➹ Capítulo Treinta y Dos

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Me siento tan entumecido mirando la pared de la ducha
Ha comenzado, la sensación de que el final ha llegado
Y ahora el agua está fría
Traté de comer hoy, pero el bulto en mi garganta se interpuso en el camino

Y no puedo volver a vivir
Quiero que la habitación me lleve bajo
Porque no puedo evitar preguntarme
¿Y si tuviera una noche más para despedirme?
Si no estás aquí para apagar las luces, no puedo dormir
Estas cuatro paredes y yo

These Four Walls- Little Mix

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— ¿Cielo? Estoy en casa— llamó Clint

Laura apareció desde la sala al escuchar a su esposo llegar, pero al ver quienes los acompañaban se notó sorprendida

»— Traigo compañía, perdón, no avisé— se disculpó y le dió un beso en los labios

Todos estaban pasmados por la escena, salvo Natasha y Thai, ella solo estaba cruzada de brazos tratando de ser invisible, se sentía cómo la primera vez que estuvo ahí. 

— Ella es una agente obviamente— trató de adivinar Tony

— Cariño— llamó Laura a Thai y sin esperar más fue hasta ella y la abrazo

Thai se puso tensa ante el abrazo sin su consentimiento, pero se sintió mal por querer apartarla, así que no comentó al respecto

»— estuve tan preocupada por tí, te extrañamos demasiado

— Y yo a ustedes— afirmó Thai

Laura le dió su espacio y le sonrió de forma maternal

— Tus hermanos estarán felices de verte— susurro con complicidad— ¡Niños! ¡Su padre volvió!— llamó

Los pasos apresurados resonaron para dejar ver a dos castaños que corrieron directo a su padre. Thai mordió su labio al ver cuánto habían crecido.

— ¡Papá! — exclamaron, Lila fue alzada por su padre

— Hola princesa, ¿Cómo has estado campeón? — abrazo a sus dos hijos. Ninguno de los menores había notado a Thai aún

— Ellos son… los mini-agentes — siguió Tony

— Caballeros, ella es Laura, mi esposa— presentó

— conozco sus nombres — asintió la castaña

— ¿La tía Nat vino contigo? — preguntó Lila

La pelirroja mayor salió de sus pensamientos y sonrió cansada

— ¿Por qué no la abrazas y lo averiguas?  

La niña corrió hacia los brazos de Natasha y Thai sonrió con tristeza

— Lila— llamó su madre— alguien más llegó

Cooper y la pequeña Lila vieron a su madre y cuando notaron a Thai ambos fueron hacia ella

— ¡Thai! — gritaron al unísono y la abrazaron

Ahora la atención se concentró en los tres menores de la habitación. Thaily trató de no llorar ahí, solo abrazo a Cooper y a Lila, ellos nunca habían tenido que pedir permiso para abrazarla

— Hola— logró decir— ¡Has crecido tanto! — le dijo a Lila— ¡Tú también! — despeinó a Cooper que solo rió

— ¿Y tu acento? Ya casi no se nota— señaló Cooper

— Te prometí que trataría de mejorar— recordó la ojiverde— vengan aquí, quiero otro abrazo 

El matrimonio veía la escena enternecidos, hacía mucho que no los veían juntos

— Perdón por llegar así— dijo Steve sin dejar de ver a los tres hermanos. Thaily por primera vez desde lo de lo que le había hecho Maximoff mostraba expresión

— Si, habríamos llamado antes si supieramos que existían— soltó con sarcasmo Tony

—Si, Fury me ayudó a mantenerlo oculto cuando me uní a SHIELD. Lo mantuve en secreto y así lo quiero dejar. Es un buen lugar para ocultarnos— explicó Clint

— Hola cariño, ¿Cómo has estado?— fue Laura hacía Natasha

— Te he extrañado— confesó la pelirroja— ¿Y la pequeña Natasha? 

La ojiverde sonrió mientras acariciaba el vientre de Laura. Thai se acercó a ambas queriendo también ver a el nuevo hermano que venía en camino

— Uh… no, en realidad será un pequeño— negó Thai 

— Si, ella en realidad es… Nathaniel— confesó con una mueca, pero cuando procesó lo que Thai dijo su ceño se marcó— ¿Y tú cómo lo sabías? 

Thai se alzó de hombros

— Traidor— murmuró Natasha poniéndose a la altura del abultado vientre de Laura

La tostadora sonó sacando a Thor de sus pensamientos y salió a paso firme de la casa con Steve yendo tras él

— ¿Por qué no viniste este tiempo? — preguntó Cooper llamando la atención de la ojiverde

— Es-estuve ocupada— mintió

— Oye Thai, ¿Juegas conmigo? Podemos ir al jardín— sugirió Lila

— Tal vez no quiere jugar, podemos ir a practicar con el arco junto a papá— siguió Cooper

— Niños, dejen a Thai, está cansada— trató de calmarlos Clint

— Podemos llevarla a la habitación del bebé, ¿La quieres ver Thai? — habló emocionada Lila

Thai giró hacía la pequeña niña sin saber que decir, solo abrió la boca y la cerró

— ¿Qué le pasó a tu cabello? — preguntó Cooper

Thai sintió taquicardia y giró hacia Natasha buscando algo de ayuda, pero sólo encontró sus ojos muertos y sangre saliendo de su boca; justo igual que en su visión. 

