El omega sintió desvanecer cuando la voz de su amigo se escuchó —Tae Hyung —la voz de Ji Min le pareció fastidiosa mientras que lo veía acercarse cada vez más a su mesa y conseguía mirar las miradas de Yoon Gi y Jung Kook hacia él—. Voy a presentarte con mi futuro prometido, Yoon Gi Min y nuestro padrino de bodas, Jung Kook Jeon.

—Es un gusto conocerlos —se apresuró a contestar.

—Es un placer, Tae Hyung —respondió el alfa antes de tomar la mano de su pareja—. Me gustaría bailar contigo, deja las flores aquí, las cuidarán —asintió entrelazando sus dedos con los del mayor y dejando el ramo de rosas blancas sobre la mesa antes de apartarse.

—Tae Hyung —mencionó Jung Kook cuando se hallaron solos—. Es una sorpresa verte fingiendo lo que no eres.

—Mejor ve a buscar que robar por ahí.

—Sí, eso crees, comencemos justo ahora —mencionó tomando su mano—. Te robaré ahora, bailarás como el hermoso omega de alta clase que finges ser hoy. Tengo algo que decir.

—Siempre harás perfecto ese papel, Jeon, ser el sabueso de Yoon Gi —tomó con fuerza la mano del alfa antes de tomar camino a su lado.

—¿Estás en búsqueda de un buen alfa con el que casarte? —preguntó al tomar su mano y cintura para bailar al ritmo de la música—. ¿Sabrá tu afortunado hombre quién eres en verdad?

—Sin duda alguna eres un descerebrado e ignorante, pero por supuesto que no saben quien soy.

—No puedes ser un mozo, es un fraude.

—¡Sí que lo soy! Aunque no necesito probarle nada a nadie que se apellida Jeon.

—Mi codicioso Tae Hyung que ha creído ser un omega rudo, audaz e inteligente —sonrió mirando los ojos grises del menor—. Tu belleza se anula cuando lo que tienes aquí está marchito —comentó tocando su pecho del lado del palpitante corazón de Tae Hyung que se mantenía en alerta—. Si has creído ser un buen actor de teatro has hecho bien, pero soy la excepción, si Yoon Gi es ignorante o no, eso no me concierne, pero de mí no te has burlado. Sé que eres hijo de un hombre importante, pero como a mí, odias. Quizá porque me he aparecido más yo que tú —Tae Hyung lo empujó, pero la fuerza no era mayor contra la de Jung Kook quien lo apresó en sus brazos, su olor suave a lirios desprendió llenando las fosas nasales del alfa que casi gruño al sentirlo—. Ya me has mirado a los ojos y sabes que tengo razón, mi adorado Tae Hyung —sus ojos se llenaron de frías lágrimas sin dejar de mirar los ojos oscuros del alfa—. Su maldita sangre corre por mis venas, mi adorado Tae Hyung Kim —removió la humedad de los ojos ajenos—. Eso es, llora lo que has callado, lo quieras o no, puedes seguir buscando mi compañía como solíamos hacerlo, sé que no eres como Park, eres como esa mala parte del reino de los cielos, mi adorado.

—Deja de llamarme así —gruñó con su voz rasposa, mirando sus ojos a pesar de llorosos.

—Te lo he recordado, eso es seguro. Alguna vez fui su adorado, pero es claro que te ha preferido a ti ¿Cómo no hacerlo? Eres su angelito obediente quien se casará con un buen alfa con un apellido mejor que "Kim", su angelito que muestra la otra cara de la moneda cuando esta con el y otra mundo está en el mundo que pertenecemos.

—Tu padre —gruñó Tae Hyung.

—Nuestro enemigo —aclaró Jung Kook acariciando su rostro—. Has sacado lo más dulce que tiene, la mentira sin duda, y la has aprendido a usar a tu conveniencia, mi ángel. Cuando quieras dejar de fingir ser esta farsa sabes donde buscarme, mi adorado Tae Hyung.

—Lo que sucedió entre nosotros fue una blasfemia —susurró—. Nunca más te buscaría.

—Eso crees, pero tanto tú como yo sabemos que lo que sentimos no es natural, uno de los dos no es su hijo, de lo contrario no seríamos capaces de desearnos —Jung Kook lo soltó apartándose de la pista de baile y yéndose hacia la puerta sin ser visto, dejando a Tae Hyung odiando el hecho de que el alfa era todo lo que le gustaba, pero que estaba tan mal hacerlo que sería una vergüenza y una blasfemia que se enterasen Aunque no podía negar un hecho, no era natural sentirse atraído por su medio hermano, sabía que alguien estaba mintiendo, que después de todo la teoría del alfa era real sobre que quizá él no sea hijo de los Kim, que tan solo el verdadero Kim era únicamente Jung Kook.

