🌹𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐢𝐞𝐳

El omega cerró los ojos al sentir los dedos del alfa acariciando su piel virgen, el delicado olor de las rosas lo invadió queriendo más de él. Su esposo jadeó sonrojando al ser desvestido por completo y se miraron con cariño. Había deseado hacerlo suyo desde hace mucho tiempo.

—Seré tu omega —murmuró atrayendo al alfa con su voz tímida y la mirada apenada—. Deseo tu marca en mí —dijo. Sonriendo acarició su abdomen hasta acariciar sus piernas, él lo haría suyo y ya no habría nadie que lo impidiera, su amor estaría completo.

Besando su pecho hasta llegar a sus labios, se besaron entre jadeos cuando sus largos dedos rozaron su estrecha intimidad, su olor a rosas era más fuerte y se combinaba con el olor de almizcle que producía el mayor. Sentía su mirada nublada al percibir el aroma y el dulce toque en su interior, mientras que gimoteaba experimentando con orgasmo.

Acariciando sus piernas y abriendo paso en ellas, lamió sus esquinas hasta hundirse en la humedad intimidad que hizo vibrar al omega. Arqueando su espalda y elevando más sus piernas el alfa se deleitó del dulce sabor.

Sintiéndose listo para hacer el amor por primera vez, se refugió en los brazos de su alfa mientras que entre besos exaltados lo sentía hundirse despacio hasta sentirlo tan adentro como pudiese, sus ojos se tornaron llorosos y los de alfa tan oscuros.

Sentía a su lobo enloquecido con el toque suave del lobo de su alfa, era la sensación más extraña que solo en libros de novelas románticas había leído, sin creer que esa unión se sentiría así de única. Su alfa gruñó en su oído al empujarse dentro suyo mientras que sus uñas se clavaban en la espalda de mayor que se sentía caliente y más duro que estando en su estado normal.

Conocía que los alfas perdían el control en sus celos, casi nunca durante el acto, pero cuando acarició el rostro de Yoon Gi y miró sus ojos oscuros se dio cuenta que su alfa había entrado en celo, no era sí mismo el que se comportaba de esa forma porque su celo estaba pronto a llegar, le sucedía porque estaba reaccionando al próximo estado de su alfa.

—Yoon Gi —susurró en su oído entre gemidos suaves—. No me lastimes —casi rogó mientras lo abrazaba fuerte, pero su alfa se detuvo lentamente hasta mirarlo a los ojos temerosos.

—Nunca te lastimaría —escuchó entre gruñidos.

—Confío en ti... —lo hacía, pero no estaba seguro de que tal malo era un alfa en su celo, su padre era capaz de tirar la puerta hasta encontrarlo, por ello después de su presentación como Omega cada vez que entraba en celo pasaba fuera de la casa pro petición de su madre, el señor Park no tuvo más que aceptar ese hecho, y fue entonces que Ji Min dudaba que ese hombre fuera su verdadero padre, ahora estaba más que confirmado.

Retomó sus movimientos mientras que su omega se refugiaba en sus brazos y gemía, entre las caricias suaves sobre su cuerpo, el olor en celo de su alfa y la excitación, expulsó sus feromonas enloqueciendo al alfa que lo anudo.

Sus ojos se torcieron de placer mientras su cuerpo se movía en espasmos, los afilados dientes de su alfa apresaron su glándula de olor. Sintió como sus lobos se funcionaban mientras escuchaba la voz de su alfa reclamando como suyo.

Para amar y proteger.

Después de un par de días en su regreso a la mansión Park. Yoon Gi se quedó con él hasta esperar la llegada de sus padres, pero para Ji Min era extraño la tardanza de su madre y le siguió pareciendo cuando no regresó después de dos semanas.

Ambos estaban en la hora de almuerzo cuando una de las empleadas de la mansión entró al comedor entre gritos —Ay señorito Ji Min —le llamó al comenzar a llorar—. Su madre se accidentó... —sus manos comenzaron a temblarle mientras de sus bellos ojos caían gotas dolorosas.

—No... —Yoon Gi lo tomó del brazo antes de acercarlo a él para abrazarlo. Temblaba indefenso, tan pequeño.

—¿Qué le ha sucedido a la señora Park?

—Murió...

—¡No! —gritó el menor tratando de huir, pero el mayor lo apresó fuerte entre sus brazos—. No, no, no...

—¿Qué le ha sucedido? —volvió a preguntar Yoon Gi abrazándolo fuerte.

—Fue un accidente... el chofer perdió el control... el auto cayó al río... The Yard... Su padre está con ellos ahora... él fue quien llamó para advertir, él reconoció su cuerpo —los llantos de Ji Min eran desesperantes, crueles, su pequeño cuerpo se desvaneció entre sus brazos—. ¡Señorito Ji Min! —dijo ella tratando de zarandear.

—¡Señora cálmese! ¡No lo toque! —gritó Yoon Gi antes de cargarlo entre sus brazos—. Traiga con usted alcohol —ella asintió nerviosa mientras caminaba. Yoon Gi subió hasta el dormitorio y lo recostó en la cama mientras le acariciaba las mejillas.

—Aquí tiene —dijo ella entregando una botella.

