Julia y enviarla 300 metros bajo tierra? —Julia se sonrojó, e intentó fulminarlo con la mirada. Tembló al verlo tan determinado—, bien, Harry y yo pasamos la noche juntos pero no es como si me hubiera propuesto matrimonio. Soy como Pepe Grillo, solo su consciencia y puede aplastarme en cualquier minuto, cuando quiera. Si eso te parece el gran clímax de tú plan debo decir, señor alcalde, que es peor estratega que Thor Odinson.

—¿De verdad? Harry nunca ha querido aplastarte, te ama.

—Y yo lo amo y no quiero que termine demacrado, ayer lo convencí de no tomar pero no sé cuánto tiempo logré limitarlo, Norman, eres mi padre porque me criaste y te respeto, no me abandonaste nunca pero necesito que les algo de crédito a Harry o terminaré saliendo por esa puerta y no volveré. No te preocupes, no iré con Stark, quizás me mude con Peter... Y no es joda. Por cierto, sé que tú y Jameson hablan para echarle pestes a Spider-Man.

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—NO TODOS SOMOS PERFECTOS PSICÓPATAS, STRANGE. ALGUNOS TENEMOS SENTIMIENTOS Y LEALTAD —Julia exhaló y él la miró, los nervios de la chica lo ponían ansioso, aunque ella intentó poner atención a la entrada de la novia con gran esfuerzo—, incluso si pudiera abandonar esto que es tan autodestructivo no puedo abandonar al dulce e inocente Peter, es como el hijo que no sé si tenga... Y, por cierto, jamás tendré una boda así, ni un vestido blanco... Creí... —Strange frunció el ceño—, creí que no lo quería... Quizás sí pero vestida con pantalones. De hecho, esto es demasiado formal, si me casará quizás solo firmaría el papel y me iría de vacaciones... Cosa que está ciudad nunca permite, alguien moriría antes de poder irme al Pico Bolívar a escalar.

Julia estaba preocupada por ser la cita del ex de la novia. Era un dolor de cabeza, y solo aceptó porque no quería que Stephen fuera solo ya que Peter insistió, y Harry la estuvo evitando. Realmente no necesitó estar allí, particularmente cuando Stephen no podía entender cuáles eran sus sentimientos hacia Christine y pues, Julia solo era algo para presumir. Strange entrelazó sus dedos dando una sensación de falso consuelo.

—¿Quieres qué te diga cómo terminarán las cosas si sigues así, Jul? —Julia se dejó caer en el asiento con pesar, y se sintió observada, todos sabían quién era ella, una Osborn. Los rumores se regarían pronto. «No puede ser tan malo, todos saltan sobre los huesos de Strange»—. No podemos cambiarlo... A menos... Olvídalo.

Demasiado orgulloso para decirlo, pero Strange nunca la superó. Julia aplaudió emocionada en el momento en que terminó la ceremonia, como dirían en su país “No aplaudí por lo bueno que estuvo si no porque por fin termino”. Se sentó junto a la barra, bebiendo whisky y evitando a Strange lo mejor posible. Todo fue bien hasta que una niña se le acercó. Era como verse a ella misma en una edad infantil versión siniestra. Le provocó cantar: «¡Protegéme señor con tú espíritu!», bastante aprendió con las monjas de su colegio...

—Strange tiene razón, tú no puedes cambiar lo que va a pasar pero yo sí. —Julia la observó con duda, desde el cabello castaño rojizo, hasta el vestido blanco con un chal tejido de hilo violeta y rojo, además tenía una pulserita que tenía las iniciales ❛W. A. Lehnsherr❜—. Sígueme.

Los tacones de Julia contra el mármol del pasillo seguidos por las zapatillas de charol de la niña de doce años hizo más escalofriante todo, el aire se empezó a llenar de un líquido rojo que transfiguro a humo.

—¿Qué haces aquí sola, niña?

—Te gusta proteger a la gente, así que tal vez es hora de que alguien te proteja, tal vez es hora de que alguien te ayude.

