➹ Capítulo Ochenta y Siete
- ¡Mami! ¡Papi! ¡Despierten! - brincó Helena de cuatro años sobre la cama de sus padres para al final dejarse caer en medio de ambos
- Helena... es muy temprano- se quejó Thai cubriéndose la cara con la almohada
- ¿Por qué no duermes un poco con nosotros? - sugirió Steve abrazando a su hija con unos rebeldes mechones rubios cubriendo su rostro
- ¡Pero hoy veremos a mamá Nat!- insistió Helena sin querer volver a dormir
- Cariño, mami tiene sueño- dijo aún muy adormilada la pelirroja con los ojos cerrados
- Tengo hambre- murmuró Helena sentándose en la cama
Thaily gimió ante la insistencia de su hija
- Okay cariño, ve a cambiarte la pijama, iré yo a hacerte el desayuno, ¿Que quieres? - interrogó Steve a su hija peinando sus rebeldes hebras rubias
- Quiero Hot Cakes
- Bien, te haré Hot Cakes
La mirada verdosa de Helena brilló saliendo con rapidez de la cama ante la mirada divertida de su padre
»- Duerme otro rato, yo la mantendré entretenida- susurró Steve a Thaily que aún tenía la cabeza escondida entre las almohadas
- Te amo tanto
Steve salió de la cama yendo a ver que su hija no hiciera algún desastre o travesura mientras su esposa se quedaba en cama otro rato
La ojiverde solo sonrió cuando estuvo sola el la habitación, sabía que no podría volver a dormir, pero eso no significaba que no quería un rato a solas
Habían sido casi cuatro años bastante rápidos para su gusto, Helena estaba por entrar al pre-escolar y estaba considerando seriamente a educarla en casa debido a sus poderes que no eran tan estables. Su hija había crecido tan rápido y sinceramente no le gustaba, era su bebé y siempre sería su bebé
Thaily soltó una pequeña risa al escuchar el ruido en la planta baja. Steve tal vez buscaba que descansará un poco pero sabía que el rubio no estaba precisamente cómodo en la cocina y podía ser muy caótico en ella.
Después de cambiarse y peinarse bajo a la cocina donde encontró a su esposo bastante atareado con un desastre en la cocina, un mandil rosado y un hoja con un dibujo extraño pegado a la espalda
- ¿Qué le haces a mi cocina, Rogers?
El ojiazul de inmediato giró para encontrarse con la pelirroja, pero apenas lo hizo Thaily contuvo una carcajada. Steve tenía una corona rosa hecha de papel en la cabeza, con lo que se suponían eran diamantes dibujados
»- ¿Que se supone que eres?
- Oh... - Steve se quitó la corona de la cabeza- esta mañana soy el hada de los panqueques, ¿ya viste mis alas? - señaló su espalda con el dibujo pegado
Thaily solo rió tratando de no hacer una mueca por el desastre
- Te vez tierno- afirmó la pelirroja- al menos esta vez no te pidió que te maquillaras
- Ni me lo recuerdes, esa cosa con brillitos es muy difícil de quitar
La pareja rió ante las ocurrencias de su pequeña hija, una que por cierto Thaily no escuchaba ni veía por ningún lado, de cierta forma eso alarmó a la ojiverde
- ¿Helena? - llamó Thai pero no recibió respuesta- iré a buscarla. No destruyas mi cocina- advirtió antes de desaparecer por la puerta trasera de la casa
Helena era una niña un poco desastrosa, pero no era culpa suya, sus poderes eran inestables y cualquier cosa a su alrededor peligraba con el simple hecho de emocionarse demasiado, algo que era inevitable en una pequeña niña de cuatro años.
»- ¿Lena? - llamó de nuevo recorriendo el enorme jardín a los límites del bosque con la mirada
Thaily entrecerró los ojos al escuchar solo un sospechoso silencio, por los que caminó hacia la cerca que dividía su jardín del de los Barton aún buscando a su pequeña hija, así que usó su infalible arma secreta. Thaily hizo un pequeño pero muy fluido silbido que se perdió en el silencioso viento, sin embargo, ese mismo silbido tuvo una respuesta causándole una sonrisa
Atravesó el cercó caminando en dirección hacia donde escuchó el otro silbido, y fue cuando vio la melena rubia de su hija agitarse con sus pasos y automáticamente sonrió
- Mira mami- corrió Helena hacia su madre con algo bastante grande que seguramente había encontrado en su "exploración"
Thaily se acuclilló para quedar a la altura de la rubia con una pequeña sonrisa y una mirada algo curiosa
- ¿Otra vez estuviste en casa del abuelo Clint?
