04 ㅤ✶ㅤ come back.

por y para ella ❞
andy's pov. 📸

DESPUÉS DEL MENSAJE (uno de los tantos) que Mateo me envió, le hice caso y fui a visitarlo. no podía evitar sentirme vulnerable cuando mencionaba a la pequeña Winter. ella era como un destello de luz en medio de toda una rebelión.

ahora mismo, me encontraba subiendo las escaleras de mi pequeño departamento, mientras el corazón me late fuerte. siento aquella pesadez que siempre viene antes de lo inevitable. sabía que Drew estaba aquí, que él tenía conocimiento de mis constantes mensajes con Mateo y que, de alguna u otra forma, de hoy no pasaría todo aquello que se traía guardado hace algunos días.

abro la puerta, temerosa, y ahí está él. su figura masculina está quieta en el pasillo, como si me estuviese esperando hace ya, tiempo. mi primer instinto es bajar la cabeza, pero no puedo mostrarme débil frente a él. así que, me obligo a mantenerme firme.

─¿dónde estuviste, pequeña? ─su voz resuena en el aire como un eco amargo.

está tranquilo, calmado y sereno. muy calmado, diría yo. eso sólo le dura hasta que la tormenta que trae consigo estalle completamente, y no quiero estar aquí para cuando eso pase. pero me toca.

─estaba con laburo, Drew. ya sabes, sesiones y así ─mentí, tratando de sonar tranquila y segura.

es lo único que puedo decirle. no soy imbécil, sé que lo que le diga, no cambiará nada. Drew tiene su propia película con su inicio, nudo y desenlace armada en su cabezota hueca, así que, cualquier intento de contradecirlo sólo empeorará las cosas.

Drew sonrió sarcástico.

oh. oh.

─Jum. ─suspiró y me miró fijamente─ ¿trabajando con él? ─enarqué una ceja─ ¿con Mateo? ─pregunta y fue como si la pronunciación del nombre de mi mejor amigo en su boca sonará a una amenaza. y no estaba del todo, equivocada.

─sí... ─mentí de nuevo, nerviosa─ sólo trabajo, Drew. ya lo sabes ─le contesto, más firme, aunque al final mi voz se quiebra un poco.

estoy harta, cansada y agotada de siempre estar rindiendole cuentas a él, cansada de estar defendiendome todo el tiempo como si él fuese alguien superior a mí, de sentirme al borde del abismo, de tener que darle explicaciones de hasta por qué me rasca el culo.

Drew se acerca a mí, y su cercanía me hace sentir pequeña.

─no me mientas, pequeña... ─aquella voz amenazante y posesiva se hizo presente en él. típico─ ya vi los mensajes, linda. ¿qué se supone que significa?

su mirada. aquella mirada, que tanto me aterra estaba ahí, haciendo acto de presencia. es como si pudiese leerme el alma, tanto que me deja sin aire. cada palabra que dice me hace sentir más pequeña.

─es mi mejor amigo, Drew. nos texteamos constantemente y hablamos, pero es algo normal.

Drew, cansado de la situación, o más bien de hacerse el buenon conmigo, enarca una ceja y se acerca aún más. yo aprieto mis dedos, haciendo que se suenen. trato de no mostrarme débil o temerosa en lo que pasa la discusión, pero con él, a centímetros de mí, se me complica la cosa.

─¿algo normal? ¿algo normal dices, Andy? ─repitió, amenazante─ estás conmigo, mi amor, no con él. ─afirma, como si yo no lo supiera─ yo te di todo Andy: techo, comida, amor ─al pronunciar lo último, tuve que hacer un esfuerzo enorme para no cagarme de risa─ y tú, tú...

al final su voz se quiebra, pero no de la forma que todos creemos. si no, de rabia. de ira pura. es aquel enojo exasperante que lo caracteriza a él, esa ira que Drew tanto disfrazó de amor.

no quería escucharlo más, no quería que su rabia me ahogara en un mar de inseguridades, pero seguía ahí, mirándolo, de pie frente a él, esperando a que un milagro pasará por el frente y me liberará de la situación.

no esperaba un acto de humanidad en él, porque sabía que no ocurriría. no pasó en los últimos tres años, y va a pasar ahora. qué risa.

Drew da un paso más, su mano de acerca a mi rostro y toca mi mejilla con una suavidad que no se relaciona con la intensidad de su voz y de su mirada.

─no me quiero enterar que lo sigues frecuentando, Andrea.

ese nombre. cuando lo dice, es que llegó a su punto de quiebre.

