➹ Capítulo Sesenta
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Chandelier- Sia
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Budapest
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— Y… es aquí— mostró un hombre moreno a la pelirroja dejando ver una casa de seguridad
Thaily barrió el lugar con la mirada mientras liberaba suavemente el humo de su cigarro de sus labios
»— Tengo que admitir que en la llamada te escuchaba mayor… — no pudo evitar comentar Mason
Thaily soltó una ligera risa fría
— ¿Te sorprende mi edad o que soy una fugitiva alterada altamente peligrosa ex-vengadora? — inquirió con algo de sorna
— Lo de fugitiva no me molesta, pero lo que sí me preocupa algo es una menor de edad con un arsenal de armas para ella sola… aun más lo de sola— recalcó
— No te pago para que te preocupes— le restó importancia mientras entraba al departamento solo y descuidado hacía la cocina seguida de Mason— además… no necesito un arsenal de armas
— ¡Oh! Vaya que eso lo sé, pero eres una chica sola… — insistió el moreno— tal vez un amigo te vendría bien
— Ya me equivoqué en confiar en las personas una vez— murmuró Thaily mientras destapaba una botella de vodka para darle un profundo tragó dejando patidifuso al moreno— estoy mejor sola…
— ¿Todo esto es por los Vengadores? Escuché que se divorcian— insistió en hablar
Thaily alzó las cejas
— Es aún peor que un divorcio, todo se desmoronó y nos cayó encima como piedras— murmuró con la mirada perdida soltando el humo blanco de tabaco en un suspiro— pero bueno, nada dura por siempre
— No creo que estés completamente sola… debe haber alguien por ahí— intentó animar Mason
— ¿La voz de mi cabeza cuenta? — alzó la ceja
La cara del moreno se volvió blanca al escuchar lo de la menor. Thaily se rió de Mason mientras le daba otro trago a su botella
»— Ya tuve una terapeuta, tú eres un contratista privado, así que por que no me muestras lo que tienes para mí— pidió con autoridad, después de todo le estaba pagando para ello
— Ci-cierto— volvió a su trabajo Mason— tienes un equipo de software, suficientes papeles para al menos unas diez identidades falsas, tu motocicleta está abajo— enumeró mientras dejaba las llaves en la mesa— hay armas escondidas por todo el lugar y sistemas de escape en las luces— señaló— si tienes que huir, solo jalas esta palanca— mostró un especie de interruptor en la pared
— Bien— asintió mientras veía sus pasaportes con su foto
— Me tomé la libertad de poner que eres mayor de edad— señaló Mason
— Eso es de gran ayuda, gracias— asintió con una pequeña sonrisa la menor, más la sonrisa no llegó a sus fríos ojos
El celular del moreno sonó
— Otro cliente… — murmuró mientras veía la pantalla de su celular— debo irme
Thaily solo asintió sin emoción
Masón cerró la puerta dejando a Thaily sola en su departamento.
Thaily enfocó sus ojos verdes en la pared con marcas de flechas y sintió su corazón hundirse en el ácido de su estómago. En esa casa de seguridad habían estado Clint y Natasha hacía años. Nunca supo que había pasado exactamente en Budapest y la verdad es que por el momento no le importaba, solo quería olvidar a todos y todo.
Ahora estaba sola.
Destapó otra botella mientras mantenía un cigarro presionado entre sus labios
La música resonaba fuerte dentro del pequeño departamento mientras ella bailaba con la botella en su mano. Lo único que tenía puesto era una blusa para dormir de tirantes y unos shorts minúsculos
Thaily giró rápido bailando de manera desordenada en su departamento aún más desordenado
I’m gonna swing from the chandelier
From the chandelier
I’m gonna live like tomorrow doesn’t exist
Like it doesn’t exist
I’m gonna fly like a bird through the night
Feel my tears as they dry
I’m gonna swing from the chandelier
From the chandelier
Thaily se empino la botella de Vodka mientras bailaba
— ¡Amo esta canción! — exclamó algo ebria, pero no demasiado
Ella le había dicho que tomará un tiempo de duelo. Tenía que hacerse a la idea de que estaba sola y por ello debía tratar de encontrar la forma de seguir por su cuenta
Así que una noche ebria tal vez ayudaría un poco.
