𝔼𝕡𝕚́𝕝𝕠𝕘𝕠

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                    カワヒマ

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– Que ni creas que, por ser novio de mi hermanita y que ella y toda mi familia me reprenda por amenazarme por su seguridad, significa que te voy a aceptar – volvió a decir Boruto, como cada vez que el rubio azabache se presentaba en la casa de los Uzumaki – ¡Ni porque lleven un año de relación!.

Shikadai lo sabía, lo predijo y se lo advirtió: Boruto era el hermano mayor más celoso y sobreprotector que haya conocido.
Y vaya que no se equivocaba.

– ¡¿Cuántas veces tendré que repetirte que vivo sola y sé cuidarme sola porque soy una total adulta, Boruto?! – le regañó Himawari.

El rubio volvió a fulminarlo con la mirada. Ya no se sentía intimidado como la primera vez, incluso, ahora le causaba hasta risa.

– Vamos, vayamos adentro, Kawaki-kun – Himawari lo tomó de la mano y lo jaló – Mis papás están encantados con volver a verte.

– Pero si nos vimos hace dos días – recalcó con ironía.

– Les agradasmostró una gran sonrisa – Demasiado, diría yo.

– A tu padre no tanto.

– Él... te está aceptando – se ríe – Ya ves que siempre que vienes te fulmina con la mirada y después termina riéndose contigo.

Boruto siempre es el amargado, nunca se ríeKawaki comentó con una sonrisa.

Algo que aprendió después de ser presentado y convivir con toda la familia Uzumaki, es que ambos hombres de familia eran bastante celosos.

Tanto Naruto como Boruto veían a Himawari como una pequeña e indefensa niña de cinco años. Motivo por el cual, Hinata siempre estaba ahí para reprender y hacerles saber el echo de que Himawari ya no era lo que ellos piensan.

Kawaki lo entendía. Himawari se había convertido en lo más preciado para él. También quisiera sobreprotegerla como ambos rubios hacen. Pero tampoco quiere abrumarla, por eso se limita a hacerlo.

– Bienvenido, Kawaki – tan amable, Hinata saludó al rubio azabache con una leve reverencia en la entrada de la casa – Es un gusto tenerte aquí de nuevo. Puedes pasar a la sala, la cena estará lista en unos momentos.

– Buenas tardes, señora Hinata. Es un placer verla de nuevo.

De la cocina, situándose tras la mujer de ojos lilas, se asomó el patriarca de la familia. Naruto Uzumaki.

– ¿Te gusta el fútbol? – Kawaki asintió con un nudo en la garganta, aún no se acostumbraba del todo a él – Vamos, a la sala.

Naruto-Kun... – su tono de voz cambió radicalmente – Papá... – ambas mujeres se unían para que no pasara la raya el rubio.

– Ya, ya. No le haré nada malo – reconoció el mayor – ¿Acaso hay algo de malo con que quiera ver el fútbol con mi yerno?.

Kawaki se sonrojó levemente. Nunca antes lo habían llamado así.

Naruto se fue a la sala de estar y Hinata a la cocina. Kawaki estaba por entrar también a la sala, quería llevarse bien con el Uzumaki mayor.
Himawari se acercó a él,  sabia que aún su familia le causaban nervios.

– Tranquilo, está bien – le dio un beso en la mejilla – Ayudaré a mamá con la comida.

Enseguida, Himawari también entró a la cocina.

– Rápido, te estamos esperando – sin emoción y con un poco de desagrado, Boruto se asomó y lo llamó.

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                      Jυητσs
                    カワヒマ

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Cuando las vistas son impresionantes, siempre se dan los mejores momentos. Ya sean románticos, divertidos, enigmáticos. Pero siempre suelen ser inolvidables.

Las nubes se movían ligeramente con el viento del reciente otoño. Vagaban con total libertad por el cielo azul y extenso.

En el parque, cerca del río, se encontraban dos jóvenes, recostados sobre el césped fresco.
Ambos viendo el cielo, tomándole forma a las nubes esponjosas.

Kawaki, en un momento, se le quedó viendo al perfil de Himawari. Ella si que se percató.

– ¿Pasa algo, Kawaki-kun? – no era usual que él la mirara así.

Kawaki sonrió.

– Hoy te ves muy bella – elogió.

Las mejillas de ella tomaron un leve tono carmín. Se veía tan adorable.

Himawari solo pudo reaccionar de una forma: poniéndole un teiyaki de chocolate en la boca.
El de ojos grises rió y siguió comiendo su bocadillo.

Una cita demasiado sencilla pero bastante placentera.

– Oye, Kawaki-kun – ambos se miraron, aún recostados – Pues... verás... – ella movió su rostro y comenzó a jugar con sus dedos – Tú... ¿quieres casarte algún día?.

Él se quedó en silencio unos segundos.

– ¡Ah, no quiero decir que casarte conmigo! – corrigió – Solo... es algo de curiosidad que me surgió.

Su rostro ya estaba de tonalidad carmín por completo.
Kawaki se sentó sobre el césped.

– Nunca pensé mucho sobre mi vida amorosa, ni aún teniéndote a ti como el centro de ella – reconoció él.

– Lo siento, no debí...

– No, no tienes por qué disculparte.

La miró, aún estaba apenada. Volvió a repetir sus palabras en su cabeza.

Volvió a recordarse que eso era algo que le gustaba mucho de ella: por mucho pudor que tenga, será directa con lo que quiera expresar o preguntar. Aunque titubeé un poco, siempre lo dirá con claridad.

Hima – la llamó. La menor volteó a verlo, algo avergonzada – Desde que te conocí he sabido que, quiero todo contigo: una casa, una familia, una vida a tu lado.

Volvió a recostarse. Los ojos de ella brillaban más con aquella confesión, aunque no decía nada, la había dejado sin palabras.

– No tengo miedo a decírtelo, por que confío en ti más que en nadie – le aseguró – Sé que quiero estar contigo, casados o no, quiero estar a tu lado.

De nuevo sin palabras. Solo atinó a acercarse más a él y tomarlo de la mano, mientras pegaba su cabeza a la de él.

Así, durante unos minutos.

– Te graduas en unos meses, ¿no? – cuestinó.

– ¿Ah? Sí, así es.

Después de eso, ¿te mudarías conmigo? – ella de nuevo se quedó sin palabras – Es el primer paso. Después, ahorraré para comprarte un anillo. Te propondré matrimonio, Himawari.

– No tienes que hacerlo si no quieres.

– ¡Pero quiero hacerlo!, ¡Es lo que más quiero!.

Sus palabras eran seguras, su tono de voz era firme. Kawaki estaba más que decidido.

Eso hizo estremecer a Himawari.
Ambos tomaron asiento, era una propuesta seria.

Himawari sonrió. Aquella sonrisa tan linda que le encantaba.

– Sí, mudémonos juntos, Kawaki-kun.

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"El corazón es libre
De decidir
A quien amar.
Haz caso a
Aquellos sentimientos
Que se albergan
En ti.
Y aprende
A amar".

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        𝙵𝚒𝚗         

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★彡Chyio67🌻

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