─si sigues viéndolo, te vas a arrepentir. nadie más puede tenerte ─dijo, mientras seguía acariciándome la mejilla─ nadie más ─repitió.

me obliga a mirarlo a los ojos, y una parte de mí se siente atrapada, es como si hubiera algo en su mirada que no me deja ver más allá de su furia. me estoy ahogando en su posesión, en su control, en su deseo excesivo de mantenerme al margen.

─te doy todo lo que tengo y vos, ¿lo preferís a él? ─pronuncia lo último con toxicidad.

no me lo digan. estoy atrapada, lo sé. estoy en una relación que nunca fue sana, nunca fue amor. hace más de tres años que estoy consciente de eso, y no hago nada para alejarme, pero es más por miedo que por otra cosa.

trato de contener las lágrimas, pero me es imposible. una derramó en mi rostro y Drew la ve.

─eso es lo que me hacés hacer ─ríe─ me hacés perder la paciencia, chiquita. ¿ves lo que causas? no me respetás ─su voz pasó de ser amenazante a un semblante venenoso y cortante. el puto diablo.

cómo quiero que Mateo aparezca, dios.

trato de alejarme, de moverme, de hacer lo que sea, con tal de no estar cerca de él, pero me agarra del brazo, con fuerza. tanta que no me deja ir. me lastima.

─¡no te vayas, Andy! ─grita exasperado, dejándome sin aire─ ¡no me dejes! ¿por qué me haces esto? ¿por qué lo haces?

no hablo. no le digo nada.

tengo muchísimo miedo.

─para vos es sólo tu mejor amigo, pero estoy seguro ─aprieta mi brazo aún más─ que él está tragado de vos. ¡se le nota, Andy! no me trates como si fuera un completo imbécil.

─no me dejás respirar...

por un instante, la intensidad en sus ojos parece bajar, pero fue sólo por un momento. después, vuelve, reavivada y peor que antes.

─quieres dejarme por él, ¿no es así?

la rabia lo consume y no sé si su pregunta es más una pregunta o una afirmación. no le respondo ni mierda, no sé que responderle.

en ese momento, el timbre de una notificación entrante interrumpe el silencio. mi celular vibra en el bolso, y Drew se gira hacia él para cogerlo, dejando mi brazo libre.

qué liberador se siente.

aunque, no por mucho. porque toma mi celular y ve el mensaje. no quiero que vea el nombre, no ahora, por favor.

─Andrea...

no hay nada que pueda hacer. mi mano tiembla. efectivamente, por su rostro, el mensaje era de Mateo, pero ni siquiera alcanzo a leerlo, ya que Drew aprieta con todas sus fuerzas el dispositivo.

"ten linda noche, Andysita" ─lee en voz alta y con una voz arrogante, el mensaje que Mateo envío.

Drew mira el mensaje. sus ojos se llenan de ira, y me lanza una mirada tan fría que me estremezco.

─¿Andysita, eh? ─ríe─ esto no se va a quedar asi, Andrea. ─pronuncia mi nombre con un tono bajo, peligroso─ te dije que nadie más podía tenerte.

cómo lo odio.

ya fue. es la última que me hace. en ese momento, todo mi cuerpo está gritando por salir de ahí, por irme, por escapar, pero el miedo me paraliza. siento cómo la oscuridad de su control me consume, como si no hubiera salida. pero algo en mí, una chispa de rebeldía, empieza a encenderse. tal vez esta noche, después de todo, sea el principio de algo diferente.

tal vez ya no tenga miedo, o tal vez, sí.

pero ahora, todo lo que puedo hacer es quedarme, porque el miedo me lo impide.

y el control lo consume.

WhatsApp (+99 mensajes de 16 chats)

maté 🧉🫶🏻 : eu, qué te pasa? por qué me ignoras, Andysita? todo bien? no me digas que estás enojada, todo quedó bien cuando saliste de acá :(

maté 🧉🫶🏻 : me enteré de lo que te hizo ese hijo de puta, Andy. ¿dónde estás, amor? no me ignores tanto, ¿si? que soy capaz de ir detrás de ese hijo de la puta mierda. soy capaz de todo por vos, nena.

maté 🧉🫶🏻: cuando podas, escribime

drew flynn: que descanses, linda ♥️

emilia: te extraño, Andy. veámonos un día de estos 🤎

tres idiotas y una linda: +99 mensajes nuevos.

