𝟬𝟯. ━ 𝐶𝑂𝑅𝐴𝑍𝑂́𝑁𝐸𝑆 𝐷𝐴𝑁̃𝐴𝐷𝑂𝑆

..

Helena terminaba de revisar su horario, asegurándose de tener todos los libros para las clases de hoy, aun cuando no tenía los ánimos suficientes para estas.

Toda la noche se la pasó en desvelo, teniendo unas pequeñas bolsas debajo de sus ojos, pero ella no dejaria que esto le afecte, no con los nuevos alumnos.

—. Acabo de encontrarme a Nolan—dijo Audrey llegando con la rubia—. Al parecer se quedará una temporada aquí.

—. Que alegría—dijo Helena, con un falso entusiasmo.

—¿No estás emocionada?—preguntó Audrey—. Porque Nolan parece que sí lo está.

Helena se encogió de hombros—. Me da igual Audrey.

Ambas se miraron en silencio por unos minutos, hasta que la presencia de Ben las hizo cambiar de actitud.

—. Hola chicas—saludo este, sonriendoles a ambas—¿Listas para el juego de hoy?

—¡Por supuesto Bennyboo!—exclamó contenta Audrey, acercándose al chico y plantandole un beso en la mejilla.

Helena hizo una mueca mientras no la veían, intentando irse a otro lado—. Acabo de recordar que tengo clase, los veo luego.

—¡Adiós!—dijo Audrey con una sonrisa.

Helena rodó los ojos, al doblar por el pasillo se encontró con la figura de Mal e Evie, las cuales se asustaron al verla.

—. Hola chicas—Helena les sonrió a ambas.

—¡Hola Helena! ¡Qué bien te ves hoy!—mencionó Evie, siendo golpeada en el estómago por Mal ante el rostro desvelado de la chica.

—. Gracias ¿Buscan a Ben?—preguntó la rubia, ladeando su cabeza.

—. Si, tenemos... ¡Unos problemas! Con la clase de matemáticas y ocupamos que él nos explique—respondió Mal, pasando sus brazos por detrás de ella.

Helena asintió—. Está aquí doblando el pasillo, aunque esta con Audrey—dijo con claro disgustó.

—. Pensábamos que tú y Audrey se llevaban bien—Evie miraba con curiosidad a la chica.

—. No exactamente, tenemos mucho, nuestras diferencias—explicó Helena—. Me tengo que ir, luego hablamos.

—. Hasta luego—dijo Mal, alargando la "o", volteando a ver a Evie con una sonrisa—. Tengo una idea.

—. Primero encárgate de darle las galletas a Ben y luego me cuentas tu grandísima idea, quiero ir a terminar esos bocetos—

—. Bueno—musitó por último Mal, poniendo en marcha lo que estaba por hacer antes de encontrarse con Helena.

[...]

—. Sabía que aquí te encontraría.

La rubia volteó encontrándose con Nolan, el cuál estaba recargado en la puerta del aula.

Helena solo lo ignoró, siguiendo con la mezcla de colores en el lienzo que tenia frente a ella, su rostro tenia algunas manchas de pintura y usaba un delantal para no manchar su vestido.

Se suponia que debia estar apoyando al equipo en el partido de hoy, pero no tenia los animos suficientes para disimular una sonrisa.

—¿No pierdes la costumbre de ocultarte cada que puedes?—preguntó al aire, entrando al aula y notando los diversos lienzos que Helena llevaba hechos en ese rato.

—. No me estoy ocultando, simplemente vine a distraerme—respondió la chica, aun con la atención en el lienzo frente a ella.— Audrey dijo que te quedarías una temporada.

Nolan asintió aun cuando la chica no lo miraba—. Tuve que volver por la coronación de Ben.

—¿Después de volverás a ir?—preguntó Helena.

—. Aun no estoy seguro de regresarme a Nunca Jamás—respondió Nolan—. Los nuevos alumnos me causan intriga.

—. Son buenos chicos—dijo la chica mientras dejaba la paleta de pintura en una mesa cerca.

—. Tan amable como siempre—murmuró el rubio—. Aunque, no entiendo que llevo a Ben a tomar esta decisión.