—Traiga un té dulce, cual sea y búsquese un remedio para que pueda tranquilizarse, traiga agua tibia y algunos paños para refrescar ¡No se tarde! —ella asintió nerviosa mientras salía del dormitorio—. Ji Min, por favor debes tranquilizarte —sus manos acariciaban la frente del muchacho al igual que su cuello. Pasó la botella sobre sus fosas nasales hasta que consiguió que el muchacho despertara—. Respira conmigo —sus ojitos celestes estaban apagados, rojos, llenos de dolor e incomprensión. La criada regresó al dormitorio con todo lo que Yoon Gi le pidió—. Tómalo completo y toma este medicamento, va a relajarte —asintió entre llantos pequeños, aún debilitado—. Voy a mantenerte fresco, por favor tranquilízate —la criada se quedó mirando un segundo, ¿por qué Min se estaba tomando responsabilidades cuestionables? y eso no le iba a gustar a Park, ni tampoco el hecho de que estuvo viviendo en la mansión en toda su ausencia—. Déjenos a solas —ella fue incapaz de negarse, no por las órdenes de Min, sino porque el señor Park ya había llegado.

—¿Qué demonios está pasando aquí? —Yoon Gi no soltó a Ji Min de sus brazos cuando la prepotente voz de Park resonó en el dormitorio—, ¿qué haces aquí?

—No debería sorprenderle mi visita, él después de todo será mi esposo. Estoy cumpliendo con mi deber en este momento.

—Vete, ahora estoy aquí.

—Me iré si Ji Min lo quiere.

—Esta es mi casa.

—¡Papá! —exclamó Ji Min entre llantos abrazando a su alfa—. Mi madre acaba de morir, ¡y solo te importa eso! —gritó dolido.

—¡No me hables así! —devolvió Park antes de levantar su mano para separarlos, pero Yoon Gi se interpuso.

—¿Qué demonios cree que está haciendo?

—No te entrometas y largarte de mi casa.

—Lo haré, pero con Ji Min.

—Yoon Gi, está bien... papá solo está aturdido...

—Será mejor que acomode sus ideas señor Park, porque no voy a permitir que le toque un solo pelo, ¿a usted le queda eso claro? —sintió como Ji Min tomó su mano fuerte, lo miró, sus ojos con terror hablaron por él—. No me pienso ir, y si usted me toca, no voy a tener consideración.

—Arréglate Ji Min, iremos ahora mismo a velar a tu madre.

—¿Velar?, ¿tan pronto?

—Mañana mismo es el entierro, ya está todo programado.

—¿Desde hace cuánto sabe que murió? —preguntó Yoon Gi.

—Desde hace más o menos cinco horas, pero... estaba ocupado organizando todo.

—Ella iba...

—¡Ya sé a lo que iba! —gritó Park, pero Yoon Gi se interpuso con su mirada fría—. Arréglate, nos vamos en media hora —Park salió del dormitorio cerrando con un portazo.

—Lamento que tuvieras que ver esto —dijo sollozando.

—No voy a permitir que te toque otra vez, no tengas miedo —él limpió sus lágrimas.

El velorio estaba lleno de lástima, Ji Min estaba junto a Yoon Gi, aferrado a él y eso propició rumores entre la alta clase que asistió. Desde su regreso a la mansión empezó a utilizar ropas para cubrir su marca.

—Necesito salir de aquí —le pidió a Yoon Gi quien no dudó en cumplir con su deseo. Park los estaba mirando desde su asiento, había dolor en su mirada, pero tan poco que lograba asustar.

—Anna era tan buena mujer... lamento tanto que ya no esté —dijo la señora Min con pena—. Yoon Gi está muy preocupado por Ji Min, pobrecito su desdicha... —el señor Park la miró por un momento y siguió su camino dejándola a un lado.

Yoon Gi mantenía a Ji Min entre sus brazos mientras permanecía recostado en la pared de la capilla. Ambos en silencio, sintiendo como laten sus corazones, ambos con pensamientos tan lejos de ser iguales, Min pensaba en el extraño comportamiento del energúmeno del señor Park y Ji Min pensando en que ahora jamás podrá encontrar lo que tanto él y su madre querían de regreso.

—Yoon Gi —este asintió—. Nunca quise que hubiera un mal entendido entre nosotros.

—No te atrevas a culparte. Es un violento de mierda. No voy a solapar esas conductas de su parte. Soy tu esposo. Mi deber es protegerte de quien sea. No vas a regresar solo, como tu esposo debo estar junto a ti —Ji Min asintió rápidamente al abrazarlo. No se imaginaba pasando la noche con su padre a solas.

Cuando el velorio terminó, el señor Park se acercó a Ji Min para llevárselo de regreso a la mansión, pero su hijo fue firme al decir que no se iría con él —Tu madre está muerta, lo único que tienes que hacer ahora es obedecer —Yoon Gi tomó a Ji Min para apartarlo de la forma amenazante del otro alfa.

—Te ha dicho que se irá conmigo —el señor Min se acercó.

—Señor Park, Ji Min debe estar muy afectado, tal vez le haga bien pasar la noche con nosotros, somos su familia también.

—Sabe perfectamente que el compromiso de nuestros hijos está cancelado, Ji Min se casará con Kim Seok Jin.

—Eso no va a suceder porque Ji Min y yo nos hemos casado. Es mi omega —los pocos presentes que aún estaban en el lugar se alzaron a mirar. El señor Park quiso golpear a su hijo, pero el alfa se interpuso una vez más—. Sobre mi jodido cadáver —el señor Min los separó y el señor Park se apartó dejándolos solos.

Su madre se les acercó sin creer lo que había escuchado. Ellos parecían emocionados, pero sabía que esa emoción se les iba a terminar cuando Park tomara represalias contra Ji Min por desobedecer.

—Haremos una gran fiesta por su boda —dijo la señora Park con una gran sonrisa.

—No es momento para celebraciones, ten un poco de respeto —se quejó Yoon Gi tomando la mano de su omega para salir del lugar.

Muchas gracias por leer
😁❤

-: ✧ :-゜・.FairyWinB

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