Era la primera vez en su vida que estaba sola, que tendría que ver por sí misma y abrirse paso sin contar con nadie. La idea sonó aterradora en un principio, pero la verdad es que a partir de ahora estaba por su cuenta. No importaba cuántas vidas inventara, no importaba cuantos pasados fingiera tener. Nadie la volvería a lastimar y a pisotear de esa forma.
Thaily se dejó caer al sofá muy mareada por el alcohol que había bebido mientras veía el techo de manera distante. Liberó el humo y suspiró. Era hora de dejar a sus demonios atrás, el pasado en el pasado. Ya no habría remordimientos. Era hora de que todos vieran a una nueva Thaily.
No estaba bebiendo para olvidar ¡No! Estaba festejando su nueva libertad.. O al menos estaba tratando de convencerse de eso con cada tragó de alcohol
Esa iba a ser una larga noche sola…
El sol dando en su cara la hizo despertar de poco a poco con la sensación de la garganta seca y un punzante dolor de cabeza.
Thaily se quejó mientras se levantaba del incómodo sofá causando que varias botellas de licor rodarán por el suelo en el proceso
Estaba hecha un desastre
— Mierda— maldijo mientras caminaba hacía la cocina sosteniéndose las sienes
¡Ese era un gran comienzo! Solo le faltaba terminar en algún callejón ebria
Thaily se sintió idiota al emborracharse de nuevo, aun más con la horrible resaca. Su dolor de cabeza aumentó cuando vió el desastre que era el departamento.
— Día de limpieza— suspiro
Después de haber comido algo y limpiar exhaustivamente conforme a su gusto, revisaba las armas y se aseguraba de que las municiones estuvieran en su lugar mientras veía TV
La verdad es que no estaba poniendo mucha atención, solo quería algo de ruido a su alrededor.
Thaily se quedó quieta y se puso de pie descalza al escuchar un pensamiento acercarse. Podía escuchar un montón de pensamientos sin principio ni fin, además de una gran culpa idéntica a la que ella sentía a veces.
Thaily apagó la TV y las luces y se aseguró de tener su arma consigo. No pasó mucho cuando una rubia de ojos verdes oliva entró con su arma en alto inspeccionando el lugar con cautela, que para ser de día se encontraba casi a oscuras por las cortinas bloqueando la luz.
Thaily la observó en silencio mientras se movía con sigilo en las sombras.
Yelena abrió la cortina una vez sintió que el lugar estaba vacío. Dejó un extraño paquete en la mesa de la cocina y fue cuando notó una taza humeante de café
Yelena, alerta, quiso tomar su arma pero esta se alejó sola de su mano. Las cortinas y ventanas se cerraron solas al igual que las puertas quedando de nuevo a oscuras. Lo que más la hizo encogerse en su lugar fue cuando los cuchillos y su misma arma le apuntaban levitando en el aire al parecer por sí solos
—… carajo— maldijo Yelena alzando las manos sin saber qué más hacer
"Camina despacio" ordenó una voz que escuchó en su cabeza haciéndola ver a todos lados alerta. No había nadie
— Y-yo… creí que el lugar estaba solo— trató de justificar la viuda mientras avanzaba lentamente hacía la sala vacías y oscuras con los objetivos siguiéndola de cerca
"Lo note" respondió de forma telepática observando a Yelena
— No era mi intención molestarte… extraña voz de mi cabeza… si me dejas, me iré, solo tomaré-
"Quieta" detuvo Thaily acercando un cuchillo peligrosamente al rostro de la de ojos oliva al ver que quería tomar el paquete de la mesa
— Okay, okay, okay… no me muevo— retrocedió buscando poner distancia entre el cuchillo y ella— ¿No te han dicho que recibir a personas con un cuchillo es de mala educación?
