1.17

────❛problemas y
soluciones por Klaus❜

                    CUANDO LA FRÍA cadena junto al anillo encima cayó sobre el estómago de Casandra y rebotó tres veces, Damon escuchó un ruido. Se giró sobre sus talones y se alejó sigiloso para ver en la entrada.

Afuera, se alteró al ver a Stefan acercándose a tomar a un híbrido. Damon lo detuvo y golpeó a Stefan contra la pared. Stefan se dió vuelta y se liberó.

—¿Qué estás haciendo? ¡No hay híbridos muertos en el babyshower de una embarazada hormonal y enojona que tiene al híbrido original de invitado! —le gritó Damon.

—No, le dije a Klaus que sacara a sus híbridos de la ciudad, él no escuchó, así que lo diré más fuerte. Además, a mí me invitaron, no a él —señaló enojado, Stefan.

—¿No crees que hay diez más de donde vino eso? ¿Y si los matas, Klaus no ganará veinte más? ¿Olvidaste el papel de Elena en todo esto? ¿O no te importa si ella es una bolsa de sangre humana por el resto de su vida?

—Proteger a Elena es tu problema ahora.

—¡No me vengas con esa tontería de no humanidad, no puedes simplemente accionar el interruptor! ¡Tu interruptor está frito, Stefan, al igual que tu cerebro! ¿Quieres llevarte a Klaus? ¿Quieres vencer al villano? Tienes que ser más inteligente.

—Para vencer al villano, Damon, tienes que ser el mejor villano.

Stefan le dió una palmada en el hombro a Damon y entró a la casa con su hermano pisándole los talones. Escuchando las felicitaciones a Casandra por el niño que tendría.

—felicitaciones —se burló Stefan, entrando. Todos se giraron a verlo.

Si era incómodo tener a Klaus dentro de la casa, peor era tener a Stefan con la humanidad semiapagada, defiendo de venganza y enemistado con Klaus.

—Lamento llegar tarde, Casandra. Verás, estaba puliendo unos ataúdes —sonrió burlón, acercándose —pero... —sacó su billetera y le tendió una tarjeta —luego puedes comprar lo que le haga falta al bebé. No encontré la lista de regalos de recomendación —sonrió y miró detrás —¡que linda reunión! Díganme qué no me perdí el pastel.

—no, Stefan, no te lo perdiste —Casandra negó —¿Por qué no lo cortamos ya? —le dijo a Liz que sonrio nerviosa.

—claro.

Casandra se bajó con ayuda de Bella y fue a sentarse al sofá, viendo cómo Alaric y Liz se encargaban del pastel. Elena y Bonnie se apartaron, mientras que Tyler y Caroline salían unos instantes. Stefan se quedó junto a su hermano que estaba al tanto de que no haga una tontería.

—bueno, fue lindo mientras duró —susurró Casandra, Klaus se sentó a su lado, flanqueando a Stefan —¿No, Castiel? —bajó la vista a su estómago pintado, viendo el ángel.

Klaus se giró a verla, viendo cómo un mechón de cabello se escapó de su peinado y cayó sobre su rostro, las manos de Casandra rodeaban el dibujo, con temor a arruinarlo, su rostro se mostraba desilusionado pero el brillo en sus ojos se mantuvo intacto.

—Amado Arcángel Castiel, te doy las gracias por tu labor de ayuda hacia la humanidad... —susurró Klaus y Casandra lo miró —Gracias porque sé que, en estos momentos, que tengo mi corazón en mano y mi alma llena de gozo, me vas a asistir con tu presencia. Activo el poder del código sagrado setecientos ochenta y uno, mediante el cual pido que manifiestes todo tu poder, Arcángel Castiel, sobre mi vida, para la bendición del mundo y la evolución de mi ser y de mis hermanos... —alzó la mirada para conectar con la suya.

A unos metros, Bonnie, Bella y Elena movían los regalos para poder acercarlos a Casandra, así los abría. Matt se acercó a ellas.

—Se está acercando mucho a Klaus, ¿Desde cuándo? Se supone que él la quiere porque lleva el último híbrido vampiro-humano, luego de seguro la desecha —negó Elena en voz baja —digo, tiene a sus hermanos en ataúdes, mató a sus padres, mató a mí tía, a mí y convirtió a Tyler...

—¡Dios, dale un respiro! —Bonnie la miró enojafa —No puedes controlar lo que todos hacen todo el tiempo. Klaus la ayuda más de lo que nosotros podemos.

Hubo un silencio incómodo.