- Si, y mira, ¡encontré esto! - exclamó emocionada moviendo un arco de arriba a abajo con sus ojos verdes brillando
Las líneas bajo los ojos de Thai se profundizaron al ver el viejo arco con el que ella y Clint practicaban en sus tiempos libres, incluso Lila había practicado con él
A Thai le dolía más que nunca ver cosas de la familia Barton desde que se enteró que su padre adoptivo seguía vivo... y que jamás había hecho contacto con ella en cinco años
»-... ¿puedo aprender a usarlo?
Thaily parpadeo procesando la petición de su hija, apretó los labios y se obligó a no dejar que los recuerdos de Clint le afectarán
- ¿Quieres aprender a usar el arco?
- ¡Si! ¡Así como tu y el abuelo Clint! ¡Y también a hacer piruetas y poses como tu y mamá Nat!
Thaily solo rió ante las ocurrencias de su pequeña hija
»- Ya hasta sé hacer esto, ¡Mira! - y Helena hizo un arco de forma rápida y precisa sobre el césped ante la mirada enternecida de su madre
- ¡Wow! Aprendes rápido mi pequeño pájaro- felicitó Thaily- ¿Desde cuando lo haces?
- Desde esta mañana, aprendí a hacerlo sobre mi cama- dijo aún de cabeza
- ¡Muy bien, cielo!
La pelirroja también hizo un arco quedando cara a cara con su hija
»- ¡Ahora ambas estamos de cabeza!
- ¡Si! - festejó Helena
- ¿Sabes? Apuesto a que tu te caerás primero
- No es cierto
- Si... ya casi caes- insistió al ver las manitas de la pequeña tambalearse ante el peso un poco
- ¡Nop!
- ¡Si!
Thaily arrugó la nariz e hizo algunas muecas que distrajeron a Helena, quien rió y al final cayó aún riendo
- ¡Mami hiciste trampa!
Thaily solo se dejó caer en el césped en un pequeño suspiro
- Tienes que darme ventaja, mami ya está algo oxidada, vieja... me quedaré sin dientes y tú tendrás que cuidarme- dramatizó arrugando el rostro como si ya fuera una anciana- ¿Cuidaras a mami cuando esté vieja?
- No- respondió Helena aún acostada en el césped con sus ojos fijos en los de su madre
- ¿Por qué no?
- Por que tu no te harás viejita- habló con bastante seriedad la rubia- Tú serás joven por siempre y te quedaras conmigo
Thaily sonrió enternecida ante las palabras inocentes de su hija, se sentó y alentó a su hija a sentarse frente a ella
- ¿Si? ¿Entonces no voy a envejecer?
Helena negó con seguridad cruzándose de brazos
- Nop, tu siempre vas quedarte conmigo
Thaily solo rió besando la frente de su hija mientras peinaba sus rebeldes cabellos rubios
- Vayamos con papá antes de que se vuelva loco con el desayuno- alentó Thai poniéndose de pie tomando la manita de su hija, que no tomó su mano sin antes recoger el arco
- ¿Entonces si puedo aprender a usarlo?
- Primero hay que preguntarle a papá si te deja. Ya sabes como es
Helena y Thaily entraron a la cocina que olía bastante agradable por el desayuno, aún así había montón de trastes sucios en el fregadero y la isla de la cocina estaba llena de harina
- Mira papá, ¡Es el arco del abuelo Clint! - mostró Helena apenas entró
Steve giro hacia la menor quien sostenía con sus dos manitas el enorme arco que era casi de su mismo tamaño, le dió una corta mirada a Thaily y luego posó sus ojos de nuevo en su hija
- Que bien, Helena, ¿por qué no lo pones por allá? El desayuno ya está listo
- ¿Puede mami enseñarme a usarlo?