—¿El traer a los hijos de villanos?, Ben es.. muy paciente, además de que piensa en el futuro del reino—habló Helena, limpiando los restos de pintura de sus manos con un trapo.

—¿Y tú qué piensas sobre esto?—preguntó el chico.

—. Mientras todo esté en calma no me impondré a lo que haga o diga Ben—respondió Helena, volteandolo a ver—. Es como hermano, él hará lo correcto.

El chico sonrió negando la cabeza—. Me imaginé que dirías algo así.

Ambos se miraron en un silencio incómodo—. Debemos hablar.

—. Ya lo estamos haciendo ¿No?—dijo Helena.

—. Sabes a lo que me refiero Helena—dijo Nolan, acercándose a ella.

—. ¿Quieres hablar sobre tu engaño?—preguntó Helena, cruzándose de brazos.

Nolan bufó—. No fue engaño.

—. ¿No fue engaño? ¿El que mi "novio" se haya besado con la es que mi prima?—hablo Helena, sintiendo una opresión en su pecho—. ¿Entonces qué fue Nolan? Dime...

—. Solo fue un beso—murmuró el rubio, intentando mantener la calma.

—. ¿Solo uno? ¿Y las noches que te escapabas a su habitación? ¿Los regalos que le dabas? ¿La cita que tuviste con ella, la noche que me dejaste plantada?—La chica sentía su corazón latir con rapidez, su garganta cerrándose a cada segundo y las lágrimas a punto de salir.

—¿O quieres que te recuerde la vez que me dejaste sola en medio de la nada solo poe irte a acostar con ella?—preguntó por último, avanzando hacia el y mirandolo con resentimiento.

—. No pensé...—musito Nolan—. No se.. no se que me paso, yo solo... ¡Mierda!—intento excusarse pero no sabia como hacer que la chica le creyera.

—. Se muy bien que lo arruine, te engañe y te lastime—admitió mirándola—. No sabes cuanto me arrepiento de esto pero sé que mis palabras no servirán.

Helena miraba como Nolan pasaba sus manos por su rostro pensando en qué diría.

—. Por eso mismo me fui, sabía que mientras más me quedara aquí, sería peor — Nolan odiaba ver las lágrimas en el rostro de la chica, sabiendo que él era el causante de estas mismas.

La chica sentía sus mejillas húmedas por las lágrimas, odiaba sentirse así y recordar algo que había dejado en el pasado.

Pero la presencia de Nolan, hizo que esos recuerdos revivieran, las citas que tuvo con él, todo lo relacionado a él. 

—. Quiero que todo vuelva a ser como antes, tu y yo...Juntos—musitó Nolan, acercándose a la chica y poniendo sus manos en los hombros de ella—. Ricitos..

La chica negó entre lágrimas—. Nada volverá a hacer igual Nolan, debiste decirme antes... pero lo ocultaste... ambos lo hicieron—dijo la chica, negando—. Es mejor que te vayas....

El chico abrió su boca, intentando hablar, pero la tristeza reflejada en el rostro de ella, le hicieron dar cuenta que no podria arreglar algo que lastimó.

—. Bien—murmuró, bajando una de sus manos y sosteniendo la mano de la chica entre ella—. Te pido perdón por todo ricitos...

El chico terminó por dejar algo en la palma de la chica, dándole una última mirada y saliendo del aula, dejando a Helena entre lágrimas y lienzos terminados.

Ambos no lo habian notado, pero afuera el sol se ocultó, dando paso a una tormenta que empezaria pronto.
Sintiendo sus piernas temblar, terminó por caer al piso, dejando salir los llantos que tanto aguanto mientras hablaba con Nolan.
Escuchando las gotas caer con rapidez, acompañados de rayos y vientos fuertes.

Llantos que guardo dentro de sí, desde hace tiempo, como esas noches donde pensaba si lo que haría era lo correcto, donde se sentía insuficiente como princesa del Reino de su madre.

Las peleas constantes que tuvo con Nolan sobre dichos pensamientos, las veces que estas mismas peleas terminaban en gritos y noches sin dormir.

Helena sentía que no le faltaba nada, pero ni ella misma sabía porque se sentía tan sola, ni Hugo o Ben podían llenar ese vacío que sentía, ni siquiera sus padres.