─ ─ ─

NO VOY A MENTIRLES, me siento terrible. me duele el brazo y cada vez que trato de pararme de la cama, me siento como un espaguetti. caigo de inmediato al suelo si pongo un pie fuera de la cama.

lo agotada que estoy de esta situación no se mide con nada, y peor aún, tengo mil mensajes en el celu y estoy segura que 999 de ellos, son de Mateo. no hablamos desde ayer cuando nos vimos en su casa, pero no me cabe dudas que ya se enteró de lo que pasó con Drew.

ese es un radar de información. de todo se entera.

─me duele mucho... ─me quejó constantemente en voz alta─ bueno, vamos que se puede.

me doy alientos a mi misma al tratar de pararme de esa cama. si me quedo ahí, lo único que voy a lograr es envejecer y deteriorarme poco a poco.

─eso ─me digo a mi misma cuando logro salir de la habitación, no sin antes hacer ejercicios leves con mi brazo, para ver si este dolor se va de una vez por todas.

me detuvé en seco al ver el personaje que se encontraba en mi cocina.

¿Mateo?

─qué puta mierda, nene ─me quedé paralizada al verlo ahí. cocinando pasta como si nada hubiera pasado.

─¡Andy! ─exclamó el princeso─ ¿cómo te sentís, nena? ─dijo, mientras se dirigía a mí con los brazos abiertos.

─yo, bien ─mentí. lo abracé un rato, aún desconcertada─ pero, vos... ¿qué haces acá?

nos separamos y él me miró, nostálgico.

¿qué le pasaba a este?

─¿qué tienes? ─pregunté, al ver sus ojos cristalizarse─ hey, tranquilo. estoy aquí ─lo abracé nuevamente y cerré mis ojos para sentirlo aún más cerca.

Mat me miró fijamente y aunque intentará mantener aquella sonrisa despreocupada que lo caracterizaba, su mirada lo delataba. tenía ese brillo que siempre estaba ahí cuando hablábamos, aquella forma de mirarme como si el resto del mundo no existiera.

─¿segura que estás bien, Andysita? sabes que cualquier cosa que necesites, me la pod...

antes de que dijese algo más, lo detuve.

─estoy perfecta, Mate. relájate ─le respondí con un tono seguro, tratando de sonarle convincente.

─me estás cargando ─aseguró, mientras se secaba las pocas lágrimas que cayeron con anterioridad en su rostro. luego, su vista bajo hacia mi brazo, donde él sabía muy bien que mantenía el dolor─ si te duele, decime, flaca ─refiriéndose a lo que me pasó.

ese era Mateo: siempre atento a lo que me pasaba, siempre dispuesto a hacer lo que fuera por mí. si bien me era imposible enojarme con él, también lo es el hecho de sentir el peso de lo que parecía estar entre nosotros.

─lo único que te pido es que no me mires así ─solté de la nada. al decirlo, reí nerviosa y me mordi el labio inconscientemente.

Mateo dejó de clavar su vista en mí y se quedó en blanco, claramente desconcertado y algo apenado.

─¿así como? ─se rascó la cabeza con la mano derecha, incómodo.

─así, Mate. vos sabés ─intenté explicarme, desviandole la mirada.

no podía negar que me gustaba la forma en que me miraba, pero tampoco podía darme el lujo de que él lo supiera, ni de dejarme llevar por aquello. no ahora, cuando todo estaba patas arriba, mi corazón y cuerpo estaban hecho caca y seguramente, cuando Mateo se vaya de casa, tenga que lidiar con el imbécil de Drew, si es que no se aparece antes para arruinarme la mañana.

─¿yo sé, Andysita? ─preguntó él, enarcando una ceja con aquel descaro en su tono de voz. eso hizo que lo mirará nuevamente y ahí estaba, aquella sonrisa que me desarmaba cada que la veía.

hijo de puta.

─si sabés, nene. no te hagás ─crucé ambos brazos, olvidando por un segundo que el derecho aún me dolía. una punzada de dolor intenso recorrió mi codo hasta llegar al hombro, solté un quejido con fuerza.

─ahi está. sos una terca, Andrea ─replicó con un tono suave.

la diferencia radical entre Drew y Mate es más que evidente, ¿no lo creen? cuando Drew me dice por mi nombre, siento escalofríos que no se me quitan fácilmente. en cambio, con Mateo, es como si cantara una melodía. mi nombre en su boca suena de lo más de lindo.

qué hombre.

bueno, basta. mucho fanatismo por hoy.

─deja de hacerte la fuerte, Andy. no siempre tenes que hacer todo sola, nena  ─afirmó, dejando la cuchara de madera a un lado y acercándose hacia mí a pasos agigantados.

lo miré con una sonrisa. tenía ganas de reírme a carcajadas por la forma en que Mateo cuidaba de mí, o bueno, a su manera. si bien yo quería decirle que se equivocaba y que exageraba un pelin, sabía, muy en mis adentros, que no serviría de nada. cuando se trataba de mi, Mateo era el más replicón.