Thai cubrió sus labios reteniendo un grito y apretó los párpados. 

— Thai, ¿Estás bien? — preguntó preocupado Clint

La respiración de Thaily se atascó en su garganta, su corazón latía acelerado y sus pensamientos le jugaban en contra. Tenía que salir de ahí antes de que causara un desastre. 

Fue hacía las escaleras ignorando los llamados de Laura y Clint, tenía que salir de ahí ya. Estaba por subir las escaleras cuando chocó con Steve

— ¿Thai? — preguntó sosteniendola antes de que cayera

— ¿Estás bien? — preguntó Tony

Ella no respondió, solo vio con temor a los dos y trató de separarse de Steve. 

“... Esto es lo que siempre serás” recordó lo de su visión y Steve muriendo

— Thaily— llamó Natasha

— Déjame— pidió con un fino hilo de voz a Steve

— Hey, solo respira Thaily— ánimo Tony detrás de ella, pues estaba casi hiperventilando

— Suéltame— pidió en súplica a Steve qué aún la tenía sostenida de los hombros

— Thaily cariño, ¿Quieres té? — esta vez fue Laura quien habló

— ¿Thai esta bien? ¿Qué tiene? — escuchó a Lila

— Es solo otro ataque— escuchó murmurar a Cooper

Los ojos de Thai estaban turbados en miedo, se sentía muy mareada y con la ansiedad creciendo a cada segundo

— Está teniendo un ataque de ansiedad— escuchó decir a Bruce

Ella negó aturdida y trató de zafarse del agarre de Steve, quien no la soltaba al verla temblar como una hoja

— Su-suéltame— volvió a pedir esta vez con su voz más fuerte

Todo estaba comenzando a gritar

— ¿Qué te pasa? ¿Estas-

— ¡DIJE QUE ME SUELTES! — exigió y Steve llegó al otro lado de la habitación

Thai veía todo difuso y como pudo subió las escaleras sin ser consciente de que había lanzado a Steve. Cuando llegó a la seguridad de su habitación se derrumbó y el pánico llegó de nuevo. Clint la siguió, pero no pudo entrar ya que ella se había encerrado en la que era su habitación

— Thai— llamó mientras tocaba la puerta

Thaily estaba hecha bolita en el suelo mientras se mecía cubriendo sus oídos. De ella lo único que salían era sollozos ahogados

»— Pajarito— siguió llamando Barton

— por favor vete— suplico— Déjame… — sollozo sin poder dejar de temblar

Natasha llegó a la puerta también, pero no sabía si hablarle o dejarla ahí

— Thaily— llamó con algo de duda— abre la puerta

Ambos espías escucharon jadeos entrecortados, estaban ansiosos al no escuchar respuesta

— Es-estaré bien— tartamudeo con la voz rota— solo quiero estar sola… por favor

Natasha apretó los puños de impotencia y salió de ahí. No podía ayudar a Thaily cuando ella misma estaba mal. Clint solo observó escéptico como su mejor amiga se iba sin más

— No tienes que pasar un ataque sola, Thai, abreme— pidió Clint sin querer dejarla

— No… solo quiero estar sola 

Clint suspiro rendido. No podía obligarla a nada

— Llámame si me necesitas, ¿Okay? — más no recibió respuesta de ella






































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Natasha salió por la puerta trasera de la casa e inhaló con profundidad. La pesadilla que había tenido por culpa de Wanda no la dejaba, era un monstruo con un horrible pasado, eso jamás la dejaría

— Natasha— llamó Clint— ¿Qué te pasa? ¿Por-por que dejaste a Thaily así? 

La pelirroja se mantenía ausente de lo que Clint le hablaba, solo escuchaba el llanto de un bebé en sus oídos. 

— ¡Nat! — la tomó de hombro el castaño

— ¡Ahora no, Clint! — alzó la voz que estaba rota viendo con suplica a su mejor amigo—… ahora no— dijo para irse de ahí

Clint suspiro al ver a Natasha así. Le preocupaban ambas rusas, pero su prioridad ahora era Thai, sobre todo desde que sabía que tenía pensamientos suicidas. Solo esperaba que Thaily se recuperara de esa. 

Clint subió de nuevo, pero esta vez fue a su habitación para cambiarse. Laura lo esperaba ahí con una sonrisa. 

— Ves, te preocupas por nada, no notas la diferencia ¿o si?

Laura examinaba la herida que Clint se había hecho en uno de los costados en Sokovia. 