Ella ya no era ese Sol radiante como todos la conocían.










❈──────•°•°•❀•°•°•──────❈

—Helena... se que estas ahi—hablo Hugo, detrás de la puerta de la habitación de ella.

—. Vete—dijo está, enrollada entre las cobijas de su cama, sin ánimos de querer hablar con alguien.

Flyn que miraba a su amiga triste, con rapidez y agilidad logró alcanzar el pomo de la puerta, abriendola y dándole paso Hugo.

—. Gracias Flyn—agradeció este, sacando algunas galletas para el camaleón.

Flyn sonrió, llevándose las galletas a su jaula y dejando a Hugo acercarse al bulto de la cama.

—. No estuviste en el juego—hablo Hugo, sentándose en la orilla de la cama—. Fue realmente interesante.

—¿Qué sucedió?—preguntó la chica, aun sin salir de entre las cobijas.

—. Pues, parece que a Ben le agarro la loquera y le dedico I Did Mention a Mal... cuando se suponía que era para Audrey—respondió con una pequeña sonrisa—. Después de eso intentó besarla pero Mal no se dejó y Audrey luego le hizo un espectáculo donde "terminó" con él y besó a Chad.

—. El partido pudo terminar a pesar de la lluvia, vine de inmediato a ver—añadió, jugando con sus manos.

—¿Todo eso pasó?—Helena saco la mitad de su cabeza de las cobijas, mostrando su cabello desordenado y sus ojos hinchados de tanto llorar.

—. Sep—musito Hugo—. Me preocupe por ti... ¿Que sucedió?

La chica sintió sus ojos llorosos, soltando un sollozo que alertó al chico, el cual la miró con preocupación.

—¿Apapacho?—preguntó en un susurró Hugo, abriendo sus brazos para la chica.

Helena asintió mientras volvía a llorar, aceptando el abrazo del chico.

—. Hablé con Nolan... pero se sintió.. tan extraño—explicó entre sollozos—. Me duele que eso haya acabado así, pero no quiero hacer nada por recuperarlo.

—. Y se entiende Helena, saliste lastimada por las mentiras de el, esta bien si no lo quieres perdonar—dijo Hugo, escuchando a la chica, importando poco si su camiseta se empapa de lágrimas.

—. Siempre me pregunté lo que hice mal, acomplejandome por todo lo que escuchaba y a él no le importaba—añadió, llorando más fuerte.

Hugo dejó que su amiga se desahogara, sabía que ella lo necesitaba, puesto que desde que terminó con Nolan, no la había visto derramar otra lágrima.

El moreno recordó las veces que la chica llegaba llorando con él sobre alguna pelea sin sentido que llegó a tener con Nolan, donde la chica terminaba llorando.

Llegó al punto de los golpes contra el rubio, donde Nolan prometió cambiar su actitud para posteriormente engañar a la chica.

Es por eso que el chico cada que podía, le pedía a Evangeline, la estrella de la que su madre siempre le ha hablado desde que tiene memoria, un amor perfecto para la rubia, donde esta no volviera a soltar otra lágrima.

La habitación se llenó de silencio, siendo los sollozos de la chica lo único que se escuchaba.

[...]

—¿Cómo te sientes?—preguntó Hugo, dejando una taza de chocolate enfrente de la chica.

Helena sonrió—. Mejor.... gracias por estar ahí—musito con las mejillas rojas por el vapor de la taza.

Hugo le guiño el ojo—. A tu disposición madame—respondió en broma, haciendo reir a la chica.

—¡Chicos!—gritó Ben, entrando a la cocina del moreno—¡Les tengo una noti-... ¿Qué sucedió? ¿Que paso?—pregunto en cuanto miro los ojos hinchados de la chica, acercándose preocupado por ella.

—. Nolan... eso pasó—respondió Hugo, tratando de seguir tranquilo.

—¿Volvió a decirte algo?—preguntó Ben—. Lamento no haber estado ahí.

Helena negó con una sonrisa—. No te preocupes por eso Ben.... Solo hablamos, pero ya sabes... soy fácil de hacer llorar—respondió la chica, arrugando su nariz en cuanto Ben apretó sus mejillas.