"¿Y a ti no te han dicho que entrar a hurtadillas a un departamento ocupado con un arma en alto es de mala educación? " contraatacó provocando que Yelena entre cerrará los ojos
— Touche…
Yelena miraba a todos lados buscando a la dueña de esa voz femenina en su mente, pero no lograba verla
»— ¿Qué eres… ? — quiso saber
— Aquí la que hará las preguntas soy yo… — susurró tras ella
Yelena se sobresaltó y solo vió venir un ligero hilo de luz naranja llegar a su cabeza provocando que apretara los párpados y quedará en trance
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Ohio
1995
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Una pequeña rubia de seis años se columpiaba sola cuando un silbido la hizo sonreír. Yelena respondió el silbido de la misma forma e hizo un arco con su cuerpo en el, y una pelirroja con mechas azules mayor a ella la imitó
— ¡Estamos de cabeza! — sonrió Yelena a su "hermana"
— Apuesto a que tu te vas a caer primero— sonrió la pelirroja
— No, tú primero
La mayor soltó un ligero gruñido por el esfuerzo sin dejar de sonreír
— Ya casi te caes… — murmuró para proceder hacer muecas haciendo que Yelena cayera
— Te dije que caerías primero, ¡Te lo dije! ¡Te lo dije! — canturreo la pelirroja corriendo por el lugar siendo seguida por Yelena hasta que cayó en un descuido
El raspón en la rodilla de la menor de las hermanas ardió provocando un ligero llanto en la rubia, causando que todo rastro de diversión se borrará del rostro de Natasha
— ¡Mami! — llamó Yelena entre pequeños sollozos mientras trataba de ser consolada por su hermana
Una mujer de cabello negro respondió a los llamados de la menor viéndose preocupada
— Nat, ¿Qué le pasó? — interrogó la mayor
— Se raspo la rodilla…
— Aww, ¿te lastimaste la rodilla? oh… le daré un beso— susurró la mayor tratando de calmar a la pequeña Yelena— Ya quedó… — sonrió mientras limpiaba las mejillas de la rubia— ya esta bien, pequeña, arriba, ya estas bien… ven— ayudó a levantar— eres muy valiente, el dolor solo te hace más fuerte
Melina ayudó a Yelena a ponerse de pie mientras veía a Natasha
»— ¿Verdad?
— Si— respondió Natasha columpiándose
Yelena ya había dejado de llorar y sus ojos se enfocaron en el bosque, al ver las luces de las luciérnagas sus ojitos brillaron con emoción
— ¡Mira! ¡Estrellas del bosque! — nombró feliz la rubia
— Si, ¿te cuento algo? — se inclinó sobre sus rodillas Melina— en realidad son parte de la familia de los lampíridos
Natasha se acercó a Melina mientras observaba a las luciérnagas volar
»— Y esa luz, la luz que irradian, esa proviene de una reacción química llamada… Bioluminiscencia— susurró de forma cómplice hacía Yelena— Ya, vamos a cenar
— ¿«Biogumificencia»? — trató de repetir Yelena
— Bioluminiscencia, eso dije— corrigió Melina a la menor mientras Natasha permanecía viendo el bosque— ¡A cenar! ¡Ven, se va a enfriar amor! — llamó Melina a Natasha
— Quiero macarrones con queso— pidió Yelena ya dentro de la casa
— ¿Macarrones con queso? Okay, pues yo quiero caviar y Champaña... Trae las servilletas, gracias
Las niñas ayudaban a poner la mesa a Melina cuando un hombre llegó a la casa con rostro sumamente serio
— ¡Llegó su padre! — anuncio Melina a las niñas
Natasha se sentó en la mesa donde ya comía Melina siendo seguida de Alexéi, que tenía una mirada sería que Melina notó
— ¿Todo está bien? — indagó la pelinegra
Alexéi no respondió, solo permaneció con rostro serio
— ¿Y cómo estuvo su día? — pregunto falsamente interesado para que las niñas no sospechaban de la reciente tensión
— mami me habló de los insectos lámpara— contó feliz Yelena
— Insectos lámpara, wow…
Melina y Alexéi salieron de la cocina mientras Yelena seguía contando su día sin notar el ambiente volverse helado y tenso a su alrededor. Pasaron unos cuantos instantes cuando Melina y Alexéi volvieron a la mesa
— Niñas, algunas vez les dije que tendríamos una super aventura— sonrió el varón a sus "hijas"— pues hoy es el día
— ¡Si! — Yelena fue la única que festejó sin saber que su vida estaba por cambiar
— Muy bien, vámonos— ordenó Alexéi siendo seguido de inmediato por Yelena
El hombre sacó su arma pero en el apuró las balas cayeron al suelo siendo recogidas de inmediato por la pequeña Yelena
— Gracias…
— No tengo mis zapatos— dijo la niña
— Déjalos, no creo que los necesites
— Pa, tengo hambre…
— ¿A si? Adivina, tengo barras de frutas en el auto— susurró Alexéi
Yelena entró primero al auto y después Natasha se le unió. No entendía por qué los mayores se veían tan ansiosos y su hermana estaba tan callada y triste. Podía notar como Natasha veía de manera distante la ventana mientras se alejaban de casa
— ¿A dónde vamos? — quiso saber Yelena
— A casa… — respondió Melina
— Mami no es cierto, ya salimos de ahí
Pasaron unos cuantos minutos en un gran silencio, hasta que Yelena lo rompió
»— Quiero mi canción— pidió
Alexéi de inmediato reprodujo lo que pedía la rubia. Yelena comenzó a cantar la canción y el ambiente se relajó notablemente. Yelena era la única que no sabía a donde le esperaba llegar. Apenas llegaron a lo que parecía un pequeño aeropuerto de avionetas, Melina las ayudó a bajar de manera apresurada
— Ven, Yelena, date prisa— apuró Melina
La pequeña rubia seguía a Melina de cerca
»— Cinturones niñas— ordenó Melina mientras tomaba asiento en el lugar del piloto
— ¿Por qué papá no está en la avioneta?