— Si van a dormir aquí, deben compartir habitación… además, creo que Thaily necesita su espacio— habló preocupada

— No creo que les guste— dijo Clint sobre el que los chicos compartieran habitación

— ¿Qué tan mal está ella? — preguntó Laura sobre Thaily

Las líneas debajo de los ojos de Clint se marcaron en preocupación, la verdad es que ni él lo sabía

— No tengo idea… y me frustra no saber cómo ayudarla

— No la veía así de agotada desde que pasó casi una semana sin dormir por las pesadillas— susurro con tristeza— Fue grave ¿Verdad? Thaily se ve muy… — Laura suspiro— se veía igual a cuando llegó aquí la primera vez, y lo que le hicieron… fue horrible— Laura se refería a los experimentos

— Ultron tiene dos aliados, son unos niños, rufianes ambos… Pero los dos son muy poderosos y le hicieron daño a Thai y Nat. Alguien tiene que enseñarles modales— habló Clint con su lado protector queriendo salir

— Y ese vas a ser tú— habló más como afirmación Laura— sé que es un honor que formes parte de los Vengadores, estoy orgullosa,  de verdad, pero veo a los otros… A esos dioses— murmuró mientras veía por la ventana a Tony hablando con Steve

— ¿Crees que no les hago falta? — inquirió Clint con algo de gracia

— Yo creo que sí— asintió Laura— y me aterra la idea. Son un desastre— torció el gesto

— Si, ahora son mi desastre— declaró Clint

— debes estar seguro, de que este equipo realmente es un equipo, y que te va a apoyar. .. Todo cambiará para nosotros… en pocos meses, amor.. nos van a doblar en número… tienes que estar seguro

Clint se giró hacia Laura y sostuvo su prominente vientre para luego darle un corto beso en los labios

— Si amor— prometió Clint y luego le dió un beso en la frente

— Oye— llamó su atención de nuevo Laura— ¿Que pasa entre Thaily y Rogers? — quiso saber Laura— ¿Desde cuando Thaily está enamorada? 

— Espera… ¿Qué? ¿De qué me estás hablando? — frunció el ceño Clint buscando los ojos de su esposa, que solo rió para ir a acomodar ropa a una parte de la habitación

—  Corazón, eres tan tierno— se mofó la castaña— te lo diré cuando crezcas "Hawkeye"

— Si tu lo dices— habló confundido Clint— ¡No! ¡Espera! Mejor dímelo ahora, ella es una niña

Laura solo alzó las cejas al ver el lado padre celoso de Clint

— Si es una niña— afirmó Laura— una niña enamorada, déjala— defendió para salir de la habitación dejando a Clint con las palabras en la boca



































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Thai se sentía pequeña en su habitación, sola y fría. Jugaba con la comida que había en el plato que Laura le había llevado, no había probado bocado y la verdad era que no tenía apetito. Las lágrimas bajaban silenciosas por sus mejillas ahora rojas.

“ Esto es lo que eres… ” recordó su visión haciendo que las líneas debajo de sus ojos se marcarán en dolor. 

Su mente parecía empeñada en traer a cada momento los malos recuerdos una y otra vez, lo peor es que no podía huir de ello. Su cabeza era una trampa mortal. Solo quería que su interior se callara, quería apagar todo, solo quería escapar de los demonios de su cabeza que no la dejaban ni un segundo. Se estaba ahogando a cada momento, y la verdad es que ya no interesaba demasiado, solo quería quería sensación de ahogo se fueran, aún si eso significaba dejar que sus demonios la hundieran

Esta vez la visión de Wanda había sido muy diferente a las anteriores, pues ahora tenía un nuevo temor desde que la fuerza extraña había entrado a ella. Apenas estaba levantándose y sintiéndose mejor desde que lo de HYDRA había pasado, cuando se había vuelto a caer. Lo poco que había logrado reparar de su corazón frágil, ahora nuevamente se encontraba roto. 

Sus ojos estaban llorosos y mostrando demasiado dolor. Ahora que estaba a salvo en la soledad de su habitación podía llorar sin problemas, solo eran ella y esas cuatro paredes. 

El ver a todos muertos, a las personas que consideraba una familia asesinados y esparcidos por un mundo que parecía haber sucumbido en el caos, había sido lo peor que se pudo haber imaginado. No podía con esa imagen en su cabeza, con ella asesinando a sangre fría a cualquiera que se le acercara. La enfermedad dentro de ella la iba a destruir junto con todos a su alrededor, como decía la fuerza de su visión; solo acarreaba dolor, eso es lo que había hecho desde el momento de su nacimiento, esa visión solo había terminado de confirmar lo que Thaily ya temía.

Thaily sollozo y se metió una cucharada de comida a la boca, solo deseaba que su habitación se la tragara, solamente quería desaparecer de una vez y dejar de sentir dolor por un momento. La vida parecía empeñada en lastimarla y querer ahogarla, así que ya no iba a ir contra ella, si quería ahogarla; la dejaría hacerlo. 

