ₒₒ₃
Los murmullos llenos de enojo de la castaña son audibles en medio de su recién iniciada lectura.
ㅡTortuga tonta...
Ha tenido que sentarse en otro boot porque el que acostumbra usar ahora está ocupado por una niña rubia con cara de tortuga, lo último es según Seulgi.
Ese ha sido lugar desde que comenzó a frecuentar al local, pero eso no es lo que enoja tanto a Seulgi, sino que desde ese cómodo mueble podía ver a la hermosa pelinegra sin problema alguno. Desde su nuevo lugar la entrada y Wendy son las únicas cosas que tiene en su campo de visión sin atraviesos.
Y sobre la misteriosa chica, Seulgi se percató al pasar por su lado que seguía con ese triste libro en sus manos, mucho más adelantada de lo que estaba ayer.
Pero hoy su expresión es distinta, ya no era triste ni melancólica, ahora por alguna razón un fuerte sonrojo ataca todo su rostro y el libro paso de estar apoyado en sus piernas a ser sostenido muy cerca de su cara.
ㅡ¡Oh, Dios mío!
La fuerte expresión se escucha en todo el pasillo de la biblioteca, lo suficientemente alto para que la castaña asome su cabeza en busca de la portadora de esa potente voz.
La pelinegra ahora escondía por completo su rostro entre las páginas del libro, balanzeandose sobre sus pies. Una forma de actuar muy común para Seulgi ya que suele ponerse igual cuando el héroe de su historia derrota al villano o acepta el amor de la sospechosamente única mujer principal de todo el manga.
ㅡEsto es suficiente, hora de tomar decisiones de las cuales me arrepentiré.
Con un paso decidido Seulgi se acerca a dónde está la chica. Con cada paso que da, más detalles sobre es se desplegan para la castaña; de cerca su piel se ve más suave y blanca, tiene múltiples lunares en sus piernas que la falda blanca que lleva puesta no alcanzan a ocultar, sus manos son pequeñas y es adorable la forma en que sus orejas sobre salen del cabello que cae sobre sus hombros.
Un paso más de estar frente a frente con la chica y Seulgi decide pasarla de largo.
Es demasiado perfecta, no puede ser real.
En cambio se dirige a la estantería detrás de ella, quiere una copia del libro. Para su poca suerte, no hay más ejemplares de "El color faltante del arcoíris" en las repisa de toda la sección de novela romántica.
Esto es trabajo para Wendy.
ㅡ¿Ya terminaste? Pero si llegaste hace media hora. ㅡla pequeña chica toma con algo de duda el volumen número veintiséis de Cyborg 009, al Seulgi entregárselo.ㅡNo me has dado tiempo para buscar el próximo.
ㅡHay cambio de planes, Wannie. Mejor dicho, hay cambio de texto.
ㅡQue no sea otro manga que debo ir a buscar en el depósito, Sooyoung está allí y no quiero que me coquetee asquerosamente otra vez. ㅡWendy se acerca a Seulgi para nombrar a su compañera de trabajo, teme que aparezca en cualquier momento.
ㅡEsta vez no vengo por un manga. ㅡesa simple oración sale con dificultad de la castaña. ㅡQuiero una copia de El color faltante del arcoiris por L.J. Croix.
Wendy puede tener muchos talentos además de ser una excelente trabajadora, pero ocultar sus emociones a través de su expresión es algo que la petisa no puede hacer. Seulgi nota eso y no puede evitar que un sonrojo suba a sus redondas mejillas.
ㅡ¿Desde cuándo Kang Seulgi lee ese tipo de historias?
ㅡSolo quiero averiguar algo, ya mañana regreso con Joe Shimamura y el resto de los Cyborgs.
Seulgi tiene un plan, se dedicará a conocer a aquella irreal chica a través de los libros que esta lea.
No hay mejor forma de entender a alguien que por medio de las palabras de esas historias que quisieran hacer suyas.
Aunque no sabe muy bien la razón por la cual lo hace, Seulgi solo quiere acercarse a esa chica, comprender como puede ser tan atractiva sin siquiera intentarlo. Le gusta, eso es seguro pero quiere ver más allá de su físico.
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