𝟬𝟮. ━ 𝑃𝐴𝑆𝐴𝑇𝐼𝐸𝑀𝑃𝑂𝑆
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Nuevo día, nuevas actividades por hacer, ese solía ser el lema de Helena. Quien amaba aprender cosas nuevas cada dia.
La chica contaba con la suerte de no compartir habitación con alguna otra princesa y agradecía eso.
Levantándose exactamente a las 7:00 am, dándose una ducha relajante para poder iniciar bien el día.
Trayendo puesta una bata en lo que elegía su ropa para el día de hoy, desde vestidos, faldas y pantalones.
—. ¿Qué te parece este Flyn?—preguntó la chica hacia su mascota, un camaleón que estaba cómodamente dormido en una de las almohadas de su cama.
Flyn, el camaleón que la acompaña desde niña, aunque no recuerda exactamente como lo adoptó. Siendo una laguna de recuerdos borrosos para chica, como si algo estuviera bloqueado para ella.
El pequeño camaleon desde entonces a sido su amigo de aventuras, así como su madre tuvo a Pascal, ella tiene a Flyn, apodo que le puso por el antiguo nombre que usaba su padre.
El camaleón alzo su mirada, examinando los dos cambios de ropa que Helena le mostraba, terminando por elegir el vestido de color menta que la chica tenia en una de sus manos.
—¿El vestido? ¿No será muy formal?—preguntó Helena, poniéndose enfrente del espejo y dejando el vestido enfrente de ella, mirándose.
Flyn solo rodó los ojos, levantándose de la almohada y caminando hacia un mueble de la habitación, señalando con su cola, la foto familiar que tenía con sus padres.
—. Si lo se Fly, soy una princesa, pero quiero que ellos se sientan cómodos aquí en Auradon—explicó, acercándose al mueble y alzando al camaleón, el cual se acomodó en su hombro.
Helena sonrió al fijarse en la foto familiar, para luego volver a dejar a Flyn en su cama y cambiarse de ropa.
La foto era de su cumpleaños número dieciséis, saliendo únicamente ella, su hermano mayor; Marcos y sus padres.
Flyn, volvió a acomodarse en la almohada, escuchando los diferentes murmullos de la rubia mientras caminaba por su habitación.
—. Estamos listos Flyn—mencionó la chica ya lista, su cabello lo decidió recoger en media coleta, dejando algunos mechones de su cabello como fleco, usando encima del vestido un chaleco blanco con el pin del Reino al que pertenecía.
Término de acomodar los libros que usaría el día de hoy—. Siento que algo me falta—dijo mirando su mochila—. ¡Los regalos!
Flyn se asustó ante el gritó repentino de la chica, la cual caminó hacia el escritorio de su habitación, donde se encontraban algunas joyas que ella misma hizo la noche anterior.
—. Te veo más tarde Flyn, hay comida extra—dijo la chica, despidiéndose de su fiel amigo y saliendo de su habitación.
Flyn solo movió su pequeña mano, caminando hacia su plato de comida y empezar a comer con tranquilidad.
[...]
Mientras caminaba por los pasillos de la preparatoria, varios alumnos la saludaban, siendo respondidos por la rubia.
Helena era conocida por su gran amabilidad y el como solo con su presencia podía llenar de tranquilidad cualquier lugar. La chica solia ser reconocida como "La princesa Sol de Corona", ante su personalidad tan alegre.
Algo que Ben agradece, decidiendo dejar a la chica como su consejera y a pesar de que la chica era la segunda al mando, pero inicio Helena no estuvo de acuerdo, Ben prometio que le dejaria tener a Flyn en la preparatoria sin que la Hada Madrina supiera y ella aceptara el puesto.
La amistad de ellos dos junto con Hugo era de las más importantes, no solo por sus estatus, su amistad provenia por la gran amistad que permanecia en sus padres.
Siguiendo con la rubia, al llegar a su casillero, donde se encontró a Chad, el hijo de Cenicienta, Audrey y Ben.
—. Se los aseguro, ellos solo vienen a causar destrozos aquí—hablo Chad, seguro de sus palabras.