─no entiendo aún, qué haces acá ─pensé en voz alta.

cuando me di cuenta, ya era muy tarde... Mateo me miraba seriamente, como si acabase de decir la cagada más grande del mundo.

él suspiró antes de decir aquellas palabras que me dejarían paralizada de por vida:

─porque a mí sí me importas, bella. no puedo quedarme en mi casa, acostado en el sofá, tomándome un maté de lo más de tranquilo, sabiendo que te pasó algo, que te duele algo, que sientes algo. por mínimo que sea, me preocupas, Andy ─confesó─ porque, aunque no lo creas, y bueno, te lo he dicho miles de veces... ─se detuvo, como si estuviera en debate si seguir o dejarlo hasta ahí─ sos mi persona favorita en el mundo. y no me importa si te gusta o no escucharlo, pero tenía que venir. tenía que hacerlo.

taki, taki. taki, taki, rumba.

así quedé yo al escucharlo. me quedé calladita, parecía una de esas nenas que escuchaban los sermones de su padre al regresar de la entrega de calificaciones.

¿qué mierda se supone que se responde a eso? "no, amigo, muchísimas gracias por preocuparte" o "ay, Mate, tú también eres mi persona favorita", o no, ¡aún mejor! "salí de mi cocina antes de que me termine de enamorar de vos, más de lo que ya estoy"

Mateo no puede estarse callado. siempre tiene que buscar algo para abrir la bocota.

─Mat... ─empecé, necesitaba decirle algo. no podía quedarme como una retrasada ahí paradota, pero él negó con la cabeza, haciéndome callar. de vuelta.

─no digas nada. sé que tienes muchas cosas en la cabeza y eso, pero, por lo menos, déjame estar acá, ¿quieres? ─suplicó─ déjame cuidar de ti, asegurarme que ese infeliz no se acerque por acá y prometo ─me tendió el meñique para hacer una promesa─ no ser un intenso.

le correspondí al dedo y sellamos nuestra promesa como si fuera un pacto de niños pequeños. lo miré de vuelta, intentando no huir de esa miradita que me hacía sentir todo y nada, al mismo tiempo. después de todo, asentí y él sonrió.

─como diga, amo Mateo.

él soltó una carcajada y por un segundo, todo pareció alivianarse y Mat, logró lo que ni en un millón de años, Drew haría: hacer de mi casa, un lugar más llevadero y de mí, una chica aún más feliz de lo que ya era con él.

Mat volvió a la cocina, yo me dirigí al sofá a esperar la maravilla de pastas que Mateo preparaba, y, aunque el brazo aún me dolía, ya no me sentía tan espaguetti.

luego de unos minutos, la pasta estaba lista. olia delicioso, no me imagino su sabor. si bien, pocas veces eran las que Mat me cocinaba, cuando lo hacía, me sentía en el cielo.


Mat se acercó hacia mí con dos platos de pasta en la mano y una sonrisa que lograba sacar de mal humor a cualquiera.

─probá. hice lo mejor que pude, espero no decepcionarla, señorita.

─que va ─reí─ seguro está genial.

tomé el tenedor y giré un poco de pasta. mientras la llevaba a mi boca, mateo me miraba fijo, con las cejas alzadas, esperando un veredicto.

─como siempre, todo lo que haces está en su perfectísimo punto.

Mat hizo un pequeño baile de victoria en el sofá, yo me quedaba viéndolo risueña. las mañanas con él eran más llevaderas y me hacían olvidar el quilombo que llevaba por dentro.

mientras comía, sentí su mirada sobre mí. primero la ignoré, pero después de un rato, no pude evitar levantar la vista.

─¿qué pasa, nene? ─pregunté mientras reía por lo bajo. trate de sonar tranquila, pero sentía como el calor subía hacia mis mejillas.

¿por qué mierda nací blanca?

─nada, sólo es... ─Mat se inclino un poco hacia mí, apoyando su codo en la rodilla─ es sorprendente lo bonita que te ves, incluso cuando estás así... toda despeinada, rosadita y enojada con el mundo ─confesó con aquella voz ronca, que sacaba cada vez que quería volverme loca.

hijo de la gran...

cómo si fuese algo nuevo, me congelé. ¿qué carajos se supone que se responde a eso? en menos de dos horas, ya me hizo dos taki takis rumba. hasta cuándo piensa seguir este tarado.

lo miré nerviosa, y cuando vi lo sincero que era, sentí cómo el rubor subía hasta mis orejas.