Su estómago se contrajo y la comida pareció no poder ser tragada. Thai dejó el plato y corrió al baño para devolver lo poco que había comido. Hasta su estómago parecía querer dejarse morir junto a ella. El sabor amargo invadió su boca con cada arcada mezclándose con el sabor salado de sus lágrimas. Se sentía patética y débil

“ No hay lugar para las débiles…” recordó una de las frases de Madame B.

Thai se levantó del suelo frente al inodoro y fue hasta el lavabo a enjuagarse, pero al ver su demacrado reflejo y sus ojos rotos se sintió desecha. Al final si habían logrado romperla, aún cuando había estado evitando mostrar que podían con ella, al final todo intento había sido en vano, y ahí estaba la prueba. 

— Eres patética… — se regañó a su propio reflejo con coraje consigo misma, por verse tan débil, por no ser lo suficientemente fuerte para levantarse de nuevo— todo esto es tu culpa, tratando de ser dura para que nadie te lastimara… alejando a todos para no ser herida…. — rió con frialdad pero las lágrimas seguían saliendo— mírate, ahora estás débil, estas rota, felicidades— negó sin dejar de verse al espejo con odio— solo eres una maldita carga, una estúpida sin remedio… Te odio— susurro

Thai lloró al decirse eso. Todo lo que había pasado era culpa suya, y se sentía aún peor por ser causa de su mismo dolor. Si tan solo no hubiera existido… 

Thaily apretó el puño, y con el coraje burbujeando en su pecho le dió un golpe al espejo

»— ¡Te odio maldita cobarde! — ahora el espejo estaba fragmentado— ¡Te odio por no ser fuerte! — dijo mientras le daba otro golpe— ¡Te odio por solo ser una carga! — golpe— ¡Te odio por solo traer dolor! — golpe—… te odio por existir— le dio un último golpe al espejo para dejarse caer en el suelo del baño. 

La sangre salía de sus nudillos llenos de cortes, pero no le importó, merecía todo ese dolor.

Thaily se meció hecha bolita en el suelo, la sangre manchaba un poco sus mangas pero solo lo ignoro, ya ni siquiera podía respirar bien por el llanto dolorido que tenía. Era hora de poner fin, buscaría un remedio para su enfermedad y para su dolor… Estaba decidido, se dejaría hundir en las turbias y oscuras aguas de su alma, se concedería paz y descansar sus cansados ojos, ya no soportaba pelear más. 

»— Me rindo— susurro— ya es todo… 

Al decir aquello no pudo evitar romperse en llanto aún más

Solo quería dormir y no despertar, no sentir dolor al momento de irse. Pero antes de que todo acabará quería despedirse. De una u otra forma quería mostrar que estaba agradecida por lo poco que había tenido



































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Thai tocó la puerta y ambos castaños alzaron la vista viendo a su hermana. La pelirroja mostró una sonrisa sincera al verlos sonreírle a ella

— Thai, ¿Ya te sientes mejor? — preguntó Lila— Papá dijo que no te sentias bien 

— Ya estoy mejor— asintió mintiendo como solo ella sabía, entró al cuarto y se sentó en el suelo— ¿Me abrazarían?— los ojos de Thai brillaban por las lágrimas que estaba reteniendo

Ambos se colocaron cada uno a un lado de ella y la abrazaron

— Te extrañamos, Thai— dijo Cooper— extrañaba ver caricaturas contigo

— Yo también los extrañe mucho— susurró ella

— ¿Entonces por qué no volviste si nos extrañabas? — preguntó Lila

Thai sonrió con tristeza

— No podía… quería hacerlo pero, es una larga historia— cortó tragando continuamente saliva sin borrar su sonrisa que amenazaba con temblar— ¿pero saben que? Cuando yo no esté, tal vez ustedes no me vean, pero ahí voy a estar, estaré aquí— señalo el pecho de la pequeña Lila—…  y aquí— señalo el pecho de Cooper

— ¿Como la canción de Cuna? ¿La que cantas?— inquirió Cooper

—… S-si— asintió Thai— como la canción de cuna que les cantaba cuando hacíamos pijamada

— ¡Sí recuerdo! — exclamó Lila contenta

— No importa donde vaya, mis recuerdos estarán con ustedes— prometió Thai— y ustedes irán siempre conmigo

— ¿Eso significa que no te vas a quedar? — ahora Cooper estaba algo triste de nuevo

Thai sintió su corazón estrujarse, pero era lo mejor

— Si por mi fuera, me quedaba por siempre… pero a veces las cosas no son como queremos— musitó con tristeza— pero jamás lo olviden, son los mejores hermanos que pude tener, y yo ahí voy a estar siempre… aún cuando no puedan verme— prometió

Ambos castaños se acercaron a su hermana mayor y ella les dio una beso en la cabeza a cada quien. Esa era su despedida

Salió de la habitación de Lila y trató de no romperse a llorar, contuvo sus lágrimas y respiró hondo. Por las escaleras llegó Laura con su enorme vientre abultado, la mujer frenó en seco al notarla y sonrió. 

