🌹𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑫𝒐𝒔
*
Ji Min había levantado la mirada de su libro cuando su padre entró en su dormitorio. Sintió un escalofrío al sentir la mirada del hombre sobre él. Este no dijo nada, solo lo miraba y preguntó tímidamente que necesitaba de él.
—Mañana en la celebración de mi cumpleaños se presentarán varios pretendientes para ti, todos ellos hombres de familias de alta clase. Ya hemos dado el anuncio de que estás en búsqueda de un alfa. He traído una lista con sus nombres, quiero que los repases porque ellos estarán sobre ti y debes escoger el mejor candidato, pero hay dos de esos alfas que yo acepto para ti.
Ji Min tomó el papel en sus manos leyendo al menos diez nombres y dos de ellos encerrados en un círculo. No entendía si su padre solo aceptaba dos de ellos por qué todavía le entregaba una lista, pero lo aceptó, no discutirá sus solicitudes.
—Entonces... ¿mi elección es entre Kim y Min? —dijo con fastidio. Si no estuviera acostumbrado a obedecer hubiera hecho una locura.
—Ambos son millonarios y provienen de familias importantes, son conocidos o amigos. Ambos buscan un omega y creen que eres la mejor opción para ellos —Ji Min apartó su mirada cuando vio a su padre acercarse y centrarse en la cama junto a él—. He considerado que son las mejores opciones para mi bella flor —su mirada seguía apartada mientras sentía el asqueroso toque de su padre acariciar su pierna.
Había deseado tanto nunca tener que regresar de los Estados Unidos, odiaba tener que regresar a casa y seguir bajo el control de su padre que siempre que podía le recordaba lo suyo que era, de su pertenencia. Quizá si se casaba se alejaría de él, pero tenía miedo de encontrar un monstruo en su marido como ya lo era su padre.
Un beso en su mejilla lo sacó de sus pensamientos levantándose de inmediato de la cama y huyendo hasta su cuarto de baño, cerró con seguro y se quedó ahí está que su padre lo dejó solo.
*
Ji Min estaba más cerca del extraño, mirando esa cara de burla en el rostro del contrario. Yoon Gi pensó que estaba loco, ¿una aventura entre ellos, así como así?
—¡Detén ese caballo, vaquero! No puedes querer eso, no nos conocemos —dijo él. Ahora estaba analizando mejor las intenciones y opciones que tenía, ninguna era buena.
—Sigues sin entender, Min. Para eso sería la aventura, he crecido con Kim... incluso cuando me fui a Estados Unidos parecía desesperado por seguirme... es un dolor de cabeza, no quiero casarme con él, es por eso que te escojo a ti, pero quiero al menos...
—¡Joder! ¿Ya solo tienes esas opciones? Bueno, cariño, no te culpo, entre Kim y yo sin duda soy la opción más cuerda, pero no asumas que yo soy tu escape, eh, que tengo sentimientos. Es una pena, si te rechazo yo aún puedo seguir buscando pretendientes —dijo con un poco de picardía.
—No tengo opciones, necesitaría que te... te enamores de mí —dijo en susurro. Siempre se ideó casado por amor, le gustaban mucho los alfas hombres, quería eso para su vida, pero ya sabía que no podía elegir, sin embargo, su padre le dio dos opciones y una de ellas estaba descartada, porque no soportaba la intensidad de Kim.
—¿Enamorarme?, eso es muy difícil, me gustan las aventuras, sí, pero no me enamoro de ellas.
—Conozcámonos, me tomaré como un reto que supliques mi atención.
Soberbio. Lamió sus labios ante esas palabras, le gustaba ese tipo de personalidades, ya no le parecía tan santurrón, era claro que estaba muy preocupado por él mismo que por Yoon Gi, parecía divertido desde lejos.
—Malas noticias, nunca me han llamado demasiado los omegas hombres, pero mis padres se empeñan en presentarme mocitos lindos como tú —mencionó con una sonrisa—. Pero como me has caído bien, haré una gran excepción, podemos enredarnos en una aventura de un mes.
—Pero entonces... aunque me la des... no existe una probabilidad de que logre enamorarte...
—Bueno, nunca digas nunca, ese es mi lema. Yo ayudé a parir una yegua supuestamente estéril, chico. Siempre hay proba... —entonces mantuvo silencio, porque Ji Min estaba mirándolo con ojos de ilusión. No había sido buena idea decirle eso.
—¡Joder! Eres un mentiroso de mercado. Te tienen que gustar los omegas hombres aunque sea un poco, sino no podrías decirme toda esa palabrería —Yoon Gi rodó los ojos—. Cómo veo que mentiste la tomaré, pero no puedo enamorarte en un mes.
—Entonces es una pérdida de...
—¡Espera! Dos meses, no necesito más.
—Bien, puedes hacer tiempo en dos meses, si no me llegas a gustar, te sugiero que te prepares para casarte con Kim —dijo con un poco de burla, pero Ji Min sonrió acortando aún más la distancia de ambos. Obtuvo una reacción de Yoon Gi que sin duda le gustó, intentó hacerse más para atrás, pero eso ya era imposible, no hay escapatoria.