—. Dime si vuelve a acercarse a ti... cambiando de tema... Necesito su ayuda—hablo Ben, soltando a la chica y mirándolos a ambos, sonriendo cuando Hugo le extendió una taza de chocolate caliente.

—¿En que lo podemos ayudar majestad?—preguntó Hugo, tomando su taza.

—. Quiero invitar a Mal a una cita, pero no se me ocurre algo—respondió con un sonrojo en sus mejillas—. Un lugar que sea perfecto y privado.

—¿Un lugar secreto?—dijo la chica dejando su taza—. Pero... ¿Y Audrey?

La sonrisa de Ben se borró de su rostro—. Bueno... No les había dicho... Pero..—dijo rascando su nuca en nerviosismo—. Hace unos días, en una de las tantas peleas con ella…   Le pedí un tiempo, pero ella terminó conmigo oficialmente.

Los otros dos se voltearon a ver sorprendidos, aunque no se llevaban con Audrey, mantenían la relación con ella por Ben, pero sabian con perfección que el corazón de Ben nunca le pertenecio a la chica y tampoco le pertenecera a Mal.

—. Oh... bueno...Eso si es sorpresa—murmuró Hugo, tomando de su taza—¿Qué piensan mis tíos sobre esto?

—. Hablaré con ellos más tarde, primero quiero ver lo de mi cita con Mal—respondió Ben—¿Hugo crees poder preparar algunos postres?

El moreno asintió—. La nueva batidora que me compraste me sirve bastante y es mejor que la anterior, así que esos postres los tendrás antes de la tarde.

—. Gracias amigo...Sobre el lugar, creo que sería una buena idea llevar a Mal al lago—comentó por último.

Después de terminar los últimos detalles de la cita que Ben tenía planeada para Mal, el chico se retiró diciéndoles que iría a hablar con sus padres.

—. Helena...—musitó Hugo.

—¿Que pasa?—preguntó la chica.

—. Si Ben lleva a Mal al lago ¿Que pasará con Archie? ¿No se supone que ese es el lugar secreto de ellos?—comentó el moreno.

La rubia abrió sus ojos sorprendida, al parecer ninguno habia recordado eso y posiblemente traia consecuencias.

❈──────•°•°•❀•°•°•──────❈

—. ¡Helena! ¡Que bueno que llegas!—Evie le sonrió a la chica al verla entrar a la habitación con Lonnie, la hija de Mulan.

—. Lonnie dijo que ocupaban mi ayuda—la rubia miraba la habitación en busca del problema.

—. Este…—Mal se señaló a ella misma— es el problema… Dile a Evie que es mucho arreglo para una simple cita.

Evie nego—. No es una simple cita, es una cita con el próximo rey Mal, debes estar perfecta.

—. Y lo está, a Ben le gustara creeme—hablo Helena, guiñandole el ojo a la chica, intentando darle ánimos.

Mal sonrió ante el cumplido de la rubia—. Bien, creo que estoy lista.

Dando una vuelta enfrente de las tres—¿Qué tal?

—. Perfecta—dijeron al unísono las tres, riendo al darse cuenta.

Se escuchó la puerta ser tocada y mientras que Evie iba a abrir, Lonnie y Helena le daban ánimos a Mal.

—. Suerte—susurró por último Lonnie, mirando a Mal y Ben irse.

—¿Cuánto tiempo llevaba arreglandose?—preguntó Helena después de unos minutos.

—. Desde la mañana, no estaba segura de ir pero la logré convencer—respondió Evie, caminando hacia su tocador y dejando su maquillaje—. En la isla era raro que tuvieramos "citas".

—¿Por miedo?—preguntó con temor Lonnie.

Evie negó—. Mal no era tan "amorosa" y se entiende eso, pero la última vez que la vi interesada en alguien fue en un chico que la odiaba.

—. Auch—musito Helena.

—. Aunque bueno, Aleksander.. Que hacia se llama el chico que odia a todo el mundo, era así...—dijo por último.

La rubia sintio un escalofrío pasar por su espalda ante la mención del nombre, sintio su pulso acelerarse, como si reconociera ese nombre de algun lado.

