DAMON BAJÓ de su auto con su traje impecable, miró a Stefan que bajó de copiloto y suspiró, sus orbes celestes se dirigieron a la enorme casa Mikaelson y luego a su hermanito menor que jugaba con algo entre sus manos. Rodeó el auto y se acercó a ver, notando que era un brazalete con una barra de chocolate de plata.

—me lo trajo de Italia —le dijo sonriendo de lado.

Damon lo observó al rostro y notó como poco a poco las facciones de Stefan temblaban, su pecho comenzó a subir y bajar errático, y sus manos apretaron el brazalete antes de que se le caiga por el agarre tembloroso. Stefan lo miró y sus ojos se cristalizaron.

—Cass estaría feliz de saber que ella fue el último "click" para que vuelvas a ser tu, hermano —lo atrajo a un abrazo y Stefan lo apretó.

—me lo estaría echando en cara —ambos sonrieron.

—oh, claro que sí.

Los dos se alejaron, Damon palmeó su hombro y le hizo una seña para que caminen dentro. Viendo de soslayo a Enzo acercarse a la lejanía.

En la casa Mikaelson, Rebekah terminaba de acomodar el plato con aperitivos, viendo a un lado el que estaba lleno de alfajores. Su aliento se cortó en su garganta, lo tomó enojada y los tiró a un lado, en el cesto de basura. Con el plato incluído. Se quedó viendo eso unos instantes y luego corrió la mirada. Odiando con cada parte de su ser a la bruja que alguna vez llamó madre por causarles tanto daño.

—¿Qué le dirán a su padre? ¿A su madre? —escuchó a Elijah. Se giró y lo vió sentado en el sofá, acariciando su labio con su mano.

—A su madre aún nada. Es una perra desinteresada según Bella —se encogió de hombros, Kol, viendo como el sol bajaba por la ventana —pero Charlie... Está con esa tal Angela Bennett y Jeremy Gilbert, y Bella irá, por la noche, en carretera hasta allí. A... enterrarla —tragó saliva —en Forks.

—imagino vas a acompañarla —Le dijo su hermano y Kol asintió.

—Nik no quiere ir, prefiere quedarse a tratar de controlarse y no matar todo Mystic Falls, aún que está teniendo un mal comienzo —Obvió Kol —alguien debe acompañarla.

—¿Tu irías si fueras él? —Rebekah señaló, molesta. Podía oler aún la sangre por la casa de las victimas de arriba.

—Se quedará a cuidar de Castiel, alguien debe hacerlo y... —voltearon a ver a Elena que caminó a poner vasos en la mesa, la morena tenía rastro de lágrimas secas en sus mejillas. Cuándo llegó, vió que faltaba la comida favorita de Casandra —¿Dónde están los alfajores? —eso pareció desesperarla —son sus favoritos, ¿Dónde están? —los miró al segundo.

Antes de que digan algo, el sonido espeluznante de un grito desprevenido los alertó. Miraron la puerta cerrada al final del pasillo, dónde sabían que el cuerpo de Casandra estaría en el ataúd siendo preparado por la bruja Bennett que, a pedido de Klaus, deberia poner un hechizo de conservacion.

Stefan y Damon entraban en ese momento, quienes se desconcertaron notablemente.

—¿Bonnie? —Elena dió saltos apresurada, queriendo entrar, pero su mano movió inútilmente el picaporte, sin éxito alguno. —¡Bonnie! —trató de empujar la puerta.

Caroline y Bella bajaron en ese instante con Castiel que comenzó a llorar, cambiando su cabello de color a varios tonos, una y otra vez, descontrolado. Bella tomó a su ahijado y Caroline apareció en un instante a un lado de Elena. Enzo entró en ese momento, viendo desconcertado lo que sucedía.

—¿qué sucedió?

—¡No sé! ¡No abre! —chilló y Caroline la apartó para patear con fuerza la puerta.

El sonido de la madera crujir y luego la puerta estampar contra la puerta hizo que todos esten allí en un instante. Bella se hizo lugar para pasar, hasta llegar al frente y ver cómo Caroline corría a socorrer a Bonnie que lloraba estrepitosamente con una mano en su cuello que sangraba.

Podrían cuestionar que sucedió, que la había atacado en ese lugar tan estrecho y seguro, ¿Quién le haría daño a una bruja en un funeral? Sería inhumano.

Klaus llegó a ellos, los movió y se puso a un lado de Bella, tardaron en reaccionar, pero notaron el vacio importante que había en el cuarto. Sobre la mesa de roble oscuro estaba el ataúd de color rojizo, barnizado y brillante, dentro de él relucía las almohadillas blancas que debían ayudar a reposar el cuerpo. No obstante, ese era el problema, veían el interior blanco. Vacío. Klaus se acercó hasta ver dentro y luego miró la ventana abierta. Su corazón dió un salto.

Casandra no estaba.

lily james cómo;
"la mamá sobrenatural"
CASANDRA SWAN
hufflepuff. bisexual. vampiro.

—¡no puedo hacer esto! Un segundo estoy bien y al otro siento que voy a explotar. ¡Por un momento soy yo y al otro soy una asesina serial que quiere comer! No puedo pensar en alimentarme siquiera, maté a... Y no puedo parar de pensar en eso.

cameron monaghan cómo;
"el híbrido primogénito"
CASTIEL MIKAELSON SWAN
ravenclaw. pansexual. hibrido.

—solo quiero ser como papá, como Klaus. Quiero ser legendario.

jospeh morgan cómo;
"el original enamorado"
NIKLAUS MIKAELSON
slytherin. heterosexual. híbrido.

—eres mía.

robert pattinson cómo;
"el imbécil busca problemas"
EDWARD CULLEN
hufflepuff. heterosexual. vampiro.

—no lo cuidas cuando está en la estación de policía... no quiero hacerte daño... pero Casandra está en peligro con Klaus.

❝La luna rosa era la fuerza más poderosa, una que había entrelazado a Casandra y a Klaus de una forma más allá del entendimiento humano. Ella jamás dejaría que se separen, llevaría la magia al límite con tal de que estén juntos. Ellos estaban destinados, ella así lo quiso y así sería.❞

De la nada. Si nombrabas a los Salvatore, automáticamente nombrabas a las Swan, y si nombrabas a las Swan, nombrabas a los Mikaelson. ¿Qué grupo más caótico que el de unos pares de hermanos catastróficamente torpes y unidos, dispuestos a dar todo los unos por los otros?

────Casandra parecía condenada a estar embarazada del hombre que amaba.

❛¡Ni un embarazo normal puedo tener!❜

"Te había prometido una eternidad y una familia juntos. Yo jamás rompo mis promesas."

Había una forma de acabar con los originales, una que los Volturi habían descubierto y que usarían en su contra. Formando aliados inesperados que querían exactamente lo mismo que ellos: a Klaus muerto.

Tercer acto.

Dónde múltiples problemas se plantean frente a los residentes de Mystic Falls, viejos enemigos vuelven, nuevas amenazas surgen y estas descubren que, a quienes deseaban afrontarse, estaban bien protegidos. Unidos entre ellos, como una familia inesperada que no sabían que podría surgir.