2.14

────❛Gran baile❜

LA RISA del bebé llegaba a todos los originales en la sala. Klaus alzaba sus brazos, sosteniendo a Castiel, y lo acercaba mordiendo y besando juguetón el cuello del niño que chillaba queriendo más mimos. Cuando lo alejaba, gritaba "papá" para que lo vuelva a acercar y Klaus lo hacía, provocando la escandalosa risa del infante. Los dos estaban vestidos formal.

—es feliz —susurró Elijah, sobre las escaleras, a un lado de su madre.

—si lo es —afirmó Esther, inexpresiva.

—costó llegar hasta aquí, por mil años busqué la felicidad de Niklaus y es casi irreal que al fin la consiguió —sus ojos apreciaban la radiante sonrisa de su hermano —Casandra fue un regalo... —volteó a ver a Kol que perseguía como un perro a Bella —y apuesto a que su hermana será otro.

Esther lo ignoró, subiendo a su cuarto.

La gente comenzó a llegar a la fiesta de los Mikaelson, un evento elegante y que parecía de las fiestas antiguas, de la alta sociedad.

Casandra estaba en su cuarto, con Caroline, que subió el cierre de su vestido. La había estado ayudando a arreglarse.

—Te ves como una princesa —habló risueña, colocando una peineta con cristales en su cabello.

—si... —levantó su mano y tomó su collar, que estaba sobre el que Klaus le había dado en su babyshower, que relucía sobre su pecho al descubierto. Volteó a ver a Caroline, juntas chillaron y se tomaron de las manos, llevando guantes blancos. Casandra tenía los suyos hasta los codos —¿Lista?

—¡lista!

Salieron cuando la música comenzó a sonar, Caroline se adelantó y Casandra se tomó su tiempo, caminó lentamente y notó una puerta entreabierta. Sus ojos críticos observaron dentro y notó a Esther quemando unas hierbas. Frunció sus perfiladas cejas y siguió su camino en silencio, extrañada.

Llegó al pie de las escaleras, miró la habitación abarrotada de gente elegante y sus ojos se dirigieron a los de Klaus que sostenía a Castiel, presentándoselo a Carol Lockwood y a los demás invitados. Él la miró y sus ojos brillaron, una chispa de admiración y anhelo.

El corazón de Klaus comenzó a acelerar de golpe, como si estuviera haciendo una carrera contra sus pensamientos. Se le cortó el aliento en la garganta. Podía nombrar todas las estrellas que habían sido apodadas por la ciencia y ninguna podía ser comparada con aquella mujer que inspiraba hasta sus deseos más escondidos y brillantes.

Cass posó su mano sobre la barandilla y bajó con la cabeza en alto hasta estar delante de Klaus y Castiel, quienes la esperaron en el último escalón. Llegó frente a ellos y Klaus quiso besarla, más ella tomó a Castiel de entre sus brazos.

—te ves hermosa, mi amor —comentó en cambio, tomando su mano y besando su dorso con el guante.

—Y ustedes dos se ven mejor —Alagó emocionada —Bella tiene una de mis cámaras, iba a darmela para que yo pudiera sacar fotos.

—¿No te parece mejor esta noche ser la musa? —preguntó ofreciendo su brazo. Ella lo entrelazó —debes ser quien inspire y salga en las fotos. No quien está detrás de la cámara.

Casandra besó su mejilla, dejando su labial rojo marcado. Klaus no se molestó, sonrió aún más.

—No lo sé... Últimamente no usé mis cámaras como debería —sus ojos juguetones se mantuvieron a su hombre —se volvieron domésticas.

—¿Y qué te gustaría retratar? —se interesó, viendo hipnotizado como ella lucía esa noche.

—Paisajes. No solo la imagen de bosques, sino la escencia que dan, capturar el alma de las personas que atraviesan casualmente el lente de mí cámara. Quiero que se vea más allá de la imagen, que vean el mundo como yo lo veo —sus orbes brillaban maravillados ante la idea. Casandra besó el cabello de su hijo.

