🌹𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞

Ji Min se había despedido de su prometido entre besos suaves fuera de su mansión. Aunque la primera pisada dentro fue el comienzo de la tormenta. Su padre lo miró fijamente a los ojos y su madre la pobre lloraba en silencio, quizá de pena al saber la clase de alfa al que habían entregado a su único heredero.

—Ha sido la última vez que Yoon Gi Min pone un pie en esta casa y se atreve a frecuentarte —dijo su padre más que molesto. Ji Min los miró desconcertado sin comprender que estaba sucediendo.

—¿Cual es el motivo? Vamos a casarnos, no estoy comprendiendo ¿De qué se le acusa?

—Quizá esto te haga entrar en razón —dijo el padre al arrebatarle el periódico a la omega para dárselo a su hijo quien lo tomó mirando la primera plana "Carreras ilícitas desmanteladas por The Yard", y una fotografía adjunta de su Yoon Gi entre la multitud. Su padre le quitó con fuerza el periódico.

—Es una nota del día de hoy. Es un evento reciente ¿Ahora comprendes por qué no puedo permitir que te cases con ese alfa? —Ji Min recordó su anillo, su padre estaba tan desconcertado que no se percató de la brillante gema en su dedo, escondió su mano en el bolsillo quitando el anillo ágilmente con una mano para secar un pañuelo y limpiar sus lágrimas en su lugar—. Te casarás con Seok Jin Kim.

—¡Eso jamás! —exclamó Ji Min—. Yoon Gi ya no es el alfa de la impresión, ha cambiado por nuestro amor.

—Entonces lo sabías y no has querido decirnos por defender a ese vándalo. Eres una decepción. Tu madre no te ha criado con ese tipo de valores. Los Kim han dicho sí a esta decisión —Ji Min corrió escaleras arriba hasta cerrar con fuerza la puerta de su dormitorio y dejar la llave puesta, los odiaba con todo su corazón, sabía que era falso, sabía que Yoon Gi nunca le mentiría de nuevo.

Pasando la media noche, Ji Min amarró las sábanas en la baranda de su balcón y bajo quedito por la ventana, su alfa se había cruzado el muro de hierba para encontrarse con su mocito. Una vez del otro lado, ni locos pasaron por el frente, dieron toda la vuelta para salir corriendo lejos. La libertad se sentía muy bien.

—¡Que se jodan! —vaciló Yoon Gi con libertad al estar lejos de la finca Park.

—¡Al demonio! —celebró también el mocito entre risas y lágrimas en sus ojos—. ¿Iremos por cerveza de barril?

—Claro que sí, no puedes seguir viviendo sin probar el placer —su mejillas se coloraron y Yoon Gi lo tomó entre sus brazos—. Te amo mi Ji Min —besó su mejilla antes de abrazarlo fuerte y el omega lo recibió con la misma fuerza y aunque tuvo miedo recordó las palabras de su alfa «Ni el hombre, ni la muerte nos va a separar».

El auto estacionó cerca de una cantina, no la que iba con Jung Kook, a otra remotamente lejos —Dos cervezas —pidió al dejar sobre la barra el dinero, Ji Min era hijo de casa, sentía miradas extrañas sobre él, se sentía pequeño, no era fuerte, era delicado y se notaba temeroso. Nunca había estado en un sitio así, no era como lo imaginaba, era gris, lleno de olores horribles, oscuro, sucio. Yoon Gi tomó la jarra y sin dudarlo la llevó a su boca con gusto, pero cuando el omega lo probó, no sabía si escupir o tragar.

—Es asqueroso —murmuró.

—Tu boca ha sido diseñada para el dulce —vaciló al chocar su jarra con la llena de su prometido—. Si no la quieres no te la bebas —un tipo sentado a su lado se acercó de más.

—Si no la quieres me la puedo tomar.

—Déjasela —intervino Yoon Gi al ver ese rostro incómodo—. No te angusties, no todos los hombres beben y yo no bebo hasta caerme de borracho.

—Hay muchos borrachos.

—Y eso que es temprano.

—Pero es medianoche.

—Amor mío, medianoche es temprano aún —una vez que acabó su cerveza se fueron de ahí, pero Ji Min no parecía divertirse, no por la cantina o por lo malo que resultó ser la cerveza de barril—. Mi mocito ¿Qué pasa por tu cabeza?

—¿Por qué te gusta la calle?

—Soy libre en la calle.

—No me gusta mucho este otro lado de la calle.

—Este mundo no está hecho para ángeles puros como tú. Anda amor mío, no queremos que la The Yard crea que aún tenemos toque de queda —vaciló al entrelazar sus dedos y caminar hasta llegar al auto. El alfa condujo hacia un muelle bastante alejado donde solía ir cuando quería estar solo, pero desde que Ji Min está en su vida, quería compartir todo con él. Ambos se recostaron en el auto mirando hacia el lago y el reflejo de la luna en ella—. Mi Ji Min —murmuró él en su oreja mientras que el menor lo abrazaba fuerte—. Me alegra que hayas decidido pasar la noche conmigo.

—Yoon Gi. Debo confesarte algo... la verdadera razón por la que no me estoy divirtiendo es... que Kim y yo nos vamos a casar... —su voz se quebró y las lágrimas se asomaron de sus ojos—. Mis padres... saben que no eres buena influencia para mí, cuando regresaron... me dijeron que no quieren que nos veamos más.

—Eso no es posible, he cambiado para ser el alfa que te mereces ¿Qué han visto?

—Las carreras...

—No he ido a las carreras desde hace tres meses, no es posible que me hayan pillado ahí para entonces.