— Thai

La ojiverde sonrió, fue y la abrazo, un acto que para nada Laura esperó, pero aún así correspondió sin dudar

— Gracias por todo— susurró Thai

— ¿De qué hablas cariño? — Laura se sintió consternada por lo que acababa de decir Thai

— Solo… Tenía que decirlo— se alzó de hombros

Después de eso, fue a la habitación de Natasha, quien estaba con la mirada perdida en algún punto de la pared frente a ella. Thai tomó aire y fue. Ella era la persona a la que más le costaría despedirse, además de que tenía que ser cuidadosa de que no notará sus intenciones. 

— Nat— llamó y la pelirroja reaccionó

Natasha sentía que no podía ver a Thai sin romperse a llorar, se sentía un monstruo horrible por lo que había hecho en su pasado, todas las muertes, pero lo que le hacía sentir aún peor era todo el daño que Thai tenía por culpa suya. 

— ¿Qué pasa Thai? — preguntó limpiándose las lágrimas

Thai entró a su cuarto y se sentó a su lado. No sabía que le iba a decir, no tenía idea de demostrarle lo agradecida que estaba por todo y sobre todo lo triste que se sentía por saber que no la volvería a ver. 

— Nada… solo… — un suspiro tembloroso salió de los labios de la pelirroja menor. No sabía qué decir— ¿Estás bien?

La ojiverde mayor negó. Realmente no se sentía bien

— Ahora no, pero lo estaré… 

Un silencio se instaló entre ambas. Thai estaba dando todo de sí para no lanzarse al pecho de Natasha y desmoronarse ahí. Estaba aterrada pero sabía que tenía que hacerlo. 

»— Perdoname Thai— lloró Natasha sin poder contenerse más tiempo— sé que tú querías que fuera un sostén para ti, alguien que te ayudarán a ma-mantenerte de pie… pero justo ahora no puedo— negó sin mirarla a los ojos. Se sentía un total fracaso como madre

— Yo lo siento— susurro Thai— llegue a tu vida de un momento a otro y me aferre a ti esperando que me ayudaras… fuí una carga que debiste soportar— Thai tragó con dolor el bulto en su garganta. No iba a romperse aún

Natasha alzó la vista y parpadeó tratando de frenar sus lágrimas en un vano intento, un sollozos salió de sus labios y negó. Estaba demasiado afectada como para notar que Thai estaba desecha. 

— Vamos a estar bien, saldremos de esta— prometió dándole un apretón en la mano a Thai

— Todo acabará pronto— asintió Thai sin expresión alguna. Natasha no sabía que esa frase tenía otra intención

Thaily salió de la habitación de Natasha sintiéndose aún peor. Había sido una carga para Natasha por mucho tiempo, algo que no había pedido en su vida, así que era mejor librarla de esa carga de una vez, no había duda. 

Thai se abrazó a sí misma sintiéndose fría y pequeña. La sensación de que todo estaba apunto de terminar la hacía temblar, todo estaba por acabarse pronto, muy pronto. Fue hasta la habitación que Steve compartiría con Bruce, al parecer él todavía no subía, ahí solo estaba Steve viendo por la ventana, algo que Thai agradeció. 

— Así que… eres una Barton— dijo él cuando logró notarla

— Solo legalmente— asintió Thai en un murmullo bajo— ellos creyeron que era mejor tener mi custodia a estar bajo el nombre de SHIELD

Thai jugueteo con las mangas de su Hoddie cubriendo sus dedos con ella, además de los cortes que se había causado

— Es un hermoso lugar, puedes estar en paz y alejado de todo— habló él

— Si… — "No escogería un mejor lugar para morir" pensó Thai 

— Siento que esta noche será una de las más largas de mi vida— suspiro Steve girando en su dirección— pero será una gran amanecer cuando todo pase

"Yo no estaré para verlo… " pensó Thaily sintiéndose cada vez más fría

— Y-yo, solo quería desearte buenas noches— trató de sonreír, pero mejor no lo hizo, ya estaba muy cansada como para intentarlo

Steve asintió con los labios presionados en una fina línea. Esperaba un comentario bromista de parte de Thai, pero ella se veía agotada. 

“ Si la atrapas has decidido continuar… ”

Steve tuvo un impulso por abrazarla y lo hizo. Thai se tensó ante la acción, pero luego se relajó, esa sería la última vez que hablaría con él

— ¿Estás bien? — preguntó él

—… Lo estaré, voy a descansar— asintió sin permitirse llorar. Solo tenía que soportar un poco más— gracias por todo, fuiste un gran amigo para mí…— susurró

Steve se sintió alarmado al escuchar eso y se separó buscando sus ojos, mismos que no mostraron nada, ni lo dejaban ver a través de ella, aún así estaba inquieto, ¿Por que se escuchaba como una despedida? 