—Bueno, puedes retratar cada rincón del mundo que quieras —Klaus tomó dos copas de un mesero que pasabas —solo di a dónde quieres ir y te llevo —rieron juntos —en serio, Argentina, Irlanda, Italia... —comenzó a enumerar dándose aires —Tokio... —alzó las cejas juguetón y volvieron a reír.

—"toko, toko, toko" —comenzó a decir Castiel, aplaudiendo.

—Castiel quiere ir a Tokio —obvió Klaus, dándole una copa a Casandra que negaba divertida y bebió —Puedo enseñarte aquellos lugares que el ojo humano aún no ha descubierto...

—eso me encantaría.

Rápidamente, Bella llegó a ellos, viendo suplicante a Klaus que alzó una ceja, mas entendió al segundo de ver a Kol.

—Hola, hermano —saludó —Rebekah te estaba buscando.

—bueno, ya vuelvo. No me extrañes, linda —le guiñó el ojo a Bella que blanqueó los suyos.

—¡No sabe lo que es un "no" por respuesta!

—claro que no —rió Klaus —si quieres mantenerlo lejos, ve cerca de Elijah. No molesta en su presencia.

—no puedo acosar a Elijah para que Kol no me acose —negó Bella, sonrojada.

—entonces quédate cerca de mí —Klaus pasó el brazo sobre sus hombros, amigable —yo puedo ayudarte, sé los puntos débiles de mí hermano.

—diviertete induciendo a mí hermana en la maldad —Casandra ironizó, girándose a dejar su copa vacía en un camarero —iré a buscar a Elena, si es que ya llegó.

—como gustes, amor.

Casandra miró a su hijo mientras caminaba, este balbuceaba y señalaba a todos lados. Su corazón se estrujaba de ternura al ver su pequeño trajecito. Su niño era la cosa más hermosa que ella podía ver en su día a día. Besó sonoramente su mejilla, provocándole cosquillas.

—Te amo, mí niño lindo —susurró con enormes ganas de apretujarlo, Castiel soltó una risilla —me das ataques de amor.

—pero si es la mamá del año.

Al oír esa voz, volteó. Viendo a Enzo que acompañaba a Bonnie en el baile.

—Enzo —saludó sorprendida —No creí que fueras a venir.

—no le temo a tu novio original —hizo un ademan, arreglando su traje —ya me redimí —sonrió irónico.

—Cada vez que te veo, me doy cuenta por qué fuiste el mejor amigo de Damon y porque lo volviste a ser tan fácil —Susurró sonriendo divertida —eres libre de andar por la fiesta, espero te guste.

—iré a por tragos —le susurró a Bonnie, alejandose entre las personas. Casandra alzó las cejas y se acercó más a la bruja.

—espero que no te moleste que hayamos venido juntos —Bonnie susurró preocupada —yo sé que él trató de matarte y...

—tranquila, Bombón —hizo un ademan, acomodando mejor a Castiel —digo... Yo sé que él trató de matarme y no solo a mí, sinó también a mí hijo, mí hermana y a Damon... Pero todo puede ser perdonado —Acarició su brazo —hablando de eso, yo sé que Klaus intentó matarte, pero viendo que tú sales con mí villano, puedo salir con el tuyo ¿No? —sonrió inocente.

—¿qué? —balbuceó frunciendo el rostro —¿Klaus y tú...?

—¿No te molesta, o si? —miró por dónde se había ido Enzo y Bonnie se tragó sus palabras, negando con una sonrisa forzada —¡genial! Pasado pisado. Cuando quieran, ven a cenar con Enzo, si es que su relación se vuelve formal —picó su nariz y se alejó con disimulo —¡disfruta el baile!

Infló sus mejillas de aire y miró a Castiel que la imitó.