—Mi padre tenía el periodico de hoy, que lo he visto, eras tú en la fotografía.

—No puedo creerlo, si hubiera sido así mis padres ya habrían pegado un grito por ello, pero ¿tú crees en mí?

—Creo en ti a ciegas, Yoon Gi. No quiero a otro alfa, solo a ti, por favor sálvame.

—Lo haré amor mío, es una promesa. No voy a permitir esa infamia. Tú eres mío y yo soy tu tuyo. Regresaré mañana por la mañana a verte con las pruebas de mi inocencia —Ji Min lo abrazó fuerte en su refugio seguro oliendo la glándula de olor de su alfa que lo marcaba por todos lobos para dejar su olor en él. Confiaba en que su prometido lo salvaría del mal que estaban haciéndole.

Ji Min había regresado a su dormitorio sano y salvo. Mientras Yoon Gi regresó a su casa para buscar las pruebas. Está seguro del por qué Park está ceñido con él y solo ha buscado una excusa para cancelar el compromiso. Rose quien deambulaba por casa vio a su sobrino entrando por el comedor, lo siguió en silencio hasta encontrarlo buscando algo de periodico.

—Yoon Gi —dijo ella al encender la luz—. ¿Qué haces a esta hora? —preguntó curiosa al acercarse.

—Tía Rose, defendiendo mi honor.

—¿En que te has metido? —preguntó ella.

—En lo que menos has de imaginar, tía Rosé. He pedido la mano de Ji Min Park en matrimonio y su padre se ha empeñado ahora en querer separarnos. Por el amor que le tengo a mi omega, voy a probar su mentira.

La mujer se llevó las manos a la boca son sorpresa —¿Qué te has comprometido tú?, cualquier otra cosa hubiera creído, menos ello ¿y te ha dicho que sí?

—Lo ha hecho más que feliz, él me ama como lo amo. Y por ello no voy a permitir que ese hombre le lastime. Ha dicho que en le periódico de hoy hay una nota sobre The Yard, las carreras y mi cara en ella.

—Imposible, tengo el periódico de hoy en el estudio —Yoon Gi abrazó a su tía y le dio un beso en la mejilla.

—Me has salvado, tía. Es lo que necesitaba. Por favor guarda el secreto del compromiso, mis padres no saben nada, este es mi asunto y los quiero lejos de mi prometido —ella asintió mientras lo miraba irse. Yoon Gi siempre le pareció un joven misterioso.

La mañana estaba calurosa para variar, pero Yoon Gi se presentó en la mansión Park a primera hora recibiendo la noticia del mayordomo que está vetado de la casa. Entrando de todos modos fue perseguido por el hombre del servicio hasta que el cabecilla Park se apareció frente a él.

—Usted no es recibido en esta casa. El matrimonio de mi hijo con usted está cancelado.

—Lo que ha hecho es difamar.

—Viene aquí a reclamar derechos. En mi propiedad.

—Lo hago con el permiso mío que es el que cuenta —mencionó mirándolo—. Usted sólo quiere casarlo con Kim para verlo infeliz, porque no puede soportar que Ji Min sea feliz con el alfa que ama —Park lo tomó de su ropa con fuerza, pero Yoon Gi sonrió—. Sé que he tocado un punto sensible. Que le quede claro, Ji Min es solo mío, es mi omega, es mío de proteger y amar, si quiere quitármelo tendrá que matarme antes.

—Quiero que te largues, Min —dijo al empujarlo, pero Yoon Gi no pareció apartarse como esperaba, él era más fuerte que el propio Park.

—Lo haré, pero usted sabe que sucederá.

Ji Min le ayudó a su alfa para que entrara por su balcón. Lo recibió entre sus brazos y el mayor lo tomó en un beso largo que necesitaba para calmar su ansia.

—Amor mío, este es el periódico de ayer —dijo al entregarle el papel que sacó de su mochila—. Al único al que le debo explicaciones es a ti y aquí la prueba —lo miró detenidamente y era verdad, no decía nada de lo que su padre le mostró—. Ha hecho esto para separarnos.

—¿Por qué lo haría?

—He estado pensando en algo toda la noche. Y por el amor que siento hacia ti voy a decírtelo. Antes de la omega con la que estuve cuando nos conocimos, existió una persona más y ese era Tae Hyung, lo conocí en las carreras hace un tiempo y hasta tu fiesta de cumpleaños supe que era un mozo como tú, antes de ello pensé que era uno más de ese mundo.

—Tae Hyung... todo el tiempo habla de un amor fugaz que tuvo con un alfa en sus escapadas a la ciudad... ¿era contigo?

—Quizá lo sea, desde que lo dejamos hace mucho tiempo no lo había visto más que en las carreras.

—Fue porque estaba de viaje... ha vuelto hace poco.

—Quizá estén compinchados. La rabia le ha consumido, recuerda lo que dijo sobre nuestro matrimonio, quizá esté molesto porque quería un compromiso conmigo y lo rechacé. Es más, tengo un plan para comprobarlo. Dile que nos hemos escapado muchas veces sin que tus padres lo sepan por la puerta del patio de la cocina.

—¿Por qué? —dudó mirando los ojos del alfa.

—Si la puerta está custodiada o tu padre te reta sabremos la razón —Ji Min asintió entiendo el plan—. Vendré a verte en dos días amor mío. Asegúrate de ver a Tae Hyung para entonces.

—Lo haré. Te amo.

—Yo te amo a ti —dejó un beso sobre su frente antes de irse por el balcón.

Muchas gracias por leer
😁❤

-: ✧ :-゜・.FairyWinB

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