🌹𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨

Jung Kook había soltado el humo del cigarro con un poco de lentitud mientras miraba a Yoon Gi con una omega que para su gracia, no le caía demasiado bien. Ella no pertenecía a la alta clase como él, Jung Kook tampoco lo hacía, aunque él si era merecedor de un apellido con renombre, pero era el hijo bastardo de un hombre importante, uno que para él no significaba nada, uno del cual nadie conoce de su realidad, pero si lo dijera sin duda todos sabrían de quién se trataba.

Yoon Gi dejó los labios de la chica por unos segundos antes de volverse a besar. Sentir arrepentimiento era muy pronto, lo suyo con Park no era más que nada, apenas se conocía con el joven heredero y existía una pequeña química, apenas visible como para aceptar que estaban yendo en serio, a decir verdad, Yoon Gi no quería que Ji Min desistiera del plan, no le convenía que sus padres siguieran buscándole tragavirotes, pero su lobo no estaba de acuerdo con esos sentimientos.

Estaba seguro que ambos se irían por la segunda opción como antes lo habían mencionado, elegir estar juntos, aunque no fuese real, escoger casarse, pero cada quien, por su lado, aunque se metía eso en su cabeza una y otra vez, Ji Min no salía de su mente. No debería, Yoon Gi jamás había sentido ese afán por un omega hasta ahora, solo estaba confundido, pero su lobo no, él desde que lo miró lo quería.

—Detente —dijo ella apretándole el brazo—. ¿Qué es lo que te pasa? No me has prestado atención.

—Lo hago.

—¿Y qué he dicho? —Yoon Gi mantuvo silencio, no tenía idea, estaba perdido en sus pensamientos—. Vete al demonio, Min —escuchar a varios de su alrededor chiflar y burlarse mientras ella se iba molesta del tumulto de gente. Estaban en media carretera abandonada de la ruta 345 donde se recurre a realizar carreras de autos completamente ilegales para The Yard. Yoon Gi pasó un mechón detrás de su oreja antes de tomar el cigarro que Jung Kook le estaba ofreciendo.

—¿Qué te sucede?

—Nada en lo absoluto, créeme.

—Tu sarcasmo es terrible, suena tan igual como cuando dijiste que estabas enamorado de Park. Creo que de tanto mozo que te han presentado, se te ha contagiado, no te culpo.

—Eres un imbécil.

—A mi salud —vaciló levantando la lata de cerveza—. Quizá quieras ocultarlo por alguna razón y soy el menos interesado en saber si te pone o no.

—Entonces no me preguntes.

—No lo hacía por eso, hablo de tu obvio desconcentro ¿Te das cuenta que has perdido una carrera contra Jay?, es decir, es Jay, acaba de ganar su primera carrera ¿Qué eso no te avergüenza?, perdí dinero esta noche al apostar por ti.

—Te lo devolveré... —Jung Kook rodó los ojos.

—Yoon, no seas un idiota, estoy preocupado por ti.

Él no estaba bien, Ji Min Park no lo dejaba estar en paz ¿Había sido buena idea mentirle así?, podría recordar sus pequeños coqueteos, lo mucho que le había gustado ese beso, la forma tan dulce de su miraba, su forma de sonreír, como su lobo se sentía estando cerca y el delicioso olor a las rosas que desprendía de él.

—¡Basta! —Jung Kook soltó el humo de su boca.

—Ni siquiera he dicho nada, Yoon.

—No sabes nada... —gruñó antes de largarse sin decir más, pero sus pasos de huía tomaron otro rumbo cuando alguien gritó "THE YARD", luego de eso gritos por doquier, personas corriendo y varios disparos, era un enorme caos. Uno de los hombres lo tomaron de la ropa y Yoon Gi por supuesto que defendió a su hermano de otra madre golpeando al policía en el estómago para que lo soltara, otro hombre de la policía lo golpeó en un pómulo con su puño y este estaba por devolver el golpe, pero la fuerte mano de Jung Kook lo atrajo para salvarlo ahora a él y salir corriendo.

Subieron al auto del menor seguido por Jung Kook. Estaba seguro que habían avisado a traición, porque la policía no frecuentaba ese lugar a tan altas horas de la noche.

—Tuvo que haber sido el idiota de Zico. Trataré de perderlos —gruñó Jung Kook moviendo con fuerza el manubrio para cambiar la dirección sabiendo que la probabilidad de que los policías lo siguieran fuera mayor por el altercado—. Gracias, hombre —jadeó mirando por el retrovisor a otros coches perseguirlos pero no estaba seguro si eran patrullas. 