— ¿Está todo bien? 

Thai tragó grueso y asintió. Todo estaría bien cuando ella desapareciera. Se dio la vuelta dispuesta a salir, pero un pensamiento cruzó su mente y la detuvo. 

Thai giró sobre sus talones, camino hacia el rubio, se puso de puntillas depositando un suave y corto beso en sus labios. Steve no pudo siquiera reaccionar, quedó estático ante la acción de la pelirroja y solo se sonrojo. 

— Thai, ¿Qu-que… ? — Thai sonrió con tristeza al ver el balbuceo de Steve

— Fue un beso de despedida, es triste que ese fuera mi primer y último beso— las lágrimas está vez sí salieron sin poder contenerlas

— ¿Despedida? ¿Thai de qué estás hablando? — Steve ahora si estaba preocupado y listo para no dejarla irse en caso de que estuviera pensando hacer una locura

— Lo siento, esta vez no me puedes salvar, no sé cómo… — la ojiverde sonrió, una sonrisa que solo mostraba lo desecha que se sentía— no hay otra salida. Esto es todo

Steve negó y la tomó de las manos no dispuesto a aceptar eso. Ella no podía rendirse

— No, no es cierto, Thai, no estas sola, por favor no digas que esto es todo— casi suplicó

— Tal vez me quede si me dices que me amas… — rió ella y Steve no supo qué decir, ¿Acaso ella estaba enamorada de él?— … Eso pensé, no eres pretencioso, eso es bueno— murmuró con tristeza ella al ver su silencio— No te preocupes, no es tu culpa… Me iré en paz sabiendo que todos estarán bien

— No puedes… Thai, no te voy a dejar hacerlo— negó él

— Sé que no— musitó— gracias por todo, por ser mi amigo, un gran confidente… y-y mi primer amor— confesó, Steve apretó el agarre de sus manos sintiendo que su alma le caía a los pies y las lágrimas se agolpaban en sus ojos— nunca pensé en enamorarme… fue lindo y aterrador— Thai soltó una ligera risa dolida—…  Solo entendí qué era el amor cuando llegaste a mi vida y le diste sentido, gracias por eso

Steve no sabía que decir, solo sintió cuando Thai limpio una lágrima que había salido de sus añiles sin permiso

— N-no puedes… no te dejaré— declaró atrayéndola a un abrazo. Ella no se resistió y suspiró con dolor— no puedes… no

—Diles a todos que los quiero, perdón por esto, pero no estoy arrepentida... Es lo mejor— asintió segura

— por favor deja de despedirte, no irás a ningún lado— negó Steve

— Lo siento… — Thai apretó los párpados se separó levemente, lo miró directo a los ojos, los mismos ojos azules que la hacían sonrojar y sentir segura al mismo tiempo— las estrellas aún cuando mueren dejan su luz brillando en el espacio— Thai relamió sus labios y las lágrimas seguían saliendo sin control—… Cuando yo me vaya, espero que parte de mi luz se quede con ustedes— llevo una mano a la mejilla de Steve que no podía emitir palabra, todo era demasiado—… Bye, bye pajarito— susurro para que en su mano apareciera su destello de poder y con el manipulara la mente de Steve

El olvidaría todo a partir del beso, solo recordaría cuando ella iba hacia la puerta. Los ojos de Steve tuvieron un ligero color naranja antes de quedar estático en su lugar sin expresión alguna. Ya sin decir nada más, Thai salió de ahí limpiando sus lágrimas aparentando que nada pasó. 

Entró a su habitación, apenas entró se deslizó por uno de los muros hasta el suelo y atrajo sus piernas a su pecho. Sólo tenía que aguantar un poco más, solo un par de horas y sería libre del dolor

Un sonido ahogado salió de su garganta al tratar de no llorar, mordió su labio al punto de que le sacó sangre. Al final si pudo serenarse un poco, sin embargo, el nudo en su garganta no se iba. Escuchó un par de toques en la puerta y Clint se asomó encontrándose con Thai en el suelo mientras veía la nada. Clint soltó el enésimo suspiro del día. Sin decir nada solo cerró la puerta detrás de él y se sentó al lado de la menor. 

— ¿Qué estamos viendo? — quiso saber Clint

— Nada, solo estaba recordando cuando llegue aquí— confesó con voz queda

— Oh sí, lo recuerdo bien— Clint sonrió— aún recuerdo tu reacción cuando comiste por primera vez hamburguesas— murmuró con una sonrisa pequeña—… o cuando aprendiste a jugar turista

Thai sonrió con tristeza, sus ojos estaban muy cansados y ojerosos, una vista que Clint odio, se veía tan frágil. 

— Recuerdo cuando justo en aquella esquina me encontraste hecha bolita— señaló Thai uno de los rincones de su habitación justo al lado de su cama— recuerdo que me diste un gran abrazo sin pedirme permiso para hacerlo, aún cuando sabías que no me gustaban… 

Clint torció los labios al escuchar eso, pero esa noche no lo había podido evitar. 