— Ya viene, mi amor, ya viene— trató de calmar Melina
Alexéi desde afuera despejó el camino cuando unas sirenas se escucharon en dirección hacía ellos. Yelena escuchó disparos mientras la avioneta ganaba velocidad
— ¡Pa! — exclamó Natasha viendo por la ventana como su padre subía al ala de la avioneta mientras disparaba
Natasha hizo a Yelena agacharse cuando las balas fueron en su dirección, incluso una le dió a Melina cansando que la avioneta perdiera un poco de control. Melina vió a la mayor de las niñas tratando de ocultar lo mayor posible su dolor
— Te necesito aquí conmigo
Natasha de inmediato se pasó al lado de una herida Melina tomando el control de la avioneta
»— Okay, quiero que gires a la derecha— ordenó entre jadeos
— Ma, estas sangrando mucho del brazo— señaló temerosa Natasha
— No es nada, mi amor
Yelena veía temerosa como Alexéi estaba aún en el ala de la avioneta mientras trataba de hacer que el auto que los seguía desviarse. Natasha jadeo con miedo al ver más autos ir directo a ellos en la pista
»— Ahí está el acelerador, Nat
Natasha de inmediato lo tomó e hizo que la avioneta fuera más rápido. Un gritó escapó de la garganta de las niñas mientras veían cómo las balas impactaban contra la avioneta
»— ¡Sigue en línea recta! ¡Tienes que elevarte a cincuenta y cinco nudos!
Yelena cubrió sus oídos mientras escuchaba las balas impactar contra ella
»— Contemos juntas…
— 45… 50… — La voz de Natasha tembló mientras seguían el camino a pesar de que iba directo hacía las balas
En eso Alexéi logró hacer que uno de los autos volcara llevándose al otro de encuentro
— ¡Elevalo Natasha! ¡Atraelo a ti con fuerza! — instruyó Melina
Natasha suspiro entre jadeos viendo que por fin estaban a salvo de las balas y todo el caos mientras despegaban
Su alivió aumentó cuando vió a Alexéi aún estar en el ala de la avioneta
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Cuba
1995
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Alexéi bajó a una pálida y débil Melina mientras las menores lo seguían con lágrimas en los ojos. Dejó a Melina en una camilla y Yelena no esperó a ir con su madre a refugiarse en su pecho mientras mantenía cerca un pony de juguete
— Levántate mami, el dolor te hace más fuerte, ¿Recuerdas? — lloró Yelena
— Prosti menya mama, ya boyus «perdoname mamá, tengo miedo»— admitió Natasha
— No permitas que roben tu corazón. .. — susurró Melina apenas
Los hombres apartaron a las niñas con algo de brusquedad para subirla a una de las camionetas y darle atención médica
— ella va a estar bien— aseguró Natasha a Yelena mientras la mantenía cerca
— Mami...— hipo Yelena
Sus ojos oliva vieron a Alexéi y corrió descalza hacía él
— ¡Papi! ... ¡No! ¡Papi! — forcejeó al verse detenida por uno de los hombres de Dreykov
— ¡Papi! — llamó Natasha
— ¡Papi!