─es lindo verte rosadita, Andysita. ─sonrió.

─¡ya, basta! ─exclamé, riéndome nerviosa. agache la cabeza para que no notará lo roja que me estaba poniendo─ no digas bobadas, Mat.

pero, conociéndolo, no iba a dejar pasar una oportunidad como esta. con su mano levantó mi barbilla con sus dedos para que lo mirase.

─no son bobadas, Andysita. es en serio, siempre estás hermosa, aunque me gusta más cuando no lo sabés, en momentos como este... ─me tomó de la mano─ cuando no estás tratando de ser perfecta.

me voy a desmayar. no es un simulacro. SOS.

mi corazón comenzó a latir a una velocidad ridícula, como si quisiera salirse de mi pecho. él seguía tocando, cada tanto, con sus dedos, la piel de mis manos. si él supiera que ese simple toque, hace que mi cuerpo se sintiera en llamas.

las ganas que tengo de besarlo se vuelven insoportables. controlate, Andy.

─¿por qué siempre decís esto? ─murmuré. mi voz sonaba más baja de lo que creía.

─porque es la verdad, Andysita, y siempre es bueno que la sepas.

famoso tenía que ser. más parlero, imposible.

ambos nos quedamos ahí, mirándonos con aquella mezcla de ternura y un nosequé que no supimos muy bien descifrar. después fue, como si entendiera lo nerviosa, caliente, incómoda y nerviosa (sí, otra vez) que estaba, y retiró su mano con cuidado y se recostó en el sofá mientras me sonreía y me daba algo de espacio.

suspiré.

─más tarde, vamos a salir con Valentín y Mauro ─enarqué una ceja al notar el plan que esté se armaba solo─ no es pregunta, Andy ─aclaró sonriente.

dejá de sonreír, hijo de puta.

me quedé viéndolo por un momento, aún con las mejillas encendidas y luego, volví a la realidad.

¿cómo es que alguien como lo es Mat, sabiendo lo que causa en mí con sus palabras, su forma de mirarme, su trato hacia mí y cómo me cuida, no se da cuenta de lo mucho que me hace sentir?

─ ─ ─

instagram
¡new post!

Les gusta a drewflynn, duki, emiliamernes y 627,782 más.

trueno | peace. @andyffrr

Ver 7,729 comentarios.

duki al menos, está bien. esa hija de puta no contesta en el grupo, uno aquí preocupado por ella y Andy, bien campante, comiendo pasta con el otro.
627 Me gusta | Responder.
─── Ver respuestas (628)
ㅤㅤ↳ andyffrr @duki de cuando acá te preocupas por los mortales? dile a Emi que te lleve al médico, tenes como daño cerebral.
ㅤㅤ↳ andyfans @andyffrr JAJAJAJAJAJAJ, Andy desaparece de redes y vuelve con tremendo facto.

andyffrr 🤍
62,728 Me gusta | Responder.
─── Ver respuestas (625)
ㅤㅤ↳ trueno @andyffrr t amo <3
ㅤㅤ↳ tr1pretty @trueno ¡OH OH! aquí hay amooooorrr 🗣️🗣️
ㅤㅤ↳ fanstruedy @trueno OJO.
ㅤㅤ↳ andysitalove @trueno saquenle captura a esto antes de que Trueno lo borre.

truenonews ese comentario está 🤭🤭.
526 Me gusta | Responder.

user lo único que quiero ver es la cara de Drew cuando vea el comentario de Trueno.
526 Me gusta | Responder.

user628 mañana le sacan artículo, ya verán.
62 Me gusta | Responder.

user72 bue, no sé. vivan y dejen vivir, son mejores amigos, gente.
15 Me gusta | Responder.

priorityandysita ustedes sacan mierdas de dónde no las hay, Trueno y Andy son mejores amigos hace años. callense un toque y si el cristal se enoja, que se vaya a cagar a otro lado.
526 Me gusta | Responder.

Publicado hace 36 minutos.

¡ mary's note ! ♡

hola, holaam, linda noche,
aquí tienen el capítulo
cómo cada martes !!

espero les guste, por favor
comenten mucho, me encanta
ver cada pensamiento que se
les cruza al leerme y es
motivación pura para seguir
escribiendo.

estrenamos portada, gracias
a la linda de sami, swandollette
gracias por tanto 🤍

cuidense y nos vemos el
próximo martes 🫶🏻

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top