—¿Quieren ir a comer? Creo que la cafetería tiene nuevos postres—preguntó Lonnie después del silencio que se formo.

—. Cierto, Hugo me comentó que mi tia le paso unas nuevas recetas, deben probarlas—comentó Helena sonriendo.

—¿Hugo tiene una cafetería?—preguntó Evie.

—. Algo así, pero él es quien hace la mayoría de los postres—respondió la rubia—. Es socio junto a la hija del sombrerero loco.

—¡Vaya! Eso sí es sorprendente, quiero conocerlo—dijo Evie con emoción.

—. Entonces andando.

Las tres chicas salieron de la habitación en camino a la cafetería, riendo en el camino por lo que decían.

Llamando la atención de un rubio que las miraba desde la lejanía, sobre todo a la rubia.

—. Deja de mirarla—dijo una chica de cabello cobrizo, cruzándose de brazos.

—. Es inevitable—hablo Nolan, volviendo a mirar a la chica.

—. Inevitable que la hayas engaño—bromeó la chica, riendo ante el ceño fruncido del rubio—¿Qué? Nunca dije una mentira.

—. Callate Cordelia—musito frustrado Nolan.

—. Callate tu Nolan, que se muy bien que regresaste a verla—dijo la chica, acercándose al rubio y mirándolo fijamente—. Así que ni se te ocurra volverte a acercar, Hugo ya me dijo que volvió a llorar por tu culpa.

—¿Ahora me amenazas?—preguntó con sarcasmo, sonriendo al ver el rostro furioso de la chica—. Si no mal te recuerdo tú nos juntaste.

—. Y créeme que me arrepiento de hacerlo—dijo Cordelia—. Y créeme que te arrepentirás de haberla engañado con Arianne.

—. No la menciones—musito Nolan, apretando sus labios.

—¿Qué? ¿La vas a defender? Era obvio, te dejaste manipular por ella ¿O fue al revés?—hablo Cordelia, sonriendo victoriosa ante el silencio del rubio.

—. Prefiero que Helena consiga al hijo de cualquier villano qué volver contigo o perdonarte—dijo por último la chica, chocando el hombro con el rubio y alejándose hacia la cafetería para reencontrarse con la rubia.

Nolan gruñó al saber que todo lo que decía Cordelia dijo, el engaño, el preferir a otra chica antes que la rubia y lastimarla.

Pero era necio  aceptar que Helena se encuentre a alguien más, odiaba el solo pensar a la chica con alguien más.

Pero era lo que se merecía por haberla lastimado.

[...]

—¡Dios! ¡Esto está demasiado bueno!—exclamó gustosa Evie, dándole otro bocado al cupcake en sus manos.

—. Son los mejores de todo Auradon—añadió Lonnie con una sonrisa.

—. Y de todo el mundo—dijo Helena por último.

—¿Los cupcakes de Hugo? Por supuesto que lo son—exclamó Cordelia detrás de la rubia, asustandola.

Helena volteó rápidamente, encontrándose con Cordelia.— ¡Cordelia!

La rubia se levantó de la silla para poder abrazar a la chica, siendo correspondida por esta.

—¡¿Cuándo llegaste?! ¡¿Por qué no me avisaste?!—preguntó Helena, soltando a la chica y llenándola de preguntas.

—. Llegué hace rato pero estaba con mamá y la Reina y sabía que te encontraria aqui—respondió Cordelia, notando una cabellera azul que las miraba con curiosidad y admiración.

—. Soy Cordelia, hija de Ariel.. ¿Tu eres…?—preguntó mirando a Evie y tomando asiento a lado de ella.

—. Evie, hija de la Reina Malvada—respondió la chica con una sonrisa—. Es un gusto conocerte Cordelia.

—. El gusto es mío Evie.—dijo por último la chica, sonriéndole en saludo a Lonnie.

Terminando las cuatro en una plática en lo que restaba la tarde, notando como las cuatro tenían más en común de lo que pensaban.




★;; espero les guste ;)
Yo digo q vayamos a golpear a Nolan.
A

lguien peguele un zape a Ben xfa.
Y uno bien dado xfa
—barbs.

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