Steve de nuevo vio a Thaily que solo se alzó de hombros con una sonrisa
- No creo que el arco sea algo muy seguro, además eres muy pequeña, mi amor, ¿por qué no intentas con otra cosa? - sugirió Steve
Helena hizo un pequeño puchero, aún así estaba muy lejos de rendirse
- Por favooor- rogó haciendo un pequeño puchero, y ese puchero lo conocía Steve perfectamente bien, era el mismo de su esposa cuando lo manipulaba
- Lo pensaré... - suspiro Steve casi rendido
Helena chillo abrazándose a las piernas de su padre, que solo sacudió sus cabellos rubios sacándole una pequeña risa a la menor
- Vete a lavar Helena, y deja el arco en tu habitación- ordenó Thai
- Si mami- exclamó tan emocionada que algunas cosas tuvieron un ligero temblor
- Helena, respira- recordó Steve
La niña hizo una respiración profunda instruida por su padre y sus poderes se calmaron sin causar desastre, a lo que la niña corrió hacia su cuarto para dejar el arco ante la mirada de sus padres
- Te tiene manipulado- sonrió Thaily comenzando a lavar los trastes sucios
- Es culpa tuya
Thaily de inmediato interrogó a Steve con la mirada
- ¿Mia?
- Si, tiene los ojos de su madre, negarle algo es muy difícil
Thaily soltó una pequeña risa besando a Steve
- Eres vulnerable a nuestros encantos
Thaily estaba por volver con los trastes pero Steve la rodeó por la cintura robándole un par de besos. El matrimonio estaba inmerso en su burbuja cuando un estruendo y algo de cristal rompiéndose la reventó
»- Uhm.. Yo iré
Se dieron un último beso antes de que Thaily fuera a ver a su hija y lo que sea que hubiera roto. "Trataba de recoger mi cuarto" había dicho Helena apenas vio a su madre y sus ojos severos después de reparar las ventanas rotas. Thai solo suspiro pero no la regaño, sabía que Helena debía poner en práctica sus poderes, así que no la reprimía y solo la ayudaba a reparar lo que rompiera dándole apoyo
Una vez Thai ayudó a Helena con su cuarto, ambas bajaron y encontraron el desayuno servido
- ¡Hot Cakes!
- Vaya, se ven bien- admitió Thaily ayudando a Helena a sentarse en el comedor en medio de Steve y ella - Lo único que no se ve bien es mi cocina
- Te ayudaré a limpiar- prometió Steve
- ¿Me ayudas con mis panqueques? - preguntó Helena sin poder manejar del todo los cubiertos
- Claro, cariño- dijo Thaily atrayendo el plato de su hija comenzando a partir sus panqueques
- Te quitaste tu corona- acusó ceñuda Helena a su padre que aún tenía puesto el mandil rosado que decía "La mejor mamá del mundo"
- Es que estaba cocinando y no quería ensuciarla- contestó hábilmente Steve- pero aquí está, mira- señalado poniéndose la tiara de papel
Helena pareció satisfecha de ver a su padre con el Hada de los Hot Cakes y está vez vio su desayuno sintiendo que algo le faltaba
- No tienen miel
- Tranquila, ahora le ponemos la miel- calmó Thaily terminando de cortarlos
- ¿Y Helado?
- ¿Quién te dijo que con helado? - interrogó Steve con el mismo ceño fruncido de su hija
- Mamá Nat dice que mami los come con helado- explicó la rubia
- Es muy temprano para helado jovencita, además de que la azúcar te vuelve muy hiperactiva- respondió Thai con cierta molestia hacia Natasha
Steve y Thai habían acordado limitar el consumo de dulces de la menor o cualquier cosa que le aportará energía extra, como café o bebidas energéticas. Una vez Helena se había acabado a escondidas un barra de chocolate bastante grande y ella y Steve la habían tenido bastante difícil
Helena le dió una mirada suplicante a su madre, una que le sostuvo con facilidad
- Sabes que esa mirada no funciona en mi, jovencita
Helena solo se resignó y comenzó a comer sus Hot Cakes con miel bastante calmada
El desayuno pasó bastante agradable para la pequeña familia entre pequeñas ocurrencias de Helena, juegos entre Thai y la menor sobre el "Hada de los Hot Cakes" y los planes de Helena de cuando viera a Natasha y a Morgan junto a sus padrinos
Todos los fines de semana iban a Nueva York donde Steve se reunía con su grupo de apoyo después del Blip, eso había ayudado a lidiar con sus pesadillas y a sentirse algo útil, además de que servía para que Thaily y Helena vieran a Natasha y Tony todas las semanas sin falta.
