'LLOVIZNA'

Himawari

Las noches sin poder dormir me atormentan desde que me alejé de él. Soy consiente de lo que pudo ser y que evité; por las madrugadas mientras veo al techo me pongo a pensar en si tomé la decisión correcta.

¿Qué hubiese sido de mi si no?

Esta bien, lo que hice fue lo correcto.

Sin embargo, ¿por qué esta decisión me atormenta tanto?.

*

Su semblante me impide dejar de mirarlo y el movimiento de sus labios me insitan a besarle.

¡Diablos, es tan guapo!

– ¿Qué dices? – preguntó este.

Me sobresalté al instante. No le había puesto atención, obviamente.

– ¿Disculpa?

Y es ahí cuando me arrepiento de haber sido tan grosera con él en ocasiones pasadas. Su mirada me ruega a gritos y sus ojos estan tan tristes que se le notan las ojeras debajo de ellos.

Kawaki desvío un poco el curso de sus pupilas pero enseguida se volvieron hacia mi. Tragó saliva con fuerza y frunció los labios.

Deja de notar cada minúsculo detalle de lo que hace.

– Por favor... – retoma – De verdad quiero que esto vuelva a funcionar – su voz era suave y enternecida – Te amo, Himawari.

Sentí mi garganta cerrarse y mi estómago estujirse. Tantas veces que desee escuchar esas palabras de él y ahora, que me lo ha dicho tantas veces, empiezo a saber que aún, en lo que a mi corresponde, todo sigue siendo correspondido.

– Kawaki – pude hablar al fin – nuestros sentimientos son más afines de lo que alguien puede imaginar – me detuve unos segundos – Cada cosa que dices o haces me deja pensando que si eso no cambiará con el tiempo y volverás a hacer lo mismo.

– Mis sentimientos no han cambiado desde años atrás – aseguró – Cuando vivía con tus padres, junto a ti; sabía que estar contigo me haría mal, que le darías un giro a los sentimientos hacia ti, y aún así me arriesgué.  Y créeme cuando te digo, Himawari... – Sus pupilas se dilataron y, por un segundo, pude ver esa transparencia en sus orbes grises – Que nunca en mi vida he dejado de amarte.

Mi boca se quedó un poco abierta ante la confesión. Mis ojos no dejaban de inspeccionarlo, de ver como respiraba un poco agitado y de cómo su labio inferior temblaba en pausadas ocasiones.

Vamos.

Acércate.

Sus labios eran dulces y el beso, candente. Sus brazos, previamente apoyados en el marco de la puerta, cambiaron su posición y sostuvieron mi cintura y contornearon mi espalda.

Sigue.

No.

Sigue tus instintos.

No debería.

Pero quieres hacerlo.

Llevé mis manos a su pecho y lo aparté delicadamente. Nuestras respiraciones eran algo agutadas y estaban tan cerca.

Él me observaba y al verlo a los ojos, vi ese brillo y me vi a mí misma.

– Deberíamos comenzar de nuevo, no retomar en el momento donde nos quedamos – murmuré – Sí accedes, tendremos mucho tiempo para esto.

Kawaki quitó sus brazos de mi y no apartó la mirada.

– Recompensaré cada segundo que te hice perder antes – sonrió – No volveré a hacerte dudar de lo que siento por ti, ni a ocultárselo a nadie.

Su semblante tenía más vida.

Me abrazó y correspondí.

– Te lo prometo.

Sonreí mientras lo veía alejarse.

Chyio67