—. Ellos no son como sus padres Chad, no tenemos por qué culparlos—dijo Ben, sonriendo en saludo a la rubia.
—. Concuerdo con Ben, así como nosotros no tenemos la culpa de lo que hayan pasado nuestros padres, ellos tampoco la tienen por ser hijos de villanos—secundo la rubia, sacando algunos libros de su casillero.
—. Pero siguen siendo villanos, no sabemos que pueden hacer en contra nuestra Helena, sobre todo la hija de Maléfica—exclamó con irritación Audrey.
—. Tienes suerte de que la villana de tu madre esté muerta Helena, quien sabe que hubiera pasado si ella siguiera viva—exclamó en burla Chad, ganándose una mirada fulminante por parte de Ben—. ¿Te imaginas? Puede que hasta llegues a tener el mismo cuento que tu madre, encerrada en una torre.
La rubia cerró con fuerza su casillero, asustando a Chad y acercándose a el—. Vuelve a decir algo como eso, y te mostrare que el sartén de Hugo sirve más para golpear que cocinar— amenazó mientras golpeaba el pecho del rubio con su dedo.
—. Lo se perfectamente, no diré otra cosa, lo prometo—hablo Chad, asintiendo asustado por el cambió de humor de la chica.
—. Bien—dijo Helena, sonriendo—. Tengo clase, nos vemos luego—dijo por último, despidiéndose de los tres chicos.
Los tres miraron la silueta de la rubia alejarse, sonriendo como si no hubiera pasado nada.
—. Ella me da miedo—musitó Chad.
—. Su padre es Eugene, así que sigue teniéndole miedo—mencionó Ben, riendose de la cara de Chad.
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Después de varias clases como, Tecnología, Química y Música, la chica pudo obtener un respiró.
Al caminar por uno de los pasillos que daba en dirección hacia el jardín, notó como en una de las mesas se encontraban los cuatro chicos nuevos.
Pasó su mano por su mochila, sintiendo dentro de esta los regalos que hizo para ellos, caminando con algo de nerviosismo al no saber como reaccionarian.
—. Hola chicos—habló una vez que llegó a ellos.
—. Hola hija de Rapunzel—hablo Mal, mirándola—. ¿Qué te trae por acá?
—. Oh, les hice unos regalos—respondió Helena, abriendo su mochila y buscando los regalos.
—. ¿Te parecí muy atractivo que quisieras regalarme algo?—Jay intentó coquetear con Helena.
— ¡Jay cállate!—exclamó Carlos, golpeando al hijo de Jafar para que dejara de decir idioteces—. Disculpalo.
Helena nego—. No hay problema—musitó extendiendole a los cuatro los regalos.
—¡Un collar!—exclamó emocionada Evie, notando que el dije que tenía el collar era en forma de corazón azul con una corona encima—¡Me encanta!
—. Un anillo, que lindo—secundo Mal, mirando el anillo que la chica le hizo, uno siendo de un corazón morado.
—. Es la forma de una lámpara mira—hablo Jay hacia Carlos, mostrándole el dibujo que estaba grabado en el brazalete que le hizo la chica.
—. A mi me gusta mucho el mío—hablo emocionado Carlos, mirando el collar, el cual tenia un dije casi como el dibujo en su espalda, dos huesos cruzados en negro y rojo.
Helena sonrió al saber que a los cuatro les gustaban los regalos que ella les hizo—. Me alegra que les gusten.
—. Una joya así, debió tomar tiempo—comentó Evie.
—. Yo las hice—musito la chica, obteniendo la atención de la chica.
—¡Debes enseñarme! Tus joyas quedarían perfectas con mis prendas—comentó emocionada Evie.
—. Eso estaría genial Evie—la rubia río cuando sintió los brazos de la chica rodearla.
—. ¿Y sabes hacer otra cosa, aparte de joyas?—preguntó Jay.
Helena asintió—. Se tejer, hornear galletas, pintar con acrílicos y tocar el piano—respondió, sintiendo como Evie la sentaba en medio de ella y Mal, para así poder escucharla mejor.