- Haré el launch- anuncio Thaily mandando los platos y trastes sucios al fregadero sin necesidad de tocarlos- Helena, cielo, alista los juguetes que quieras llevar y la mochila que dejé en tu cuarto
- Si mami, ¿puedo llevar el arco?
Thaily frunció los labios pensándolo, pero luego se dio cuenta que el arco no tenía flechas, así que accedió
La mañana pasó bastante movida en lo que Thaily y Steve limpiaron la cocina con bastante rapidez ayudando al otro, como cuando a Thaily se le estaba por caer un traste de vidrio y Steve lo atrapó antes de que tocará el suelo o cuando la pelirroja preparaba los emparedados con Steve ayudando a guardarlos en los empaques apenas la veía dejarlos ya terminados. Si como Vengadores eran hábiles y un equipo, en las labores domésticas eran igual de funcionales y eficaces complementando los movimientos del otro
- Helena, sube, ya nos vamos- dijo Steve subiendo el ligero equipaje que llevaban
La familia no tardó en estar ensima del auto negro para encaminarse a Nueva York, no sin antes que Steve y Thaily repasaran si llevaban todo
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- ¡Mamá Nat! - corrió Helena hacía su abuela que la recibió con una enorme sonrisa como cada fin de semana alzandola enseguida
- Hola mi amor, ¿Qué es lo que traes? - interrogó Natasha viendo a su nieta luchar con el arco que se veía bastante grande entre sus manos
- ¡Es el arco de el abuelo Clint!
- ¿Si?... Wow- exclamó dándole una mirada Thai titubeando un poco
- Mamá y papá tal vez me dejaran aprender con él ¡Ya hasta se hacer un puente! - relató emocionada
- ¿En serio? Eso suena muy bien
- ¡Voy a aprender a hacer poses como tu y mami!
- ¿Sabes quien también hacía poses? - interrogó Natasha a la pequeña rubia ante la mirada tierna de Thaily- la tía Yelena
- ¿Si? - preguntó bastante curiosa Helena- ¿Y qué más?
- ¡oh! Hacía muchas cosas cool- afirmó Natasha con una pequeña sonrisa melancólica- pero ¿sabes que amaba mucho?
Helena pareció dejar de parpadear negando casi en trance ante la curiosidad, aún más cuando Natasha se acercó a susurrarle como si fuera el más grande secreto
»- Los macarrones con queso
- ¿Como yo? - interrogó también en un susurro
- Si, así como tu amas los macarrones con queso- rió Natasha
Steve se puso al lado de su esposa dejando el ligero equipaje en el suelo viendo junto a Thaily como Helena y Natasha hablaban bastante feliz la una con la otra
- Crece muy rápido, ¿verdad? - preguntó Thaily a Steve en un susurro
- Si... - suspiro Steve con cierta melancolía también
Thaily abrazó a su esposo por un costado dándole una pequeña mirada que para Steve escondía algo
- ¿No quieres otro? - preguntó bajito
Steve giró hacia Helena y Natasha para saber si habían oído, pero ellas estaban tan inmersas en sus pláticas que no los notaban
- ¿Otro bebé? - interrogó Steve casi sin aliento
Thaily con las mejillas algo rojas y sus verdes brillantes asintió
- Sí... siempre quise una familia numerosa, varios hijos- susurro viendo de reojo a Helena- ¿no quieres un niño?
Steve abrió y cerró la boca sin saber exactamente qué decir, pero al final una pequeña sonrisa apareció en sus labios
- Pues... hay mucho espacio en la casa- susurro rodeando la cintura de la pelirroja
Thaily afirmó con una sonrisa pilla mordiendo su labio
- Que mamá cuide a Helena esta noche- susurró de forma cómplice Thaily
- Estoy de acuerdo- dijo Steve para besarla
- Consiganse un cuarto- dijo Natasha interrumpiendo su pequeño momento
Steve carraspeó algo sonrojado y Thaily solo rodo los ojos
- Okay, Helena, ve a poner tus cosas en tu cuarto- dijo Thaily cuando Natasha la bajó-... sin poderes- añadió
Natasha solo vio la pequeña figura de Helena desaparecer por uno de los pasillos y luego giró hacia su hija con una sonrisa
»- Hola mamá
Natasha abrazó a su hija y luego volvió sus ojos por donde se había ido Helena.