—Lo siento, sé que es el cumpleaños de Caroline, el funeral o lo que sea, y el baby shower de Cass pero siento que está muy mal que obligaran a Jeremy a abandonar la ciudad. —murmuró molesta.

—tuve que decirle —susurró Bella ante la mirada de Elena.

—Lo hicimos para protegerlo, Bonnie. Le di la oportunidad de tener una vida normal y tranquila.

—él debería elegir cómo quiere vivir, le estas quitando elegir.

—Bonnie, no puedes hacer que vuelva.

—¿Por qué? ¿Me vas a obligar a no hacerlo? —la miró desafiante.

—Saben, ustedes están arruinando la fiesta antes que Klaus o Stefan —Matt les dijo.

—no peleen, por favor. No aquí, no ahora —Bella suplicó moviendo otro regalo.

—Lo siento. Voy a ir a dormir o algo así. Feliz cumpleaños a Caroline y... Babyshower a Cass o lo que sea.

Se fue rápido y Casandra alzó la cabeza al ver eso, luego miró a Elena, Bella y Matt que se encogieron de hombros. Buscó con la mirada a Caroline, pero no estaba, tampoco Tyler.

—Klaus, ya vengo. No te muevas ¿si? —le pidió y él afirmo, quedándose en el sofá.

Casandra se acercó a Elena y Bella.

—¿Me ayudan a buscar a Caroline y me dicen que fue eso de Bonnie?

—si, claro.

Afuera, en el bosque, Tyler y Caroline se besaban apasionadamente hasta que Tyler, con lo peligroso que era, mordió a la vampiro. La mordida de un híbrido era mortal para un vampiro, y la única cura estaba en la sangre de Klaus.

—¿acabas de morderme? —habló devastada la rubia, comenzando a alterarse mientras lo alejaba atónita.

—Dios mío... Lo lamento ¡Lo siento mucho!

—¡Por dios! ¡Aléjate de mí! —le gritó aterrada y él rapidamente huyó, Caroline cayó al suelo, comenzando a entrar en pánico.

Elena, Bella y Casandra iban a unos metros.

—creí oír algo —Casandra frenó —ve por aquel lado, Elena, yo voy por este. Bella, espera aquí. En cinco minutos volvemos a la casa ¿si?

—bien...

Casandra suspiró, Castiel se removía incómodo aparentemente dentro de su estómago y su madre sonrió al sentirlo. Siguió caminando entre el bosque que rodeaba el territorio y escucho un gemido de dolor, al ver a su derecha, con el anochecer surgiendo entre los árboles, notó a Caroline.

—¡Care! —se acercó rápidamente, ella se levantó con esfuerzo —¿qué te pasó? —movió su cabello para ver su rostro, pero Caroline alzó su mano y movió el cuello de su chaqueta, mostrando la mordida —ay, no...

—Tyler me mordió —susurró lagrimeando, Casandra tapó la herida, tomando su rostro entre sus manos —voy a morir... Van a empezar las alucinaciones y...

—no, no, no —negó rápido —tu no te vas a morir, no estoy dispuesta a eso. La... La sangre de Klaus, eso cura ¿No? Dijiste que Stefan se entregó para que Klaus cure a Damon cuando...

—Si, pero nada va a convencer a Klaus de salvarme, soy insignificante —sonrió sin gracia.

—no eres insignificante, eres importante. Eres importante para mí y hoy es tu cumpleaños. No vas a morir en tu estupido cumpleaños —Tomó su mano —vamos, por favor, él te va a curar.

Caroline comenzó a caminar de regreso con Casandra que rogaba para sus adentros un poco de misericordia por parte de Klaus.

Su corazón comenzaba a acelerarse y a sudar, las náuseas subían por su garganta y tenía inmensas ganas de vomitar, rogaba, deseaba y necesitaba que Klaus cure a Caroline.

Sin embargo, en el baby shower, Damon se acercó a Klaus que se limpiaba de las manos la pintura, y lo tomó del brazo para llevarlo a un costado.

—¿Y ahora qué? Me acabas de sacar de una burbuja dónde pensaba sobre el fascinante arte que hacen las mujeres para festejar sobre traer vida al mundo —habló bromista.

—Stefan acaba de agarrar a Elena. Intentará usarla en tu contra. Haz lo que él dice, deshazte de tus híbridos.

—¿O qué? A Stefan nunca se le ocurriría matarla.

—¿Estás seguro de eso? intentó decapitar a alguien en medio de la fiesta de Casandra y Caroline. Está funcionando como loco ahora mismo.