—que incómodo ¿no? —le susurró a su hijo que asintió repetidas veces con una sonrisa, como si le entendiera.

Casandra saludaba a quienes reconocía y se mantuvo a un lado.

Se sentó en uno de los sofás unos momentos, y dejó a Castiel en el suelo, sosteniendo con sus dos manos las pequeñas de su hijo que trastabillaba por mantenerse de pie con su ayuda.

—¡ese es mí niño! —chilló feliz, él sonreía con sus pequeños dientes apenas visibles —¿Por qué creces tan rápido? —abultó su labio inferior, maldiciendo que sea mitad vampiro.

Casandra sostenía a su hijo que trataba de caminar, y miró de soslayo a Elena entró en esos momentos. Luciendo un hermoso vestido oscuro con dorado. Estilo princesa. La morena miró a todos lados buscando a alguien, encontrando a los hermanos Salvatore, pero se apresuró a huir de su segura emboscada y fue a dónde notó a Casandra y Castiel.

—dime que no me perdí sus primeros pasos —Elena llegó y se sentó a su lado.

—no, está en eso —sonrió viendo a su hijo —te ves hermosa, Elena.

—tu te ves preciosa, Cass —Observó sus carísimos pendientes.

Casandra estaba totalmente diferente a cuando habia llegado, no tenía esa apariencia de desgaste y de confusión. Ahora brillaba como si fuera la joya más hermosa en una tienda. Para Elena, Casandra era como un rosado fénix.

Casandra soltó a Castiel, dejando que su bebé se sostenga de su vestido. Las dos miraban al niño, algunas personas también voltearon a ellas, observando curiosos al infante.

Pero él dirigió sus ojos a alguien que se acercaba y comenzó a inclinarse hacia adelante, dando un pequeño paso, se detuvo por el amague de caer y sonrió. Klaus, a dos metros, se detuvo y se agachó extendiendo sus brazos, deseoso de poder ser la primera meta que Castiel se ponía para caminar.

—ven con papá —le pidió, conteniendo su sonrisa por su emoción.

Casandra tomó la mano de Elena como reflejo, tratando de no parpadear para evitar perderse ese momento. Guardando una imagen mental, no solo en sus recuerdos, sino también en su corazón.

Castiel comenzó a dar pasos lentos hasta que se inclinó de más hacia adelante y dió cuatro pasos cortos y rápidos, casi cayendo al suelo si no fuese porque Klaus se apresuró a atraparlo y festejarle, tomándolo en brazos y levantándolo.

—¡Muy bien! —lo felicitó emocionado. Casandra aplaudió sin contenerse, sintiendo como su corazón de pollo la empujaba a llorar de emoción al ver los primeros pasos de su elegante niño —¿Viste eso, amor? —miró eufórico a Casandra que asintió.

Elena también reía feliz y Klaus se sentó frente a ellas, haciéndole cosquillas a Castiel antes de dejarlo de nuevo de pie. Sin embargo, él se cayó sentado y gateó hasta Elena que lo tomó y lo limpió para que no ensucie su caro trajecito.

—Ese es mí niño —Casandra tomó la mano de su bebé —no quiero llorar o se me va a arruinar el maquillaje.

—¿se vale llorar siendo su tía? —Elena apretó en un abrazo a Castiel que trató de escapar.

—Se vale —afirmó Cass, encantada —La noche empezó bien.

—si, lo hizo —Aceptó Elena, pero su sonrisa se desvaneció viendo de reojo a Klaus.

El híbrido lo notó y suspiró, tragando saliva, amagó hablar pero se detuvo. Miró a Casandra que subió y bajó su cabeza, queriendo incentivarlo a hacer aquello de lo que tanto habían hablado.