»— Recuerdo que me aferre a ti y lloré hasta que no pude más… esa noche sentí que podía confiar en que estarías para mí, y que no me lastimarías— confesó

Clint sintió sus ojos picar ante las lágrimas. Era cierto que después de esa noche Thai ya no se apartaba de él y había comenzado a ser más abierta. 

Thai recargó su cabeza en el hombro de Clint y él pasó un brazo por sus hombros y le dió un beso en la cabeza. Thai mordió aún más su labio para no llorar. 

— Y aquí estaré para ti. Tu eres parte de esta familia y nada lo va a cambiar— asintió Clint

— Gracias por eso, por darme una familia, un hogar… y ayudarme a tener una vida

"Pero yo ya no puedo continuar con la mía… " se lamentó

— No tienes que agradecer nada— negó Clint

Thaily se encogió en su lugar acurrucandose en el costado de Clint. Sería la última vez que sentiría su cariño paternal









































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Thaily observó como el reloj marcaba las 3:00 a.m. Seguramente ya todos dormían. 

Thaily pasó la manga de su Hoddie por sus ojos limpiando las lágrimas, tomó una bocanada de aire y se levantó de su cama. Justo al lado de su cama había una cómoda, sobre ella había una pequeña cajita, la abrió y de ahí sacó un corazón rosado de tela. 

Thaily mordió su labio y lo sostuvo entre sus temblorosos dedos. Pasó su pulgar por el material recordando a su tío, ahora iría con él. Metió el corazón de tela en uno de los bolsillos de su Hoddie y de uno de los cajones sacó una navaja. Esa se la había regalado Clint. A Thaily no le gustaba la idea de usarla para eso, pero no tenía opción. 

Estaba por ir al baño, pero al ver una fotografía en la cómoda se detuvo. En esa foto estaba ella siendo abrazada por Lila y Cooper, detrás de ella estaban Natasha, Clint y Laura, era una linda fotografía familiar. Thai gimió ante la idea de no verlos nunca más.

— Perdón… pero lo hago para que ustedes tengan una vida— susurro a la fotografía. 

Entró al baño viendo el desastre que había en el suelo: los vidrios rotos y las gotas de sangre, en el cesto de ropa sucia estaba la ropa que había manchado con la misma. 

Thai entró a la bañera y se hizo bolita ahí mientras lloraba, estaba por hacerlo… ¡Por lo que más amaba! ¡Ella sola se iba a matar!

Thaily jadeo por aire. Estaba aterrada de lo que iba a hacer, tenía miedo de morir, no sabía que había después de la muerte. Llevó sus dos manos a su cabello y clavó sus uñas en la cabeza. Había tanto que sentía a lo que estaba renunciando, tantas personas a las que dejaría atrás. Pero era para que todos estuvieran a salvo, para que la Fénix no la hiciera sucumbir, para no destruir a los que más amaba. 

Thaily abrió su navaja dejando ver la hoja metálica plateada. Entre jadeos entrecortados y su pecho apretado la empuño, las lágrimas no la dejaban ver del todo bien, pero aún así sabía que tenía que hacerlo. 

—Lo siento Cooper y Lila, pude haber sido una mejor hermana...— sollozó — me hubiera gustado conocer a Nathaniel— Thaily gimio mientras llevaba la navaja a su muñeca de forma temblorosa. No podía dejar de temblar—… Lo siento Steve, fu-fuiste un gran amigo… Perdoname Clint, fuiste un gran padre… te quiero mucho Nat— lloró tratando de ahogar sus sollozos en su garganta— Los amo… por eso hago esto

Thai suspiro, presionó la navaja contra su muñeca y mordió su labio, tenía que hacerlo, solo serían unos cortes, luego todo acabaría. 

"Okay, solo hazlo" se alentó dispuesta a cortarse, pero no podía, sentía el miedo en ella y estaba ansiosa " Vamos ¡Hazlo de una vez!" se gritó mentalmente

“ — No, no es cierto, Thai, no estas sola, por favor no digas que esto es todo ” Recordó a Steve

“ — Tu eres parte de esta familia y nada lo va a cambiar ” la voz de Clint

“ — El dolor te hace más fuerte ” a Natasha

“ — Y Thai… me alegra que estés de vuelta ” incluso Tony

“— Te extrañamos, Thai ” sus hermanos

“— no te voy a dejar hacerlo ”

“ — N-no puedes, no te dejaré ”

— Ya basta… — lloró cubriendo sus oídos. Era como escuchar susurros y recordar todo lo que perdería si lo hacía— Por favor solo hazlo— suplico, pero sentía que no podía, estaba aterrada— ¡Maldita cobarde! Ni para morirte sirves… — lloró llena de rabia consigo misma— Es por el bien de todos… tienes que hacerlo

Thai hiperventiló llena de miedo. No podía cortarse, tenía pánico y no estaba lista para hacerlo, aún tenía mucho por lo que luchar, muchas personas por las que levantarse y continuar, pero aún así estaba el gran terror de ser la condena de todos y también el de seguir sufriendo. 