—. Será una platica interesante—susurró Mal con una sonrisa, escuchando a la rubia hablar sobre sus habilidades.
[...]
— ¿La hija de la Hada Madrina? ¿Es enserio?—preguntó Jay, volteando a ver a Mal.
—. La niña nos tiene miedo, ¿No te diste cuenta como casi lloraba cuando pasó a lado de nosotros?—dijo Mal, cerrando el libro de hechizos de su madre.
—. Si bueno, ¿Pero estás segura de usarla?—volvió a preguntar Jay, no tan seguro.
—. Tu solo confía en mí y mejor concéntrate en el siguiente entrenamiento Jay—hablo cansada la chica, volviendo a repasar los hechizos en su cabeza.
Pensando en un plan perfecto y asi poder robar la varita que necesitaba su madre.
—. Okey... Esto no me lo venía venir—exclamó sorprendida la rubia, mirando el nuevo "cambio" de look de Jane—¿Cómo es que...
—. Mal me ayudo, si es hija de la peor villana.. pero ella fue la única que logró entenderme—respondió Jane, mirándose a través del espejo y sonriendo al ver su cabello más "hermoso".
—¿Entonces ya no les tienes miedo?—preguntó Helena, aun sin poder procesar la información.
—. Solo poquito—dijo Jane, juntando sus dedos—. Pero enserio, esto es lo que necesitaba.
—¿Crees.. que así le guste a Samuel? ¿O a Hugo?—preguntó al aire Jane.
—¿Gustarle a alguno de esos dos?—Helena ahora se sentía confundida por el cambio de personalidad de Jane, puesto que ese tipo de preguntas eran muy distintas a las que solía hacer.
—. Si, gustarles, ahora soy bonita—dijo por último Jane.
—. Pero si siempre has sido linda Jane—musito Helena.
—¡No es cierto! —gritó la chica, asustando a Helena—. Dices lo mismo que mi madre, que la belleza interior y quien sabe que más.
Helena alzó sus brazos intentando calmar a la chica, la cual ahora la fulminaba con la mirada.
—. Tu no entiendes cómo me sentía Helena, tu siempre has sido bonita—dijo por último Jane, saliendo y azotando la puerta.
—. Pero Jane...—susurró Helena, quedándose sola en el vestidor.
❈──────•°•°•❀•°•°•──────❈
—. Te lo juro Hugo, Jane estuvo rara, primero parecía una copia de Audrey y después estuvo gritando para luego irse—explicó la rubia, caminando a lado del moreno, ambos dirigiéndose a la cocina en busca de terminar la receta del chico.
—. Primero te creere que Flyn se comió tu tarea de Quimica a eso—bromeó Hugo, ganándose una mirada fulminante de la chica, haciéndolo reir.
—. Un momento—susurró el moreno, notando que la puerta de la cocina estaba entreabierta—. Hay alguien adentro.
Helena notó eso sosteniendo con fuerza el bowl con la mezcla sin terminar, siguiendo al chico con cuidado, mientras que Hugo abría con lentitud.
—. Quién está ah-... ¡Ah!—gritó en cuánto Jay y Carlos casi saltaban contra el.
—¡Chicos basta!—exclamó Mal, alejando a Jay de Hugo.
—¡¿Un cucharón?! ¡¿Es enserio?!—preguntó en queja el moreno, sobándose el brazo donde llegó a recibir un golpe por parte del otro chico.
—. Ush, hasta eso a mi me dolió—comentó Helena, entrando después de que se hayan calmado—. ¿Los interrumpimos?
Evie negó—. Estábamos... ¡Preparando galletas!
—. ¿Galletas? No que íbamos a preparar algo para que Ben–...—habló Carlos, siendo golpeado en el estómago por la chica—. Si, galletas.
Helena ignoró eso, dejando el bowl en la mesa—. Hugo también estaba preparando galletas.
—. Exacto, estaba...si me disculpan—dijo Hugo, caminando hacia la batidora y acomodando el bowl que Helena trajo para asi la mezcla para las galletas se termine.
—¿Esas las podremos probar?—preguntó Carlos, festejando cuando miro el asentimiento de Hugo.