— ¡Dejenla en paz! — bramo Natasha desarmando al hombre que tenía a Yelena y le apuntó mientras la mantenía alejada de los demás— ¡No la toquen! Budu strelyat'! «¡Voy a disparar! »¡No la toquen! ¡Los voy a matar a todos! Budu strelyat'! «¡Voy a disparar! » Ne trogay yego! «¡No la toquen! »— amenazó manteniendo a Yelena protegida
— Hija— llamó Alexéi— tienes que entregarmela
Natasha bajó lentamente el arma sin soltar a Yelena
— No quiero ir otra vez ahí— negó con lágrimas en los ojos— quiero seguir en Ohio… N-no te la lleves… no lo hagas… solo tiene seis… — suplicó
— Y tú eras más joven— murmuró Alexéi quitándole el arma a la pelirroja— Tranquila, ven— alentó arrodillándose a la altura de las menores— las dos van a estar bien— susurró seguro dejando un beso en la sien de Yelena— ¿Les digo como es que lo se? Es que mis niñas, ¡son las niñas más rudas de todo el mundo! — dijo orgulloso el rubio— ahora las dos van a cuidarse entre ustedes, ¿Okay? Y verán que todo, todo va a salir muy bien— fue lo último que escucharon antes de caer inconscientes
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Sus ojos verdes veían a la rubia dormida en el sofá. Su mente trataba de procesar que es chica era "hermana" de Natasha, la misma Natasha que era su madre, la misma Natasha que le había mentido descaradamente por años, la misma Natasha que buscaba odiar y olvidar
¡¿Por que simplemente la vida la odiaba?! Parecía que siempre iba tras ella buscando verla caer
Thaily enfocó sus ojos esta vez en el paquete que traía Yelena consigo. La viuda había sido liberada gracias a esas cápsulas brillantes rojas que traía con ella. Yelena también era una viuda. Y ella que había creído que la Habitación Roja había caído. Otra de la mentiras de Natasha
Thaily resopló volviendo sus ojos a la inconsciente Yelena. No era una amenaza, y sentía un profundo sentimiento de empatía con ella -aún sin usar sus poderes.
Yelena había sido doblegada y había vivido por años sin voluntad. Buscaba liberar a las otras viudas y al mismo tiempo descubrir que parte de ella era real y cuál la que la Habitación Roja había creado. Inhalo con profundidad y liberó a Yelena de su manipulación para que despertara después de estar paseando por su dividida mente.
Thaily la dejó ahí mientras iba a su refrigerador por una cerveza y la destapaba
Yelena apretó los párpados mientras abría lentamente los ojos desorientada.
— Ouh… ¿Qué… ? ¿Qué me hiciste? — quiso saber escuchando ruido en la cocina
— Nada grave, solo buscaba respuestas, y saber quién eras— respondió sin mostrar demasiada importancia mientras buscaba algo para comer
Yelena frunció el ceño mientras iba al comedor notando a la pelirroja hacer no sabía qué cosa en la cocina. Cuando por fin identificó a la chica, su rostro se volvió blanco mientras abría y cerraba la boca sin saber qué decir
»— ¿Quieres algo de beber? Tengo agua, jugó, refresco, cerveza, café, tequila, vodka…
— Eres la Fénix… — logró decir aún sin procesarlo Yelena
La pelirroja giró a darle la cara a una consternada Yelena
— Así me llaman— afirmó con un asentimiento
— Eres una Vengadora
— Era— corrigió— no se si has visto las noticias, pero eso se acabó
— De todos los lugares a los que pude ir me vengo a topar contigo— pensó en voz alta Yelena
— Si… no tengo mucha suerte— torció el gesto Thaily mientras sacaba un pequeño Bowl con macarrones con queso y lo dejaba en la mesa
Yelena le dió una corta mirada a la comida y luego volvió sus ojos a Thaily
»— adelante, come— invitó
Yelena dudo pero si tenía hambre, aún sin bajar la guardia comenzó a comer. Thaily se sentó frente a la rubia que no despegaba sus ojos de ella.
— ¿Por qué no me asesinaste?— inquirió Yelena desconfiada
Thaily soltó una risa algo ácida
— No soy una asesina a sangre fría como lo pintan en las noticias
Yelena siguió comiendo, pero al recordar las cápsulas con el gas, giró alarmada en todas direcciones
»— Tranquila, están a salvo— trató de tranquilizar— Eres una viuda…
Yelena se enderezó en su lugar y asintió con sus labios presionados en una fina línea
— ¿Lo viste en mi mente?