Yoon Gi quien abrazaba a Ji Min mientras bailaban en un silencio amoroso no se percató de que su mejor amigo se había marchado. El omega alzó su mirada dulce a un Yoon Gi que de solo mirarlo cautivó su corazón y recordó lo que estaba por perderse por el jodido orgullo que heredó de sus padres.

Tomando sus mejillas lo besó en los labios como la primera vez que lo hicieron bajo el pórtico, pero esta vez le dejó en claro a todos los presentes que los rumores eran ciertos, Ji Min era su omega y el su alfa. Con las mejillas rojas, Ji Min se refugió en sus brazos y la mirada de Yoon Gi se disparó de él hacia cualquier otro punto, pero lo que hallaron sus ojos fueron los furiosos ojos negros de Park que lo mriaba señido en silencio, su movimiento corporal era suave, pero sin duda no le gustaba la manera amenanzate con el que lo miraba, como si fuese un hombre peleando por el amor de un mozo o mujer.

Yoon Gi entrelazó sus dedos con su omega y lo llevó a uno de los balcones cercanos —Han pasado casi tres meses desde que te besé por primera vez y sigue siendo igual de dulce —Ji Min sonrió avergonzado al mirar su ojos.

—He sentido que fue hace tanto tiempo.

—Es el amor quien ha congelado el tiempo en los recuerdos ¿No te has arrepentido aún?

—Estoy enamorado de ti. Arrepentirme es una tontería, pero ¿y tú?

—Has sido todo para mí estos meses, contigo estoy aprendiendo lo que es el amor, Ji Min Park. Nunca me arrepentiría del amor que te tengo.

—A veces tengo miedo de que la perfección en nuestra relación terminé mal.

—No será de mí aparte. Juro por todo lo que respeto amado mío que nunca te abandonaría aunque muriera —recibió al menor en sus brazos que conmocionando dejó caer un par de lágrimas que fueron consoladas por le mayor—. Te haré el omega más feliz, mi hermoso Ji Min, lo juro por ti.

—Tae Hyung me ha dicho que el amor que se da pronto se va fugaz. Me niego a vivir ese dolor, porque ha dicho que casarnos es un escape.

—Nunca lo han amado como lo hacemos nosotros, mi hermoso mozo. Cuando tengas temor recuerda mis palabras, ni el hombre o la muerte va a separarme de ti. Te lo está jurando un alfa que no creía en el matrimonio hasta que te conoció y le mostró lo que es amar a una persona por quien es y no por lo que ofrece, en nuestro mundo nunca pensé que eso fuera posible, pero solo con mirar tus ojos me sigo enamorando —el suave color en sus mejillas combinado con la humedad de tus lágrimas se forjó en un adorado recuerdo que nunca olvidaría.

Yoon Gi había regresado de la fiesta de cumpleaños más ilusionado que otros días. El amor que sentía por su omega era más real de lo que alguna idea imagino ser posible. Jung Kook, quien se encontró con su mejor amigo en el bar lo miró con una sonrisa.

—El enamorarte te ha quedado bien —Yoon Gi negó con su cabeza mientras pedía un trago—. Es un omega honesto, me ha caido bien.

—Él es perfecto a mi comparación, es mi redención.

—Cielos, que te he perdido —vaciló—. No como Tae Hyung, es lógico ahora quien le dijo a tu redención sobre la omega con la que estabas.

—Había olvidado a Tae Hyung ¿Qué te ha dicho?

—Es un omega de alta clase, no es como Park, pero intenta ir contra su naturaleza para satisfacer a su padre.

—¿Y él te ha dicho eso o es deducción?

—Un cincuenta a cincuenta. Es probable que ya no lo veamos por aquí. Está pensando en casarse pronto. Solo tengo una pregunta que hacerte, Min —Yoon Gi dio un trago a su cerveza antes de mirarlo—. Si hubieras sabido que Tae Hyung era un mozo de tu clase, ¿te hubieras quedado con él? —vio a Jung Kook tragar en seco—. Responde.

—Tu posesividad me ha preocupado un poco, debo admitir, pero no. Tae Hyung y yo hemos acabado muy mal y así hubiera sido aunque fuese el hijo de un rey, es un mentiroso, no me van las mentiras.