—Elena —llamó Klaus, evitando verla por mucho tiempo —yo... —ella lo observó, expectante y con una mirada severa. Klaus resopló al ver qué no le salía, pero miró a Casandra que le suplicaba con la vista que se disculpara con Elena por todas las atrocidades que le hizo —te debo unas... Yo lo siento —dijo finalmente —Planeamos vivir en Mystic Falls y viendo que estás en la vida de Casandra y Castiel, espero nos llevemos bien. Ya no hay una maldición que romper y tengo todo lo que alguna vez quise. Asi que perdón.

Elena asintió con la cabeza.

—Bonnie encontró un hechizo —murmuró buscando las palabras —que podría cuatriplicar una cantidad considerable de sangre y la haría prevalecer por unos años. Si quieres mí sangre, te la daré a cambio de que no lastimes a nadie que yo haya conocido.

—es un trato —Klaus estiró su mano, sus mejillas se apretaron por su sonrisa.

En lugar de Elena, Castiel estiró sus dos manitos para tomar la de Klaus. Ellos rieron pero Elena afirmó, dando a entender que tenían un trato. Casandra aplaudió feliz.

—Bailes, reúnen a todos.
















































































































































































CASS ABRAZABA de lado a Alaric, ambos hablando con sus amigos en medio del baile.

—Elena me dijo que Klaus le pidió disculpas —Alaric murmuró —¿Qué hiciste? ¿Lo amenazaste?

—no, de hecho... Él en verdad va a redimirse —habló viendo a la distancia como él hablaba con Elijah —debe hacerlo. Elijah, su madre, sus hermanos, Bella, Castiel y yo esperamos una convivencia sin cadáveres o guerras. —sonrió ladina —ademas, si lo hubiera amenazado, se hubieran dado cuenta.

—si, cuando estás enojada eres algo intimidante —afirmó divertido.

—jamas me has visto enojada, te lo aseguro —Se burló —La última vez que me enojé de verdad hice que un chico desate su gen lobuno. El día que esté molesta, te darás cuenta.

—No hay nada peor que una madre enojada —susurró divertido, bebiendo de su copa —Asi que no gracias, paso de ver ese espectáculo.

Casandra miró a los lados en busca de Castiel, notando que estaba en brazos de Rebekah quien hablaba con un chico de lunares, al parecer era su cita para esa noche.

—Uh, si todos pudieran reunirse, por favor.

Casandra volteó a las escaleras, notando a Elijah que llamó a la gente. Sus hermanos rápidamente fueron con él, a dónde todos podían verlos. Rebekah le dió a Castiel a Klaus, logrando que Cass negue divertida. Las personas veían curiosos a Klaus con el bebé en brazos, aún más cuando Esther bajó y miró al niño.

Damon y Stefan se pusieron a los lados de Casandra cuando Alaric se alejó.

—Bienvenidos, gracias por acompañarnos. Cada vez que mi madre reúne a nuestra familia de esta manera, es tradición que comencemos la velada con un baile...

—¿esa es mamá original? —Damon le preguntó a Casandra.

—y toda su mala vibra —afirmó suspirando, corrió la mirada a Klaus, Castiel en sus brazos saludaba a todos, provocando algunas risas —¿Elena ya la conoció?

—aun no —negó Stefan —¿Crees que sea buena idea?

—no, para nada. Eviten que se le acerque.

—La elección de esta noche es un vals centenario, así que si todos ustedes pudieran encontrar un compañero, únanse a nosotros en el salón de baile.

Esther se retiró silenciosamente escaleras arriba. Elena, a la distancia, se movió para subir las escaleras, pero Casandra golpeó el pecho de Damon y señaló hacía allí. Damon fue a bloquear su camino.

—¡aquí estás! —Caroline llegó a por Stefan —¿vamos a bailar?

—claro que si —aceptó Casandra antes de que Stefan se niegue —Sería de mala educación no bailar, vayan, vayan.

Ellos se fueron y Casandra sonrió feliz de ver aquello. Sin embargo, su imagen fue interrumpida por Klaus que se colocó delante de ella.