— Si… y además reconocería ese instinto de ver sobre tu hombro todo el tiempo donde fuera. Lo se muy bien, yo también lo tengo— murmuró mientras de daba un sorbo a su cerveza
— Eres una viuda… — concluyó Yelena soltando una risa algo escéptica— lo sospeche pero… nunca supe si era verdad
Thaily afirmó mientras colocaba sus manos sobre la mesa
— Háblame de la Habitación roja— pidió Thaily volviendo su semblante serio
Yelena se recargo en el respaldo de la silla mientras se cruzaba de brazos
— Creí que sabías sobre ello, después de todo tu creciste ahí— indagó queriendo saber más de la chica pelirroja qué se le hacía familiar más allá de verla en la TV
— Escape… y cuando me uní a SHIELD me dijeron que había caído gracias a la información que proporcione… pero solo fue otra mentira— lo último lo susurró con odio
Yelena notó como el departamento parecía vibrar y temió por ella. Por lo que sabía de la chica frente a ella, era inestable
— ¿Creíste que la Habitación Roja había caído? — inquirió sin creerlo Yelena
— Eso me dijeron… Romanoff en persona me lo afirmó— su voz salió con frialdad
Yelena pareció interesada cuando mencionó el apellido de Natasha
»— Así que tú y ella… se conocieron
Yelena afirmó de manera titubeante
— Fue hace mucho
La lengua de Thaily golpe la cara interna de su mejilla mientras observaba a Yelena comer inmersa en sus pensamientos
— Cuando yo escapé… me habían sometido psicológicamente. Si hubiera sabido que la Habitación Roja seguía en pie, yo… — Thaily suspiro mordiendo su labio
El saber que el monstruo que la atormentó de niña seguía por ahí le ponía los vellos de punta
»— Lo siento…
Yelena asintió de manera distante
Un silencio algo pesado se instaló entre ambas, pero era por sentirse mal consigo mismas mientras revivian lo que ese lugar les había hecho, en lo que las había convertido. Thaily podía sentir el remordimiento de Yelena por la viuda que había asesinado
— Es horrible ¿verdad? No tener poder sobre ti misma, ser una marioneta que solo vive para obedecer— susurró Thaily con sus ojos perdidos— es como estar en una caja… sin saber qué parte tuya es real…
Yelena asintió con un nudo en su garganta tratando de no llorar
— Si… y como yo hay muchas viudas que están doblegadas, sin voluntad…
Thaily tomó aire y vacío de un solo tragó toda la cerveza en su garganta
— ¿Y qué planeas hacer? — quiso saber Thaily
Yelena pareció pensarlo
— Planeaba buscar ayuda… no lo sé, tratar de liberar a las otras— se alzó de hombros sin estar muy segura
Thaily asintió apretando los labios
— ¿Ayuda de quien?
— No tengo idea…
Yelena soltó una risa y Thaily también
»— Estoy sola
— Yo también estoy sola— se alzó de hombros Thaily
— ¿Y qué hay de los vengadores? ¿tus amigos los súper fuertes? ¡Tu eres súper fuerte! — señalo Yelena con una sonrisa
Por alguna extraña razón sentía que conocía a Thaily, además de que también habia vívido parte de lo que la Habitación Roja había hecho en ella
»— Haces esos brillitos…
Thaily se rió al escuchar cómo había llamado a sus poderes
— ¿Hablas de mi telequinesis?
— ¡Eso! — asintió Yelena— Siempre quise saber como obtuviste eso— confesó de manera casi infantil
— HYDRA experimento conmigo— resumió Thaily con una mueca
Yelena dejó de sonreír y la vió algo apenada
— Lo lamento…
— Yo también lamento lo que la Habitación Roja te hizo… sé lo que es… más de lo que crees— sonrió con tristeza Thaily
— No tengo idea de que hacer… — arrugó el gesto Yelena— soy yo sola contra una organización de asesinas sometidas químicamente
Thaily pareció pensarlo
— Tal vez no estamos del todo solas… tal vez Na-... Romanoff sepa más que nosotros— corrigió carraspeando— ella ya "derribó" la Habitación Roja una vez, tal vez sepa como hacerlo de nuevo
— No lo creo— negó Yelena— nos dejó atrás… nunca me buscó, no creo que venga
Thaily se sintió muy identificada con el sentimiento de Yelena de abandono
»— Pero si tú le dices… son compañeras, ¿No?