—Creo que nadie puede hacer nada por ayudarme, por ayudar a los que amo... Son mi única familia, mamá me abandono cuando era niña y papá murió... —Julia repentinamente mareada giró tras la niña que volteó para no darle el rostro—, estoy en las últimas.

—No has visto las últimas pero yo puedo enseñartelas, sé dónde están, no tengo mucho tiempo, y tú aún menos... Y a él, no a Harry, si no a quienes intentarás salvar a hora no tiene nada de tiempo. Si solo puede elegir un camino tú tienes que guiarlo al bueno, ha sufrido injusticias y tratos inhumanos.

—¿Tú familia está aquí? ¿Quieres que llame a tu mamá o papá?

—Oh, no. Me controlan mucho, mamá dice que soy muy lista para mi edad. En eso salí a mi madre pero me gustaría ser tan fuerte como mi padre, ha pasado por tanto... Theo; mi gemelo, discute conmigo todo el tiempo, en cambio me llevó mejor con el velocista Peter Maximoff; es mi hermano, hijo de mi verdadero padre, es bastante paciente y también mi padrino Charles; él es un telepata y me entiende muy bien...

Julia se percató que en cuestión de segundos estaba en el ascensor de la Torre Os, sintió las palmas de las manos sudorosas. Cambió de la Iglesia a la Torre, algo por debajo de la mesa movió los hilos y la encerró en el único sitio donde se sentía segura, con los Osborn, ¿sí? ¿Qué era eso? ¡No...! ¿Lograría salir de allí?

—Bueno, estoy segura de que al ser mayor entenderás mejor a tú hermano, niña. Me hubiera gustado tener uno... Tengo a Peter pero... ¡Ey! ¿Qué haces? —La niña al abrirse la puerta, la cerró dejando solo un libro con una nota adhesiva en el suelo.

❛¿Sabías que existe un capítulo completo que habla sobre tí en el Darkhold? Es el Libro de los Condenados.❜

—¡Julia no lo toques! El Darkhold es una colección de los hechizos malvados. ¿¡JULIA!? —Strange abrió la puerta con un hechizo y Julia se dió cuenta que estaban en medio de la calle antes de tomar el libro y leer el escrito en latín de la portada, Stephen único que pudo hacer fue ver a Julia desapareciendo en una nube de poder roja—. ¡MEFISTO! ¡DEVUELVEMELA! ¡TRAELA AQUÍ!

Julia entendió en ese momento que si eso era ser la Bruja Violeta terminaría más pronto que tarde enloquecida. Pero no importó, cuando se encontró con el Otro Doctor Strange solo pudo salir corriendo porque sabía que si la encontraba volvería a su realidad sin respuestas, y si podía encontrar una solución sería en este nuevo mundo... Dónde encontraría en unos minutos a Erik Lehnsherr.

NOTA: En el siguiente capítulo se explica cómo Julia terminó besándose con Erik, y para entender el orden del capítulo: Julia primero habla con Peter, luego va con Norman Osborn y después con el Dr. Strange y hace tp al mundo de los X-men donde se muestra al principio.

Intente evitar la fórmula básica del fanfic de X-Men; incluir a Mefisto es un soplo de aire fresco, con el que nos familiarizamos antes en Wandavision (***se que no apareció Mefisto y que Westview se lo creo Wanda pero aquí hay divergencia del canon***). Estos detalles harán más fuerte la trama. Seguiré la línea de First Class principalmente, hay unos pequeños cambios que se evidencian más adelante. Como en las edades, Peter Parker (23 años), Julia A. Osborn (va a cumplir 20 años) Harry Osborn (23 años). Puedo tomar sugerencias y si alguna me gusta mucho podría tratar de integrarla. Estaré actualizando los viernes o sábados fijamente.

Gracias si le dan una oportunidad a este fic. ✨ Las opiniones son siempre bien recibidas, y si quieren sumar algún consejo les agradezco. Si hay algún error háganmelo saber para solucionario.

Aquí he utilizado el momento inicial algo totalmente diferente, un beso con Erik; Julia y él hablaran de esto después, una conversación dulce com Peter, la boda de Christine... Me pareció que describía bien la incomodidad de la situación y lo místico del asunto.