»— … No puedo— balbuceo entre su llanto— N-no puedo, no puedo… — apretó la navaja en su mano cortando su palma y escondió el rostro entre sus piernas

“ a todos lo lugares que vayas, la destrucción ira contigo… el dolor siempre te perseguirá ” recordó y su llanto incremento

Thaily jadeó tratando de calmarse. La bañera tenía algunas manchas de la sangre que había salido de su mano ahora cortada, pero no era grave. Su corazón latía acelerado. Tenía que hacerlo, lo que había visto en su visión, no era ningún juego, ella había destruido todo y a todos, prefería por mucho morir ella, a que los demás lo hicieran por su culpa. 

Thaily limpió sus lágrimas con brusquedad e inhaló. Era hora de acabar con todo, pero le daba miedo que eso tardará demasiado, así que buscaría un método más rápido y sin que pudiera arrepentirse a medio camino. La pelirroja salió de la bañera, fue hasta su armario y de ahí sacó un arma, esta tenía un silenciador. 

"Si me voy a ir… lo haré a mi modo" pensó para salir de forma silenciosa al pasillo. La casa estaba oscura, no había ruido. 

Con el pulso en los oídos y temblando como una hoja, logró llegar hasta el porche. Había muchos recuerdos en aquel lugar. Ahí había charlando con Cooper y Lila mientras veían las estrellas, ahí había visto el amanecer cientos de veces, ahí había comido helado con Natasha… ahí cerraría los ojos por última vez

Thai se sentó en las escaleras del porche y vio el oscuro cielo iluminado por estrellas. Era una linda vista para morir

"Es hora… " pensó

— Cuando más temas, yo siempre estaré… — susurro con voz queda y ahogada debido a el nudo en su garganta. Metió el cartucho en el arma y cargo

Llevó una mano a sus labios y reprimió un sollozo, miro al cielo y las lágrimas se reflejaron con la luz de la luna. La noche era larga y muy fría, el sentimiento de soledad le calaba los huesos

»— cuando el miedo llegue a ti— continuó su intento de canto, pero su voz moría en el viento. Sus manos temblaban demasiado

No quería morir, tenía miedo, pero era lo mejor. Así dejaría de sufrir y todos dejarían de preocuparse por ella, ya no sería una carga y todo se volvería nada

»—cuando todo parezca os-oscuro— sollozo con labios temblorosos—, mira hacia el cielo… siente como el aire golpea tu rostro, ahí… ahí estoy yo— enrosco el silenciador en su arma. No quería provocar un escándalo con los niños durmiendo

Su respiración se volvió irregular y se hizo una ovillo negando. Se sentía una cobarde, no quería hacerlo, quería tener una vida… pero al parecer la vida no pensaba lo mismo

Tragó en seco y se sentó de nuevo con la espalda recta en el porche. No había vuelta atrás a menos que alguien llegara, pero ese no era un dulce cuento, era la realidad y era momento de afrontar que su existencia era una error desde el momento de la concepción

»— si te ves sola, solo cierra los ojos, siente tus latidos. Ahí también estoy… — sus manos empuñaron el arma pero temblaban como gelatina, su pecho se aceleró con la idea de dejar de respirar

»— Si sientes tus fuerzas fallar, solo tienes que sentir el sol sobre tu piel, el arrullo del mar y mirar al cielo azul… — enifó temblorosa. Su fin estaba cerca, pero encontró consuelo en que dejaría de sentir dolor, solo le esperaba paz…— ahí también estoy…— quitó el seguro del arma y la llevó debajo de su barbilla— Ves las aves volar, su dulce trino cantar, nunca lo olvides— tragó pesado y relamió sus labios. Tenía el sabor salado de sus lágrimas

Ya no más dolor, ni miseria, no más ataques, solo paz… Dejar de sentir por siempre. Los amargos recuerdos se irían, su pasado dejaría de torturarla, pues no la podría seguir después de la muerte, solo iba a descansar

— Ahí también estoy… ahí siempre estaré— respiró hondo y su dedo se colocó en el gatillo— lo siento, pero la noche es muy larga…— apretó los labios y cerró los párpados con fuerza

Era hora, sería libre al fin

— Thai… 

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Ojalá puedan ver el amanecer después de esta larga noche. Yo, demasiado impaciente, me voy antes de aquí

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Si me necesitas
Quieres verme
Será mejor que te apresures
Porque me voy pronto

Lo siento, no me puedes salvar ahora
Lo siento, no sé cómo
Lo siento, no hay otra salida 
A no ser caer

Llama a mis amigos y diles que los quiero
Y que los voy a extrañar
Pero no estoy arrepentida
Lo siento

Listen Before I Go - Billie Ellish

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