Se hacía de mañana cuando Yoon Gi llegó a su casa, Jung Kook lo había dejado después de estar una hora completa escabulléndose mientras que varios hombre The Yard estaban pisándoles los pasos.

Quizá en realidad era un operativo, había muchos de ellos. No podría armar escándalo si lo pillaran, su tía Rose se lamentaría y era el único miembro de su familia que respetaba además de su prima pequeña.

Sin cuidado, escaló cayendo de pie por el otro lado del portón, porque sus llaves no aparecían en ninguna parte de su ropa, quizá estaba con Park, quien sabe. Jadeó con enojo escuchando ladrar a los canes guardianes que irían a morder al intruso, pero al ver al jovencito ellos ladraron felices.

—Cállense por el amor de lo que no respeto —corrió hasta los arbustos siendo seguido por los canes.

—¡Hey! ¿Quién anda ahí? —gritó el vigilante de la finca, el señor Leek, o como él lo llamaría "Más orejas que cabeza" por ser tan entrometido y escuchar demás—. ¡Salga o le disparo en la cabezota!

—¡Soy yo!, por una mierda, he sido yo el que encontró —gritó Yoon Gi siendo tirado al suelo por los canes que lo lamían.

—Otra vez usted, por la luna ¿qué hacía en las calles a altas horas de la noche?

—Nada que le interese.

—Irrespetuoso, le llevaré adentro, su madre debe estar tan dolida por la clase de hijo que tuvo que parir —lo sujetaba con fuerza para llevarlo casi arrastras hasta la casa. Tomando una campanilla que reposaba en la mesa central del recibidor, comenzó a tocar tan fuerte que Yoon Gi deseaba que se quebrara ante sus ojos.

—¿Cuál es el maldito escándalo? —exclamó el padre cuando bajó las escaleras seguido por su mujer, ambos con las ropas de pijama puestas y caras adormiladas—. Maldita sea, eres tú.

—Yoon Gi, ¿qué le hiciste a la ropa?, es fina —se quejó la madre al mirarlo con asco, la brillante apariencia del heredero a la finca de los prestigiosos Min era opacada con suciedad de la revolcada en el pasto húmedo por los canes de hace un par de minutos—, falta un cuarto para las cuatro de la madrugada, por amor a la luna.

—¿De dónde venías vago? —acusó ahora su padre.

—De por ahí, que interesa.

—Eres un insolente. Mirate que salvaje con un hematoma en la cara.

—¡Qué deshonra! —atacó el padre mientras la omega dramatizaba un llanto tan parecido como las obras de teatro y corrió escaleras arriba, tanto Rose como la niña Ji Soo se adentraron al dormitorio donde dormían—. No lo arruines ahora que tenemos a los Park en el bolsillo, si por tu jodida culpa ellos desisten a la idea de casar al heredero contigo por estas mierdas yo...

—¿Qué harás? —retó al cruzarse de brazos—. ¿Me abortaras? Es muy tarde para eso.

—Se levantará un escarmiento en tu contra, Yoon Gi —este se fue dejando a su hijo aun lado del viejo Leek.

—Como lo disfruto —susurró apenas, pero Yoon Gi lo empujó fuerte antes de subir las escaleras para llegar a su dormitorio.

Una vez dentro, soltó su largo cabello hasta la altura de sus hombros, tenía un poco de tierra —Jodida mierda —murmuró al desvestirse para tomar un baño antes de dormir. Miró el moretón en su cara y maldijo porque era muy notorio.

—Yoon Gi —escuchó la dulce voz de Rose desde el otro lado de la puerta de su baño—, ¿estás bien?

—Por supuesto, no puedo estar mejor.

—No uses el sarcasmo conmigo ¿Dónde estuviste?

—Tía Rose, regresa a la cama —ella no dijo nada y se apartó del dormitorio. Se había sentido un poco mal por responderle así, pero estaba muy molesto como para dialogar algo decente.

Yoon Gi roncaba tan placenteramente en su cama, apenas pasaban las diez de la mañana cuando la chillona voz de un engendro del mal resonó a la vez que un vaso de agua le caía sobre su cara.

—¡Maldita sea!

—¡Despierta espantapájaros!

—Si vuelves a despertarme de esa forma iré a tu dormitorio y quemaré cada una de tus muñecas, Ji Soo.

—Las rompí ayer, mamá se dio cuenta y me ha castigado, así que estamos carceleros en este calabozo que llamamos casa.