—En la antigüedad, las damas tenían una tarjeta en su muñeca dónde anotaban a los hombres con quienes tendrían un baile —Habló extendiendo su mano —Así que, está en mí deber, preguntarte si me guardaste uno —rieron juntos.

—todos los reservé para usted, mí lord —bromeó haciendo una reverencia y tomando su mano —¿Y Castiel?

—Alaric lo tomó —la llevó a la pista de baile donde parejas se colocaban estratégicamente para un vals antiguo —Y no era un lord, a dónde iba, nos llamaban Excelencia, ya que decíamos ser duques en viajes de negocios.

—oh, pues disculpe, Excelencia —Alagó dramática, colocándose delante de él —yo no sé bailar esto.

—solo sígueme, amor.

Colocados a lo largo y en parejas, la música les dió pie a bailar. Casandra observó de reojo, con una alegría inexplicable en su pecho. A la corona de la fila, estaba Finn con una muchacha, luego Caroline y Stefan, le siguieron Kol y una torpemente sonrojada Bella, después Damon y Elena que compartía miradas de "salvenme" con Bella. Luego, seguían el resto.

Casandra y Klaus se colocaron a la mitad de la fila, tomando sus manos. Se miraron, con profunda intensidad saliendo del fondo de sus corazones, y comenzaron a bailar.

Los pasos eran sincronizados entre ellos y los demás bailarines, provocando una simetría espectacular, Klaus guiaba el baile provocando la risa de Casandra ante las vueltas y las palabras que le susurraba sobre los bailes en el siglo diecinueve.

Las luces brillaban fervientemente, las flores relucian y Casandra se sentía en un baile de musas como las que pintaba Klaus. La música aceleraba sus pasos y sus vueltas. Las manos de Klaus en un punto la tomaron y el baile los obligó a frenar en el centro de la ronda.

Los guantes y el vestido evitaban el tacto de piel con piel, pero él colocó su mano en su espalda alta, justo donde el vestido dejaba al descubierto su piel. Sus dedos rozaron aquella parte y Casandra sonrió ante los suaves movimientos de Klaus allí.

—Entonces... Tienes mil años de experiencia en estos bailes y otros —Susurró Casandra, cerca de su rostro —eso aveces aún me deja loca.

—y puedes aprenderlos todos y más... Con el tiempo suficiente —inquirió acercándose a su oído.

No solo Klaus susurraba en su oído, sino también la inmortalidad.

—No es tan fácil, Klaus... Yo aún tengo a mí padre en Forks —negó viendo la ronda de parejas que intercambiaban de compañeros —Tengo a Bella... Ellos son humanos.

—Tu padre tiene a Jeremy ahora, a quien Elena alejó por los mismos motivos que tú a Charlie. Una vida normal, se tienen el uno al otro —Sus manos entrelazadas se removían como si necesitarán más tacto —Pero tu estás condenada a este mundo... A mí mundo. Acepta ahora. Acepta y se mí reina... —su rostro inexpresivo, su mejilla rozaba con la suya.

—ahora no —negó con su tono dulce —dame cinco años —se alejó para ver su rostro —cinco años y un hijo tuyo —sonrió lentamente.

—¿Un hijo mío? —susurró conteniendo el aliento.

—Oiste a Bonnie cuando le preguntamos. Tu lado licántropo tiene el gen humano que te permite tener hijos... Castiel es tu hijo, pero no quiero perderme la oportunidad de tener una familia biológica en cien años cuando sea una vampiro incapaz de tener hijos —Frunció las cejas, susurrando —Quiero darte tu familia.

Klaus la hizo dar una vuelta, la tomó por la cintura y se inclinó hacia adelante finalizando el baile, tomándola antes de que ella caiga.

Aceptando aquella petición, al final de esa serenata que se desvaneció, frente a todos, Klaus la besó.

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150 comentarios.
Y actualizo.
Por cierto, subí fic de supernatural
(Momento spam🫦🫦🫦)

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