—Bueno, loco o no, ese tipo de amor nunca muere. Está mintiendo.

—¿Y tú qué sabes de ese tipo de amor? —extendió sus brazos incrédulo, Klaus lo miró inexpresivo —¡No sabes nada de lo que es el amor a primera vista siquiera! pero si no quieres creerle, créeme. Conozco a mi hermano mejor que nadie y ahora mismo no tengo ni idea de hasta dónde está dispuesto a llegar con esto. Entonces, si dice parpadear, te sugiero que parpadees.

A su vez, el celular de Klaus sonó y él le atendió a Stefan, quien llamaba para anunciar que si, había atrapado a Elena cuando salió con Casandra e iba a saltar por el puente Wickery.

Casandra llegó en ese mismo instante con Caroline y Bella pisandoles los talones.

—¡Liz, por favor, Alaric! —Llamó Casandra, arrastrando prácticamente a Caroline que parecía somnolienta, con ayuda de Bella.

—¿Qué pasó? —Liz se acercó a ellas.

—El pulgoso traidor, Judas de mierda de Tyler la mordió —señaló asustada, con sus nervios a flor de piel, al igual que sus náuseas de nervios.

—Dios mío, cariño. —susurró preocupada. Alaric se acercó a cargar a Caroline —Ten cuidado.

—llevala arriba, al cuarto de Stefan o Damon —Le pidió Casandra, Alaric afirmó, yendo arriba con Liz. —¡Matt! ¿dónde está Klaus?

—Damon se lo llevó al sótano creo, Stefan desapareció —explicó apresurado —¿has visto a Elena?

—no, llámala. Bella, busca con qué limpiar a Caroline. Iré a por Klaus, debe curarla.

Casandra salió con complicaciones, pero soltó un quejido estando en la puerta y se sostuvo, su mano fue a parar rápido en su estómago, moviendo y borrando el dibujo de Klaus en él. Miró los escalones y los bajo lentamente, hasta que notó a Klaus hablando por teléfono, colgó, miró a Damon y luego a ella.

—Klaus, te necesito, por favor —susurró en voz baja, suplicante.

—¿qué pasa? —Le preguntó, Damon.

—Tyler mordió a Caroline —explicó angustiada y miró a Klaus. Damon soltó una maldición en voz baja y salió de allí —tu sangre puede salvarla ¿No? Por favor.

—si, así es —se acercó a Casandra que alzó la cabeza por la diferencia de altura.

—yo sé cómo es el juego de ustedes, sus negocios, sus trucos, pide lo que sea pero por favor, sanala... —Sus manos desesperadas tomaron las manos de Klaus en un acto de desesperanza —te lo suplico.

Klaus tomó sus manos y miró el quemante anhelo en los luceros marrones de Casandra. Se relamió los labios y asintió, soltó sus manos y paso a un lado de ella, quien soltó un suspiró aliviada.

Al subir las escaleras temblorosa, se encontró a Liz murmurando unas palabras con Klaus antes de dejarlo pasar, Casandra fue detrás suya y se sentó a un lado de Caroline. Klaus empezó a hablar, tomando un vaso de vidrio y mordiéndose para dejar caer la sangre en él.

—...me estoy muriendo —susurró al final Caroline, pálida. Casandra acariciaba su cabello y besaba su coronilla, con un horrendo sentimiento en su pecho, un miedo irreal al abandono.

—Y podría dejarte morir, si eso es lo que quieres. Si realmente crees que tu existencia no tiene sentido. Yo mismo lo pensé una o dos veces a lo largo de los siglos, la verdad es dicha... —comentó acercándose hasta sentarse delante de ellas. Casandra lo escuchaba —Pero te contaré un pequeño secreto. Hay todo un mundo ahí fuera, esperándote. Grandes ciudades, arte y música, belleza genuina. Y puedes tenerlo todo. Puedes tener mil cumpleaños más... —le tendió el vaso.

—tómalo, Care, por favor —un sollozo se escapó de entre los labios de Casandra y la rubia tomó el vaso que le ofrecía Klaus.

—feliz cumpleaños, Caroline.

La vampiro bebió la sangre y soltó un suspiro al sentir como le hacía efecto. Cuando Klaus se fijó en Casandra, notó que lagrimas cristalinas bajaban hasta mojar los mechones dorados de Caroline. Cómo olas mojando la arena.

Liz abrió la puerta para entrar y Klaus se levantó, igual que Casandra que dejó un lento y suave beso en la frente de Caroline antes de ir detrás del híbrido.