—Hablarás por ti engendro, yo puedo escaparme.

—¿Nos escapamos juntos?, Jennie Kim me ha contado que habrá un circo pronto, nunca he visto uno.

—¿Cuándo será?

—En un mes.

—Sí me traes pan, te llevaré.

—¡En seguida!

Yoon Gi jadeó cansado al secarse el rostro con una parte de la sábana seca, pero no hubo paz porque su madre entró más que arreglada con un vestido precioso y los cabellos recogidos en un exagerado peinado de gala, eran las diez de la mañana, por amor a la luna.

—Muévete ya Yoon Gi, los Park acaban de llegar.

—¿Y eso qué?

—Sabes perfecto que significa, el hijo de los Park espera verte.

Yoon Gi refunfuñó, el jovencito era la molestia más hermosa que pudiese esperar ahora. Seguía siendo una molestia entre sus pensamientos que competían para hallar lógica a la forma en la que no podía salir de ella.

—Aquí vamos de nuevo —jadeó levantándose de la cama para proceder a tomar una ducha. Debía lucir muy atractivo para el mocito, aunque un molesto piquete en su cabeza le preguntaba ¿por qué, en realidad quieres verte bien para él? Casi media hora después se hizo presente ante los invitados. Rose le había cubierto su hematoma con maquillaje intentando que no fuera tan obvio.

—Yoon Gi hijo mío —habló la mujer con cariño muy fingido al verlo aparecer tan bien vestido y con el cabello suelto.

—Disculpen la tardanza, estaba en mis clases de latín, se me hizo tarde, quería verme presentable —los señores Park le saludaron, pero el jovencito Park, no apartó la mirada del libro que leía. Eso lo molestó, ¿qué le pasaba a Ji Min?

—Hijo, Ji Min ha estado esperándote para ir a montar, puedes darle uno de tus trajes.

—No se preocupe señora Min, he traído mi traje, mis medidas y las suyas no son compatibles —alzó su mano para compararse, Yoon Gi era grande y fuerte, jamás podría encajar en alguna de sus prendas.

—Es una dicha que lo trajeras. Yoon Gi lleva al jovencito arriba para que pueda cambiarse.

Aquel asintió con una sonrisa torcida y caminó fastidiado para arriba, ahora debía cambiarse otra vez. Llegando al dormitorio del mayor, Ji Min tuvo la desfachatez de burlarse cuando ya estaban a solas y tuvo que recordarse que estaba en el dormitorio de su pretendiente, eso era quizá lo más loco que había hecho jamás, que de por sí, todo lo que tuviera que ver con Min ya era atrevido.

—¿Latín?, ¿a quién quieres impresionar?

—A ti desde luego, no me gusta tu madre.

—Oh por favor, no hables, eres más agradable cuando estás callado.

—Si no te conociera suficiente diría que estás disgustado conmigo.

—Quizá lo estoy. He descubierto que sigues siendo un mentiroso de mercadillo —Yoon Gi volteó a mirarlo—. Sé que hay alguien más... debiste decírmelo.

—¿Cómo... lo?

—No importa cómo lo sé ¿Quién es ella? —el mayor se cruzó de brazos mirándolo tan angustiado. Sentía algo como la culpa y la voz de su lobo lo estaba molestando.

—Ji Min... —quiso acercarse, pero él no estaba muy animado como para eso—. Ella estaba antes de ti, ¿lo entiendes?, pero...

—No seguiré con esto...

—Por favor, solo dame una oportunidad para explicar. No mentí cuando dije que creo que me gustas.

—Ayer no había un "creo" cuando lo dijiste. Además, ¿explicarme cual hecho?, que evitaste que me echara para atrás sobre nuestro plan, para conservar su amor, del hecho que me has usado porque soy un iluso inoportuno que te propuso casarnos para que cada quien fuera feliz viviendo con amantes...

—Fuiste quién lo propuso. Es nuestra mejor opción, no puedo solo... enamorarme así, tan pronto, te lo dije, no nos conocemos.

—Basta. Ahora que sé la verdad, sé que no voy a poder soportarlo más adelante —murmuró mirando los ojos del mayor—. No quiero que mi familia sospeche... iremos a montar, pero este es nuestro último día juntos —apretó su traje de montar antes de salir del dormitorio de Yoon Gi dejándolo tan angustiado de perderlo que temió por ese sentimiento tan extraño.

¿Cómo se enteró Ji Min?
Muchas gracias por leer🥰❤

-: ✧ :-゜・.FairyWinB

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top