—Se me ocurre otra cosa, podemos... ¿cómo decirlo sin sonar tan despiadado? —Yoon Gi acarició su rostro con suavidad, había sido un impulso idiota, pero algo en esos ojos lo estaba drogando, de seguro era la saliva de Kim—. Podemos fingir que nos gustamos, nos casamos con un fabuloso acuerdo, tú por tu lado y yo por el mío. Nadie le debe cuentas a nadie —Yoon Gi analizó esa posibilidad. Podría ser una buena idea, sus padres dejarían de fastidiar, no le presentarán más tragavirotes y quizá con la tontería Park y él podrían ser buenos amigos, pero ¿y el amor?, serían capaces de encontrarlo, estarían legalmente casados, sus parejas serían amantes, él algún día debía marcarlo como suyo, y de ello no podrían pasar, el divorcio no era una solución—. ¿Por qué estás tan callado? —preguntó ya muy cerca, sintió su entrepierna vibrar y eso ya era malo.
—Estoy pensando.
—No lo creo —dijo con burla—, ¿prefieres que te enamore? —Yoon Gi puso una mirada incrédula—. No te preocupes, Min eso también sigue en pie —jadeó casi riendo cuando sus labios esponjosos tocaron su mejilla y de ellos a su nariz, tan cariñoso, tan manipulador—. ¿Quieres bailar conmigo?, quiero que todos nos vean juntos —Yoon Gi sonrió tomando su mano sin permiso para caminar de regreso a la mansión, bueno lo podría intentar.
Negocios Min y Park. Yoon Gi tomó al omega heredero por la cintura juntando sus cuerpo lo más que se pudiese de forma muy romántica, se miraron con cariño y procedieron a bailar la canción más bella de la época "Amor en los páramos", era muy romántica, y eso se lo hizo saber a Yoon Gi que no dejaba de mirar sus ojos claros como el cielo.
Le había dicho en secreto que era su canción favorita y ese susurro suave le zumbó en los oídos como el olor a las rosas, su nariz. Yoon Gi nunca había estado interesado en los omegas hombres, pero sin duda Ji Min parecía una enorme excepción, porque todo lo que estaba queriendo ahora mismo tenía que ver con él y eso lo estaba asustando un poco.
Sus padres querían brincar en un pie al ver que Yoon Gi traía embobado al heredero Park, esto porque el mozo parecía muy amoroso con su hijo, pero claro, los dos diablillos estaban pactados en seguir con su mentira para poder llegar a un buen acuerdo.
—Seremos multimillonarios —mencionó el padre al mirar a su mujer—, ¿cómo no se nos ocurrió esto antes?
—Hay que obligar a Yoon Gi... no puede comportarse como un vándalo ahora que tiene a Park en el bolsillo.
—Será muy difícil.
Difícil no suena tan difícil en verdad. Ellos simplemente podrían tomar a Yoon Gi y encerrarlo, pero es un alma libre, no haría demasiado caso y buscaría la forma de escaparse. Cuando finalizó la noche. Yoon Gi tomó la mano de Park para hablar a solas y despedirse correctamente.
—¿Sentiste algo cuando bailamos? —preguntó Ji Min entre sus brazos sabiendo que estaba en medio del pasillo con los Min y sus padres cerca conversando.
—No lo creo, he tenido más adrenalina cuando bailo en las cantinas —Ji Min sonrió imaginando cómo sería eso, necesitaba verlo con sus propios ojos.
—Quiero saber todo de ti, necesito saber un cómo, un cómo hacerte comer de la palma de mi mano.
—Será divertido ver cómo te arrastras por mí para saberlo.
—Lo será más para mí, no te preocupes. Esta oportunidad que me has dado no la tiraré por la borda. Ha sido el principio.
—Bien. Supongo que debo ser yo quién te dé un beso para cerrar la noche, será un sacrificio.
Park sonrió cómplice al sentir como tomaban sus mejillas rojas por el clima frío. Bajo del pórtico, unieron sus labios por primera vez en un beso que tardó más de lo esperado, ¿existían los flechazos?, ¿la saliva de Kim en verdad tenía hechicería? Por un beso no se enamoraría era absurdo hasta para los diablillos, pero en el instante que sus labios se apartaron, Yoon Gi fue el primero que sintió la lejanía.
—Buenas noches Yoon Gi Min, pronto te llegarán noticias mías.
—Las esperaré. Ten bonita noche —Yoon Gi besó su mejilla antes de alejarse e irse con sus padres que lo esperaban.
Tuvo que soportar a sus padres todo el camino decir "Park, Park, Park", una y otra vez, no era tan descomunal enamorarse así de rápido, pero Yoon Gi sentía extraño ese hecho, no iba a negar que le parecía atractivo, que le gustaría saber qué haría Park para "enamorarlo", al menos sus padres creerán que ellos ahora son pretendientes y lo dejarán en paz por un tiempo.