- Siento que cada vez que la veo está más grande- dijo con melancolía- ¿De dónde sacó el arco de... ?
- Ya sabés, no se queda quieta- se alzó de hombros Thaily
- ¿Y ella sabe que su abuelo... sigue vivo? - interrogó con algo de cautela Natasha
- Preferimos solo decir que no está como los demás, esto aún la confunde mucho- explicó con algo de pesar Steve- para ella los Vengadores y todos los que se fueron son historias para dormir
Thaily apretó los labios ante las palabras de Steve, ambos habían tratado de proteger a Helena de los que era esa sociedad fragmentada
- ¿Irán a ver a Tony? - interrogó Natasha cambiando de tema
- Iré a dejar a Steve con el grupo de apoyo y luego iré a ver a mi ahijada, volveremos para en la tarde
- ¿Por qué no se quedan toda la semana? Tienen ropa y juguetes de Helena aquí- invitó Natasha
Thaily le dió un corta mirada a la cocina y la estancia notando que había algo de desorden, sonrió tratando de no hacer una mueca y se alzó de hombros
- No lo sé, tal vez. Y mamá, no le des dulces a Helena a escondidas
- ¿Dulces?
- Si mamá, lo noté- se rió ante la "indignación" de su madre
- No sé de qué me hablas- insistió Natasha
- La consientes demasiado, hasta regañabas a Clint por hacer lo mismo conmigo
- Es mi nieta- se defendió Natasha
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- Me avisan cuando lleguen con Tony- pidió Steve desde la ventana del auto
- Siempre lo hago- evitó rodar los ojos Thaily
- Las amo
- Y yo a ti papi- contestó Helena desde los asientos traseros
- Te amo- dijo Thaily para darle un beso al rubio
- Eww- se quejó Helena cubriendo sus ojos
La pareja rió ante la mueca de su hija. Steve entró al edificio donde se reunía el grupo de apoyo y Thaily y Helena partieron a casa de Tony
Steve suspiro al leer de nuevo "¿A dónde vamos ahora que ellos no están? ". Después de cinco años aún era difícil lidiar con la pérdida y la sensación de vacío, ver los rostros tristes de las personas, tantos lugares en los que se sentía la ausencia y el vacío
Steve se había aferrado a su segunda oportunidad; Thaily y Helena. Ellas eran lo que lo motivaban, le daban sentido e iluminaban sus días nublados. Eran su propósito, y por mucho que doliera aceptar lo que pasaba, aún cuando lloraba en ocasiones con su esposa en las noches ante las dolorosas pérdidas, Steve quería ayudar a más personas a aceptarlo, ayudarles a continuar. Era lo menos que podía hacer, y no era la primera vez que aceptaba lo que la vida le había arrojado de un momento a otro
(•••)
- Bueno... Uhm... El otro día tuve una cita. Fue la primera vez en cinco años y decidimos ir a cenar... No tenía idea de que hablar
- ¿Entonces de qué hablaron? - interrogó Steve al hombre
- Lo mismo de siempre, de cuánto cambió todo y... mi trabajo, su trabajo, cuánto extrañamos a los Blips... Luego los dos nos callamos y... él lloró de repente cuando nos servían la ensalada
- ¿Y también tú?
- Uhm... si... lloré antes del postre- confesó-... pero voy a verlo mañana, así que...
- Entiendo- afirmó Steve- hiciste lo más difícil: te atreviste a hacer algo sin saber lo que iba a pasar, y justo son esos pequeños pasos de valentía los que hay que dar para volver a sentirnos completos, volver a tener un propósito... - alentó Steve con una pequeña sonrisa- Quedé congelado en el cuarenta y cinco cuando me enamoré de la mujer de mi vida. Desperté luego de setenta años...- habló con cierto dolor y una sonrisa triste- pero casi un año después conocí a la mujer que sería mi esposa y la madre de mi hija, y no pasó si no hubiera avanzado poco a poco, con tropiezos, lágrimas, dolor... lo que quiero decir es que: hay que aceptarlo... hay que aceptarlo. Tenemos el mundo aquí, y es lo que nos tocó... tenemos que hacer algo bueno con él. De otro modo mejor nos hubiera matado a todos...
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