La noche estaba brillante, oscura y rellena de puntos blancos que relucían como joyas sobre terciopelo suave. Klaus iba unos pasos delante y frenó frente al jardín Salvatore, Casandra se colocó detrás de él.

—Gracias, Klaus... Otra vez —murmuró, acercándose —creo que yo te he agradecido más de lo que mis amigos te han maldecido.

—Es por la diferencia de intereses, amor —murmuró acercándose a cortar una pequeña flor blanca, pasando casi desapercibida entre los pastizales altos y verdes —pero no es nada. Caroline fue solo un daño colateral, uno ya reparado —se volteó a ella.

Él se acercó y colocó la flor blanca sobre su oreja, combinando perfectamente con su atuendo.

—¿es cierto lo que dijiste? Sobre estar cansado de la inmortalidad —susurró por la cercanía.

—no es cansadora la inmortalidad si sabes apreciar su belleza, lo que cansa y duele es la soledad de ella —acaricio su barbilla y bajó su mano —ya oíste a Rebekah, a mí padre... Suelen repetir a menudo que mí más constante compañía es el temor al abandono y la soledad.

Casandra pensó en eso. Ella no quería la inmortalidad cuando conoció a los Cullen, no cuando ellos hacían ver a la inmortalidad algo deprimente. Klaus lo hacía ver especial.

—¿Por eso quieres recuperar tus ataúdes y tener híbridos? ¿Para reunir a todos y tener lo que siempre quisiste? —él afirmó con su cabeza —La familia de sangre y la que creaste y elegiste tener...

—tuve que hacer muchas cosas para conseguir todo eso y no me arrepiento, estoy a solo un paso de tenerlo todo —se alejó, retrocediendo de espaldas.

—¿Y yo que papel cumplo en todo eso? —preguntó confundida. Él sólo sonrió.

—Te veo luego, amor.

Klaus se fue y Casandra sonrió sorbiendo su nariz y volteando para volver dentro.

Caminó exhausta al sofá, viendo a Alaric sentado allí, bebiendo bourbon. Él, al verla, le lanzó una bolsa de sangre y ella se sentó con complicaciones en el suelo, delante de los regalos. Tomando las notitas blancas que habían escrito para ella.

—¿cómo está Caroline? —le preguntó a Alaric. Tomó unas cartas y las leyó.

—bien, pasará la noche aquí de seguro... —se acercó a sentarse a su lado, a un costado del fuego en la sala —ten, esto es tuyo —le tendió la cadena de Klaus con el anillo dentro.

Casandra lo tomó, viendo la gran contradicción en ambos accesorios. El anillo de los Cullen, de Forks, y el collar de Klaus, de Mystic Falls. Bajó la vista al papel que agarró primero y leyó.

“La maternidad está cerca de la divinidad. Es el servicio más elevado y más santo que pueda emprender el ser humano, y pone junto a los ángeles a la mujer que honra su santo llamamiento y servicio. La Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.” “K.M”.

—¿Sabes? —le dijo a Alaric, bajando la vista al anillo. Lo separó del collar de Klaus —antes iba a la iglesia, en Phoenix.

—¿tu? ¿en la iglesia? ¿El agua bendita no te quemaba? —preguntó divertido y ella revoloteó los ojos.

—dejé de ir a los quince, me parecía una estupidez pero te quedan muchas cosas —miró el anillo mientras lo volteaba —y la esperanza y el perdón es algo que trato de conservar.

—tiene buenas lecciones de vida si sacamos algunas cosas —afirmó el castaño bebiendo —¿Qué es otra cosa que te quedó grabada?

—Isaías 43:18. No recordéis las cosas anteriores ni consideréis las cosas del pasado...

Y tomó el anillo, lo acercó a su boca al susurrar y luego lo lanzó al fuego. Viendo cómo era consumido por la llama. Tomó la cadena de Klaus, sonrió, y se la colocó.

Antes de que Alaric pregunte, Casandra escuchó un chasquido proveniente de su cuerpo y sintió una presión en su estómago, se llevó la mano allí, soltando un gemido de dolor, luego le dió una sensación de alivio.

—Ah, Cass —Alaric señaló sus piernas. Casandra no podía ver por su barriga hasta que un charco se hizo debajo de ella.

Era un líquido claro, fino y acuoso.

—creo que pinché el globo —susurró alzando la mirada para ver a Alaric.

Iba a tener a Castiel.

M

eta de actualización.
400 estrellitas.
40 comentarios.
Damon diciendo que no
quería el parto en su casa...
Castiel: que nazca ahora dice.🤓

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