Ji Min apenas tocó sus labios se rió para no llorar, era demasiado complicado para un jovencito como él. Yoon Gi parecía ser agradable, no parecía ser un estirado como sus pasados pretendientes y lo más importante sería su boleto lejos del infierno.
Sus manos recorrieron su cuerpo virginal, tan sonrojado de recordar ese beso lento y duradero, que, aunque por compromiso, le gustaba. Un concepto nuevo para su vida, él es muy bueno en todo, tomaría el amor por las riendas, dominaría a Yoon Gi Min como a un caballo, era un reto muy personal.
—Cariño —escuchó a su madre detrás de la puerta. Él se hallaba encerrado en su baño privado para tomar una ducha—, quería saber... ¿cómo te ha ido con el joven Min?
—Bien, ha dicho que me desea frecuentar... le invitaré a montar... por favor llámales para que lo sepan —ella aceptó sin objeción. Los Park no conocían nada de los Min, solo lo básico, es hombre, alfa y millonario, ¿qué más necesitaban? Era de los favoritos para su hijo según el cabecilla Park.
Ji Min jadeó acariciándose mientras el agua bajaba por su dulce piel, era agua apenas tibia calentada por la caldera. La noche seguía fría y sus mejillas aun coloradas por los pensamientos impuros que cruzaban por su mente, ¿una aventura?, sonaba tan excitante que no podía redimirse. Jadeó despacio al sentir los chorros tibios caer por su espalda.
—¿Cómo lo haré? —se dijo a sí mismo. Ji Min Park nunca tuvo necesidad de enamorar a un alfa, pero no le tenía miedo al éxito.
Yoon Gi también jadeaba mientras miraba a las estrellas desde su balcón, brillaban igual que los ojos del mocito que conoció esa noche. El plan sonaba bien, pero necesitaba más tiempo, quizá dos meses no era suficiente para tomar una decisión tan grande, el matrimonio es sagrado, divorciarse era quizá el sobrenombre del mal para su entorno, era preferible la muerte, no quería ni imaginarse a sus padres cuando supieran que deseaba el divorcio.
—Yoon Gi —escuchó la voz de su madre un poco apurada—, llamó la señora Park, dijo que su hijo desea invitarte a montar a caballo en su finca —aquel sonrió involuntario mientras miraba a su madre, ella terminó por acercarse hasta el balconcillo—, le he dicho que sí. Se verán en tres días.
Tres días. Habían pasado como un abrir y cerrar de ojos. Yoon Gi se presentó él solo en la mansión Park. El mayordomo le había indicado que podía esperar dentro, pero él decidió quedarse afuera y esperar.
Estuvo dando vueltas por el amplio jardín hasta que lo vio caminando hacia él con un traje de montar muy apretado, tenía ese cabello dorado y largo suelto. Tuvo que cerrar la boca para no babear, ¿cómo cabía tanta belleza en un omega varón?
—Buenos días —mencionó una vez cerca y como si fuera el mismo reino de los cielos, el ángel le regaló una mirada tan despreocupada que solo había una palabra para definirlo.
—Eres muy hermoso —entonces volvió a sonreír ¿Eso había salido de su boca?
—Se supone que sea yo quién te enamore —vaciló al tomarlo entre sus brazos y besarle la mejilla como la auténtica pareja que comenzaría a interpretar. Yoon Gi acarició su espalda mientras sentía el claro sobre él y el olor a rosas recibirlo.
—No puedo mentir... eso no lo hacen los alfas de palabra.
—¿Cómo creer si mentiste en no estar interesado en omegas? —aplastó sus labios con una singular mirada, ¿lo había hecho?, estaba seguro que no, pero algo en su cabeza, le decía que sí.
—No mentí, pero estoy esperando que me enamores, a ver que pasa.
—Si tú lo dices, pero yo no mentiré. Bajo la luz del sol te ves todavía más atractivo que bajo la luna —entonces Yoon Gi sonrió sintiéndose traicionero al darse cuenta que si seguían así se entregaría en charola de plata—. Te invitaré a desayunar, he pedido el permiso completo en la cocina para prepararte de comer.
—Entonces te gusta la cocina.
—No moriremos de hambre cuando nos casemos, de eso estoy seguro.
—Es bueno saberlo, no sé cocinar —Ji Min asintió, por supuesto que lo sabía. La gran mayoría de omegas de su clase eran educados para ser buenos maridos y esposas, es por ello que estuvo en los Estados Unidos en una escuela para refinar esos aspectos de su vida, alfas como Yoon Gi los educaron de otra manera.
—Es importante para mí que te guste mi comida —hizo una mueca un tanto obvia. Necesitaba saber más de Yoon Gi Min y si de algo sabía es que podía conquistar con sus deliciosos platillos.
Muchas gracias por leer ❤
-: ✧ :-゜・.FairyWinB
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