Thaily soltó una risa que carecía de diversión
— Por lo que conozco a Natasha, ella nunca ve hacía atrás ni lo que deja en el camino— musito con ojos vacíos— me debe una gran explicación…
Yelena pareció desanimada por la información de Thaily y jugó con la comida en su recipiente mientras veía a la pelirroja
— Tu ya indagaste en mi vida y mente, creo que ahora es mi turno, ¿Quien es la Fénix? Además de la Vengadora que puede lanzar a Hulk por los aires sin esfuerzo
Thaily sonrió con algo de tristeza
— Creía que tenía un concepto de mi misma, que por fin sabía quien era… mi vida ha ido a la deriva desde los doce… — narró de manera distante
Arrugó el gesto mientras sostenía el cuello de su botella vacía
»— No sé si soy una viuda, un soldado de HYDRA… o una Vengadora, estoy tratando de descubrirlo— murmuró inmersa en sí misma— estoy tratando de dejar mis sombras atrás
— Lo entiendo… — afirmó Yelena— yo estoy tratando de saber que parte de mi es la verdadera, y cuál es la que la Habitación Roja metió en mí… ni siquiera sé si son diferentes
Thaily asintió sintiéndose de alguna manera muy comprendida. Era como ver su vida en otra persona. Una parte de ella temía confiar, pero al saber lo que Yelena había pasado le hacía sentir tranquila de cierta forma
— Yo creo que nuestro pasado influye mucho en lo que nos convertiremos, pero no lo define…
Yelena asintió dándole la razón, eso era cierto, no dejaría que la Habitación Roja definiera su vida, ya no más
»— Lo único bueno de esto es que no sé qué haré mañana, ni que veré… ¡Soy un ave libre con sus propias alas para ir a todas partes!
Yelena sonrió sintiéndose completamente identificada y sus ojos oliva brillaron casi como una niña emocionada
— ¡Cierto! ¡Por primera vez tengo él control de mi propia vida!— afirmó Yelena mientras Thaily sentía toda su emoción y éxtasis— es aterradoramente emocionante…
— ¡Oh! ¡Lo entiendo! ¡El hecho de qué no sabrás a qué harás mañana!
— ¡O a quien conocerás!
— ¡A dónde irás!
Ambas asistieron emocionadas entendiéndose completamente la una a la otra. Ambas rieron al unísono algo aliviadas de tener alguien con quien hablar de ello
»— Brindemos por ello— sonrió Thaily mientras se ponía de pie y sacaba otro para de cervezas del refrigerador
— ¿Qué edad tienes? — no pudo evitar preguntar Yelena al ver como Thaily destapaba las botellas
— Dieciséis— contestó simple dejando la botella frente a Yelena
— Eres menor, no deberías beber— alzó una ceja sin dejar de sonreír Yelena
— Hice demasiadas cosas no aptas para mi edad
— Ya lo creo— sonrió inflando las mejillas Yelena sin borrar su sonrisa— ví tus videos de cuando tenías unos… ¿trece? ¿Catorce?
Thaily soltó una ligera risa
— Doce— corrigió Thaily
Yelena alzó las ceja impresionada
— Woah… al menos tu lograste escapar y tener una vida, no todas corrieron con suerte
— No creo que sea suerte— negó Thaily— pero… creo que tengo una idea… tal vez, solo tal vez… Natasha logré saber que hacer con esas cosas
— No creo que venga— negó de inmediato Yelena
— Yo tampoco, por eso digo que se los envíes
Yelena pareció pensarlo. No sonaba tan mal. Natasha podría tener mejores medios para enfrentar a la Habitación Roja que ella misma.
»— Tal vez con un pequeño mensaje— añadió Thaily deslizando la tira de fotografías de una pequeña Yelena y Natasha
Yelena sostuvo la foto y pasó su pulgar con algo de melancolía por las fotos
— Okay… tal vez no se tan mala idea— Aceptó Yelena
Ambas ojiverdes chocaron su botella de cerveza con una sonrisa. Ninguna tenía ánimo de estar sola realmente
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Towards The Sun-Times Rihanna
Voltea tu cara hacia el sol
Deja que las sombras caigan detrás de ti
No mires atrás, solo sigue
Y las sombras nunca te encontrarán
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PRIMER CAPÍTULO DE BLACK WIDOW~
Amo la relación entre Thai y Yelena, y espero que ustedes también la amén
Habrá reencuentro familiar pronto~
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