—Sí como dijiste que no te iban los omegas varones —el alfa arqueó la ceja, pero no dijo más. Adoraba a Tae Hyung en todos los aspectos posibles, incluso si nadie sabía más que ellos su verdadero parentesco, pero desde que lo conoció, su lado protector había surgido de su oscuridad y esperaba con ansias el día en el que su omega se uniera a él para destruir a su padre.

Sabía que algo no encajaba en los Kim, empezando porque estaba casi seguro que Tae Hyung no es verdaderamente hijo de su padre, que ni siquiera comparten sangre, pero ni tiene madera para probarlo, solo su atracción mutua y blasfema para el resto del mundo.

Cuando se lo presentó a Yoon Gi jamás creyó que se iban a enrollar, era iluso creer que el interés de su amigo por su supuesto hermano era amistad, Tae Hyung era capaz de todo por Min, incluso de aceptarlo en su vida a esas alturas de la circunstancia, Jung Kook no estaba de acuerdo en ello, su ángel merecía más que las sobras, pero Tae Hyung no opinaba lo mismo.

Ji Min había despertado más que emocionado ese día, Yoon Gi el día de su fiesta había declaro su amor por él y le había pedido que se pasearán por caballo para después tener un a merienda en la pradera, sonaba un plan de ensueño para un joven ilusionado.

La mañana estaba soleada, pero fresca, estaba seguro que el clima le favorecía a propósito. Desayunó rápidamente en espera de su hombre que llegó casi puntual como solía ser.

El calor de sus brazos no podía compararse con el sol, era su mayor refugio y más cuando su alfa lo marcaba con su olor —Cada día que te vuelvo a ver me pareces más hermoso que el día anterior —murmuró cerca de su oreja antes de besar sus mejillas y llegar a la punta de sus labios suaves que adoraba besar.

El paseo en caballo fue sin compañía, así lo pidió Ji Min ante la ausencia de sus padres y nadie lo contradijo. Yoon Gi estaba de acuerdo, después de ese día nadie podría decidir sobre su omega. La cabalgada los había llevado hasta la pradera de muchas de sus citas donde colocaron las sábanas para el picnic.

Yoon Gi se había encargado de la comida en esta ocasión. Sabía que todo estaba preparado por otras manos, pero el gestó valía mucho más que cualquier receta. Su adorado le pasó una cesta pequeña de fresas donde tomó una para comer así descubriendo un brillante anillo de compromiso con la joya más grande que pudo imaginar.

—El anillo —murmuró con los ojos ya llorosos mirando la radiante sonrisa de Min quien quitó la joya de sus manos.

—Busque muchos momentos para darte nuestro compromiso de amor, y hoy ha sido el día más idóneo para pedir tu mano en matrimonio. Mi adorado Ji Min Park, eres el amor de mi vida hoy y siempre, ¿quieres casarte conmigo? —asintió sin palabras entre el borde del llanto fue colocado su anillo de matrimonio.

Se había lanzado a sus brazos de la emoción siendo sujetado por su ahora prometido quien los acurrucó en la sabana —Te amo tanto —murmuró el omega entre la curva de su cuello oliendo su esencia sin dejar el sollozo y Yoon Gi sonrió sin que lo viera, nunca antes había sido tan feliz como lo era ese día. La suave piel, su olor a rosas y el ligero peso de su amado sobre su cuerpo lo hizo desearlo como nunca lo había hecho, JI Min Park era suyo para amar.

—¿Quieres huir conmigo está noche? —murmuró entre suaves besos que dejaba sobre las mejillas del omega que permanecía sobre él entre sus brazos.

—Necesito pensarlo... nunca antes había hecho algo como eso.

—No tengas miedo. Te protegeré —sonrió—. Podemos beber cerveza de barril, apuesto que te gustará probar el otro ambiente antes de nuestra boda.

—Ven a mi ventana a media noche. Estaré esperándote.

—Seré puntual, lo prometo —sonrió entrelazando sus dedos, Yoon Gi lo besó en los labios despacio y delicado como lo merecía su hermoso mozo. Aunque la ardiente piel del menor que dejaba ver entre su cuello, clavícula y pecho lo hizo ferrer ese camino que aún estaba prohibido y era lo más dulce que habían hecho juntos hasta ahora, el suave gemido que salió de sus labios le sorprendió—. Pronto serás mío en cuerpo y alma. Respetaré tu pureza hasta entonces —mencionó besando sobre sus labios y acariciando sobre la ropa al adorado mozo que jadeaba feliz entre sus brazos.

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