—Amigo, esta es la locura más grande del mundo—hablo Namjoon—Yo digo que te estas volviendo loco.

—Solo lo hago porque Jimin me lo pidió, yo se que esto es una locura, te aseguro que ese ser no existe—suspiro—se que con esto le estoy dando esperanzas a Jimin y que esto sea mentira será un golpe duro para el.

—Estas en una situación difícil, ¿cuando vas a ir?.

—hoy en la noche, a Jimin le asignaron un enfermero, entonces puedo ir sin preocuparme porque algo le pase.

—¿Quieres que te acompañe? Eso por allá es peligroso bro.

—No te preocupes por eso, todo estará bien.

—¿Estas seguro de aquello?—preguntó Namjoon preocupado

—Si hyung, no te preocupes. Yo cuando vuelva de por allá te aviso que estoy en la casa para que no te preocupes—mostró una pequeña sonrisa

Namjoon asintió no muy convencido de aquello

—Oye Min—llamo Jungkook con un tono serio a aquel enfermero que se encargaba de cuidar a su novio

—Si, dígame—Min se acerco a el con una pequeña sonrisa en su rostro.

A el tampoco le caí bien Jungkook.

—Esta noche saldré, por lo que espero cuides bien de mi novio.—su mirada estaba en los ojos de Yoongi.

—No se preocupe por aquello señor Jeon, ese es mi trabajo. Nada le pasara a su novio—sonrió forzado.

—Eso espero Min—y con aquellas palabras dejo solo a Yoongi.

—idiota—susurro Yoongi fastidiado.

Desde que había llegado a cuidar a Jimin Jungkook lo miraba con un gran odio, pero el tampoco se quedaba atrás, no iba a tolerar aquel trato.

La noche había llegado.

Jungkook soltó un suspiro, no podía creer lo que estaba haciendo, pues se encontraba en la entrada del bosque con una linterna en mano.

—vamos Jeon, no puedes acobardarte. Todo esto es por Jimin, que no se te olvidé—suspiro por una última vez para luego encender la linterna y comenzar a adentrarse al bosque.

Jeon miraba para ambos lados pendiente de que no le apareciera alguna serpiente, detestaba a aquellos animales, si alguna de esas cosas que se arrastraba aparecía en su camino mandaría todo a la mierda y se devolvería por donde había venido.

—¿Será que voy por el camino correcto?—cuestiono.

Jungkook siguió caminando hasta que encontró dos caminos.

—Maldita sea—escupió—dicen que el camino de la derecha siempre es el bueno y el de la izquierda el malo—su mano libre fue a su barbilla—uhmm...—cerró por un momento sus ojos—Si voy a ir a buscar a un ser místico y el camino a la derecha es el bueno quiere decir que el de la izquierda es el correcto. Ese será entonces.

Y con aquel pensamiento comenzó se fue por el lado izquierdo.

Solo esperaba no perderse en aquel inmenso bosque.

Jungkook ya había comenzado a pensar que se había perdido y que agarro el camino incorrecto.

—No volveré a creer en las cosas que veo en internet—pateo una piedra frustrado.

Jeon alzó su mirada para ver la entrada de una cueva—Gracias Dios, a partir de ahora iré a rezarte—sonrió y se adentró a aquella cueva esperando encontrar a Vante.

Con algo de nervios fue a lo profundo de aquella cueva, no se atrevía a alzar su mirada para evitar encontrar murciélagos.

—Jodida mierda.—gruño fastidiado.

—mmm—un quejido se escucho.

Jungkook dio un pequeño salto al escuchar aquello.

—La sangre de Cristo tiene poder—su corazón comenzó a bombear.

A pesar de tener miedo siguió acercándose al lugar de donde provenía aquel sonido.

Mientras más se acercaba el piso se volvía húmedo y se escuchaba como el agua chocaba contra las rocas de aquella cueva.

Al llegar pudo ver como el agua era cristalina, era muy linda, se podía ver algunos peses nadar por ahí. Jeon sonrió al ver eso, era un lindo lugar después de todo, entendería a la perfección si aquel ser llamado Vante viviera en aquel lugar.

Su expresión de una calmada y relajada  a una llena de horror.

Un chico de cabellos rubios había salido del agua, eso no fue lo que asusto a Jungkook, lo que lo asusto fue ver que en vez de tener piernas tenía una cola.

¿Ese era vante?.

Pero antes de que hablara pudo ver como a aquel chico de una gran belleza—no lo iba a negar—aquella cola desapareció, dejando ver una largas piernas.

Ver eso hizo qué la linterna que Jeon tenía cayera en un charco haciendo ruido y alertando a aquella persona.

—¿Quien eres?—Rápidamente se levanto con el ceño fruncido.

—Y-yo...—no podía formular alguna palabra.

—Te hice una pregunta, ¿quien eres?—repitió fastidiado.

—S-soy Jungkook...J-Jeon Jungkook—trago duro, pues aquel chico estaba desnudo.

Tranquiliza esas hormonas de adolescente hormonal. Tienes pareja.

Pero es tan sexy...Ese cuerpo...

Jeon sacudió su cabeza para alejar aquellos pensamientos impuros.

—Tu...¿Eres Vante?—se atrevió a preguntar.

El rubio alzó una ceja con una pequeña sonrisa—Ese mismo—miro a Jeon de arriba a abajo—Supongo que vienes a pedir algún favor.

Jungkook abrió sus ojos como platos—¿Como...—no alcanzó a preguntar.

—Para eso vienen todos aquí, para pedirme algo. ¿Que quieres de mi?.

Jungkook cerro sus ojos, necesitaba encontrar las palabras.

Suspiro.

—Mi novio...Tiene cáncer, no le queda mucho tiempo, me hablaron de ti, que tu podías curarlo, necesito que lo ayudes por favor—los ojos de Jeon eran de suplica.

—Ya veo, ¿lo amas?—pregunto con un tono brusco.

—Si y demasiado—respondió orgulloso.

Vante frunció su ceño e hizo puño sus dedos, dejando a ver como estos se volvían blancos.

—Puedo ayudarlos..

Jungkook sonrió.

—Pero tengo mis condiciones—sonrió de lado.

—claro, haré todo lo que tu me digas con tal de que ayudes a mi novio.

Vante sonrió un poco.

—Mis condiciones son fáciles, la primera, es que debes volver aqui cada noche y servir a cada una de mis peticiones, no es mucho lo que harás, solo protegerás mi hábitat de aquellos humanos que solo la quieren destruir por beneficio propio y castigarlos,—el rostro de Jungkook se puso blanco—la segunda, tendrás que serme fiel, no puedes tener algún pensamiento de traición contra mí porque lo sabre o de lo contrario tu y tu amado morirán—sonrió de lado—tercera y última condición, tendrás que dejar de amar a tu amado, esta es la más importante y si sabemos lo qué conviene ya sabes que hacer—volvió a sonreír.

Jungkook se paralizó, ¿debía ser una broma cierto? Pero el era la única esperanza de salvar la vida de Jimin.

—Si acepto, ¿salvarías a mi novio?—agacho su mirada.

—si, soy alguien de palabra.

Jungkook volvió a subir su mirada con los ojos cristalizados.

—Entonces acepto...—hablo decidido.

Espero les haya gustado, trataré de actualizar una vez a la semana uwu