—. Si no recibo otro golpe sí—bromeó Hugo.
—. Bueno.. ¿Y de que son sus galletas?—preguntó Helena, acercándose a la mesa.
Mal e Evie escondieron el libro de hechizos con algunas servilletas—. ¡Oh! Son de chispas de chocolate… Una receta que mi madre… me enseñó a hacer.
—. Uhm… Eso es lindo, mi madre también me enseñó a hacer galletas—dijo Helena, sonriendo.
—. Así como la mía también me enseñó —dijo Hugo, acercándose a ellos—. Todo lo que se de cocina es gracias a ella.
El chico sonrió nostálgico, recordando las veces que pasaba en la cocina con su madre, está enseñando sus dotes de cocina.
—. Eso es demasiado lindo—Evie tenía una pequeña sonrisa, atenta a lo que decía Hugo—. ¿La cocina es tu fuerte o sabes hacer más cosas como Helena?
—. Mi padre me enseñó a tocar la guitarra y la trompeta—respondió Hugo—. A mamá le encanta escucharnos tocar.
—. Realmente los extraño, aunque bueno, los suelo ver en vacaciones o eventos importantes—Hugo sintió una lágrima caer en su mejilla, sorprendiendose cuando Evie se la quitó.
—. Creo que nos centramos mucho en la nostálgica, Hugo tu mezcla ya debe estar—habló Mal cambiando de tema.
—. ¡Hugo la masa!—exclamó Helena, señalando el bowl con la mezcla escurriendose.
—¡Mierda!—exclamó Hugo, corriendo hacia el batidor y apagandolo, buscando otro recipiente para echar lo que restaba de mezcla.
—. Bueno, se pudo salvar—musito entre risas, preparando la charola para la masa.
Helena solo negó sonriendo, mirando a su amigo hacer las galletas con rapidez, poniéndolas en el horno junto a las de Mal.
[...]
—. Pueden quedarse con esas galletas, no se preocupen—dijo Hugo.
—. ¡Genial!—exclamó contento Carlos, dándole unas a Jay y así comerlas ambos.
—. Nos vemos mañana chicos—dijo Helena despidiéndose de los cuatro.
— hasta mañana—secundo Evie, quien al parecer habia despertado un interes en el moreno.
—. Me quedé con ganas de probar las galletas de Mal—hablo Hugo después de haberse alejado de la cocina—. Tendré que decirle a Ben sobre mi batidora, odio tener que venir a la cocina por eso.
—. Últimamente ha estado muy ocupado, supongo por que se acerca la coronación—Helena miro por las ventanas notando como las estrellas llenaban el cielo.
—. Y también se acerca la reunión de padres— comentó Hugo—. No quiero sonar ignorante pero espero que mamá no traia a Evangeline a la reunión.
—. ¿De nuevo con las salidas nocturnas?—preguntó una voz detrás de ellos.
Ambos chicos voltearon al reconocer la voz, la rubia se sintió incomoda en cuanto su mirada choco con la del chico.
—¿Qué haces aqui? ¿Cuando llegaste?—preguntó Hugo, jalando a Helena detrás de él.
—. Hace unos minutos, es bueno verlos—respondió el rubio, sonriendo hacia la chica.
—. Si aja, vamonos—susurró Hugo, haciendo una mueca de incomodidad.
—. Tengan buena noche, ambos..—dijo por último el rubio, despidiéndose.
—. Esto se fue a la mierda ¿Ben sabe de esto? —Hugo hablo una vez que Nolan se retiró.
El moreno podia sentir el enojo en su cuerpo, mientras que Helena seguia mirando el pasillo por donde se fue Nolan, negando con la cabeza.
—. No lo se, pero mañana sabremos de esto—la rubia seguía sintiéndose incómoda por el reencuentro con Nolan, el hijo de Wendy y Peter Pan.
Helena solo esperaba que solo la llegada de Nolan fuera una visita rápida, como las anteriores.
★;; quien encuentre los nuevos cambios tendra un beso, muak ;))
Lena mi protegida.
-Barbs.
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